La controversia viene por las traducciones de las palabras griegas aion y aionios. Las diferentes traducciones que ha tenido la Biblia ha oscurecido el significado original que los verdaderos autores le dieron a las palabras incluso en algunos casos pueden seguir siendo ambiguos. Si queremos ser sinceros también debemos admitir que la perspectiva teológica de los traductores también juega un papel importante a la hora de traducir ciertas palabras ambiguas lo que al final oscurece aún más el tema.
Al examinar las opiniones de los padres de la iglesia, Hansen escribió: "Barnabas, Hermas, 'Oráculos sibilinos,' Justino Mártir, Policarpo, Teófilo e Ireneo todos aplican la palabra aionios al castigo, pero dos de ellos enseñaron la aniquilación y uno la salvación universal más allá del castigo aionion". En otras palabras, entre los primeros padres de la iglesia, algunos creían en el tormento eterno, algunos en la aniquilación y algunos en la reconciliación universal, pero todos ellos estaban cómodos hablando del "castigo eterno [aionios]". Esto sugiere que aquellos más cercanos a los tiempos del Nuevo Testamento, para muchos de los cuales el griego del Nuevo Testamento era su lengua materna, entendían que la palabra aionios era lo suficientemente flexible como para acomodar cualquiera de sus posiciones. Lo que esto significa para nosotros es que es irresponsable intentar resolver la controversia sobre la duración del infierno y su propósito mediante la mera cita de versículos que contienen las palabras "eterno" y "para siempre". Aquellos que conocían el griego mejor que nosotros no consideraban que la cuestión estuviera resuelta por tales apelaciones. Francis Chan, mientras defendía la doctrina tradicional del infierno, admitió la ambigüedad de la palabra aionios: "El debate sobre la duración del infierno es mucho más complejo de lo que asumí inicialmente. Aunque me inclino fuertemente hacia el lado que dice que es eterno, no estoy listo para afirmar eso con completa certeza".
En lo personal, si existe algo como el infierno prefiero creer que sea temporal porque apelo al amor de Dios, y creo que su castigo es pedagógico en vez de vengativo.
Al examinar las opiniones de los padres de la iglesia, Hansen escribió: "Barnabas, Hermas, 'Oráculos sibilinos,' Justino Mártir, Policarpo, Teófilo e Ireneo todos aplican la palabra aionios al castigo, pero dos de ellos enseñaron la aniquilación y uno la salvación universal más allá del castigo aionion". En otras palabras, entre los primeros padres de la iglesia, algunos creían en el tormento eterno, algunos en la aniquilación y algunos en la reconciliación universal, pero todos ellos estaban cómodos hablando del "castigo eterno [aionios]". Esto sugiere que aquellos más cercanos a los tiempos del Nuevo Testamento, para muchos de los cuales el griego del Nuevo Testamento era su lengua materna, entendían que la palabra aionios era lo suficientemente flexible como para acomodar cualquiera de sus posiciones. Lo que esto significa para nosotros es que es irresponsable intentar resolver la controversia sobre la duración del infierno y su propósito mediante la mera cita de versículos que contienen las palabras "eterno" y "para siempre". Aquellos que conocían el griego mejor que nosotros no consideraban que la cuestión estuviera resuelta por tales apelaciones. Francis Chan, mientras defendía la doctrina tradicional del infierno, admitió la ambigüedad de la palabra aionios: "El debate sobre la duración del infierno es mucho más complejo de lo que asumí inicialmente. Aunque me inclino fuertemente hacia el lado que dice que es eterno, no estoy listo para afirmar eso con completa certeza".
En lo personal, si existe algo como el infierno prefiero creer que sea temporal porque apelo al amor de Dios, y creo que su castigo es pedagógico en vez de vengativo.