Originalmente enviado por Espasmo Ver Mensaje
Los textos explican algo muy contrario de lo qeu tu explicas y sí, debo embutir y licuar a Dios y a su Hijo en uno, por que Jesús ahí lo dice, pero en la mismas palabras de Jesús de embutir, ahí si no, hay no dice lo que nosotros entendemos con "YO Y EL PADRE UNO SOMOS".;
Jua 17:22 Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno como nosotros somos uno:
Jua 17:23 yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Si tu, te voy a creer.
No a mí, sino a lo que Dios mismo dejó establecido. Él no es el egoísta que tú te imaginas.
Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno, y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón. Y le rodearon los judíos y le dijeron:
- ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
- Os lo he dicho, y no creéis;
las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. YO Y EL PADRE UNO SOMOS.
Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle. Jesús les respondió:
- Muchas buenas
obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?
- Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia (Levitico 24:16); porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
- ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois? (Salmos 82. 6)
Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada), ¿Aquel al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís:
Tú blasfemas, porque dije: "Hijo de Dios soy"? Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.
Procuraron otra vez prenderle, pero él se escapó de sus manos. Y se fue de nuevo al otro lado del Jordán, al lugar donde primero había estado bautizando Juan (Juan 1:28); y se quedó allí. Y muchos venían a él, y decían:
- Juan, a la verdad, ninguna señal hizo; pero todo lo que Juan dijo de éste, era verdad.
Y muchos creyeron en él allí.