Re: jaimito no se creia las visione de elenita
Este célebre hombre vio el cumplimiento de la declaración que le dio Ellen White:
Después de salir de la visión le dije a mi esposo: “Tengo un mensaje para ti. Tienes que empezar a imprimir un pequeño periódico y enviarlo a la gente. Será pequeño al comienzo; pero a medida que la gente lo lea, te enviará medios con los cuales imprimir; y será un éxito desde el mismo principio. Se me ha mostrado que de este modesto comienzo brotarán como raudales de luz que han de circuir el mundo”.—Life Sketches of Ellen G. White, 125 (1915).
Nuestras publicaciones tienen que realizar una obra muy sagrada y presentar en forma clara, sencilla y simple la base espiritual de nuestra fe. Por doquiera la gente hace sus decisiones; todos están tomando posiciones, o bajo el estandarte de la verdad y la justicia, o bajo el estandarte CE 1.3
El único remedio para los pecados y dolores de los hombres es Cristo. (Lecciones prácticas del Gran Maestro, p. 231). - año 1900.
Si la Palabra de Dios fuera estudiada como debiera serlo, los hombres tendrían una grandeza de entendimiento, una nobleza de carácter y una firmeza de propósito que rara vez se ven en estos tiempos. (La educación cristiana, p. 220) - año 1893.
Aquellos que en todo hacen de Dios lo primero y lo último y lo mejor, son las personas más felices del mundo. (Fundamentals of Christian Education, p. 83-84) - año 1884.
Las mejores cosas de la vida: la sencillez, la honradez, la veracidad, la pureza, la integridad, no pueden comprarse ni venderse". (El ministerio de curación, p. 150) - año 1905.
No tenemos nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido, y lo que nos ha enseñado en nuestra historia pasada. (Notas biográficas, p. 216) - año 1880.
La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos. (La educación, p. 57) - año 1894.
Este célebre hombre vio el cumplimiento de la declaración que le dio Ellen White:
Después de salir de la visión le dije a mi esposo: “Tengo un mensaje para ti. Tienes que empezar a imprimir un pequeño periódico y enviarlo a la gente. Será pequeño al comienzo; pero a medida que la gente lo lea, te enviará medios con los cuales imprimir; y será un éxito desde el mismo principio. Se me ha mostrado que de este modesto comienzo brotarán como raudales de luz que han de circuir el mundo”.—Life Sketches of Ellen G. White, 125 (1915).
Nuestras publicaciones tienen que realizar una obra muy sagrada y presentar en forma clara, sencilla y simple la base espiritual de nuestra fe. Por doquiera la gente hace sus decisiones; todos están tomando posiciones, o bajo el estandarte de la verdad y la justicia, o bajo el estandarte CE 1.3
El único remedio para los pecados y dolores de los hombres es Cristo. (Lecciones prácticas del Gran Maestro, p. 231). - año 1900.
Si la Palabra de Dios fuera estudiada como debiera serlo, los hombres tendrían una grandeza de entendimiento, una nobleza de carácter y una firmeza de propósito que rara vez se ven en estos tiempos. (La educación cristiana, p. 220) - año 1893.
Aquellos que en todo hacen de Dios lo primero y lo último y lo mejor, son las personas más felices del mundo. (Fundamentals of Christian Education, p. 83-84) - año 1884.
Las mejores cosas de la vida: la sencillez, la honradez, la veracidad, la pureza, la integridad, no pueden comprarse ni venderse". (El ministerio de curación, p. 150) - año 1905.
No tenemos nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido, y lo que nos ha enseñado en nuestra historia pasada. (Notas biográficas, p. 216) - año 1880.
La mayor necesidad del mundo es la de hombres que no se vendan ni se compren; hombres que sean sinceros y honrados en lo más íntimo de sus almas; hombres que no teman dar al pecado el nombre que le corresponde; hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo; hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos. (La educación, p. 57) - año 1894.