Re: ¿JESUS DIJO QUE ERA DIOS?
Un texto paralelo se encuentra en Judas 6: “Y a los ángeles que no guardaron su posición original, sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación, los ha reservado con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio del gran día”.
Pedro indica cuándo “abandonaron su propio y debido lugar de habitación” estos ángeles, al hablar de los “espíritus en prisión, que en un tiempo habían sido desobedientes cuando la paciencia de Dios estaba esperando en los días de Noé, mientras se construía el arca”. (1Pe 3:19, 20.)
Estos textos tienen una relación directa con el relato de Génesis 6:1-4, que habla de “los hijos del Dios verdadero” que antes del Diluvio abandonaron su morada celestial para cohabitar con las mujeres, con quienes produjeron una descendencia conocida como los nefilim.
En 1 Pedro 3:19, 20, después de hablar de la resurrección de Jesús a vida espiritual, el apóstol dice: “En esta condición también siguió su camino y predicó a los espíritus en prisión, que en un tiempo habían sido desobedientes cuando la paciencia de Dios estaba esperando en los días de Noé, mientras se construía el arca”.
Comentando acerca de este texto, el Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento dice: “En 1 P 3:19 se hace referencia, probablemente, no a gratas nuevas (de las que no hay [prueba de] que fueran predicadas por Noé, como tampoco hay [pruebas] reales de que los espíritus de los antediluvianos estén realmente ‘encarcelados’), sino al acto de Cristo después de Su resurrección al proclamar Su victoria a los espíritus angélicos caídos” (de W. E. Vine, vol. 3, pág. 215).
Como se ha indicado, kē·rýs·sō se refiere a una proclamación que puede anunciar tanto un bien como un mal, como cuando Jonás proclamó la venidera destrucción de Nínive. Los únicos espíritus en prisión a los que se hace referencia en las Escrituras son aquellos ángeles del día de Noé que fueron ‘entregados a hoyos de densa oscuridad’ (2Pe 2:4, 5) y que están reservados “con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio del gran día”. (Jud 6.)
Por lo tanto, la predicación del resucitado Jesús a tales ángeles injustos solo podría haber consistido en una predicación de juicio. Ha de señalarse aquí que el libro de Revelación, que Jesucristo transmitió a Juan hacia el fin del primer siglo por medio de visiones, contiene mucha información relacionada con Satanás el Diablo y sus demonios y su definitiva destrucción, lo que es en sí una predicación de juicio. (Rev 12–20.)
En 2 Pedro 2:4. El apóstol escribe: “Ciertamente si Dios no se contuvo de castigar a los ángeles que pecaron, sino que, al echarlos en el Tártaro, los entregó a hoyos de densa oscuridad para que fueran reservados para juicio”MISTERSOUND;1420986]Quiénes son los espíritu encarcelados?
1Pe_3:19en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados,
Un texto paralelo se encuentra en Judas 6: “Y a los ángeles que no guardaron su posición original, sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación, los ha reservado con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio del gran día”.
Pedro indica cuándo “abandonaron su propio y debido lugar de habitación” estos ángeles, al hablar de los “espíritus en prisión, que en un tiempo habían sido desobedientes cuando la paciencia de Dios estaba esperando en los días de Noé, mientras se construía el arca”. (1Pe 3:19, 20.)
Estos textos tienen una relación directa con el relato de Génesis 6:1-4, que habla de “los hijos del Dios verdadero” que antes del Diluvio abandonaron su morada celestial para cohabitar con las mujeres, con quienes produjeron una descendencia conocida como los nefilim.
En 1 Pedro 3:19, 20, después de hablar de la resurrección de Jesús a vida espiritual, el apóstol dice: “En esta condición también siguió su camino y predicó a los espíritus en prisión, que en un tiempo habían sido desobedientes cuando la paciencia de Dios estaba esperando en los días de Noé, mientras se construía el arca”.
Comentando acerca de este texto, el Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento dice: “En 1 P 3:19 se hace referencia, probablemente, no a gratas nuevas (de las que no hay [prueba de] que fueran predicadas por Noé, como tampoco hay [pruebas] reales de que los espíritus de los antediluvianos estén realmente ‘encarcelados’), sino al acto de Cristo después de Su resurrección al proclamar Su victoria a los espíritus angélicos caídos” (de W. E. Vine, vol. 3, pág. 215).
Como se ha indicado, kē·rýs·sō se refiere a una proclamación que puede anunciar tanto un bien como un mal, como cuando Jonás proclamó la venidera destrucción de Nínive. Los únicos espíritus en prisión a los que se hace referencia en las Escrituras son aquellos ángeles del día de Noé que fueron ‘entregados a hoyos de densa oscuridad’ (2Pe 2:4, 5) y que están reservados “con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio del gran día”. (Jud 6.)
Por lo tanto, la predicación del resucitado Jesús a tales ángeles injustos solo podría haber consistido en una predicación de juicio. Ha de señalarse aquí que el libro de Revelación, que Jesucristo transmitió a Juan hacia el fin del primer siglo por medio de visiones, contiene mucha información relacionada con Satanás el Diablo y sus demonios y su definitiva destrucción, lo que es en sí una predicación de juicio. (Rev 12–20.)