Infalibles y Herejes

Tobi

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21 Noviembre 2000
16.179
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Algo extenso, pero merece ser leído, por aquellos que buscan la verdad por encima de todo.

5 - La claudicación de Liberio, obispo de Roma.

    • Las molestias del exilio sentaron mal a Liberio. La firme<WBR>za de sus primeros momentos se desvaneció y consintió en fir<WBR>mar textos de muy dudosa ortodoxia. Hilario de Poitiers y otros exilados lo denunciaron como apóstata.

      La doctrina católica-romana, tal como expuso el concilio Vaticano 1 da a entender que el obispo de Roma, como sucesor de San Pedro está exento de toda sospecha de error; no pue<WBR>de equivocarse en cuestiones de fe. La historia, sin embargo, desmiente tales pretensiones. Y el caso de Liberio es de los más significativos. Que no se diga que Liberio (352-366) erró en una cuestión secundaria y que no intentó dar su opinión ex~cathedra. El problema que se ventilaba era uno de los más impor<WBR>tantes y trascendentales para la fe de la Cristiandad. Y, preci<WBR>samente en el momento más crítico de la controversia arria<WBR>na, cuando parecía que ésta iba a imponerse a todo el mundo, Liberio abandonó la causa de Atanasio y la verdad que éste defendía.

      Las evidencias de esta apostasía son numerosas. Seguire<WBR>mos el orden de W. Shaw Kerr (12).
      1. Atanasio mismo da testimonio de esta apostasía de Liberio en dos de sus escritos (13). Al principio se mantuvo firme, pero el miedo acabó venciéndole.
      2) También Jeronimo relata dos veces esta apostasía (14).

      3) San Hilario de Poitiers, en su obra Contra Constantium Imperatorem, se dirige al emperador con estas palabras: «¡Oh, hombre inicuo! No se cuando fue mayor tu impiedad, si cuando lo depusiste (a Liberio) o cuando lo hiciste volver (a su sede romana, después de haber claudicado)» (15).

      4) El cuarto testigo es Hermias Sozomeno, quien escri<WBR>bió su historia eclesiástica cuando todavía no habían transcu<WBR>rrido cien años. Cuenta Sozomeno que cuando Constancio esta<WBR>ba en Sirmium mandó que Liberio acudiera a su presencia. Venido de su lugar de destierro, Liberio fue invitado por los obis<WBR>pos allí reunidos a que firmara un documento en el que se en<WBR>señaba que el Hijo no es de la misma sustancia («hontusion>) que el Padre. Al mismo tiempo Liberio dio su consentimiento a una fórmula de fe semi-arriana. Y esto lo relata Sozomeno de fuentes de primera mano que se hallaban a su disposi<WBR>ción (16).

      5) De otras fuentes llegan más testimonios: Faustino y Marcelino presentaron un Libellus Precum a los emperadores el año 383. En el prefacio leemos que dos años después del exilio de Liberio, Constancio visitó Roma y el pueblo le pre<WBR>guntó por Liberio. El emperador respondió: «Tendréis a Libe<WBR>rio y volverá mejor que cuando partió>. De esta manera alu<WBR>dió el emperador al consentimiento de Liberio mediante el cual estrechó las manos de la perfidia (manus perfidiae dederat)(17)

      6) Pero, sobre todo, tenemos las cartas del mismo Li<WBR>berio escritas a los enemigos del credo niceno:

      "Yo no defiendo a Atanasio... Habiendo sabido... que lo condenasteis justamente, inmediatamente - di mi con<WBR>formidad a vuestra sentencia... De manera que habiendo sido Atanasio expulsado de La comunión de todos nosc<WBR>tros... Os ruego que obráis conjuntamente para que pue<WBR>da ser librado de este exilio y pueda volver a la sede que me fue confiada por Dios" (18).

      En otra carta, dirigida a los herejes e intrigantes Ursacio y Valens, dice claramente:

      "Atanasio, quien fue obispo de la ciudad de Alejandría, fue condenado por mí y separado de la comunión de la Iglesia de Roma" (19).

      Al citar estas cartas, Hilario de Poitiers no puede conte<WBR>ner su indignación:

      "Esta es la perfidia arriana... A ti Liberio, digo; ana<WBR>tema. Y a todos tus cómplices" (20>.


      6, La reacción pagana.

      A Constancio sucedió Juliano, el apóstata (361-363) el cual soñaba en una restauración del paganismo. Por consiguiente, trató de debilitar el cristianismo en todos los campos. No per<WBR>siguió a los cristianos, pero buscó ridiculizarlos por todos los medios; separarlos de la vida pública, el gobierno o la ense<WBR>ñanza. No, a quien perjudicaron más las medidas del nuevo emperador fue a los arrianos, los únicos que ocupaban pues<WBR>tos importantes desde el mandato de Constancio. La cristiandad ortodoxa hacia bastante tiempo que se había habituado al exilio; el golpe de Juliano no fue, pues, tan duro. Y en un sen<WBR>tido favoreció a la misma verdad del Evangelio. La reacción que provocó en contra de los nuevos postulados paganos puso to<WBR>davía más de manifiesto las afinidades del arrianismo con el paganismo. En todos sentidos, ayudó a la causa de Nicea. Mu<WBR>chos acabaron de aprender entonces que el Evangelio es revelación, no filosofia .

      La política de Juliano estableció plena tolerancia para todas las religiones y sectas. Hizo volver a los obispos exilados, pero como la mayoría de sus iglesias habian sido ocupadas por otros, la confusión episcopal aumentó. Esto, precisamente,era lo que buscaba Juliano. Dijo que no era asunto suyo meterse en las cuestiones eclesiásticas. Tal principio que en cual<WBR>quier otro hubiera revelado un justo sentido de la tolerancia, supremacía romana. Oriente fue traído gradualmente a la or<WBR>todoxia graciás a los trabajos de Atanasio y, sobre todo, del sínodo de Alejandría del 362. ¡Mal podía la sede romana vindi<WBR>car derechos o imponer criterios después de la apostasía de Liberio! El que Julio y el sínodo romano que vio la causa de Atanasio dictaminaran correctamente años atrás no disminuye el hecho de la posterior claudicación de Liberio. En el siglo IV, por otra parte, esto no extrañaba a nadie.

      ¿Dónde se hallaba la verdadera Iglesia en estos años? Mayormente en el exilio- Cuando la tierra pareció que iba a volverse arriana, como comentó Jerónimo, y cuando el obispo de Roma no supo mantener la fe como otros obispos más va<WBR>lientes la mantuvieron, la verdad del Evangelio se encontraba entre éstos, dispersados por las fronteras limítrofes del Impe<WBR>rio, en los desiertos, en el exilio, pero no en la corte imperial ni en las grandes sedes de Roma o de Oriente. Significativa lección que no debiera olvidarse.


      7. Atanasio y Roma.

      Atanasio fue un escritor prolífico; esto se debió en parte a la lucha que sostuvo toda su vida en contra de la herejía arriana. Mas, en ninguno de sus escritos aparece ni una sqla vez ninguna referencia a Roma como sede infalible de la verdad. Pasó algunos de sus muchos años de exilio en Roma. Sin embargo, será en vano que busquemos en sus cartas, sus trata<WBR>dos teológicos, sus sermones, étc., cualquier alusión a ningu<WBR>na autoridad constituida divinamente para definir con criterio supremo las controversias religiosas. Atanasio apela a la Escri<WBR>tura, a los antiguos padres, a los concilios y, sobre todo, a Nicea, pero nunca al juicio infalible del obispo de Roma. Es imposible que no hubiese utilizado el argumento del Papado infalible, si en su tiempo tal institución -con su dogma corres<WBR>pondiente- hubiese existido. Y máxime, teniendo en cuenta que Julio y el sínodo romano que éste convocó fallaron en su favor.

      La actitud de Atanasio con respecto a Roma puede ser es<WBR>tudiada con claridad diáfana en el momento en que Liberio apostató y cesó de apoyarlo. Fue lamentable, y Atanasio lo sintió mucho, pero, en el fondo, no fue más que la deserción cobarde de uno de los obispos más importantes de la Cristian<WBR>dad. No le cogió por sorpresa. De la misma manera que todos los prelados estaban expuestos al error y a la herejía, el obis<WBR>po podía caer también; no era ninguna excepción.

      Para Atanasio “Liberio era uno de los obispos de las ilustres ciudades cabezas de las grandes Iglesias”(22) . Pero no sabia que uno de estos obispos fuese Vicario de Cristo en la tierra. ¿Puede justificarse esta ignorancia en el más grande hombre de Iglesia de su tiempo? Si, se justifica por el simple hecho de que nadie entonces sabía nada de ningún vicario de esta clase.

      Respecto a Liberio, dice Atanasio: «No soporté hasta el fin los sufrimientos del exilio, siendo consciente de la conspiración que se fraguaba en mi contra» (23). «Después de estar arrestado dos años> Liberio cedió y por temor a las amenazas de muerte fue inducido a suscribir» (24). Su caída se debió al miedo y contrasta con los fieles «que han evitado la herejía como si se tratara de una serpiente» (25).

      Atanasio no sólo era ignorante del magisterio infalible del obispo romano, sino también de su supremacía y jurisdic<WBR>ción. Ni cuando fue condenado por el sínodo arriano de Tiro, ni en sus sucesivos destierros, apeló nunca a la soberana ju<WBR>risdicción de Roma. En contra del sínodo de Tiro recurrió al emperador. El concilio de obispos egipcios que se reunieron en Alejandría en 339, proclamó inocente a Atanasio sin aludir para nada a la opinión del obispo de Roma. Pudo, con todo, haberse dicho que el obispo de la que entonces era la segunda de las Iglesias no debía ser depuesto sin consultar con el obis<WBR>po de la primera sede. Tal fue la protesta de Julio. Pero los padres de Alejandría del 339 ni siquiera mencionan este pequeño detalle en su larga carta sinodal remitida a los «obispos de la Iglesia Católica en todas partes». El comentario de Atanasio al concilio de Roma que vindicó su ortodoxia es significativo:

      "Así escribió el concilio de Roma por medio de Julio, obispo de Roma>' (26).

      La decisión de Roma no zanjó la cuestión. Por esto, los emperadores convocaron el concilio de Sárdica en 344, presi<WBR>dido por Osio de Córdoba (27>. El concilio se puso del lado de Atanasio y confirmó «la decisión de nuestro hermano y colega Julio como justa> (28). Aquí, el concilio obró con toda autori<WBR>dad, exaltando a Atanasio y excomulgando a otros. Julio es<WBR>cribió a Alejandría, congratulándose por la restauración de su obispo, el cual «fue declarado inocente, no sólo por ini sino por la voz de todo el concilio» (29).

      Se deduce de estos datos que Atanasio, al defender su postura ante la Iglesia universal apeló a la Escritura y al dic<WBR>tamen de las asambleas episcopales, pero nunca a ningún obispo particular como si fuera el supremo Juez de los cristianos. Nos explica que su causa fue vindicada primero «en mi propio país por una asamblea de casi cien obispos; por segunda vez en Roma cuando, como consecuencia de las cartas de Eusebio (de Nicomedia) tanto ellos como nosotros fuimos convocados y más de cincuenta obispos se reunieron; y una tercera vez en el gran concilio de Sárdica celebrado por orden de los empe<WBR>radores Constancio y Constante». Prosigue explicándonos como el veredicto en su favor fue dado por trescientos obispos pro<WBR>cedentes de muchos países que él enumera. Los obispos de Italia, en esta lista, ocupan el veinticuatro lugar, la lista toda<WBR>vía enumera hasta treinta y seis, siendo los británicos los últi<WBR>mos (30). Una y otra vez ésta es su defensa: «Las decisiones de tan emtnentes obispos", "obispos de las ilustres ciudades cabezas de las grandes Iglesias", "Si alguno desea informarse de mi caso y la falsedad de los partídarios de Eusebio, que lea lo que está escrito sobre mí, y que oiga los testimonios, no de uno o dos o tres, sino ese gran número de obispos" (31).

      Para Atanasio, los rumores de la apostasía de Osio cons<WBR>tituían una calamidad más grande que la de Liberio. Acusa alos arrianos de «no haber perdonado ni al gran confesor Osio, ni al obispo de Roma» (32). En tanto Osio estuvo firme, lo de<WBR>más no importaba, pues el prelado español era considerado « el padre de los obispos... presidente de los concilios cuyas cartas son esperadas en todas partes (33). Así hablaba Atanasio, no del obispo de Roma, sino del de Córdoba.

      Según Gregorio Nacianceno, Atanasio es aquél a quien le fue confiada «la dirección de todo el mundo» (34). Si estos tí<WBR>tulos comenta W. Shaw Kerr- hubieran sido dados al obispo de Roma, ¡qué deducciones más equivocadas hubiesen sacado de los mismos los posteriores creadores de la idea papal! (35).

      (12)W.Shaw K. Op. Cit p 126

      (13) Apología contra los arrianos, 89; Historia de los arrianos. 41

      (14) Ch ron. A. U., 354. P.L. 27:501: «In haeretican pTavitatem aub£<WBR>criben,». De Viris IUustribus, e. 97. P.L. 23:735.

      (15) C. XL P.L. 10:589.

      (16) HiatoTia Eclesiástica. IV, 15. P.C. 67:1152.

      Puller, Primitive Saints and the See of the Rome, p. 276.

      (17) PL. 13:81.

      <18) St. Hilar. Fragmenta, VI. PL- 10:689, 690.

      <19) Ibid. PL. 10:693.

      (20) Ibid, P.L. 10:691.

      Resulta pueril querer discutir la autenticidad de estas Cartas. Eminen<WBR>tes historiadores católicorromanos las han aceptado siempre: eruditos Como Natalia, Alexander, Tillemont, Fleurv, Flupin, Moblar, Newman, etc.

      El mismo Hefele admite que Liherio renuncié al término ahomusiosa y que firmó la confesión de Sinnium (History of the Councils, vol II, p. 245), Este es, a fin de cuentas, el punto central. Y esta' históricamente demostrado.

      Los escritores católico-romanos del pasado no vacilaban en sacar a luz el pacado de Liberio. «Hasta el si<SUB>2</SUB>1<SUB>0</SUB> XVI, la caída dc Liberio fue un hecho aceptado como evento histórico indiscutido... En el martirologio de Ado, (14 de agosto) se pone en boca de Eusebio que «Liberio, Papa, había expresado su conformidad con la perfidia arrianaa, palabras que se re<WBR>piten en otros martirologios medievales y que estaban antiguamente en los Breviarios romanos, de donde fueron sacadas en el siglo XVI» (Denny, Papa-liam, p. 390)

      Baronio explica que el pueblo de Roma se enojo porque babia tan torpemente (turpiter) consentido a Constancio... Se sostenía que Liberio, por causa de su comunión con los herejes -manifestada por las cartas ca-critas por ¿1 mismo referente al compromiso contraído con los arrianos fue enteramente excluido de la comunión católica,.. Por esta razón fue en<WBR>teramente excluido del oficio pontificio... El execrable contagio de su loca comuni6n con los arrianos> (A nalca, A.D., 357, 56:57).

      El cardenal Newman. en un libro publicado en 1895, escribe sobre «la escandalosa caída de Liberio... «esta miserable apostasía.,, El papa un renegado (The Arians<SUB></SUB><SUB></SUB> 1895, PP. 319, 332, 352)

      (22) Atanasio “Apología contra los arrianos”, 89

      (23) Ibid.

      (24) Atanasio, Historia de los arrianos, 4.

      (25) Ibid.

      (26) Atanasio. Apología, 36. W. Shaw Kerr. comenta: «Monseñor Ba<WBR>tiffol encuentra la actitud de Atanasio con respecto a Roma y esta carta de Julio difícil de explicar. Cita las palabras de Ituchesne: «Atanasio, depuesto por el Concilio de Tiro, no parece ten«r idea de que una apelaci<SUP>ó</SUP>n a Roma hubiese podido ayudarle». Eacribe que la verdad es que en esa fecha no había precedente conocido de ningún obispo oriental, condenado por un sínodo oriental, que hubiera recurrido a Roma (Cathedro Pethr£ PP. ~7> 218, 223, 224). Batiffol escribe: «Es de notar que el papa Julio no vindica abiertamente el privilegio de una pnmacía peculiar a su sede... La ocasión era favorable para exaltar la autoridad excepcional del obispo que presidía la Iglesia de Roma, pero el papa Julio no se aprovechó de aquella ocasión. Incluso puso alguna insistencia en el hecho de que, aunque escribía él, la respuesta era la de su concilio» (Ibid., p. 225). W. Shaw Kerr. op. cit. PP. 123, 124.

      Julio no podía adelantarse a su época. Sin embargo, aprovechó la ocasión para exaltar no su rango episcopal, pero sí su sede. aunque dentro da los límites y las circunstancias de su tiempo. Lo cierto es que. tampoco éL aunque era obispo de Roma, tenía la menor idea de la infalibilidad y jurisdicción universal que los modernos defensores del Papado dicen haber po<WBR>seido todos los pontífices romanos.

      <27> Atanasio, Historio de los arrianos,

      <28) Atanasio, Apología, 37.

      (29) Ibid., 52.

      (30)Ibid., 1.

      (31)Ibid., 89,90.

      (32)Atanasio, Apoloar for flight, 9.

      (33)Atanasio. Historio de los arrianos, 42.

      (34)Oratio XXI. 7. P.G. 35:1088.
      1. W, Shaw Kerr, op. cit. PP. 124-125.



Hasta aquí la historia de Liberio, continuará con Zósimo, Vigilio y Honorio.

Como veis la infalibilidad papat BRILLA pero por su ausencia.
 
Re: Infalibles y Herejes

La doctrina de la infalibilidad papal es tan inconcebible, que resulta repulsiva para una mente pensante.

Dicen los defensores de esta doctrina que el papa sólo es infalible en temas de fe y moral, pero, ¿cómo se hará la diferencia? Infalible significa que sabe todas las cosas, y es absurdo pretender que esa infalibilidad sólo se limite a las cuestiones morales y de fe.

Una hojeada a la historia de los papas señala claramente sus errores, contradicciones, pecados, etc.

Entonces, los papas no están provistos de ningún "poder infalible", sus equivocaciones saltan a la vista. No hay ser humano que sea incapaz de error. Todo ser humano yerra.
 
Re: Infalibles y Herejes

Ya, pero, los hay que tienen tragaderas para eso y muchos mas.

POr el momento los de las tragaderas no se han atrevido a entrar en este epígrafe.

Un saludo Pont-Max
 
Re: Infalibles y Herejes

Pont-Max dijo:
Dicen los defensores de esta doctrina que el papa sólo es infalible en temas de fe y moral, pero, ¿cómo se hará la diferencia? Infalible significa que sabe todas las cosas, y es absurdo pretender que esa infalibilidad sólo se limite a las cuestiones morales y de fe.

No hay ser humano que sea incapaz de error. Todo ser humano yerra.

Todo ser humano yerra?

Te informo para tu conocimiento, que los apóstoles enseñaron la fe cristiana de manera infalible. Ellos fueron infalibles.

Tambien te informo que los escritores sagrados fueron infalibles en lo que escribieron.

Y son seres humanos.
 
Re: Infalibles y Herejes

Petrino dijo:
Todo ser humano yerra?

Te informo para tu conocimiento, que los apóstoles enseñaron la fe cristiana de manera infalible. Ellos fueron infalibles.

Tambien te informo que los escritores sagrados fueron infalibles en lo que escribieron.

Y son seres humanos.

Solo que no definieron doctrinas, solo las transmitieron.
En cambio vuestros infalibles erraron doctrinalmente y fueron condenados por herejes.
Creo que hay una diferencia.
Todo lo que no está en la tradición apostolica es herejía y en eso vuestros papas son campeones.
Creo que hay una diferencia.
En cuanto a la afirmación de que todo ser humano yerra debiste colocarlo sin el interrogante.
 
Re: Infalibles y Herejes

O sea, que los apóstoles no definieron doctrinas

jo jo jo jo, qué cosas hay que leer por estos lares

:Carcajada
 
Re: Infalibles y Herejes

Los apóstoles yerran, por lo tanto lo que enseñaron bien podría ser un malentendido de lo que Jesús dijo.

Los escritores sagrados yerran, por lo que lo que escribieron podría estar plagado de errores.

¿Y? ¿Todavía sostienen que todo ser humano yerra? Así es imposible ostener la fe.

Para ser cristiano hay algunos requisitos, y uno de ellos es teenr la convicción de que los apóstoles enseñaron infaliblemente la fe cristiana. No hay errores en la fe que transmitieron a la Iglesia. No porque ellos sean perfectos, sino más bien porque el Espíritu Santo no permitiría que enseñaran con error.

Lo mismo corre para los escritores sagrados. Del A.T. y del N.T. Todos fueron infalibles al escribir. Lo que escribieron no contiene error, no por ser sabios perfectos, sino mas bien porque el Espíritu Santo no permitiría que escribieran errores.

¿Se cacta? Si no hay infalibilidad posible, no hay cristianismo posible.
 
Re: Infalibles y Herejes

Petrino dijo:
Los apóstoles yerran, por lo tanto lo que enseñaron bien podría ser un malentendido de lo que Jesús dijo.

Los escritores sagrados yerran, por lo que lo que escribieron podría estar plagado de errores.

¿Y? ¿Todavía sostienen que todo ser humano yerra? Así es imposible ostener la fe.

Para ser cristiano hay algunos requisitos, y uno de ellos es teenr la convicción de que los apóstoles enseñaron infaliblemente la fe cristiana. No hay errores en la fe que transmitieron a la Iglesia. No porque ellos sean perfectos, sino más bien porque el Espíritu Santo no permitiría que enseñaran con error.

Lo mismo corre para los escritores sagrados. Del A.T. y del N.T. Todos fueron infalibles al escribir. Lo que escribieron no contiene error, no por ser sabios perfectos, sino mas bien porque el Espíritu Santo no permitiría que escribieran errores.

¿Se cacta? Si no hay infalibilidad posible, no hay cristianismo posible.

En parte puedo decir que estoy de acuerdo: Yo debo creer que los escritores de la Biblia lo hicieron "infaliblemente", si esa palabra os gusta.

Pero el caso aquí es que no estamos hablando de ellos, sino de las pretenciones papales de que también ellos enseñan "infaliblemente", lo cual no tiene punto de comparación con los apóstoles. Los apóstoles fueron inspirados por el Espíritu, los papas no.

Así está la cosa. Claro que para tratar de justificar la "infalibilidad" se dice que los papas son los sucesores de los apóstoles, y en particular, de Pedro. Que son el pontífice máximo de la iglesia dejada por Cristo, su Vicario, etc. Si estas cosas fueran ciertas, podría tal vez inclinarme a creer en su "infalibilidad", pero a todas luces esto es falso.

Unas cosas van unidas con otras: El papa no es el sucesor de Pedro ni Vicario de Cristo, ni recibió autoridad de él para nada en absoluto. Luego, la pretendida infalibilidad es igualmente falsa.

Eso sin mencionar además lo que cita el texto inicial del tema. Que nadie hubo nunca apelado a la "autoridad" del Obispo de Roma, o solicitado su "declaración infalible" sobre algúna doctrina en conflicto, acaso será porque no la conocían.

Por todas partes se celebraban Concilios favorables o desfavorables, ya sea a una o a otra doctrina, se convocaban Concilios contra Concilios por diversas razones, y el emperador estaba envuelto en las querellas. En ninguna parte tenemos declaraciones "infalibles" sobre alguna cosa.

Todo eso de Concilios y autoridades no es más que política, y nosotros pensando que a esas personas les importaba realmente la verdad bíblica.
 
Re: Infalibles y Herejes

Pont-Max dijo:
En parte puedo decir que estoy de acuerdo: Yo debo creer que los escritores de la Biblia lo hicieron "infaliblemente", si esa palabra os gusta.
Acá les voy a hacer una critica a los hermanos protestantes: con tal de oponerse a la doctrina catolica son capaces de decir cualquier cosa. Como por ejemplo: que ningun ser humano puede ser infalible.
Pero el caso aquí es que no estamos hablando de ellos, sino de las pretenciones papales de que también ellos enseñan "infaliblemente", lo cual no tiene punto de comparación con los apóstoles. Los apóstoles fueron inspirados por el Espíritu, los papas no.
Por lo menos avanzamos en algo: la infalibilidad en materia de fe es posible, y no solo posible sino necesaria para transmitir a los hombres la Revelación de Dios. Los dirigentes de la Iglesia pueden ser infalibles.

Así está la cosa. Claro que para tratar de justificar la "infalibilidad" se dice que los papas son los sucesores de los apóstoles, y en particular, de Pedro. Que son el pontífice máximo de la iglesia dejada por Cristo, su Vicario, etc. Si estas cosas fueran ciertas, podría tal vez inclinarme a creer en su "infalibilidad", pero a todas luces esto es falso.
Son ciertas, y por eso los obispos heredan una función cumplida por los apóstoles: la de enseñar la fe sin error. Un Iglesia no puede preservarse del error si no tiene maestros que enseñen la fe sin error.


Por todas partes se celebraban Concilios favorables o desfavorables, ya sea a una o a otra doctrina, se convocaban Concilios contra Concilios por diversas razones, y el emperador estaba envuelto en las querellas. En ninguna parte tenemos declaraciones "infalibles" sobre alguna cosa.

Todo eso de Concilios y autoridades no es más que política, y nosotros pensando que a esas personas les importaba realmente la verdad bíblica.
No crees en los Concilios... Bueno, en esto eres diametralmente opuesto a los cristianos primitivos que sí creían en los Concilios. Hechos 15 muestra que se realizó un Concilio y toda la Iglesia lo acató y obedeció. Ellos parece que sí creían en la autoridad de un Concilio.

Insisto: los hermanos con tal de oponerse a la Iglesia Católica son capaces de decir cualquier cosa...
 
Re: Infalibles y Herejes

Petrino dijo:
Acá les voy a hacer una critica a los hermanos protestantes: con tal de oponerse a la doctrina catolica son capaces de decir cualquier cosa. Como por ejemplo: que ningun ser humano puede ser infalible.

Por eso dije, si esa palabra os gusta. Pero mejor lo diré de otra forma: Los escritores de la Biblia fueron inspirados por el Espíritu Santo de Dios.
Otra cosa es decir que fueron infalibles. ¿Infalibles en qué? ¿En fe y moral?

Por lo menos avanzamos en algo: la infalibilidad en materia de fe es posible, y no solo posible sino necesaria para transmitir a los hombres la Revelación de Dios. Los dirigentes de la Iglesia pueden ser infalibles.

No, eso a lo que tú le llamas infalibilidad, yo le llamo inspiración divina. Los apóstoles tuvieron inspiración divina, pero no fueron infalibles. Infalibilidad implica omnisciencia, saber todas las cosas. No puede limitarse a un solo tema, eso es ridículo, pues los mismos apóstoles también erraban.

Sostener que los papas son infalibles y que no pueden equivocarse, es igualmente ridículo. Pretender que son inspirados divinamente es también falso, de ser así el caso, no habrían hecho cosas contrarias a la divina Escritura.

Son ciertas, y por eso los obispos heredan una función cumplida por los apóstoles: la de enseñar la fe sin error. Un Iglesia no puede preservarse del error si no tiene maestros que enseñen la fe sin error.

Por supuesto que no son ciertas, y ya lo hemos visto muchas veces en estos foros.
En ninguna Iglesia hay maestros exentos de error, en todas hay errores, todas se equivocan. Decir lo contrario es fantasía. Cosa muy distinta es que la verdad de las Escrituras de Dios esté sujeta a nuestros errores. La verdad en materia de multitud de doctrinas, cualquiera que sea, es independiente de si nosotros nos equivocamos o no.

Pero parece ser que estás ahora añadiéndole "infalibilidad" a los obispos, al decir que heredan el enseñar la fe sin error. Pensé que el único que "podía" hacer eso, según sus dogmas, era el papa.
Para evitar precisamente tantos errores y cambios, es que toda la enseñanza cristiana se halla escrita en la Biblia. Esa fue la manera elegida por el Espíritu para preservar su enseñanza, y por cierto no la única.

No crees en los Concilios... Bueno, en esto eres diametralmente opuesto a los cristianos primitivos que sí creían en los Concilios. Hechos 15 muestra que se realizó un Concilio y toda la Iglesia lo acató y obedeció. Ellos parece que sí creían en la autoridad de un Concilio.

Insisto: los hermanos con tal de oponerse a la Iglesia Católica son capaces de decir cualquier cosa...

Obviamente, me estoy refiriendo a los concilios posteriores. ¿Cuántos concilios hay relatados en la Biblia? ¿Diez, veinte, cuarenta? ¿O sólo es uno? Aquel concilio (si le quieres llamar así) fue realizado por los apóstoles, los hombres inspirados.

Los demás concilios no han sido realizados por apóstoles. Muchas diferencias hay entre esas reuniones de obispos, y el que nos muestra la Escritura.
En ese concilio de Jerusalén no se establecieron doctrinas contrarias a la Palabra, en los demás, sí.
En ese concilio de Jerusalén se dieron ciertos preceptos en los que no participó ningún emperador o poder político, y sus decisiones no fueron coercitivas (hechas cumplir por la fuerza como muchos otros concilios posteriores), sino enseñanzas hacia los cristianos. Que todo el que se considerase cristiano verdadero habría aceptado, sin necesidad de recurrir a la fuerza.
En ese concilio no se recurrió a intrigas o al influjo de las damas de la corte.

En resumen, ese concilio está registrado en la Palabra de Dios.
 
Re: Infalibles y Herejes

Luis Fernando dijo:
O sea, que los apóstoles no definieron doctrinas

jo jo jo jo, qué cosas hay que leer por estos lares

:Carcajada

Puedes reirte si esto es lo que te apetece, pero mira el testimonio de Pablo:
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado… (1 Cor 11:23a)

Ni un solo apóstol estableció doctrina, simplemente enseñaron lo que había aprendido y recibido del Señor; ninguno se inventó nada que no estuviera ya escrito, y solo citaban el AT para demostrar que lo que estaba ocurriendo ya había sido profetizado. No hay doctrinas "cristianas", tan solo cumplimiento de profecías dadas a los judíos y con respecto a los gentiles.

Pero, claro, supongo que eso es más de que se podría exigir al de la risita.
 
Re: Infalibles y Herejes

Tobi dijo:
Puedes reirte si esto es lo que te apetece, pero mira el testimonio de Pablo:
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado… (1 Cor 11:23a)

Ni un solo apóstol estableció doctrina, simplemente enseñaron lo que había aprendido y recibido del Señor; ninguno se inventó nada que no estuviera ya escrito, y solo citaban el AT para demostrar que lo que estaba ocurriendo ya había sido profetizado. No hay doctrinas "cristianas", tan solo cumplimiento de profecías dadas a los judíos y con respecto a los gentiles.

Pero, claro, supongo que eso es más de que se podría exigir al de la risita.
El problema del catolicismo es tener una “figura” y esa figura la llena el señor que ellos pomposamente llaman “papa” eso es muy normal y representativo de la sicología humana, al correr de los tiempos, todas las grandes masas han dado muestra de esto.

Los romanos tenían su emperador que tenia características “divinas” los egipcios tambien tenían su faraón que a su vez también era divino, los chinos tenían un emperador divino, los japoneses tienen a su emperador “representante también divino” ¿qué se podía esperar de una religión mundana y nada cristiana como la catolica? Exactamente lo mismo, ni mas ni menos.

¿Pero qué hay de los cristianos? ¿En que o en quien creemos los cristianos? La Biblia resume lo que hacemos y creemos

Hebreos 12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.


Maravilloso ¿no?

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Re: Infalibles y Herejes

El problema del catolicismo es tener una "figura" y esa figura la llena el señor que ellos pomposamente llaman "papa" eso es muy normal y representativo de la sicología humana, al correr de los tiempos, todas las grandes masas han dado muestra de esto.

Que yo sepa, los "cristianos" católicos NO CREEN EN OTRO DIOS que no sea el que presenta la Biblia, de la misma manera que lo hacen los otros "cristianos".

Además, tengo entendido que ven reflejado en el Papa una suerte de lrepresentación simbólica de la institución espiritual constituída por Jesús el Cristo luego de su..."partida". (Léase Iglesia).

Me parece que nada tiene que ver creer en Dios con reconocer en una persona la representación de una institución. En consecuencia, el tilde de "hereje" con el cual son acusados los católicos, me parece un tanto medieval, inquisidor y discriminatorio.

Reitero, una cosa es creer en Dios y otra es reconocer una jerarquía institucional. No por rechazarla, los protestantes son "MAS CRISTIANOS" que los católicos, ni por reconocerla los católicos son "MAS CRISTIANOS" que los protestantes.

Por culpa de esta "dicotomía", desde hace siglos unos y otros vienen poblando de sangre a este mundo, haciendo exactamente lo contrario de lo que Jesús el Cristo les pretendía inculcar.

Deberían avergonzarse...

Saludos...

 
Re: Infalibles y Herejes

Nippur dijo:


Que yo sepa, los "cristianos" católicos NO CREEN EN OTRO DIOS que no sea el que presenta la Biblia, de la misma manera que lo hacen los otros "cristianos".

Además, tengo entendido que ven reflejado en el Papa una suerte de lrepresentación simbólica de la institución espiritual constituída por Jesús el Cristo luego de su..."partida". (Léase Iglesia).

Me parece que nada tiene que ver creer en Dios con reconocer en una persona la representación de una institución. En consecuencia, el tilde de "hereje" con el cual son acusados los católicos, me parece un tanto medieval, inquisidor y discriminatorio.

Reitero, una cosa es creer en Dios y otra es reconocer una jerarquía institucional. No por rechazarla, los protestantes son "MAS CRISTIANOS" que los católicos, ni por reconocerla los católicos son "MAS CRISTIANOS" que los protestantes.

Por culpa de esta "dicotomía", desde hace siglos unos y otros vienen poblando de sangre a este mundo, haciendo exactamente lo contrario de lo que Jesús el Cristo les pretendía inculcar.

Deberían avergonzarse...

Saludos...

A mi no me causa vergüenza ser cristiano, ni reconocerlo, y si tu no sabes lo que es ser cristiano, puedes aprenderlo.

Cristiano se puede llamar cualquiera, aun los católicos, los mormones, hasta los Testigos.

Cristiano es su sentido estricto es aquella persona que a puesto su vida en Cristo.

¿Los católicos hacen eso? pues bienvenidos, pero si ponen la dirección de sus vidas en lo que un hombre "infalible" les dice, pues........ ¿como te dire?

Nosotros los cristianos tenemos “puestos los ojos en Jesús, autor y consumador de la fe".

¿Que te molesta esto? que lastima....

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Re: Infalibles y Herejes

Nippur dijo:


Que yo sepa, los "cristianos" católicos NO CREEN EN OTRO DIOS que no sea el que presenta la Biblia, de la misma manera que lo hacen los otros "cristianos".

Además, tengo entendido que ven reflejado en el Papa una suerte de lrepresentación simbólica de la institución espiritual constituída por Jesús el Cristo luego de su..."partida". (Léase Iglesia).

Me parece que nada tiene que ver creer en Dios con reconocer en una persona la representación de una institución. En consecuencia, el tilde de "hereje" con el cual son acusados los católicos, me parece un tanto medieval, inquisidor y discriminatorio.

Reitero, una cosa es creer en Dios y otra es reconocer una jerarquía institucional. No por rechazarla, los protestantes son "MAS CRISTIANOS" que los católicos, ni por reconocerla los católicos son "MAS CRISTIANOS" que los protestantes.

Por culpa de esta "dicotomía", desde hace siglos unos y otros vienen poblando de sangre a este mundo, haciendo exactamente lo contrario de lo que Jesús el Cristo les pretendía inculcar.

Deberían avergonzarse...

Saludos...


Tus expresiones dan una inequívoca sensación de que te situas fuera de unos y otros (católicos y protestantes) y desde la distancia juzgas a todos.
Pero el cristianismo no es un monstruo bicefalo. El auténtico cristianismo se une en una familia (comunidad versus iglesia) que solo tiene un Padre: Dios. No hay dos Padres, solo uno. Lo que ocurre en el romanismo es que tampoco es bicéfalo puesto que tambien tiene una sola cabeza: la del Papa.
 
Re: Infalibles y Herejes

¿Los católicos hacen eso? pues bienvenidos, pero si ponen la dirección de sus vidas en lo que un hombre "infalible" les dice, pues........ ¿como te dire?

¿Conoces algún católico que "pone la dirección de su vida" en un hombre al cual llaman Papa ? Yo no conozco a ninguno. Es más... A diario les escucho eso de... "Padre nuestro que estás en los Cielos"

Responde... ¿A quién están reconociendo como verdadero "Padre"? ¿Al que está en el Cielo o al que está el la Tierra?

Nosotros los cristianos tenemos "puestos los ojos en Jesús, autor y consumador de la fe".

¿Y dónde se encuentra Jesús?. Según la Biblia, en los Cielos.

Conclusión: Católicos y Evangelicos reconocen al mismo Dios. En virtud de ello... Nadie los puede tildar de herejes.

¿Que te molesta esto? que lastima....

No me molesta. Sólo les planteo la contradicción en la que caen cuando tratan de "separarse" los unos de los otros y para ello hasta han llegado a derramar sangre entre ambos. A esto me refería cuando digo que "deberían avergonzarse". Pues en vez de generar el amor, generan el odio. Todo lo contrario a lo que les pretendía inculcar Jesús el Cristo.

Saludos.

 
Re: Infalibles y Herejes

Nippur dijo:
¿Conoces algún católico que "pone la dirección de su vida" en un hombre al cual llaman Papa ? Yo no conozco a ninguno.

Será que vives en el Polo Norte, vente a España y te presento a unos cuantos. Y le llaman "Santo Padre" y barbaridades similares...

Es más... A diario les escucho eso de... "Padre nuestro que estás en los Cielos"
Eso lo puede decir hasta un loro, lo importante es ver que hay detrás de esa confesión. ¿Sabe un romanista lo que significa que Dios es nuestro Padre y cómo logramos ser Sus hijos? Si comienzan afirmando contra la Biblia que todos somos hijos de Dios, es que NO saben quien es Dios, o es que su dios no es el Dios de la Biblia.

Conclusión: Católicos y Evangelicos reconocen al mismo Dios. En virtud de ello... Nadie los puede tildar de herejes.
Eso denota un desconocimiento total. El dios de la mayoría de los que se dicen católicos NO es mi Dios (el Dios de la Biblia, el Dios de Israel y Padre de Nuestro Señor Jesús).

No me molesta. Sólo les planteo la contradicción en la que caen cuando tratan de "separarse" los unos de los otros
No nos separamos, somos dos cosas distintas, los unos creyentes en el Dios de la Biblia y los otros en su mayoría creyentes en un dios falso e inventado por los hombres. Los unos pertenecen a la Iglesia, los otros a una vieja ramera asesina e infiel con la pura doctrina de la Biblia.

y para ello hasta han llegado a derramar sangre entre ambos.
Creemé que la vieja ramera se lleva la palma, su lado de la balanza cae hasta el suelo y además su concepto de iglesia (visible) la hace más culpable que lo que tú confundes con protestantismo, y que que no es una institución fisica en el mundo, sino que es la Iglesia de Dios.

A esto me refería cuando digo que "deberían avergonzarse". Pues en vez de generar el amor, generan el odio. Todo lo contrario a lo que les pretendía inculcar Jesús el Cristo.
¿Qué generaba Jesús cuando llamaba "raza de vívoras", "sepulcros blanqueados", etc... a los líderes religiosos de la época....???

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Re: Infalibles y Herejes

Ampliemos un poco más el caso del infalible Liberio y seguidamente veremos a otros infalibles que tambien fueron considerados herejes:

A. El caso de Liberio, que terminó firmando una confesión de fe arriana y condenando a San Atanasio
Luego de las decisiones de Nicea, la cuestión arriana no quedó definitivamente zanjada, ni mucho menos. Cuando los arrianos ganaron las simpatías del nuevo emperador, Constancio, quien presionó a los obispos ortodoxos de Occidente para que condenasen a Atanasio, obispo de Alejandría y campeón de la fe nicena. La mayoría de los obispos claudicaron, y Liberio, obispo de Roma (352-366), quien se resistía a condenar a Atanasio sin escucharle primero, fue como muchos otros deportado a Asia.

Tras dos años de exilio, Liberio finalmente claudicó y suscribió una confesión de fe que, si bien era ambigua, era aceptable a los arrianos. La fórmula que Liberio firmó era una redactada por los obispos de la corte, la misma que el anciano Osio, obispo de Córdoba y antes consejero de Constantino, había sido obligado suscribir.

Lo que no resultó ambigua fue su condena de Atanasio. Liberio les escribió a los arrianos como sus “amadísimos hermanos” y se disculpó por haber defendido a Atanasio, sobre la base de que su predecesor, Julio, así lo había hecho. Decía: “Yo no defiendo a Atanasio... habiendo sabido cuando le plugo a Dios, que lo habéis condenado justamente, asentí a vuestra sentencia. Así que, habiendo sido Atanasio expulsado de la comunión de todos nosotros, de manera tal que no voy siquiera a recibir sus cartas, digo que estoy muy en paz y concordia con todos vosotros, y con todos los obispos orientales en las provincias. Pero para que sepáis mejor que en esta carta hablo en la verdadera fe lo mismo que mi común señor y hermano, Demófilo, quien fue tan bueno de conceder mostrarme vuestro credo católico, el cual en Sirmia fue por muchos de nuestros hermanos considerado, establecido y recibido por todos los presentes: esto recibí con mente bien dispuesta, sin contradecir nada. A esto le doy mi asentimiento; esto es lo que sigo; esto es sostenido por mí... Os ruego que obréis conjuntamente para que pueda ser librado de este exilio y pueda volver a la sede que me fue confiada por Dios.”

Testigos de la defección de Liberio son el propio Atanasio, Hilario de Poitiers, Jerónimo, Hermias Sozomeno, Faustino y Marcelino.

Atanasio menciona la resistencia inicial de Liberio (quien “era consciente de la conspiración formada contra nosotros”) y su claudicación después de dos años de exilio (Apología contra los arrianos, 89). En otra parte (Historia de los arrianos, 41) dice: “Así se esforzaron [los conspiradores arrianos] al principio para corromper la Iglesia de los romanos, deseando introducir la impiedad en ella así como en otras. Pero Liberio, después de haber estado en el exilio dos años, cedió, y por miedo a la amenaza de muerte suscribió. Aún así, esto sólo muestra la conducta violenta, y el odio de Liberio contra la herejía, y su apoyo de Atanasio, mientras se le permitió ejercitar una libre elección.”
Evidentemente Liberio no estaba hecho de la misma madera que algunos de sus antecesores y obispos contemporáneos, capaces de enfrentar el martirio por causa de su fe.


Jerónimo, en su Vidas de Varones Ilustres (97), dice: “Fortunatiano, africano de nacimiento, obispo de Aquilia durante el reino de Constancio, ... , es detestado porque, cuando Liberio obispo de Roma fue exiliado por la fe, fue inducido por la insistencia de Fortunatiano a suscribir la herejía.”

Sozomeno en su Historia de la Iglesia (IV,15) dice que Liberio había escrito una confesión de fe ortodoxa que fue aprobada “partcialmente”. “Pues cuando Eudoxio y sus partidarios en Antioquía, quienes favorecían la herejía de Aecio, recibieron la carta de Osio, circularon el informe de que Liberio había renunciado al término ‘consubstancial’ y había admitido que el Hijo es disimilar con el Padre. Luego de que estas sanciones habían sido hechas por los obispos occidentales, el emperador permitió a Liberio retornar a Roma.”

Faustino y Marcelino presentaron a los emperadores un librito en 383, en el que se contaba que dos años después de haber sido exiliado Liberio, Constancio visitó Roma. Cuando la gente le preguntó por Liberio, el emperador respondió que volvería, y mejor que cuando había partido. “De esta manera”, dicen los autores, “aludió el emperador al consentimiento de Liberio, mediante el cual estrechó las manos de la perfidia.”

Hilario de Poitiers, quien transcribe la carta de Liberio citada antes, interrumpe la transcripción con palabras muy severas: “Esta es la infidelidad arriana”, “anatema, te digo, Liberio y tus cómplices”, “de nuevo, por tercera vez, anatema al prevaricador Liberio.” Escribiendo a Constancio en 360, dice Hilario: “No sé si cometiste mayor impiedad cuando lo exiliaste [a Liberio] que cuando lo restauraste.”

La defección de Liberio era reconocida por los martirologios y breviarios romanos, hasta que en el siglo XVI –supongo que al calor de la controversia religiosa- fueron quitados. En uno de ellos se dice “Liberio, papa, había expresado su conformidad con la perfidia arriana.” Lo mismo reconoce Baronio en sus Anales (56:57).

Tomando en cuenta todos los datos, parece correcto afirmar que Liberio no era arriano en su corazón. Esto no lo exonera del hecho de haber suscripto el arrianismo y la condenación a Atanasio con tal de recuperar su sede. En otras palabras, aceptó lo que sabía que era injusto y erróneo , y lo comunicó oficialmente a los obispos orientales, para poder retornar a Roma, como efectivamente lo hizo. En esta compleja situación histórica, lo menos que puede decirse del obispo de Roma es que hizo un papel muy pobre y no defendió la ortodoxia nicena, que hubo de ser sostenida contra viento y marea por el obispo de Alejandría, Atanasio.

B. El caso de Zósimo, un “supremo maestro” que no sabía distinguir un documento pelagiano de uno ortodoxo, y que desconocía tanto los cánones de Nicea (que confundió con los de Sardis) como los límites de su propia autoridad, y hubo de ser enseñado por los obispos africanos.

Traduzco lo siguiente de la Catholic Encyclopedia:
“No mucho después de la elección de Zósimo el pelagiano Celestio , quien había sido condenado por el papa precedente , Inocencio I, vino a Roma para justificarse ante el nuevo papa, habiendo sido expulsado de Constantinopla. En el verano de 417, Zósimo realizó una reunión con la clerecía romana en la basílica de San Clemente, ante la cual compareció Celestio. Las proposiciones redactadas por el diácono Paulino de Milán, por causa de las cuales Celestio había sido condenado en Cartago en 411, fueron dispuestas ante él. Celestio se rehusó a condenar tales proposiciones, declarando al mismo tiempo en general que él aceptaba la doctrina expuesta en las cartas del papa Inocente y haciendo una confesión de fe que fue aprobada. El papa fue ganado por la conducta astutamente calculada de Celestio, y dijo que no estaba seguro de si el hereje había realmente mantenido la doctrina falsa rechazada por Inocente, y por tanto consideraba demasiado apresurada la acción de los obispos africanos contra Celestio. Escribió de inmediato en este sentido a los obispos de la provincia africana, y convocó a quienes tuviesen algo que decir contra Celestio para que compareciesen en Roma dentro de los dos meses. Poco después de esto, Zósimo recibió de Pelagio también una confesión de fe artificiosamente expresada, junto con un tratado del heresiarca sobre el libre albedrío. El papa reunió un nuevo sínodo de la clerecía romana, ante la cual ambos escritos fueron leídos. Las expresiones hábilmente escogidas de Pelagio ocultaban el contenido herético; la asamblea sostuvo que las afirmaciones eran ortodoxas, y Zósimo les escribió de nuevo a los obispos africanos defendiendo a Pelagio y reprobando a sus acusadores, entre los cuales se hallaban los obispos galos Hero y lázaro. El arzobispo Aurelio de Cartago rápidamente convocó un sínodo, el cual le envió a Zósimo una carta en la que se probaba que el papa había sido engañado por los herejes. En su respuesta, Zósimo declaró que no había determinado nada en forma definitiva, y que no deseaba establecer nada sin consultar a los obispos africanos. Luego de la nueva carta sinodal del concilio africano, del 1 de mayo de 418, al papa, y luego de las medidas tomadas en contra de los pelagianos por el emperador Honorio, Zósimo reconoció el verdadero carácter de los herejes. Ahora publicó su “Tractoria”, en el cual eran condenados el pelagianismo y sus autores. Así, finalmente, el ocupante de la Sede Apostólica en el momento exacto mantuvo con toda autoridad el dogma tradicional de la Iglesia, y protegió la verdad de la Iglesia contra el error.
“Poco después de esto, Zósimo se involucró en una disputa con los obispos africanos con respecto al derecho de apelación a la sede romana de clérigos que habían sido excomulgados por sus obispos. Cuando el sacerdote Apiario de Sica había sido excomulgado a causa de sus delitos, apeló directamente al papa, sin consideración por el curso regular de la apelación en África, que estaba exactamente prescrito. El papa aceptó la apelación de inmediato, y envió al África legados con cartas para investigar el asunto. Un procedimiento más sabio hubiese sido referir primero a Apiario al curso ordinario de apelación en la misma África. A continuación, Zósimo cometió el error añadido de basar su acción en un supuesto canon del Concilio de Nicea [ecuménico], que era en realidad un canon del Concilio de Sárdica [local]. En los manuscritos romanos, los cánones de Sárdica seguían a los de Nicea inmediatamente, sin un tpitulo independiente, en tanto que los manuscritos africanos contenían únicamente los cánones genuinos de Nicea, de modo que el canon al que apeló Zósimo no se hallaba en las copias africanas de los cánones nicenos. Así surgió un serio desacuerdo acerca de esta apelación, que se prolongó después de la muerte de Zósimo.”
J.P. Kirsch, Pope St. Zosimus (Catholic Encyclopedia , vol. XV).

Es probablemente un hecho afortunado para la Iglesia de Roma que el obispado de Zósimo (417-418) haya durado tan poco, pues de lo contrario es posible que hubiera cometido todavía más errores.

Aunque el autor del artículo citado pretende exonerar a Zósimo y presentarle como el guardián de la ortodoxia que “en el momento exacto mantuvo con toda autoridad el dogma tradicional de la Iglesia, y protegió la verdad de la Iglesia contra el error”, los hechos que él mismo narra son bien diferentes.

El titular de la sede romana examinó cuidadosamente lo expuesto por Celestio y Pelagio, y llegó a la conclusión de que ambos eran ortodoxos. Se ve que el Espíritu Santo no le asistió para distinguir la verdad del error. Como consecuencia de su evaluación, corrigió la condenación pronunciada por el obispo romano anterior (lo que muestra que en esta época los papas no se sentían aún obligados por las enseñanzas y decisiones de sus predecesores, que podían ser anuladas si era necesario) , censuró gravemente a los obispos galicanos acusadores –a los que calificó de maliciosos y turbulentos y pretendió excomulgar- , aconsejó paternalmente a los obispos africanos para que no se apresurasen a creer lo malo de su prójimo, y dijo que hubiera deseado que los africanos hubiesen podido oír las exposiciones de Celestio y Pelagio, a quienes llamó hombres de ortodoxia perfecta (absolutae fidei).

A pesar de la decisión del obispo romano, los obispos africanos se mantuvieron en su posición y reafirmaron la condenación de los errores pelagianos. Fue solamente frente a la firmeza de los africanos y a la condenación y destierro de Pelagio por la autoridad imperial (que vaticinaba un negro futuro para sus defensores) que Zósimo publicó su condenación de los pelagianos y sus escritos. Lo hizo muy tarde para defender la ortodoxia, que ya había sido reivindicada por los obispos de la Galia y del África, y apenas a tiempo para salvar su propio pellejo de la acusación de herejía.

Así que, si Zósimo no era pelagiano, al menos se tragó la carnada pelagiana con anzuelo y plomada, se atrevió a amonestar a los obispos que defendían la ortodoxia, y reaccionó en el instante final. Por cierto, un papel muy triste para un pastor y maestro supremo.
Y si bien el problema del pelagianismo fue mucho más grave, la nueva controversia sostenida con los africanos a propósito de las apelaciones, lo muestra al pobre Zósimo como muy poco avezado también en cuestiones de disciplina eclesiástica, otra área en la cual se enseña hoy que las decisiones de los papas son
inapelables.

El Código de Derecho Canónico vigente establece:
“El Romano Pontífice es juez supremo para todo el orbe católico, y dicta sentencia o personalmente, o mediante los tribunales ordinarios de la Sede Apostólica, o por jueces en los cuales delega.” (# 1442)
“No cabe apelación: 1º contra la sentencia del mismo Sumo Pontífice o de la Signatura Apostólica...” (# 1629).
“No cabe apelación ni recurso contra una sentencia o un decreto del Romano Pontífice.” (# 333, § 3).
“Por razón del Primado del Romano Pontífice, cualquier fiel puede llevar o introducir ante la Santa Sede una causa, tanto contenciosa como penal, en cualquiera instancia del juicio y cualquiera que sea el estado en el que se encuentre el litigio.” (# 1417.1).


Parece que los obispos africanos del siglo V no estaban enterados de estas leyes .

Seguirá y seguiremos viendo los FUNDAMENTOS de la infalibilidad papal


 
Re: Infalibles y Herejes

Será que vives en el Polo Norte, vente a España y te presento a unos cuantos. Y le llaman "Santo Padre" y barbaridades similares...

En todas las épocas siempre se han reconocido hombres santos. Esto no significa que quienes así los reconocían, veían en ellos la representación de su Dios. Nada que ver. Una cosa es un santo y otra cosa es Dios.. Deberías saber que no es ninguna barbaridad, pues la misma Biblia reconoce la existencia de santos.

Eso lo puede decir hasta un loro, lo importante es ver que hay detrás de esa confesión.

¿Al Padre Nuestro? ¿Y quien eres tú para determinar lo que hay detrás de la oración de un creyente que reza el Padre Nuestro? ¿Acaso Dios? Vaya atribuciones que te has dado, amiguito:Carcajada

Eso denota un desconocimiento total. El dios de la mayoría de los que se dicen católicos NO es mi Dios (el Dios de la Biblia, el Dios de Israel y Padre de Nuestro Señor Jesús).

Pues infórmate que el Dios de los católicos es el que se presenta en la Biblia, con todos sus atributos. En consecuencia, es el mismo Dios que tú adoras. Pregúntaselo a cualquier católico y verás.

Creemé que la vieja ramera se lleva la palma, su lado de la balanza cae hasta el suelo y además su concepto de iglesia (visible) la hace más culpable que lo que tú confundes con protestantismo, y que que no es una institución fisica en el mundo, sino que es la Iglesia de Dios.

No alcanzo a entender el motivo de la magnitud de tu odio. Tildas de "vieja ramera" al tronco del cual se ha desprendido tu propia creencia. En fin... Yo diría que estás un tanto confundido por la política religiosa... Me hace recordar a los fariseos y saduceos... Pura política... En fin..

¿Qué generaba Jesús cuando llamaba "raza de vívoras", "sepulcros blanqueados", etc... a los líderes religiosos de la época....???

Pues si les decía semejante "calidad" de insultos, lo único que provocaba era ganarse su odio. En consecuencia, así terminó... Ahora bien: Particularmente me resulta bastante contradictorio, viniendo de alguien que predicó amar al enemigo, brindar la otra mejilla etc. etc. etc... ¿No te parece?

Saludos.
 
Re: Infalibles y Herejes

Sr. Nippur
Lo que veo es que estas contra todo y contra todos.
¿Te has eregido en juez de todos y en crítico de todo?
¿Que pretendes con ello? De momento no te has definido si es que crees en aquello que afirmas o solo lo usas para situarte por encima de los demás.
¿Sabes como se califica eso?
Tómalo como si lo hubiese dicho. :ojos: