Apreciado Son:
Apreciado Son:
1 - Innecesario a todas luces es que me envíes un escaneo del mismo
Nuevo Testamento Interlineal que ya te dije que yo también uso. Por supuesto que conozco tal puntuación; pero creí que tú sabías que en los antiguos manuscritos hebreos y griegos no se utilizaba la puntuación, que fue un agregado posterior, así como la división de los libros en capítulos y
versículos. Siendo esto entonces así, no vale la pena estribar ningún
argumento en la puntuación que sigue nuestro texto actual.
2 - Bueno, yo soy un obstinado, Casiodoro de Reina metió la pata, dices que
las demás versiones que tienes son fieles al original (¡¿?!) y rematas diciendo:
“Además, ningún comentario es hecho al respecto de que pudiera estar enlazado con lo anterior en ninguna de ellas.”
Yo creo que es al revés, que cualquiera de los buenos comentarios disponibles en español confirma lo dicho. No puedo tomarme el tiempo para
transcribírtelos todos, pero uno de los más usuales entre nosotros es el de
Jamieson, Fausset y Brown. Comenta así el v.21 de 1Tes. 5:
“Examinad (probad) todas” las tales manifestaciones. Existían en la iglesia los medios para probarlas en aquellos hermanos que tenían el don de “discernir los espíritus”...Otra prueba segura que tenemos nosotros también es la de probar la profesada revelación para ver si concuerda con las Escrituras, como hacían los nobles bereanos...retened lo bueno - Júntese esta cláusula con la siguiente (v.22), y no solamente con la anterior. Como resultado de “haber probado todo” y especialmente todas la profecías, ... retened lo bueno, y teneos alejados de toda especie de mal”.
El comentario es más extenso y sólo extraje lo esencial, pero la idea es que
los vs. 20, 21 y 22 deben juntarse en un mismo contexto. Tras esto, creo que este punto de la discusión está terminado, a menos que aportes algo efectivo que logre hacer sobrevivir tu interpretación.
3 - Una cosa es la profecía conforme a 2Pe.1:21, pues es la palabra inspirada
divinamente que conforma el canon de las Sagradas Escrituras, y otra es la
profecía conforme a 1Tes.5:20 cuyo uso se explica en 1Co.14. No es posible
para nosotros hoy día cuestionar al profeta Isaías o Malaquías por lo que
hayan profetizado, porque sería como discutir con el mismo Dios. Pero el
don de profecía, si bien es dado por el Espíritu Santo, es ejercido por
hermanos falibles que no siempre sujetan al Espíritu su propio espíritu. Dios
ordenó las cosas de tal manera, que sin escándalo alguno, si a otro que está
sentado le fuere revelado algo que no está bien, es posible la corrección
pública del error.
A la luz de tal distinción, quedan sin sentido alguno tus demás gratuitas
apreciaciones, expresadas con más sorna que razón.
4 - Creo que mientras permanecemos en Cristo, no pecamos; pero que cuando cedemos a la tentación y pecamos, dejamos de permanecer en Él,
pero la misma benignidad de Dios que nos guía al arrepentimiento, hace que
con la confesión seamos limpiados con la sangre de Jesucristo, pues esta es
la obra de nuestro abogado ante el Padre: 1Jn.2:1. En esto de ser limpiados
no somos pasivos inconcientes, sino concientes del pecado por que nos
reprende el corazón, y activos en el arrepentimiento y la confesión.
5 -¡ Ni modo que yo no crea las palabras de Jesús: “ya adulteró con ella en
su corazón”! Pero no creo en tus palabras “Jesús dijo que para Él ya habías adulterado con ella.” Omitiste la continuación “en su corazón”, que sin disminuir un ápice la gravedad del pecado, no es lo mismo si a la intención se le suma el hecho, o por decirlo de otro modo, si a los ojos y el corazón se le asocia finalmente el cuerpo: “¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella?... Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca” (1Co.6:15-20).
Mi conciencia está en paz con la sana doctrina.
6 - Creo que te convendría releer a Watchman Nee en La Vida Cristiana
Normal, principalmente para resfrescar las nociones sobre Romanos 7.
7 - No es un lenguaje escritural el llamarnos “evangélicos” sino apenas un
término convencional propio del estado divisivo del cristianismo.
Es un vicio de lenguaje llamar al continente por el contenido, y así designar
como “iglesia” al edificio donde la congregación se reúna.
Cristo tiene únicamente una sola iglesia a la que llamó “mi iglesia”, y únicamente por la imposibilidad geográfica de reunirse todos los suyos en un
mismo lugar, existen tantas expresiones locales de aquella única iglesia, como
sitios en que vivan santos que invocan el nombre de Cristo (1Co.1:2).
8 - Sí, he leído con mucho agrado y provecho a esos tres hermanos españoles perseguidos por la Inquisición.
Escribieron de Cristo de tal modo que aprendí de ellos bien y no mal.
No hay paralelo entre el catolicismo que ellos profesaron y el de Mel Gibson.
9 - El mismo éxito que le auguras al voluble - caso que finalmente muera
acertando a dar con el buen y justo juicio -, podrías atribuirlo al tozudo - caso que inicialmente éste hubiera comenzado con hallar ese buen y justo juicio.
El mismo arrepentimiento que querrás para el uno, querrás para el otro.
10 - Has dicho:
“Puedes ser el juez más investigador e instigador de este Universo, pero no podrás rozar siquiera el manto de la justicia hasta que no veas y oigas por ti mismo la prueba concluyente objeto de tu sentencia condenatoria.”
Acabo de escuchar al periodista argentino Salvador Dellutri por Radio
Transmundial. Es tremendo como mucho de lo que dijo este reconocido
expositor de prestigio internacional, coincide con lo principal de lo que
yo he señalado en este epígrafe. Él vio y observó en detalle cada escena de
la película; nada de lo cual yo hice. Sin embargo, las conclusiones son
coincidentes. Él se guió no por opiniones ajenas, sino que forjó la suya
propia como fruto de cuidadosas reflexiones atendiendo a lo que vio y no
vio en la película. Yo tomé en cuenta cuanto información logré bajar por
Internet, más las impresiones de conocidos míos que vieron la película.
De todo ello pude inferir y deducir lo que aquí he compartido. No me erijo
como juez de nada ni de nadie; sin embargo juzgo con convicción de estar
acertado.
11- Cuando hablé de un entrenamiento, es porque precisamente estaba cansado de tanto confesar arrepentido por dejarme llevar por mis “malos
ojos”. Finalmente, el aceptar y reconocer la belleza donde se presente, me
llevó a admirar la hermosura como expresión estética, y la intercesión
silenciosa por la persona en cuestión, volvió hacia la piedad lo que podía
desviarme hacia el pecado. Por Internet únicamente trabajo con textos; no voy al cine, y cuando se nos descompuso el televisor acordamos no arreglarlo. Tal como acaba de decir Salvador Dellutri, La Pasión de Mel
Gibson muestra al “Cristo” que Pilato, Judas, Anás, Caifás y el mismo
Diablo querían ver: escarnecido, crucificado y muerto. El Cristo verdadero
no se consigue ver en la fracción de tiempo que apenas sugiere resurrección
o sobrevivencia. El Cristo verdadero cura las almas de los que a Él vienen. El “Cristo” de Gibson las hace salir de la sala de cine, lastimadas.
12 - He ido a la pg. 1778 del M.H. como me mandaste, pero no veo en ese
comentario que él opine distinto a lo que vengo diciendo. Explica que las
palabras de Tito 1:15 “son un eco de lo que el Señor había dicho en Marcos
7:15 y Mateo 15:11”, y en la cita de Ro. 14:20 el “todas las cosas” está en el marco del comer y el beber, lo que confirma lo que vengo diciendo, que se
combate la tendencia legalista de abstenerse de determinadas cosas. He ido
también a la pg. 1754 a ver el comentario a 1Tim.5:22, y allí leo la paráfrasis de Collantes: “Pon tal cuidado en todo lo relacionado a la selección de los presbíteros y a su dirección, que en eso, como en todo, estés libre de toda mancha y seas irreprochable”. Creo que más que disentir, esto último es
paralelo a mi frase: “Pero el conservarnos puros (1Tim.5:22) está estrechamente ligado a la santidad a la que somos llamados.”.
Por favor, no intentes confundirme con citas que en vez de contradecir acaban por confirmar lo que digo.
13 - Yo también me he detenido en plena calle a conversar con prostitutas
que me salieron al paso, para testificarles de Cristo y llamarlas al arrepentimiento; pero jamás lo hice dentro de un prostíbulo donde por gracia
de Dios nunca entré. También he ido al leprosario a visitar a los leprosos, sin
miedo alguno a contraer la enfermedad.
En cuanto a la película, mi renuncia a verla, más que cualquier temor a que me ocasionase algún daño, pretende ser un testimonio que pueda servir de
disuasivo a otros hermanos menos maduros que sí podrían resultar dañados.
El ejemplo que doy, sin embargo, no obliga ni compromete a ningún hermano, pues no pasa de ser un consejo a que mejor harían en no verla. Lo
que está ocurriendo es lo siguiente: Primero: les advierto que de ir, quizás
luego se arrepientan de haberlo hecho; segundo: me oyen pacientemente, pero de todos modos van, pues ya lo tenían así determinado; tercero: regresan en el estado que les previne, y avergonzados se retraen y mutis.
14 - Apreciado Son, he vivido muy felizmente una vida trastocada. Cuando
joven, comulgaba preferentemente con los viejos, pues cuanto antes quería
aprovecharme de su experiencia; ahora, en el último tramo, mi talante es
juvenil, rebelde y no conformista. Lejos de perder, ¡no te imaginas siquiera la
salsa que siguiendo la receta del Señor vengo preparando! Siempre fui
irreligioso e iconoclasta, por lo cual mal podría yo estar retratando al Cristo
a cuya imagen el Espíritu Santo nos va conformando.
Si quieres mantener alguna correspondencia a nivel más personal (pues creo
que fácilmente nos desviamos del tema del epígrafe) mi dirección es:
[email protected]
El Señor sea contigo.
Ricardo.