Prefiero ver más de ese contexto.
"Jesús tomó la palabra y les dijo: «No critiquéis. 44Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré en el último día. 45Está escrito en los profetas: “Serán todos discípulos de Dios”. Todo el que escucha al Padre y aprende, viene a mí. 46No es que alguien haya visto al Padre, a no ser el que está junto a Dios: ese ha visto al Padre. 47En verdad, en verdad os digo: el que cree tiene vida eterna. 48Yo soy el pan de la vida."
El problema muy humano y entendible es no ceñirse a lo que sabemos: Dios es Espíritu, y por tanto no podemos contemplarle en términos físicos sino espirituales, y en esa contemplación se refleja la verdadera entidad del Padre. Eso es el significado porque Jesucristo lo ejemplifica una y otra vez mediante signos y enseñanzas que van orientadas siempre a lo mismo: a sanar, liberar, encaminar, dar vista y oídos, propósito y todo ello bajo la Ley del Amor.
Ver al Padre es ver al Hijo porque del Espíritu emana el poder y la Vida, por eso es pan de la vida, porque su Palabra sana y vivifica y nos atrae hacia Cristo.
¿Qué respondería?
"Maestro, enséñame a amar."