Jesús prohibió líderes en su iglesia

Re: Jesús prohibió líderes en su iglesia

Puews este eígrafe creo que está mal enfocado, porque a los guía o líderes a los que se refiere Jesús es a los líderes y Guías que mezclaban poder divino con poder secular. Es decir, Los reyes sacerdotes, o los reyes divinos, como el Divino Cesar, como el Faraón hijo del Sol, etc. Donde los titulos de los lideres políticos se mezclavan con una legitimación erronea divina.

De que la comunidad de los apostoles tenía uno que erea el primero entre ellos, no queda duda en todo el nuevo testamento, y nos referimos a Pedro.

Jesús deja muy claro a Pedro en que consiste su primacía:


Lucas 22, 31-32

31 «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros
como trigo;
32 pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú,
cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.»


Juan 21, 14 - 18

14 Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos
después de resucitar de entre los muertos.

15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de
Juan, ¿me amas más que éstos?»
Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te
quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.»

16 Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le
dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis
ovejas.»


17 Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se
entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le
dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús:
«Apacienta mis ovejas.

18 «En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te
ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus
manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras.»
 
Re: Jesús prohibió líderes en su iglesia

(Ortografía)

Pues este epígrafe creo que está mal enfocado, porque a los guías o líderes a los que se refiere Jesús es a los líderes y Guías que mezclaban poder divino con poder secular. Es decir, Los reyes sacerdotes, o los reyes divinos, como el Divino Cesar, como el Faraón hijo del Sol, etc. Donde los títulos de los líderes políticos se mezclaban con una legitimación errónea divina.

De que la comunidad de los apóstoles tenía uno que era el primero entre ellos, no queda duda en todo el nuevo testamento, y nos referimos a Pedro.

Jesús deja muy claro a Pedro en qué consiste su primacía:


Lucas 22, 31-32

31 «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo;
32 pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.»


Juan 21, 14 - 18

14 Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos
después de resucitar de entre los muertos.

15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de
Juan, ¿me amas más que éstos?»
Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te
quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.»

16 Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le
dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis
ovejas.»


17 Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se
entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le
dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús:
«Apacienta mis ovejas.

18 «En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te
ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus
manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras.»
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Re: Jesús prohibió líderes en su iglesia

(Ortografía)

Pues este epígrafe creo que está mal enfocado, porque a los guías o líderes a los que se refiere Jesús es a los líderes y Guías que mezclaban poder divino con poder secular. Es decir, Los reyes sacerdotes, o los reyes divinos, como el Divino Cesar, como el Faraón hijo del Sol, etc. Donde los títulos de los líderes políticos se mezclaban con una legitimación errónea divina.

De que la comunidad de los apóstoles tenía uno que era el primero entre ellos, no queda duda en todo el nuevo testamento, y nos referimos a Pedro.

Jesús deja muy claro a Pedro en qué consiste su primacía:


Lucas 22, 31-32

31 «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo;
32 pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.»


Juan 21, 14 - 18

14 Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos
después de resucitar de entre los muertos.

15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de
Juan, ¿me amas más que éstos?»
Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te
quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.»

16 Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le
dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis
ovejas.»


17 Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se
entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le
dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús:
«Apacienta mis ovejas.

18 «En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te
ceñías, e ibas adonde querías; pero cuando llegues a viejo, extenderás tus
manos y otro te ceñirá y te llevará adonde tú no quieras.»
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JESUCRISTO, NO le dejo NINGUN mandato, NI primacia, SINO le ORDENO a pedro..., se lo resalte en NEGRO, algo totalmente distinto, a sus pretendidos.
Lea atentamente, NO dice, TUS ovejas, sino MIS OVEJAS............glup!!!!
Castillo Pedro, NO estuvo NI de vacaciones en ROMA.

Recuerde que pedro LO NEGO tres veces.
Sergio
 
Re: Jesús prohibió líderes en su iglesia


JESUCRISTO, NO le dejo NINGUN mandato, NI primacia, SINO le ORDENO a pedro..., se lo resalte en NEGRO, algo totalmente distinto, a sus pretendidos.
Lea atentamente, NO dice, TUS ovejas, sino MIS OVEJAS............glup!!!!
Castillo Pedro, NO estuvo NI de vacaciones en ROMA.

Recuerde que pedro LO NEGO tres veces.
Sergio[/QUOTE]


JAJAJAJA

Que ridícula reducción,

La Biblia establece claramente, que Pedro es el primero entre los apóstoles, los evangelios lo mencionan a él primero que a ninguno, ¿Será que Pedro fue el primer llamado de los apóstoles?, evidentemente no, el primer llamado es Andrés, el hermano de Pedro, quien era a su vez discípulo de Juan el Bautista y quien fue enviado por Juan el Bautista a seguir a Jesús, al darles el testimonio de que él, Jesús, era el ungido.

Pedro es el discípulo que más ama a Jesús, esa es la característica de Pedro, por la cual Jesús le encarga su rebaño. El rebaño de Jesús.

Los evangelios sinópticos establecen el nombre de los apóstoles, y no es un orden por el cual ellos fueron elegidos, existe en estos evangelios la evidencia (que se puede ver) que entre los apóstoles existen dos muy particulares, Pedro y Judas Iscariote, Pedro siempre aparece al principio de los nombres de los apóstoles y Judas Iscariote siempre aparece al final. Eso está más que claro. Los demás nombres aparecen en un orden que no necesariamente les confiere una jerarquía descendente , sino que los presenta como iguales entre ellos. Pero el caso de Pedro y Judas Iscariote es más que claro. No hay discusión.


Mateo 10, 2-4

2 Los nombres de los doce Apóstoles son éstos: primero Simón,
llamado Pedro, y su hermano Andrés; Santiago el de Zebedeo y su hermano
Juan;
3 Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de
Alfeo y Tadeo;
4 Simón el Cananeo y Judas el Iscariote, el mismo que le entregó.

Marcos 3, 16-19

16 Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro;
17 a Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a
quienes puso por nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno;
18 a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo,
Tadeo, Simón el Cananeo
19 y Judas Iscariote, el mismo que le entregó.

Lucas 6, 13-16

13 Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de
entre ellos, a los que llamó también apóstoles.
14 A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago
y Juan, a Felipe y Bartolomé,
15 a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes;
16 a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor.

El evangelio de Juan, no es sinóptico a los otros tres evangelios, en él vemos claramente que el primero de los seguidores de Cristo, no es Pedro, sino dos discípulos de Juan el Bautista que son enviados por él al darles testimonio de Cristo. Se establece que el primer llamado es Andrés el protóclito (primer llamado) quien a su vez presenta a Pedro a Jesús.

Esto nos lleva a reflexionar, ¿Porqué si Pedro no fue el primer llamado, si es el que los evangelistas listan en primer lugar? la respuesta es muy clara, Pedro tenía el mandato de Jesús de Confirmar a sus hermanos. ,en eso consistía su misión, ser Cefas para los eguidores de Cristo


Juan 1

35 Al día siguiente, Juan se encontraba de nuevo allí con dos de sus
discípulos.
36 Fijándose en Jesús que pasaba, dice: «He ahí el Cordero de Dios.»
37 Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús.
38 Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: «¿Qué buscáis?»
Ellos le respondieron: «Rabbí - que quiere decir, “Maestro” - ¿dónde
vives?»
39 Les respondió: «Venid y lo veréis.» Fueron, pues, vieron dónde
vivía y se quedaron con él aquel día. Era más o menos la hora décima.
40 Andrés, el hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían
oído a Juan y habían seguido a Jesús.
41 Este se encuentra primeramente con su hermano Simón y le dice:
«Hemos encontrado al Mesías» - que quiere decir, Cristo.

El libro de los hechos de los apóstoles hace evidente de nueva cuenta que Pedro es mencionado en primer lugar

Hechos 1

13 Y cuando llegaron subieron a la estancia superior, donde vivían,
Pedro, Juan, Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo;
Santiago de Alfeo, Simón el Zelotes y Judas de Santiago.
 
Re: Jesús prohibió líderes en su iglesia

Sergio,

Biblia en mano demuestrame que Pedro no estuvo en Roma. que claramente diga "...Pedro no estuvo en Roma..." o que diga, "... Pedro no estuvo en Babilonia..." si así te parece bien.
 
Re: Jesús prohibió líderes en su iglesia

Aunque estoy totalmente de acuerdo con Ricardo y los demás hermanos, en lo que han dicho sobre el liderazgo actual en la iglesia; no puedo irme al otro extremo, de negar o suprimir todo liderazgo en la iglesia.

Jesús de Nazaret no prohibió el liderazgo, lo reguló:

25 Pero él les dijo: Los reyes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que sobre ellas tienen autoridad son llamados bienhechores; 26 mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige heegoúmenos, como el que sirve. 27 Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve. (Lc.22)

ἡγέομαι hegeomai

① To be in a supervisory capacity, lead, guide;

36.1 ἡγέομαιb; προί̈σταμαιa; κατευθύνω; φέρωd; ἄγωd: to so influence others as to cause them to follow a recommended course of action—‘to guide, to direct, to lead.

Esa misma palabra también tiene la implicación de gobernar sobre otros:

37.58 ἡγέομαιc; ἡγεμονία, ας f: to rule over, with the implication of providing direction and leadership—‘to rule over, to order, to govern, government, rule.

Jesús de Nazaret está diciendo que el que lidera o gobierna entre nosotros, lo debe hacer con la humildad del que sirve; y el contexto indica que la autoridad del líder debe usarse para el bien de los demás, no para su propio bien. ¿Ejemplo?

8 No me avergonzaré de jactarme de nuestra autoridad más de la cuenta, autoridad que el Señor nos ha dado para la edificación y no para la destrucción de ustedes (2Cor.10:8)

10 Por esto os escribo estando ausente, para no usar de severidad cuando esté presente, conforme a la autoridad que el Señor me ha dado para edificación, y no para destrucción. (2Cor.13:10)

Hebreos 13

7 Acuérdense de sus dirigentes, que les comunicaron la palabra de Dios. Consideren cuál fue el resultado de su estilo de vida, e imiten su fe…

…………17 Obedezcan a sus dirigentes y sométanse a ellos, pues cuidan de ustedes como quienes tienen que rendir cuentas.

………….24 Saluden a todos sus dirigentes y a todos los santos.

La palabra pastor encierra la idea de liderazgo. El pastor es el líder de las ovejas.

Nosotros no debemos llegar a conclusiones en asuntos de nuestra fe, basados en circunstancias, sino en base a lo que enseña la biblia.
Por muy corrompido que esté el liderazgo, no podemos prescindir de él, es indispensable en la iglesia para la organización.



Saludos.
 
Respuesta a Mensaje # 40 – Julio Enrique:

Respuesta a Mensaje # 40 – Julio Enrique:

Comienzas diciendo:
“Leyendo en parte lo que tú planteas te tengo que decir que tú eres un buen líder de tu congregación”.
Mi mensaje puede no ser claro y malinterpretarse fácilmente leyéndolo como tú empiezas diciendo que me has leído: “en parte”. Ningún planteo mío podrá prosperar entre lectores que me leen por arriba. Así, harán conmigo como están habituados a hacer con su Biblia: deducen de su lectura como les viene en gana.
Quienes desde hace diez años me vienen leyendo en este Foro podrían testificar que el problema conmigo no es que no sea claro, sino que en punto a claridad me excedo.
¿O acaso no se esfumaron de tu epígrafe sobre el nombre de “Jehová” sus defensores?
Fíjate si te equivocarás conmigo si te digo que a través de más de medio siglo de estar congregado jamás fui líder de nada, y tampoco lo soy ahora.
No necesité ser “lider” para servir en el ministerio según el llamado, vocación y dones que el Señor por su gracia ha querido conferirme.
Si tú quieres ver el liderazgo en las iglesias, a fuerza de quererlo ver lo verás. Pero en competencia con el Líder único, no estoy seguro quien será el que esté de veras acaudillando tales desventuradas ovejas.
Las congregaciones siempre se harán rebeldes contra las autoridades humanas, jamás delegadas por Dios, más allá de la pretendida comisión de atrevidos candidatos.
Los genuinos dones-ministros de Ef 4:11 son los que en verdad lo son y nunca los que dicen serlo. El sello de la falsedad está expuesto en Ap 2:2: “los que se dicen ser...y no lo son”. Quien por gracia de Dios es lo que es, no necesita anunciarlo ni andar bocinándolo para buscar voluntarios que puedan reconocerlo.
Lamentablemente, las iglesias de hoy en día no son como la de Éfeso que no podía soportar a los malos y probaba a los que decían ser algo. Actualmente se les intimida diciéndoles que su reticencia a reconocerles o resistir su “autoridad” podría hacerles incurrir en el “pecado imperdonable” contra el Espíritu Santo. Alimentando las supersticiones de los evangélicos muchos consiguen mantenerse en pie.
Quisiera ver por lo menos un argumento sólido contra lo que expuse de Mt 23:10.
Mis respetuosos saludos.
Ricardo.
 
Repuesta al Mensaje # 46 de Leal:

Repuesta al Mensaje # 46 de Leal:

Mientras yo estaba concluyendo mi mensaje anterior en que expresaba mi deseo de ver por lo menos un argumento sólido contra mi exposición a Mt 23:10, Leal estaba ingresando su aporte. Si mi deseo fue también una oración, pocas veces me fue tan rápidamente contestada.
Aunque una primera lectura me haya impresionado por la solidez de su argumentación, amerita también una prolija reflexión.
No quiero porfiar negándome a admitir la razón ajena, pero en caso de estar yo equivocado, debo darme cuenta en dónde y por qué. Quizás esta vez Leal lo haya conseguido, pero antes de meditar en ello, creo que nobleza obliga a reconocer su trabajo como muy bien elaborado.
Si llego a alguna conclusión, la compartiré con todos más tarde, si Dios quiere.
Saludos cordiales.
Ricardo.
 
Re: Repuesta al Mensaje # 46 de Leal:

Re: Repuesta al Mensaje # 46 de Leal:

Mientras yo estaba concluyendo mi mensaje anterior en que expresaba mi deseo de ver por lo menos un argumento sólido contra mi exposición a Mt 23:10, Leal estaba ingresando su aporte. Si mi deseo fue también una oración, pocas veces me fue tan rápidamente contestada.
Aunque una primera lectura me haya impresionado por la solidez de su argumentación, amerita también una prolija reflexión.
No quiero porfiar negándome a admitir la razón ajena, pero en caso de estar yo equivocado, debo darme cuenta en dónde y por qué. Quizás esta vez Leal lo haya conseguido, pero antes de meditar en ello, creo que nobleza obliga a reconocer su trabajo como muy bien elaborado.
Si llego a alguna conclusión, la compartiré con todos más tarde, si Dios quiere.
Saludos cordiales.
Ricardo.


El problema consiste (a mi modo de ver) en que muchos ejercen la función de líder o guías, según el mundo, y no según Jesucristo; por eso se engrandecen sobre los demás, y se creen dueños y señores de las personas que dirigen.

Saludos.
 
Repuesta al Mensaje # 46 de Leal:

Repuesta al Mensaje # 46 de Leal:

1 – No es nuestra la prerrogativa de negar o suprimir liderazgo alguno en la iglesia.
Se trata, ni más ni menos, si lo que dejó consignado Mateo en el 23:10 -en el koiné de su Evangelio-, la intención del Señor con sus discípulos fue precisamente prohibirles un tratamiento que corresponde al anglicismo líder adoptado tardíamente en nuestra lengua. Para desautorizar o suprimir tal “liderazgo”, este tendría que existir de hecho.
Pero de existir por usurpación, ya sea que un hombre asuma o un sistema eclesiástico disponga y designe a quien la Escritura en ningún momento presenta como autoridad delegada en la tierra de la Cabeza en los cielos, sería tan ilegítimo como inválido, si no algo peor todavía.
2 – Un segundo aspecto conviene considerar: de cual iglesia estamos hablando.
a) Si es de aquella que por primera vez el Señor presentó a sus discípulos diciéndoles: “edificaré mi iglesia” (Mt 16:18), creo que su autoproclamación de Líder único es incuestionable, y tácitamente excluyente de todo otro liderazgo aunque se diga que es compartido con Él y en dependencia de Él. ¡Ni modo que lo arreglemos a nuestro gusto!
b) Ahora, si se trata de la iglesia del Pastor Fulano o el Pastor Mengano, pues todo el derecho tiene el Sr. Pastor de hacer con lo suyo como le plazca. ¡Eso sí! ¡Que no involucre al Señor en lo que sólo es de su personal incumbencia! Él no se asocia a nuestros particulares emprendimientos. Por el contrario, somos más bien llamados a laborar en su propia obra, dónde, cuándo, cómo y con quienes Él quiere.
3 – Contestes todos ahora de que la iglesia de la que estamos hablando es de la Suya y no de la Nuestra, estamos listos para considerar el alcance de lo dicho en Mt 23:10.
Leal dice que el Señor Jesús no prohibió el liderazgo sino que lo reguló.
Acá necesariamente tengo que disentir, pues tradúzcase como se quiera traducir el KAZAGETES del texto, estamos leyendo que hay algo que Él les dice a los suyos “ni seáis llamados” en razón de la exclusividad que a Él asiste en recibir tal trato.
Los vs. precedentes nos pueden ayudar a dilucidar este punto. Desde el comienzo del capítulo la advertencia a sus discípulos va encaminada a prevenirles de que no hagan ellos como los fariseos hacían. Lamentablemente, en toda la historia del cristianismo y hasta nuestros días, el talante farisaico ha marcado presencia en las iglesias, precisamente por acostumbrarse a desoír, acomodar o relativizar las palabras del Señor.
En los vs. 7,8 tiene que ver con la apetencia de ser distinguidos con un tratamiento preferencial que alimentaría la vanidad personal: “Maestro mío” o “Mi maestro”, que en nuestra jerga habitual equivale a la generalizada expresión “mi pastor”. La razón dada es doble: el Cristo es su único Maestro, y entre sí son todos ellos hermanos. Pero que no se le asigne tal título a los discípulos, para nada implica que no exista tal función en la iglesia (Ef 4:11; 2Ti 2:2, etc).
Semejante a ello, el v.9 prohíbe que aquí en la tierra a nadie se le llame de Padre, pues uno sólo tenemos en los cielos. Entre las religiones más diversas siempre existió la tendencia de dar a los sacerdotes, maestros de religión o guías espirituales, el mismo tratamiento que se le da al padre natural. La idea era la de aprovechar el mejor término para expresar el afecto, respeto y veneración propio de un hijo cariñoso, sumiso y obediente. En tiempos del Señor entre los fariseos se había corrompido el uso del término por el halago intencional de los que lo daban y el insano regodeo de los receptores. Actualmente lo vemos fácilmente en televisión cuando una zalamera católica llama a un religioso de “Padre” o una protestante de “Pastor”. El no aceptar los discípulos tal tratamiento, no era óbice para que Pablo hablara de su paternidad espiritual, como con Tito, Timoteo y los corintios, por ejemplo.
En el v.10, el problema no estaba con lo que los discípulos fuesen, sino con el ser distinguidos con un apelativo singular a ellos que los distinguía de los demás hermanos. Por supuesto que ellos serían en la iglesia: guías, conductores, mentores, preceptores, pastores, supervisores, consejeros, dirigentes, columnas, instructores, maestros, etc. porque demasiada rica es nuestra lengua para imaginar que hasta hace unas pocas décadas si el idioma inglés no nos hubiera prestado el término “líder” los hispano hablantes no teníamos modo de expresar las ideas ya implícitas en aquellos vocablos castellanos.
El hecho de que KAZAGETES aparezca únicamente en Mt 23:10 denota la
especialidad del término con el consiguiente riesgo a que su uso resultara pernicioso entre sus discípulos, como actualmente acontece en las iglesias por la competencia, rivalidad y celos entre los que son designados o no, como líderes de células, de jóvenes, de alabanza, etc. etc.
Antiguamente los pastores siempre tuvieron ayudantes y colaboradores humildes que no se vanagloriaban por ello.
Actualmente al ser invitados a Congresos, Seminarios y demás eventos los pastores de las iglesias con sus líderes, el dulzor que paladean estos contrasta con la amargura de los que no lo lograron. Muchas veces los más leales son privilegiados a pesar de su ineptitud, mientras que otros más aptos pero que no sirven para adulones quedan al margen.
Concluyendo, creo que lo que sí el Señor Jesús está regulando sobre otras bases, no es ya el liderazgo que directamente prohíbe, sino el sistema de gobierno en las iglesias y de guiar a los hermanos, como queda demostrado en las porciones aportadas por Leal en Lc 22:25-27; 2Co 10:8; 13:10; He 13: 7, 17, 24.
Que en las funciones de gobernar, dirigir, guiar, pastorear, etc. se exhiban características propias del líder, como pudo ocurrir con Moisés, Josué, David, Nehemías, etc. es bien cierto. Pero tal coincidencia no diluye un mandamiento explícito del Señor.
Nadie está proponiendo la anarquía en las iglesias, sino devolverle al Espíritu Santo la libertad que siempre debió tener, la sujeción de todos a la Cabeza única, y restaurar el señorío de Cristo que hasta la fecha es menospreciado (2Pe 2:10).
De lo que no podemos prescindir en la iglesia hoy día para que el organismo funcione con la debida organización, es esa jefatura única de su Líder, a través del liderazgo de su Santo Espíritu entre todos los miembros de su cuerpo.
De adoptar en la iglesia el mismo estilo del liderazgo secular, estaríamos admitiendo que mientras no incorporamos el uso del anglicismo en nuestra lengua, los hispanos tampoco supimos gobernarnos y conducirnos. Esto va contra nuestra mejor historia.
Valoro en mucho tu aporte, y esta reflexión en nada desmerece lo que has logrado.
Saludos cordiales.
Ricardo.
 
Re: Repuesta al Mensaje # 46 de Leal:

Re: Repuesta al Mensaje # 46 de Leal:

1 – No es nuestra la prerrogativa de negar o suprimir liderazgo alguno en la iglesia.
Se trata, ni más ni menos, si lo que dejó consignado Mateo en el 23:10 -en el koiné de su Evangelio-, la intención del Señor con sus discípulos fue precisamente prohibirles un tratamiento que corresponde al anglicismo líder adoptado tardíamente en nuestra lengua. Para desautorizar o suprimir tal “liderazgo”, este tendría que existir de hecho.
Pero de existir por usurpación, ya sea que un hombre asuma o un sistema eclesiástico disponga y designe a quien la Escritura en ningún momento presenta como autoridad delegada en la tierra de la Cabeza en los cielos, sería tan ilegítimo como inválido, si no algo peor todavía.
2 – Un segundo aspecto conviene considerar: de cual iglesia estamos hablando.
a) Si es de aquella que por primera vez el Señor presentó a sus discípulos diciéndoles: “edificaré mi iglesia” (Mt 16:18), creo que su autoproclamación de Líder único es incuestionable, y tácitamente excluyente de todo otro liderazgo aunque se diga que es compartido con Él y en dependencia de Él. ¡Ni modo que lo arreglemos a nuestro gusto!
b) Ahora, si se trata de la iglesia del Pastor Fulano o el Pastor Mengano, pues todo el derecho tiene el Sr. Pastor de hacer con lo suyo como le plazca. ¡Eso sí! ¡Que no involucre al Señor en lo que sólo es de su personal incumbencia! Él no se asocia a nuestros particulares emprendimientos. Por el contrario, somos más bien llamados a laborar en su propia obra, dónde, cuándo, cómo y con quienes Él quiere.
3 – Contestes todos ahora de que la iglesia de la que estamos hablando es de la Suya y no de la Nuestra, estamos listos para considerar el alcance de lo dicho en Mt 23:10.
Leal dice que el Señor Jesús no prohibió el liderazgo sino que lo reguló.
Acá necesariamente tengo que disentir, pues tradúzcase como se quiera traducir el KAZAGETES del texto, estamos leyendo que hay algo que Él les dice a los suyos “ni seáis llamados” en razón de la exclusividad que a Él asiste en recibir tal trato.
Los vs. precedentes nos pueden ayudar a dilucidar este punto. Desde el comienzo del capítulo la advertencia a sus discípulos va encaminada a prevenirles de que no hagan ellos como los fariseos hacían. Lamentablemente, en toda la historia del cristianismo y hasta nuestros días, el talante farisaico ha marcado presencia en las iglesias, precisamente por acostumbrarse a desoír, acomodar o relativizar las palabras del Señor.
En los vs. 7,8 tiene que ver con la apetencia de ser distinguidos con un tratamiento preferencial que alimentaría la vanidad personal: “Maestro mío” o “Mi maestro”, que en nuestra jerga habitual equivale a la generalizada expresión “mi pastor”. La razón dada es doble: el Cristo es su único Maestro, y entre sí son todos ellos hermanos. Pero que no se le asigne tal título a los discípulos, para nada implica que no exista tal función en la iglesia (Ef 4:11; 2Ti 2:2, etc).
Semejante a ello, el v.9 prohíbe que aquí en la tierra a nadie se le llame de Padre, pues uno sólo tenemos en los cielos. Entre las religiones más diversas siempre existió la tendencia de dar a los sacerdotes, maestros de religión o guías espirituales, el mismo tratamiento que se le da al padre natural. La idea era la de aprovechar el mejor término para expresar el afecto, respeto y veneración propio de un hijo cariñoso, sumiso y obediente. En tiempos del Señor entre los fariseos se había corrompido el uso del término por el halago intencional de los que lo daban y el insano regodeo de los receptores. Actualmente lo vemos fácilmente en televisión cuando una zalamera católica llama a un religioso de “Padre” o una protestante de “Pastor”. El no aceptar los discípulos tal tratamiento, no era óbice para que Pablo hablara de su paternidad espiritual, como con Tito, Timoteo y los corintios, por ejemplo.
En el v.10, el problema no estaba con lo que los discípulos fuesen, sino con el ser distinguidos con un apelativo singular a ellos que los distinguía de los demás hermanos. Por supuesto que ellos serían en la iglesia: guías, conductores, mentores, preceptores, pastores, supervisores, consejeros, dirigentes, columnas, instructores, maestros, etc. porque demasiada rica es nuestra lengua para imaginar que hasta hace unas pocas décadas si el idioma inglés no nos hubiera prestado el término “líder” los hispano hablantes no teníamos modo de expresar las ideas ya implícitas en aquellos vocablos castellanos.
El hecho de que KAZAGETES aparezca únicamente en Mt 23:10 denota la
especialidad del término con el consiguiente riesgo a que su uso resultara pernicioso entre sus discípulos, como actualmente acontece en las iglesias por la competencia, rivalidad y celos entre los que son designados o no, como líderes de células, de jóvenes, de alabanza, etc. etc.
Antiguamente los pastores siempre tuvieron ayudantes y colaboradores humildes que no se vanagloriaban por ello.
Actualmente al ser invitados a Congresos, Seminarios y demás eventos los pastores de las iglesias con sus líderes, el dulzor que paladean estos contrasta con la amargura de los que no lo lograron. Muchas veces los más leales son privilegiados a pesar de su ineptitud, mientras que otros más aptos pero que no sirven para adulones quedan al margen.
Concluyendo, creo que lo que sí el Señor Jesús está regulando sobre otras bases, no es ya el liderazgo que directamente prohíbe, sino el sistema de gobierno en las iglesias y de guiar a los hermanos, como queda demostrado en las porciones aportadas por Leal en Lc 22:25-27; 2Co 10:8; 13:10; He 13: 7, 17, 24.
Que en las funciones de gobernar, dirigir, guiar, pastorear, etc. se exhiban características propias del líder, como pudo ocurrir con Moisés, Josué, David, Nehemías, etc. es bien cierto. Pero tal coincidencia no diluye un mandamiento explícito del Señor.
Nadie está proponiendo la anarquía en las iglesias, sino devolverle al Espíritu Santo la libertad que siempre debió tener, la sujeción de todos a la Cabeza única, y restaurar el señorío de Cristo que hasta la fecha es menospreciado (2Pe 2:10).
De lo que no podemos prescindir en la iglesia hoy día para que el organismo funcione con la debida organización, es esa jefatura única de su Líder, a través del liderazgo de su Santo Espíritu entre todos los miembros de su cuerpo.
De adoptar en la iglesia el mismo estilo del liderazgo secular, estaríamos admitiendo que mientras no incorporamos el uso del anglicismo en nuestra lengua, los hispanos tampoco supimos gobernarnos y conducirnos. Esto va contra nuestra mejor historia.
Valoro en mucho tu aporte, y esta reflexión en nada desmerece lo que has logrado.
Saludos cordiales.
Ricardo.


Ricardo, tu crítica es edificante y valida, además de ser un saludable alón de orejas.


Saludos.
 
Re: ¡Hermosos mensajes recibidos!

Re: ¡Hermosos mensajes recibidos!

Hola de nuevo, ricardo.

...Lo que tu ves como dos “egos” distintos, admito que en el hombre natural pueda funcionar en la forma que dices. En el cristiano, yo lo veo como un ego crucificado (Gl 2:20) o un ego todavía no crucificado. Es de esperar, sin embargo, que todo aquel que por el Espíritu ha renacido en Cristo, esté aprendiendo a deponer sus propias inclinaciones por la abrasadora pasión de hacer la voluntad de Dios, “porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” Flp 2:13). Fíjate también, que a quienes les gusta representar su papel de clérigo o eclesiástico (aunque jamás pronuncie tales términos), preferirá siempre hablar de su ministerio que de su servicio, pues el primer vocablo suena mejor a los oídos que el segundo. Si yo tengo una cita con un Ministro de gobierno de mi país, podría con toda la corrección que me otorga la etimología, saludarle diciendo:
-Buenos días, Sr. Siervo (o Sirviente, o Servidor)– con lo que se sentirá ofendido.

Es muy raro lo que comentas. Mira, cualquier ministro que tiene educación, entiende cuando se le dice "ministro" como "servidor" y no como "patrón".

Ni siquiera los mismos servidores públicos -término usado en México para designar a las personas que tienen cargos públicos- están para servir a la gente, aunque debieran. Sí hayalgunos que comprenden esto y trabajan en bien de la sociedad, pero son muy contados casos.

En el ámbito cristiano, la cosa también se ha distorsionado. Yo he visto en programas de televisión cristiana que muchos pastores se sienten bien cuando predican frente a la audiencia... Solo Dios sabe cuántos de estos líderes son realmente servidores. También he sido testigo del trabajo sincero y honesto de algunos servidores en iglesias donde la gente es pobre; el servicio es más sincero.

No quiero decir con esto que el ambiente socioeconómico es factor que determine en qué congregaciones se sirve realmente a los hermanos, aunque parece haber cierta influencia en esto.

...Así también la generalidad de los pastores suele sentirse halagada recibiendo el tratamiento de Ministro o Reverendo, o simplemente Pastor, a que se lo llame Siervo. Una cosa es que él mismo lo diga presentándose como tal; otra muy diferente que se lo digan los demás.
Estamos acostumbrados a escuchar decir desde el púlpito:
-Hermanos queridos, yo no soy nadie, no sé nada, todavía estoy aprendiendo.
Pero sería catastrófico que a continuación la congregación apoyara a coro:
-¡Amén, Amén!

Bueno, un pastor humilde que se deja guiar por el Espíritu, no debería temer eso. Me pregunto si alguna vez se ha presentado en alguna congregación esta situación que mencionas...

Yo fui servidor en una congregación hace algunos años atrás, y fue algo muy bueno haber servido allí donde Dios me puso. Por ahora soy un evangélico retirado; estoy desde hace algunas semanas reuniéndome de nuevo por una penosa situación que no contaré aquí. Estoy seguro que, ahí donde Dios me ponga, seré de bendición a mis hermanos.

Que Dios te bendiga.
 
Re: Jesús prohibió líderes en su iglesia

Bla, bla, bla...

Err, me parece que acá se hablade servidores en las congregaciones cristianas, no sobre el mito de la sucesión apostólica iniciada por Pedro. Me parece que offtopiqueas a lo cantinflesco, amigo.
 
Re: Jesús prohibió líderes en su iglesia

Pienso que es muy difísil, ¿qué digo? imposible debilitar la sólida argumentación de nuestro hermano Ricardo. Que si no lo hace Leal, ¿quién lo hará, con fundamentos escriturales como él?

Por supuesto que tal argumentación, no producirá la adeción ni aceptación de ní siquiera una mediana minoria.
Es algo similar al problema del combustible "fósil", se continuará usando hasta que algo catastrófico ocurra, esto sería buen tema para la escatología futurista.

O simplemente se "agote" con el uso, esto sería tema para la escatologia preterista.

Adicionalmente, no olvidemos el desarrollo que sobre el tema "liderazgo" llevaron adelante los hermanos llamados exclusivos, "liderados" ¡se me escapó! por don Nelson Darbi; de quienes se tomó libremente por parte de muchas denominaciones la idea del dispensacionalísmo futurista hasta hoy. Pero se descuidó lo que para mi fué algo revolucionario: "el fin de la dispensación de la Iglesia "tal cuál está descrita en las Escrituras"", es decir: ""que ya no hay tal Iglesia como la apostólica"". Por supuesto que apóstoles tampóco, y logicamente tampoco aquellos que SOLO los apóstoles y sus personales colaboradores podían estableser en las Iglesias fundadas por ellos.

De modo qué, como no pueden ser más que falsas las pretenciones de apostolado contemporaneas, también son infundadas las pretanciones de pastorado de aquellos por éstos establesidos.

Por tanto, hoy día, como atravéz de los últimos 1930 años de historia de la Iglesia nó apostólica, todas las pretenciones de supuesta "autoridad" divinamente delegada, de seguro no podrán ser jamás demostradas.

Así qué, estóy persuadido que si hay álguien con algún tipo de gracia o don espiritual para "Guiar" en el buen camino a otros menos espirituales, prescindirá con gusto de la superestructura clerigo/edilicia tán querida para los clerigo/pastores de profesión.

Con esto, no quiero decir, que no haya toda una graduación de distintos intereces, puresa y honestidad, entre aquellos que están en el "ministerio" de las "iglesias".
Y aun resta aquellos, que teniendo bastante claridad sobre estas cosas, no ven otra manera de servir a su Señor, que dentro del sistema de manufactura humana mayoritariamente aceptado.

Saludos afectuosos.
 
Estimado hermano Norberto:

Estimado hermano Norberto:

Pienso que el problema acá no está dado tanto con la solidez de la argumentación que se presenta, sino con quien lo dice:
Imaginemos tan sólo por un momento que quien se haya atrevido a declarar que Jesucristo prohibió líderes en su iglesia, no fue un aficionado que sólo toca de oído, sino toda una personalidad de nuestro mundillo evangélico: piénsese en un Rick Warren, Franklin Graham, Bruce Wilkinson, o Max Lucado. Entonces, cualquiera de ellos que hubiera escrito un libro con aquel título, recorrería el mundo dando conferencias, dirigiendo Seminarios y Talleres especializados en la desprogramación de todos los “lideres”, y levantando un tsunamis arrasador de cuanto liderazgo todavía subsistiera en el ámbito cristiano evangélico.
Entonces sería otra cosa, pues predicar contra tan ridícula pretensión de liderazgos daría prestigio, poniendo el hombro a personalidades de enjundia; nos sentiríamos bien y muy complacidos por dar nuestro decidido apoyo a tan eminentes siervos del Señor.
Pero secundar a un desconocido... ¡que sólo milagrosamente pudo subsistir en el Foro por diez años sin ser expulsado, cuando bien merecido se lo tenía por lo que dijo y cómo lo dijo!
Para colmo de males todavía, ni siquiera habla el idioma del cielo (english) y en vez de llamarse como buen sajón Richard Stevenson (que por lo menos suena confiable) su muy hispano Ricardo Estévez ya va despertando la natural desconfianza de nuestra propia gente, cuyo snobismo la lleva a valorar lo extranjero.
Los renuentes a aceptar totalmente lo propuesto, pero sinceros, proponen ciertas explicaciones muy dignas de tomarse en cuenta, como ha hecho Leal.
Los que no, meten violín en bolsa y silbando bajito transitan por otros prados de suave gramilla donde no sean molestados con cosas tan inoportunas.
Me temo que la artificial apatía que se genera es con la esperanza de que el silencio borre las huellas de lo que tan fuertemente se denuncia.
Quedo a vuestras órdenes.
Ricardo.
 
Re: Jesús prohibió líderes en su iglesia

Que es y cuales son las caracteristicas y aptitudes de un verdadero lider.
El siervo de Dios debe ser instruido siempre.
Aquel a quien Dios utiliza para instruir a los demas, es un lider. Teniendo bien claro, que aquel solo instruye, exhorta, enseña, corrige, y no es seguido por los hombres, solo se recibe instrucción de parte de el, porque este enseña a seguir al blanco perfecto, que es Jesucristo el Señor. Es o no es un lider.
 
Re: Jesús prohibió líderes en su iglesia

Quisiera dar mi aporte al tema, aunque no fui predicador ni ministro de importancia, pero algo entiendo sobre esto...

Hoy me pongo en los zapatos del ciudadano común y corriente que nada sabe de iglesias cristianas ni de Biblia ni de Cristo. Entonces quisiera preguntar seriamente una cosa...

¿Qué es ser cristiano?

Creo que, en la colectividad cristiana -si se me permite usar el término-, no hemos logrado al ciento por ciento el objetivo de reflejar a Dios en nuestras vidas. Por supuesto, hay excepciones a la regla; algunos pocos líderes/servidores cristianos que son bien vistos por la sociedad son bien pocos. Pero el resto evangélico ¿está mal dirigido por los líderes que no han tenido la suficiente pericia para explicar cómo debe ser la vida cristiana? Pareciera ser que así es. De hecho, los cristianos (evangélicos) somos vistos como "locos", no por estar en la misma condición de locura santa de la que habló el apóstol Pablo, sino por las manifestaciones escandalosas cuasi paranoicas de los cristianos de hoy que, entre otras cosas, creen en el descanso en el Espíritu (cayendo en la alfombra) o en la prosperidad que Dios forzadamente ha prometido a los Suyos.

Mil disculpas si echo mano del término "líder/servidor"; es la forma más apropiada a mi juicio para definir a los verdaderos "líderes" en las iglesias... Hecha la salvedad, continúo.

Los modernos líderes cristianos en Latinoamérica, a imagen y semejanza de los tele-evangelistas norteamericanos, han caído en el mismo error de éstos: gritan mucho, pero no han tenido la contundencia esperada al hacer que la sociedad se mueva a la Luz... ¿Qué es lo que está fallando?

Por desgracia, los buenos líderes/servidores que han trabajado calladamente en sus congregaciones se ven afectados a causa del protagonismo de los predicadores anunciados en la televisión cristiana. Y la sociedad poco o nada ha sido movida hacia Dios por causa de estos líderes cristianos que promueven doctrinas raras que no tienen relación directa con el Camino. En cambio, a los buenos trabajadores del Señor se les mira con cierto desinterés por no ser lo espectaculares que suelen ser otros líderes espirituales...

¿Quién no quisiera tener el carisma de un Marco Barrientos o de un Marcos Witt? ¿Quién no quisiera ser como un, digamos, Cash Luna? "¡Wow, esos sí que están ungidos por el Señor!" piensa uno al verlos en acción... pero ¿qué hay del siervo fiel que trabaja en las provincias pobres de los países pobres? De ellos ni siquiera tenemos sus nombres ni han sido conocidos extensamente en las congregaciones...

¿Qué podríamos hacer nosotros para revertir esta situación? No sería suficiente sólo orar y pedir sabiduría al Señor, sino realmente actuar y comenzar a mover las manos... pero ¿cómo?

Yo digo que, quienes están a cargo de alguna congregación o colaboran con el pastor de X o Y congregación, ya sabrían qué hacer. "¿Y qué hay que hacer?" quizá pregunte alguien...

Miremos a la sociedad moderna por un momento... Hay muchos pobres entre nosotros. No solo los pobres de dinero, sino los pobres del alma. ¿Realmente estaríamos preocupados por esta gente que solo sobrevive? Muchos van como fantasmas; se sabe que están ahí, pero no nos despierta el más mínimo interés saber sobre su destino eterno.

Sabemos que hay gente que se ha encerrado en una prisión invisible de metas inalcanzables: una vida exitosa al estilo de las películas gringas es solo para algunos privilegiados, mientras que el resto tiene que conformarse a regañadientes con un matrimonio frustrado y con una familia disfuncional, un empleo de doce horas para pagar los gastos diarios, intentar sobrevivir en un negocio que parece no cuajar y subsiste solo por misericordia del Señor...

En esta temporada navideña, el índice de suicidios se eleva por el recuento anual de las metas no alcanzadas y las deudas impagables que parecen ser una pesadilla hecha realidad. Hay gente que, cansada de esto, busca refugio fácil en los vicios o el suicidio...

¿Y dónde están los líderes cristianos que puedan cambiar esta cruda realidad?

Indudablemente no estamos hablando de los pastores gritones ni de los cantantes con carisma de los conciertos cristianos, sino de los verdaderos trabajadores del Señor... que, como Felipe, se acercan a algún etiope que ha tenido la fortuna de ve4r alguna porción de la Escritura, pero no sabe del gran tesoro que tiene ante sus ojos, entonces algún buen siervo se apresta a abrir el cofre de este tesoro... y la salvación se convierte en una realidad, un alma es rescatada de la perdición.

Si hay algo que recriminarme, lo entenderé... Solamente he dejado en claro mi sentir con respecto al impacto de los "líderes" cristianos de hoy que parece no han marcado un cambio en esta sociedad en que vivimos.

Que Dios les bendiga.
 
Respuestas a los mensajes de Ernesto Torres y Horizonte-71:

Respuestas a los mensajes de Ernesto Torres y Horizonte-71:

# 56 – Ernesto Torres: Estás en todo tu derecho de definir qué cosa entiendas pueda ser un verdadero líder. Pero en este epígrafe la propuesta no es la de distinguir entre verdaderos y falsos (en tal caso yo no estaría más que pisando los callos de alguno) sino que he ido directamente a cortar la yugular del tema “líder”: estoy diciendo que, simplemente, en la iglesia de Jesucristo no los hay (aunque en el mundo abunden); no porque yo lo diga y repita, sino porque el Señor Jesucristo así mandó, asumiendo la exclusividad del término. Él tiene el monopolio del genuino liderazgo en Su iglesia, y cualquier otra presunción de compartirlo con Él, recibirlo de Él o ejercerlo libremente a pesar de Él, demuestra que tal subversivo intento solamente podrá prosperar en las organizaciones que aunque le invoquen, nada tienen que ver con Él.

# 57 – Horizonte-71: Nada hay que recriminarte, sino que por el contrario mereces reconocimiento en cuanto a destacar el positivo papel que podrían hacer en las iglesias y en la obra de Dios, aquellos “líderes-siervos”, que como bien dices, son diferentes a lo que es común en nuestro medio. Estos sí podrían lograr lo que hasta ahora no se ha conseguido.
El caso es que mientras que en el competitivo mundo empresarial, deportivo y político es notoria la presencia y gestión de líderes que lo son de hecho, de modo incuestionable, en la iglesia de Jesucristo no tienen cabida por las razones fundamentales ya explicitadas.
Mientras alguno no demuestre cabalmente que Jesús no quiso decir lo que algunos leemos en el texto griego, sino alguna otra cosa, no hay modo que podamos admitir la idea de liderazgo en Su iglesia.
La linda expresión “líderes-siervos” funciona en la práctica como un antónimo. Si se es líder no se puede ser siervo, y si se es siervo no se puede ser líder.
Este recurso lingüístico se estaría empleando en forma similar a que si queriendo atenuar el perfil de tirano de un dictador, sus partidarios lo presentaran al pueblo diciendo de él que es un “dictador demócrata”. Sabemos que tal hombre no existe. O se oye al pueblo y se gobierna para él como en cualquier constitución republicana, o si se le impone un gobierno donde unos pocos mandan y los demás obedecen, debiéranse llamar las cosas por su nombre.
Saludos cordiales.
Ricardo
 
Re: Jesús prohibió líderes en su iglesia

quiero expresar y clarificar que mi aprobacion ante esta investigacion de traduccion es solo eso ,,,una aprobacion a la mas correcta traduccion ,,,


de lo demas que se habla de lo malo de los lideres nio estoy del todo de acuerdo ,,,


jesucristo es nuestro lider ,,

no hay nada de malo en ser lider ,,,solo cuando no lo acompana la humildad



la biblia ensena que los que goviernan lo hagan con solicitud.
 
Hectorlugo:

Hectorlugo:

Todos los que hasta este momento –bastante avanzado ya en nuestro debate-, se han dedicado a defender la presencia de “líderes” en las iglesias, lo han hecho en base de legitimar a los buenos “líderes” y desconocer únicamente a los malos. Pero esta no es una película en la que tengamos que distinguir cuanto antes a los “chicos buenos” de los “chicos malos”. Se han malogrado los esfuerzos hechos con las mejores intenciones, siempre que se presentaron listas de las condiciones que deben reunir los buenos “líderes” a la par que se denunciaba crudamente los abusivos excesos de los malos. Pero la mejor calidad de unos no les mete dentro de la iglesia tanto como la peor calaña de otros necesariamente los excluye de ella. Basta que ellos mismos y/o los demás sean considerados “líderes” para quedar comprendidos dentro de la prohibición de Mt 23:10.
Lo que ellos dicen ser -o refocilarse en lo íntimo al recibir tal tratamiento-, es lo que delata su pertinacia a no renunciar a un reconocimiento que les es tan caro como la vida misma.
Contra todo lo que se ha dicho, y en el mismo contexto mundano donde los liderazgos sí funcionan, no es la humildad la virtud que distingue al líder, sino su gran capacidad de salir airoso en cuantos trances haya que arrostrar, pues su conocimiento superior, habilidad y experiencia convoca y mueve a los demás a seguirle.
Si la apetencia a ser líder (y si no, ¿a qué comprar tanto libro para aprender las técnicas, y anotarse en cuanto taller o seminario se realice al efecto?), es insana, pues no se santificará jamás aunque se le acoplen todas las demás virtudes y el fruto del Espíritu.
Quien quiera hacer seguidor de los hombres, podrá siempre buscar y encontrar al que más le convenga.
Quien quiera seguir al Líder único, no tiene más que negarse a sí mismo, tomar cada día su cruz y caminar en pos del Señor Jesús.
Dios los bendiga.
Ricardo.