Te daré la respuesta que no vas a tragarte pero ni con todo el aceite que tengas en tu alacena pero, por respeto y considerada observación de mi querido forista JFB a quien admiro y respeto también, me veo obligado a extenderme como es mi habitual práctica, para defender la VERDAD de DIOS en donde sea me exijan que la rinda, aunque ya lo he hecho en infinidad de aportes e insisto que ya te di respuesta clara a tu majadera insistencia de tu parte que, dices, no he respondido. Debido a JFB te la voy a poner en “muchas palabras” sobre quién es el que se lleva el mérito y quién fue el que por sus propias “manos” llevó a cabo la creación del universo, como si desconocieras por completo la respuesta que tenemos en base a la Biblia.
Creo que en ese aporte en donde te cité lo que dice el Salmo 64:8 y el 111 que tú ahora haces referencia y al parecer NO LO ENTIENDES TAMPOCO, si no entendiste mi respuesta no veo la necesidad de responderte más de lo que las Escrituras indican, por lo que considero ya un fastidio irrespetuoso de tu parte que te siga aclarando lo que de obvio adolece, aunque realmente lo que tú deseas que te diga no llene tus expectativas y, como no es la “música que estás habituado escuchar, pues, de plano, rechazas la respuesta de Dios, porque ustedes no aceptan los “dichos de Dios” tal y como claramente los dijo y siempre se andan inventando cuantas cosas le nieguen, le difamen, gritándole en su propio “rostro” que TODO lo que dijo acerca de su HIJO es mentira; que ustedes tienen un mejor “ENTENDIMIENTO” de lo que Él quiso decir, como sus “SABIOS CONSEJEROS” que tienen para interpretarle su PROPIA PALABRA DE SABIDURÍA Y VERDAD, mucho mejor que Él mismo como el autor e inspirador de todo cuanto en la Biblia se dijo y se hizo.
Pero, en fin, veremos si me sales con que aún con esta “verborrea” que pretendo te tragues a ver si acaso se te quita la calentura que te traes, me vuelvas a decir que NO HE RESPONDIDO A NADA DE LO QUE ME PREGUNTAS. Si ese fuese el caso –que casi estoy seguro de que así va a ser–, como te lo dije antes, mejor búscate otro “pato” para la fiesta que “este tu pato” no te seguirá más el jueguito cansón que te traes desde hace días y, por lo que he visto, al parecer es conmigo que la has “agarrado”, tú y tu némesis Natanael1, cuyo histriónico fanatismo del que adolece hasta el hartazgo, compromete la paciencia de los foristas a quienes intenta llevar al límite de lo que, humanamente es casi imposible dominar, ante la insistencia constante por hacer que la perdamos.
Vamos a ver. Abre tu entendimiento y aprende los verdaderos dichos de Dios.
Hebreos 1:6 dice en la mayoría de traducciones: “Pero cuando introduce de nuevo a su Primogénito en la tierra habitada, dice: ‘Y que todos los ángeles de Dios le adoren.’” Aquí el escritor de Hebreos está haciendo referencia probable al Salmo 97:7, que dice (en parte): “Inclínense ante él, dioses todos.” La Versión de los Setenta, de la cual evidentemente citó este escritor, dice: “Adoradlo todos vosotros Sus ángeles.”–C. Thomson. Lo que es lógico deducir que en el Salmo 97:7, cuando dice “DIOSES”, en Hebreos todos concuerdan que son “ÁNGELES”, lo que, en su defecto, es una aclaración de que los ángeles (que son verdaderos) son catalogados también como “DIOSES” sin que, en su estructura espiritual para nada se les clasifique como “falsos dioses”, sino como “verdaderos hijos del Dios Verdadero, lo que a su vez, los identifica como “dioses verdaderos, hijos del DIOS VERDADERO” (¿Te estás atragantando ya verdad?)
Estos textos hacen surgir un problema porque parecen estar en pugna con la declaración llana de Jesús a Satanás el Diablo: “Está escrito: ‘Es a Jehová (AL SEÑOR) tu Dios que tienes que adorar, y es a él solo que tienes que rendir servicio sagrado.’”—Mat. 4:10.
La palabra griega que se vierte “adoren” en Hebreos 1:6 es proskyneo la cual en este epígrafe se ha dado infinidad de ejemplos del empleo en casi todas las citas en donde se le ha hecho uso de este “proskyneo” a simples hombres, gobernantes o reyes que evidentemente no son “DIOS”. Esta palabra griega también se usa en el Salmo 97:7 en la Versión de los Setenta para traducir la palabra hebrea shahhah. ¿Cuál es el sentido de estos términos hebreo y griego? Shahhah significa básicamente “inclinarse.” (Pro. 12:25)
Este inclinarse pudiera hacerse como un acto de respeto hacia otro hombre, como a un rey humano por ejemplo (1 Sam. 24:8; 2 Sam. 24:20) o a un profeta. (2 Rey. 2:15) Abrahán se inclinó ante los hijos cananeos de Het de quienes trataba de comprar una sepultura. (Gén. 23:7) La bendición de Isaac sobre Jacob exigía que grupos nacionales y los propios “hermanos” de Jacob se inclinaran ante él. (Génesis Cap. 27:29 y el cap. 49:8).
De esos ejemplos se desprende claramente que este término hebreo en sí no necesariamente tiene un sentido religioso ni significa adoración alguna en sentido EXCLUSIVO, como pretenden enseñar los trini como ÚNICA OPCIÓN que deba considerarse. Allí es donde radica el fanatismo que los cobija de los pies a la cabeza porque, simplemente, no pueden aceptar o “digerir” que Jesús no SEA DIOS porque así ya ellos lo decidieron y aceptaron.
No obstante, en un número grande de casos sí se usa su equivalente en hebreo en relación con adoración, ya sea del Dios verdadero (Éxo. 24:1; Sal. 95:6) o de dioses falsos.—Deu. 4:19; 8:19. ¿Interesante no? Pero veamos la brecha existente entre este caso y los otros.
El inclinarse ante hombres como acto de respeto era aceptable, pero el inclinarse ante alguien que no fuera Jehová como deidad estaba prohibido por Dios, de conformidad con lo dispuesto en Éxodo capítulo 23 verso 24; y 34:14. De manera semejante, el inclinarse en son de adoración a imágenes religiosas de alguna cosa creada estaba prohibido por Dios. (Éxo. 20:4, 5; Lev. 26:1; Deu. 4:15-19). Por eso, en las Escrituras Hebreas, cuando ciertos siervos de Jehová se postraron ante ángeles, solo lo hicieron como expresión de reconocer que éstos eran representantes de Dios, no como rindiéndoles homenaje como deidades. Veamos dos ejemplos bíblicos.
Josué 5:13-15: “Y aconteció que cuando Josué se hallaba junto a Jericó procedió a alzar los ojos y a mirar, y allí estaba un hombre de pie enfrente de él con su espada desenvainada en la mano. De modo que Josué anduvo hasta donde él y le dijo: “¿Estás de parte de nosotros, o de nuestros adversarios?”. A lo cual él dijo: “No, sino que yo... como príncipe del ejército de Jehová he venido ahora”. Ante esto, Josué cayó a tierra sobre su rostro y se postró y le dijo: “¿Qué dice mi señor a su siervo?”. A su vez el príncipe del ejército de Jehová dijo a Josué: “Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás de pie es santo”. En seguida Josué lo hizo así”.
¿Curioso evento no te parece? ¿Cómo interpretarían ustedes si de alguna forma el texto se hubiera referido al “Hijo de Dios” como el que se le hubiese aparecido a Josué en ese momento y hubiera externado las palabras que le dijo el ángel de Dios? ¡ES DIOS MISMO! Como automáticos hubieran cantado a coro sin dudarlo ¿No es cierto? Pero como es EVIDENTE que no fue el HIJO DE JEHOVÁ (bueno, pudiera haber sido también aunque no lo dice) sino un “príncipe de su ejército”, pues no pueden decir, siendo un “evidente ángel” quien se le apareció a Josué, que era DIOS. Pero analicemos algo muy interesante del diálogo que intercambiaron:
1) Josué primero le preguntó que de parte de quién estaba.
2) Soy el “príncipe de Jehová”, le dijo, que de su parte venía y estaba con él, por supuesto.
3) Ante tan inesperada respuesta, Josué cae a tierra sobre su rostro (en señal evidente de “proskyneo”) y le responde.
4) ¿Cayó o se inclinó a tierra en señal de adoración o de respeto por la “divina providencia” de parte de Jehová su Dios? ¿Cómo responderías tú Marcelinoc?
5) La pregunta que le formula Josué cuando dice: “qué dice “MI SEÑOR” a su siervo. A cuál “mi Señor” se refería Josué: ¿Al ángel ante él o al SEÑOR JEHOVÁ que lo había enviado como su representante? Esto lo resalto para que captes el punto de la forma en que a veces las traducciones en nuestro idioma (QUE SON A LAS QUE USTEDES REALMENTE SIGUEN SIN PESTAÑAR) presentan los textos de una forma que podrían tener varios significados sin que nieguen a su vez, la idea central de la enseñanza que persiguen.
6) En cualquier caso, fuera que se hubiese referido al “ÁNGEL COMO SU SEÑOR” (como enviado de Dios) o a “JEHOVÁ” como “MI SEÑOR” (detrás del ángel que en el NOMBRE DE JEHOVÁ SE PRESENTABA), denota la forma en que a veces la Biblia emplea los diálogos sin que para nada pretenda enseñar algo contrario a lo que Dios ya ha establecido como la verdadera “ADORACIÓN EXCLUSIVA, ABSOLUTA Y SUPERLATIVA”, que a Él, como el DIOS VERDADERO, hay que brindarle en todo momento, y allí es donde ustedes se confunden porque no pueden asimilarlo, porque esto los haría renunciar a la falsa trinidad de la desviada adoración que dan a un DIOS “TRIPARTITO”, de tres “divinas hipóstasis”, jamás siquiera insinuado por los verdaderos emisarios de Jehová Dios, el Único Verdadero y Soberano Absoluto del universo.
Analicemos este otro de Gén. 19:1-2: “Ahora bien, los dos ángeles llegaron a Sodoma al atardecer, y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Cuando Lot alcanzó a verlos, entonces se levantó para ir a su encuentro y se inclinó rostro a tierra. Y procedió a decir: “Por favor, ahora, señores míos, desvíense, por favor, a casa de su siervo, y quédense toda la noche, y que se les laven los pies”.
¿Notas aquí algún “proskyneo” o su equivalente hebreo, “scha·jáh”, como un “inclinarse a tierra” en señal de adoración ante los que Lot se inclina a tierra? ¡Y por partida doble la adoración de criaturas, ya que eran DOS ÁNGELES! ¿Notas, además, que Lot les dice: “SEÑORES MÍOS” a simples criaturas angélicas y, encima, lot les dice “su siervo” a criaturas de Dios? ¿Acaso no relacionas estos relatos con el de Juan 20:28 cuando Tomás, eclipsado y sorprendido en grado sumo, se expresa de igual forma al decirle al resucitado Jesús: “Mi Señor y mi Dios”?
La palabra griega proskyneo corresponde estrechamente con la palabra hebrea “shahhah” en cuanto a transmitir la idea tanto de homenaje a criaturas como de adoración a Dios o una deidad. Aunque la manera de expresar el homenaje quizás no sea tan prominente en proskyneo como en shahhah, en el cual caso el término hebreo transmite gráficamente la idea de postrarse o inclinarse, algunos lexicógrafos sugieren que originalmente el término griego sí representaba enfáticamente esta idea.
Como sucede con el término hebreo, hay que considerar el contexto para determinar si proskyneo se refiere a homenaje solo en forma de respeto profundo u homenaje en forma de adoración religiosa. Cuando se hace referencia directamente a Dios (Juan 4:20-24; 1 Cor. 14:25) o a dioses falsos y sus ídolos (Hech. 7:43; Rev. 9:20), es evidente que el homenaje va más allá del que se rinde aceptable o acostumbradamente a hombres y entra en el campo de la adoración.
Así, también, cuando no se menciona específicamente el objeto del homenaje, se entiende que se dirige a Dios. (Juan 12:20; Hech. 8:27; Heb. 11:21) Por otra parte, se ve claramente que la acción de los de la “sinagoga de Satanás” a quienes se hace “venir y rendir homenaje” delante de los pies de los cristianos no es adoración, sino un merecido RECONOCIMIENTO ¡Muy diferente! (Apo. 3:9).
Se halla mención de rendir homenaje a un rey humano en la ilustración de Jesús registrada en Mateo 18:26. También es evidente que ésta fue la clase de homenaje que los astrólogos rindieron al niño Jesús, “el que nació rey de los judíos,” y también la clase que Herodes profesó que tenía interés en expresar, y que los soldados en son de burla rindieron a Jesús antes que fuera fijado en el madero. Claramente ellos no consideraban a Jesús como Dios o como una deidad.—Mat. 2:2, 8; Mar. 15:19.
Aunque algunos traductores usan la palabra “adorar” en la mayoría de los casos donde proskyneo describe acciones de personas para con Jesús, la evidencia no justifica el que uno le atribuya más de lo debido a la palabra traducida así sólo porque en este caso se trate de JESÚS, menos cuando en TODO MOMENTO, Jesús mismo, estableció la diferencia y enseñó, CLARAMENTE, a quien HABÍA QUE ADORAR como el ÚNICO DIOS VERDADERO.
Más bien, las circunstancias que originaron el homenaje corresponden muy estrechamente a las que produjeron con el “shahhah” que se rindió a los profetas y reyes de tiempos antiguos. (Busca estos textos para no citártelos y hacer más extenso mi aporte (que te aburren por cierto) Mateo 8:2; 9:18; 15:25; 20:20, 1 Samuel 25:23, 24; 2 Samuel 14:4-7; 1 Reyes 1:16; 2 Reyes 4:36, 37.) A menudo las mismísimas expresiones de los que estuvieron envueltos en estos casos revelan que, aunque claramente reconocían a Jesús como representante de Dios, no le rendían homenaje como a Dios o una deidad, sino como al “Hijo de Dios,” el predicho “Hijo del hombre,” el Mesías con autoridad divina.—Mat. 14:32, 33; 28:5-10, 16-18; Luc. 24:50-52; Juan 9:35, 38. ¡Muy diferente a lo que ustedes “cacarean” como sus enseñanzas.
Aunque profetas de tiempos anteriores y también ángeles habían aceptado homenaje, Pedro detuvo a Cornelio y no dejó que se lo rindiera a él, probablemente por percibir el apóstol alguna evidencia deductiva de algún indebido reconocimiento por parte de Cornelio. Y el ángel de la visión de Juan dos veces interrumpió a Juan y no dejó que le hiciera un “proskyneo” de seguro comprometedor por parte de Juan, en vista de su ASOMBRO y TEMOR por las visiones que contemplaba, refiriéndose (el ángel) a sí mismo como un “coesclavo” y concluyendo con la exhortación: “Adora a Dios.” (que curiosamente no dijo por encontrarse ya en el cielo y ENTRONIZADO COMO REY: “ADORA A JESÚS” ¿Curioso no te parece? Aquí las citas por si decides buscarlas: Hech. 10:25, 26; Apo. 19:10; 22:8, 9.
Evidentemente la venida de Cristo había introducido nuevas relaciones que afectaban las normas de conducta para con otros que eran siervos de Dios. Cristo enseñó a sus discípulos que “uno solo es su maestro, mientras que todos ustedes son hermanos… su Caudillo es uno, el Cristo.” (Mat. 23:8-12) Pues era en él que las figuras y tipos proféticos se cumplían, tal como el ángel le dijo a Juan que “el dar testimonio de Jesús es lo que inspira el profetizar.” (Apo. 19:10) Jesús era el Señor de David, el mayor que Salomón, el profeta mayor que Moisés. (Luc. 20:41-43; Mat. 12:42; Hech. 3:19-24) El homenaje rendido a aquellos hombres prefiguró el homenaje que le correspondía a Cristo. Por lo tanto Pedro correctamente rehusó dejar que Cornelio le diera demasiada importancia.
Así, también, Juan, en virtud de haber sido declarado justo o justificado por Dios como cristiano ungido, llamado para ser hijo celestial de Dios y miembro del reino de su Hijo, estaba en una relación diferente en cuanto al ángel (o ángeles) de la revelación que los israelitas a quienes antes se les aparecieron ángeles. Como había escrito el apóstol Pablo: “¿No saben ustedes que juzgaremos a ángeles?” (1 Cor. 6:3) El ángel (o ángeles) evidentemente reconoció este cambio de relación cuando rechazó el homenaje de Juan.
Por otra parte, Cristo Jesús ha sido ensalzado por su Padre a una posición que solo es secundaria a la de Dios, para que “en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo y de los que están sobre la tierra y de los que están debajo de la tierra, y reconozca abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor (PERO) para la gloria de Dios el Padre.”—Fili. 2:9-11; Daniel 7:13, 14, 27.
Tomando en cuenta todo esto, ¿Cómo hemos de entender Hebreos 1:6, que muestra que hasta los ángeles rinden ‘adoración’ al resucitado Jesucristo? Aunque muchas traducciones de este texto vierten proskyneo como ‘adorar,’ algunas lo vierten con expresiones como “que . . . se inclinen delante de” (The Bible—An American Translation) y “dénle homenaje” (Besson). Sin importar qué término español se use, el griego original sigue siendo el mismo y el entendimiento de qué es lo que los ángeles rinden a Cristo tiene que concordar con el resto de las Escrituras.
Si se prefiere la traducción ‘adorar,’ entonces debe entenderse que esa ‘adoración’ solo es de una clase relativa. Pues Jesús mismo y de manera clara y enfática le declaró a satanás que: “es al Señor tu Dios (Jehová tu Dios, no otro) que tienes que adorar (forma de proskyneo), y es a él solo que tienes que rendir servicio sagrado” (Mat. 4:8-10; Luc. 4:7, 8) Además, es manifiesto que el Salmo 97 se refiere a la adoración que “todos los dioses” (angélicos y aquellos que se consideran tales, siendo humanos) tienen que inclinarse ante Jehová Dios. El marco de “circunstancias” es totalmente diferente a lo que dice Hebreos 1:6 respecto al “proskyneo” que a Jesús hay que brindarle en reconocimiento de lo que FUE, ES Y SERÁ: el HIJO DE DIOS, EL REDENTOR Y EL MESÍAS UNGIDO DE JEHOVÁ DIOS, MEDIANTE EL CUAL, la salvación de la raza humana fue posible. Por lo tanto, lo que el apóstol manifiestamente cita en Hebreos 1:6, se refiere a Cristo como el ungido de Dios como el principal Nombre deseable para ‘inclinarse, y nada más. No obstante, el apóstol previamente había mostrado que el Cristo resucitado había llegado a ser el “reflejo de su gloria [la de Dios] y la representación exacta de su mismo ser.” (Heb. 1:1-3) Conste que no hubiera sido NECESARIA LA ACLARACIÓN AQUÍ ESTABLECIDA si Cristo hubiese sido DIOS MISMO (JEHOVÁ EL PADRE).
Por consiguiente, si lo que entienden por ‘adoración’ es dirigido evidentemente al Hijo por ángeles, en realidad está siendo dirigido por medio de él a Jehová Dios, el Gobernante Soberano, Aquel “que hizo el cielo y la tierra y el mar y las fuentes de aguas”, de conformidad con lo que dice Pablo en Filipenses 2:10-11: “para que en el nombre de Jesús (COMO RECONOCIMIENTO ESPECIAL) se doble toda rodilla de los [que están] en el cielo y de los [que están] sobre la tierra y de los [que están] debajo del suelo, y reconozca abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el Padre”.
Por otra parte, las traducciones “que… se inclinen delante de” y “dénle homenaje” (en vez de ‘adórenle’) no están de ninguna manera en desacuerdo con el idioma original, ya sea con el término hebreo del Salmo 97:7 o con el del griego de Hebreos 1:6, porque esas traducciones transmiten el sentido básico tanto del término hebreo “shahhah” como del griego “proskyneo”.
Por lo tanto ¿Qué o Quién nos aclara el significado CORRECTO que debemos tener para entender el “PROSKYNEO” que debemos darle a Dios en evidente CONTRASTE del “proskyneo” que se le brinde a hombres “de toda clase”? PRIMERO: CRISTO MISMO FUE EL QUE ACLARA A QUIÉN HAY QUE ADORAR y SIEMPRE, PERO SIEMPRE ENSEÑÓ QUE ERA A SU PADRE a quien identificó plenamente y sin dudas ni enredos “trinitarios” COMO EL ÚNICO DIOS VERDADERO. Punto.
Y así lo entendieron sus discípulos y así fue la enseñanza sencilla tal y como claramente la manifestó el apóstol Pablo: “para que en el nombre de Jesús (en RECONOCIMIENTO A SU PRIVILEGIADA GLORIA RECIBIDA) se doble toda rodilla de los [que están] en el cielo y de los [que están] sobre la tierra y de los [que están] debajo del suelo, y reconozca abiertamente toda lengua que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el Padre”. (Filipenses 2:10-11).
Por lo tanto, ES A JEHOVÁ DIOS a quien hay que ADORAR porque TODOS LOS ESCRITORES DE LA BIBLIA así lo entendieron de los verdaderos “dichos de Dios”, no de los “dichos del diablo”. El propio DIOS PADRE así lo confirmó y Jesús también así lo ACEPTÓ. De hecho, cuando Jesús fue bautizado por el Bautista en el Jordán se oyó una PODEROSA VOZ que dijo: “ESTE ES MI HIJO, ESCÚCHENLE”; no dijo: ESTE QUE SALE DEL AGUA SOY YO MISMO CONVERTIDO EN HOMBRE, ESCÚCHENME.
Todavía hay tiempo para salir de la ignorancia en la que se revuelcan con inusitada pasión y en conflicto directo con los dichos de Dios. En vez de estar malgastando y hablando tonteras contrarias a los dichos de Jehová, mejor harían si salieran –para variar– a “tocar puertas” e ir por el mundo, como UN SOLO PUEBLO CON UN SOLO LENGUAJE, a buscar a las “ovejitas perdidas de la Casa de Israel (el espiritual) y entonces, sólo entonces, comprenderán de una vez por todas, QUE EL ESPÍRITU SANTO es la única fuerza capaz de respaldar semejante obra por TODO EL MUNDO y en MEDIO DE TANTA OPOSICIÓN, como testimonio a las naciones, antes de que venga el fin esperado por TODOS.