JESÚS ES ADORADO COMO DIOS
JESÚS ES ADORADO COMO DIOS
Jesús es adorado como Dios
Todo estudioso de las Escrituras sabe que Dios exige que se le adore sólo a El.
Adorar a cualquier otro ser o cosa constituye una idolatría (Ex. 20:3–6; Dt. 6:13–15).
Jesús reconoció esa verdad durante Su vida terrenal. Recuérdese que, cuando fue tentado por Satanás, Cristo respondió: «… Escrito está: «Al Señor tu Dios adorarás y a El sólo servirás»» (Mt. 4:10).
De modo que habría sido deshonesto que Jesús hubiese aceptado la adoración de los hombres a menos que El fuese Dios y, por lo tanto, merecedor de esa adoración.
Lo cierto es que Jesús aceptó el ser adorado como solamente Dios debe ser adorado.
1. Los sabios del Oriente, cuando vinieron a ver al rey que había nacido «postrándose lo adoraron» (Mt. 2:11).
2. Los discípulos que estaban a punto de perecer en el mar de Galilea y fueron rescatados por el Señor «… vinieron y le adoraron, diciendo: «Verdaderamente eres Hijo de Dios»» (Mt. 14:33).
3. El ciego de nacimiento a quien Jesús sanó, también se postró y adoró al Señor (Jn. 9:38).
4. Las mujeres a las que Jesús se manifestó después de Su resurrección, «… abrazaron sus pies y le adoraron» (Mt. 28:9).
5. Antes de Su ascensión a la gloria, Jesús se reunió con Sus discípulos en el monte de los Olivos y ellos le adoraron (Lc. 24:52).
Es importante notar que en ninguna de las ocasiones mencionadas hubo protesta alguna por parte de Jesús.
Aquel que había venido a cumplir la ley hubiese violado el primer mandamiento del decálogo de haber sido un simple hombre.
La realidad es que Cristo aceptó el ser adorado porque, como Dios, El es digno de tal honor.
La escena que aparece en el libro del Apocalipsis no puede ser más elocuente:
El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos (Ap. 5:12–13).
El cuadro que se presenta en el Apocalipsis es muy singular.
El Dios Padre (sentado en el trono) y Dios el Hijo (el Cordero) reciben la misma adoración y alabanza (véase Jn. 5:23).
Con justa razón está escrito en los días de su carne aquí en la tierra:
"TODO LO QUE TIENE EL PADRE ES MIO"
Y el Espíritu Santo lo confirma, leemos:
Juan 16:14: El me glorificará; porque TOMARÁ DE LO MÍO, y os lo hará saber.
Juan 16:15: Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que TOMARÁ DE LO MÍO, y os lo hará saber.
Todos los atributos del Padre los tiene el Hijo...
En contraste...Satanás no glorifica a Cristo...lo ataca...lo descalifica reduciéndolo a nivel de una criatura...
Los hijos de Satanás nunca glorificarán a Cristo como lo que es...Dios Todopoderoso co-igual con su Padre Dios.
Natanael1
JESÚS ES ADORADO COMO DIOS
Jesús es adorado como Dios
Todo estudioso de las Escrituras sabe que Dios exige que se le adore sólo a El.
Adorar a cualquier otro ser o cosa constituye una idolatría (Ex. 20:3–6; Dt. 6:13–15).
Jesús reconoció esa verdad durante Su vida terrenal. Recuérdese que, cuando fue tentado por Satanás, Cristo respondió: «… Escrito está: «Al Señor tu Dios adorarás y a El sólo servirás»» (Mt. 4:10).
De modo que habría sido deshonesto que Jesús hubiese aceptado la adoración de los hombres a menos que El fuese Dios y, por lo tanto, merecedor de esa adoración.
Lo cierto es que Jesús aceptó el ser adorado como solamente Dios debe ser adorado.
1. Los sabios del Oriente, cuando vinieron a ver al rey que había nacido «postrándose lo adoraron» (Mt. 2:11).
2. Los discípulos que estaban a punto de perecer en el mar de Galilea y fueron rescatados por el Señor «… vinieron y le adoraron, diciendo: «Verdaderamente eres Hijo de Dios»» (Mt. 14:33).
3. El ciego de nacimiento a quien Jesús sanó, también se postró y adoró al Señor (Jn. 9:38).
4. Las mujeres a las que Jesús se manifestó después de Su resurrección, «… abrazaron sus pies y le adoraron» (Mt. 28:9).
5. Antes de Su ascensión a la gloria, Jesús se reunió con Sus discípulos en el monte de los Olivos y ellos le adoraron (Lc. 24:52).
Es importante notar que en ninguna de las ocasiones mencionadas hubo protesta alguna por parte de Jesús.
Aquel que había venido a cumplir la ley hubiese violado el primer mandamiento del decálogo de haber sido un simple hombre.
La realidad es que Cristo aceptó el ser adorado porque, como Dios, El es digno de tal honor.
La escena que aparece en el libro del Apocalipsis no puede ser más elocuente:
El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos (Ap. 5:12–13).
El cuadro que se presenta en el Apocalipsis es muy singular.
El Dios Padre (sentado en el trono) y Dios el Hijo (el Cordero) reciben la misma adoración y alabanza (véase Jn. 5:23).
Con justa razón está escrito en los días de su carne aquí en la tierra:
"TODO LO QUE TIENE EL PADRE ES MIO"
Y el Espíritu Santo lo confirma, leemos:
Juan 16:14: El me glorificará; porque TOMARÁ DE LO MÍO, y os lo hará saber.
Juan 16:15: Todo lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que TOMARÁ DE LO MÍO, y os lo hará saber.
Todos los atributos del Padre los tiene el Hijo...
En contraste...Satanás no glorifica a Cristo...lo ataca...lo descalifica reduciéndolo a nivel de una criatura...
Los hijos de Satanás nunca glorificarán a Cristo como lo que es...Dios Todopoderoso co-igual con su Padre Dios.
Natanael1