http://www.geocities.com/Heartland/Acres/1142/Aportes/Aportes11.html
Consulta sobre la Iglesia Universal del Reino de Dios
José María Abreu
Esta página ha sido actualizada el 12 de marzo, 2000
El autor es Pastor evangélico,
miembro de la Iglesia Bautista Central de Cumaná
Estado Sucre, Venezuela.
La presente nota, es respuesta a una consulta realizada para una producción periodística,
sobre la posible identificación de la Iglesia Universal del Reino de Dios con las iglesias evangélicas
En Venezuela no tenemos presencia de este grupo religioso, por lo que no tengo un conocimiento directo de sus doctrinas y prácticas, pero sí hay presencia de otros dos grupos, aparentemente ramas separadas de la IU o al menos, grupos que siguen el patrón o modelo de dicha Iglesia, tanto en énfasis doctrinales como en las prácticas. Estos dos grupos son: "La Iglesia de la Oración Fuerte al Espíritu Santo" y "La Iglesia Dios Es Amor", ambos grupos provenientes del Brasil y en expansión en toda Venezuela.
Hasta donde conozco, ninguno de estos grupos forma parte de ninguna Asociación, Convención, Consejo o Fraternidad de Iglesias Evangélicas de ningún tipo ya sea nacional, regional o local. Este hecho, aunque es eminentemente formal, es revelador pues las organizaciones evangélicas son estrictamente rigurosas para dar cobertura a organizaciones religiosas que no sean consideradas como evangélicas, como lo ilustra el caso de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que, auunque tiene grandes afinidades con la trradición evangélica, no es aceptada en ninguna organización evangélica en América Latina.
Desconozco si la "Iglesia Universal del Reino de Dios" forma parte de alguna asociación de Iglesias Evangélicas en Brasil o en Argentina. Pero si fuera posible averiguar esto, sería una buena pista para conocer la opinión de las comunidades evangélicas del Brasil.
Ahora bien, dentro de lo que conocemos como tradición evangélica, encontramos tres grandes agrupaciones:
1. Las Iglesias que provienen de la tradición reformada luterano-calvinista (Iglesias Luteranas, Episcopales, Metodistas, Presbiterianas y Reformadas).
2. Las Iglesias que provienen de la tradición reformada anabautista (Convenciones Nacionales de Iglesias Bautistas, Iglesias Congregacionales, y un sin fin de Iglesias Independientes o Libres; estas últimas surgidas de la labor de las llamadas Misiones de Fe, de origen norteamericano, totalmente ya nacionalizadas y que suelen agruparse bajo organizaciones llamadas Asociacion de Iglesias Evangélicas de... (el país, la región, etc)
3. Las Iglesias llamadas Pentecostales: entre éstas hay tres grandes movimientos:
Las Iglesias Pentecostales Clásicas: surgidas a comienzos del siglo XX, en el seno de las Iglesias Bautistas de los Estados Unidos y que pueden agruparse dentro de 5 ó 6 grandes denominaciones:
1. Las Asambleas de Dios: es la más grande denominación pentecostal y está extendida a nivel mundial.
2. Las Iglesias de Dios: Es la segunda en extensión a nivel mundial.
3. Las Iglesias de Cristo o "Discípulos de Cristo" (hay una gran variedad de Iglesias pentecostales que llevan este nombre).
4. Las Iglesias Pentecostales de Santidad: hay varias (La Iglesia Metodista Pentecostal, la Iglesia Nazarena, la Iglesia Wesleyana)
5. Las Iglesias Pentecostales del Evangelio Cuadrangular.
6. Una amplia gama de Iglesias Pentecostales independientes locales o nacionales, surgidas por la labor misionera de líderes carismáticos locales o nacionales, independientes de las denominaciones anteriores.
Las Iglesias de la Renovación Pentecostal: la segunda generación de Iglesias Pentecostales, surgidas a mediados de los años '70, como movimientos de renovación carísmática dentro de las denominaciones pentecostales clásicas, con hondas repercusiones en las grandes denominaciones protestantes (luteranos, presbiterianos y metodistas) y en la misma Iglesia Católica (el movimiento carismático católico). En cada país hay una gran diversidad de este tipo de Iglesias Pentecostales más recientes o jóvenes. NOTA IMPORTANTE: todas estas denominaciones, tanto las anabautistas como las pentecostales, tienen en común la herencia fundamental de la Reforma Protestante, con sus énfasis distintivos, que son las señas de identidad propiamente "evangélicas": tales énfasis, como es bien sabido, son: la Centralidad de Jesucristo (SOLO CRISTO), la Autoridad Suprema de la Biblia (SOLO ESCRITURA), la Justificación por la Fe (SOLA FE), la Salvación por la Gracia (SOLO GRACIA) y el Sacerdocio Universal de los Creyentes (Todos, varones y mujeres, somos sacerdotes). La nota disferenciadora entre los grupos no-Pentecostales (luteranos, reformados y anabautistas) y los Pentecostales, tanto los clásicos como los renovados, es la doctrina en estos últimos de la experiencia del llamado "Bautismo del Espíritu Santo", entendido como una experiencia posterior al bautismo en agua, y que se manifiesta en experiencias particulares de los dones carismáticos (hablar en lenguas extrañas, dones de sanidad, de profecías, o de amor carismático, etc). En general, las denominaciones Pentecostales, aparte de las diferencias de sistemas administrativos de gobierno (congregacionales o episcopales, o mezcla de ambos) se organizan según los énfasis particulares de uno u otro de estos dones; algunos privilegian a los dones de lenguas, otros a los de sanidad, y otros los de profecía, etc.; hay otros matices).
Pero, y aquí nos aproximamos al tema específico, en los últimos 15 años se ha producido lo que se conoce como: La Tercera Ola del Espíritu Santo. Es un movimiento surgido entre algunos tele-evangelistas sanadores norteamericanos y que se he expandido, como era de esperar, hacia América Latina (no todos los teleevangelistas son sanadores, tal es el caso del Dr. Billy Graham, el predicador evangélico bautista más conocido en el mundo, y que ha basado toda su labor en campañas de predicación sin referencias a milagros de sanidad, etc). Muchos de estos teleevangelistas sanadores proceden de alguna de las grandes denominaciones pentecostales, especialmente de las Asambleas de Dios, de las que se han separado para crear los llamados "Ministerios" independientes, cuyo centro de acción ya no son las Iglesias sino las grandes cadenas de TV. Tales Ministerios para-eclesiásticos llegan a tener un imenso poder económico, lo que les permite expandirse rápidamente en todas partes. Esta tercera ola del pentecostalismo conserva, como era de esperar, algunos de los énfasis centrales del protestantismo en general y del pentecostalismo en particular (el bautismo del Espíritu Santo), pero han sobre dimensionado esta experiencia de modo que prácticamente ya no se puede hablar de SOLO CRISTO o de SOLA ESCRITURA como normativas, sino en una doctrina del Espíritu Santo que en la práctica equivale a un nuevo centro: SOLO ESPÍRITU.
Y es aquí en donde estos movimientos que podemos llamar "neo-pentecostales" se distancian tanto de las denominaciones protestantes como de las denominaciones pentecostales (clásicas y renovadas). La experiencia del Espíritu Santo viene entonces a sustituir a la centralidad de la Escritura y la experiencia de salvación en Jesucristo. Y entonces cualquier enseñanza o doctrina se sustentará sobre la base de una nueva revelación dada por el "Espíritu Santo" a cada predicador.
De esta forma han surgido una serie de "doctrinas" sobre la Fe ( la llamada Super Fe enseña que Dios es Fe, y que si uno tiene esa Fe entonces puede hacer cualquier cosa, porque la Super Fe es todopoderosa, y no hay límites para esa FE Superpoderosa), sobre la independencia del Espíritu Santo en relación con la Trinidad y de la Escritura (se llama al Espíritu Santo "El Dios no-conocido"). Dentro de estas tendencias de la Super Fe se han producido, por lo menos, tres corrientes muy populares, y que han ganado adeptos extraidos de casi todas las denominaciones pentecostales clásicas. Estas tres corrientes o movimientos son:
1. El movimiento de la "Risa Santa" o del "Super Gozo", que enseña que el don del Espíritu Santo es el super gozo, la risa. Esto tiene ramificaciones en muchos movimientos de la llamada "Renovación de la Alabanza y la Adoración" (centrada en la música, grandes conciertos al estilo de los grandes rokeros). Esta corriente en sí no ha producido más que nuevas formas de liturgias basadas en la música, la danza, etc, Se podría decir que no es en sí misma dañina. De más está decir que los jóvenes de todas las denominaciones pentecostales y no pentecostales han sido impactados por estos nuevos estilos musicales.
2. El movimiento de la llamada "Guerra Espiritual": aquí si entramos en una dimensión peligrosa, porque en este movimiento se borran los límites entre lo que es propiamente bíblico y lo que pertenece a esa antiquísima corriente de demonología propia de las grandes civilizaciones del medio oriente. En la "Guerra Espiritual" dominan los demonios por todas partes y el mundo de los espíritus se pasea sin respetar iglesias, familias, sociedade, etc. No es difícil percibir que esta corriente actúa en los bordes mismos del espiritismo tradicional, incorporando muchas de sus prácticas y creencias al ambiente religioso evangélico, especialmente dentro de los grupos pentecostales libres o independientes.
3. El movimiento de la llamada "Teología de la prosperidad": hija inevitable del sistema económico norteamericano, en donde nacen los tele-evangelistas. El dinero no podía quedar fuera. La riqueza es el signo visible del poder de Dios y de sus bendiciones. La pobreza es signo de la esclavitud al demonio (guerra espiritual) y para demostrar que somos salvos hay que poseer bienes materiales. Los paíse ricos son los bendecidos por Dios, los pobres del Tercer mundo están esclavizados por el demonio, etc. No es difícil percibir las trampas de esta ideología. Este es un fenómeno que está en pleno desarrollo y habría que estudiar los posibles efectos que está produciendo entre los pentecostales, porque, no hay que olvidar, que la inmensa mayoría de los pentecostales latinoamericanos procede de los sectores marginales de la sociedad, de los barrios pobres, de la fabelas.
Ahora se les está predicando que la pobreza es señal de esclavitud al diablo y que si quieren liberarse del diablo tienen que ser ricos, pero no por el trabajo, sino por las inversiones en el reino de Dios. Si invertimos en el reino de Dios (léase grupo X,Y o Z) entonces Dios nos devolverá mil veces tanto lo que le damos.
Esto, como se comprende, se presta para cualquier operación fraudulenta, como ha ocurrido con algunos de los tele-evangelistas del famoso Club PTL en los Estados Unidos.
Aquí es donde entran los grupos como la llamada Iglesia Universal del Reino de Dios. Lo que parecía una pregunta tan sencilla, como responder si dicho grupo era o no una "iglesia evangélica", resulta en un fenómeno social y religioso realmente complejo y que merece un estudio bien serio, más allá del mero enfoque apologético o dentro de la llamada "lucha contra las sectas"; porque tiene dimensiones no solo personales sino sociales, sobre todo en el pueblo pobre de América Latina.
En mi opinión, uno puede responder que la Iglesia Universal del Reino de Dios, y semejantes, obviamente no es una Iglesia Evangélica en el sentido de la tradición reformada (luterano-calvinista-anabautista), aunque tenga elementos básicos de estas tradiciones, propias de cualquier grupo religioso que haya roto con la tradición cultural católica.
Tampoco es una Iglesia Evangélica en el sentido de las denominaciones pentecostales clásicas ni renovadas, de la primera y segunda generación, aunque conserven prácticas propias de todo grupo pentecostal, especialmente la sensibilidad hacia los temas relacionados con el Espíritu Santo o lo sobrenatural.
Me parece que la respuesta está en las corrientes que hemos llamado "La Tercera Ola del Espíritu", como una forma particular de asimilación social y cultural en los sectores más pobres de América Latina de doctrinas o categorías religiosas generadas en la sociedad opulenta de los Estados Unidos, especialmente expresada en la búsqueda de prosperidad material, unida con prácticas totalmente ajenas al mundo evangélico pero propias del pueblo latinoamericano, especialmente el más pobre.
No deja de ser interesante que haya sido el Brasil el país en donde han surgido tales grupos como La Iglesia Universal, la Iglesia de la Oración Fuerte al Espíritu Santo, etc., caracterizados por el afán de riquezas y de poder. Para ellos esto no es más que una manera de luchar contra la esclavitud del demonio de la pobreza. Así es posible explicar el surgimiento de estos grupos, sus manifestaciones y búsqueda desorbitada de riqueza y de poder, sus métodos y prácticas espiritistas, sus líderes avarientos de poder, etc.
Tales cosas, sin duda, colocan a la Iglesia Universal del Reino de Dios más cerca de la categoría de una secta que de una Iglesia, con los peligros que esto encierra. Tengo la convicción de que tales grupos son una forma muy particular de un sincretismo religioso propio del neo-pentecostalismo latinoamericano, un trasplante de las doctrinas de la Super Fe de los tele-evangelistas norteamericanos del primer mundo ( demonología y prosperidad, etc) en medio de las categorías religiosas propias generadas por los pentecostales más pobres de América Latina, en una sociedad como la brasileña, en la que la desmesura de la irracionalidad es por todos conocida.
Esto quizás explicaría que grandes cantidades de pobres en América Latina están engrosando las filas de tales "Iglesias", porque ellas les prometen una vía expedita para salir de la pobreza. ¿Lo estarán logrando? ¿Lo lograrán? Esto es asunto de investigación social. Lo cierto es que tales grupos han ido más allá de una simple "opción preferencial por los pobres", pero al costo de una profunda deformación del Evangelio de Cristo, tal como lo predicamos desde la perspectiva de la Reforma del siglo XVI.
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Consulta sobre la Iglesia Universal del Reino de Dios
José María Abreu
Esta página ha sido actualizada el 12 de marzo, 2000
El autor es Pastor evangélico,
miembro de la Iglesia Bautista Central de Cumaná
Estado Sucre, Venezuela.
La presente nota, es respuesta a una consulta realizada para una producción periodística,
sobre la posible identificación de la Iglesia Universal del Reino de Dios con las iglesias evangélicas
En Venezuela no tenemos presencia de este grupo religioso, por lo que no tengo un conocimiento directo de sus doctrinas y prácticas, pero sí hay presencia de otros dos grupos, aparentemente ramas separadas de la IU o al menos, grupos que siguen el patrón o modelo de dicha Iglesia, tanto en énfasis doctrinales como en las prácticas. Estos dos grupos son: "La Iglesia de la Oración Fuerte al Espíritu Santo" y "La Iglesia Dios Es Amor", ambos grupos provenientes del Brasil y en expansión en toda Venezuela.
Hasta donde conozco, ninguno de estos grupos forma parte de ninguna Asociación, Convención, Consejo o Fraternidad de Iglesias Evangélicas de ningún tipo ya sea nacional, regional o local. Este hecho, aunque es eminentemente formal, es revelador pues las organizaciones evangélicas son estrictamente rigurosas para dar cobertura a organizaciones religiosas que no sean consideradas como evangélicas, como lo ilustra el caso de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que, auunque tiene grandes afinidades con la trradición evangélica, no es aceptada en ninguna organización evangélica en América Latina.
Desconozco si la "Iglesia Universal del Reino de Dios" forma parte de alguna asociación de Iglesias Evangélicas en Brasil o en Argentina. Pero si fuera posible averiguar esto, sería una buena pista para conocer la opinión de las comunidades evangélicas del Brasil.
Ahora bien, dentro de lo que conocemos como tradición evangélica, encontramos tres grandes agrupaciones:
1. Las Iglesias que provienen de la tradición reformada luterano-calvinista (Iglesias Luteranas, Episcopales, Metodistas, Presbiterianas y Reformadas).
2. Las Iglesias que provienen de la tradición reformada anabautista (Convenciones Nacionales de Iglesias Bautistas, Iglesias Congregacionales, y un sin fin de Iglesias Independientes o Libres; estas últimas surgidas de la labor de las llamadas Misiones de Fe, de origen norteamericano, totalmente ya nacionalizadas y que suelen agruparse bajo organizaciones llamadas Asociacion de Iglesias Evangélicas de... (el país, la región, etc)
3. Las Iglesias llamadas Pentecostales: entre éstas hay tres grandes movimientos:
Las Iglesias Pentecostales Clásicas: surgidas a comienzos del siglo XX, en el seno de las Iglesias Bautistas de los Estados Unidos y que pueden agruparse dentro de 5 ó 6 grandes denominaciones:
1. Las Asambleas de Dios: es la más grande denominación pentecostal y está extendida a nivel mundial.
2. Las Iglesias de Dios: Es la segunda en extensión a nivel mundial.
3. Las Iglesias de Cristo o "Discípulos de Cristo" (hay una gran variedad de Iglesias pentecostales que llevan este nombre).
4. Las Iglesias Pentecostales de Santidad: hay varias (La Iglesia Metodista Pentecostal, la Iglesia Nazarena, la Iglesia Wesleyana)
5. Las Iglesias Pentecostales del Evangelio Cuadrangular.
6. Una amplia gama de Iglesias Pentecostales independientes locales o nacionales, surgidas por la labor misionera de líderes carismáticos locales o nacionales, independientes de las denominaciones anteriores.
Las Iglesias de la Renovación Pentecostal: la segunda generación de Iglesias Pentecostales, surgidas a mediados de los años '70, como movimientos de renovación carísmática dentro de las denominaciones pentecostales clásicas, con hondas repercusiones en las grandes denominaciones protestantes (luteranos, presbiterianos y metodistas) y en la misma Iglesia Católica (el movimiento carismático católico). En cada país hay una gran diversidad de este tipo de Iglesias Pentecostales más recientes o jóvenes. NOTA IMPORTANTE: todas estas denominaciones, tanto las anabautistas como las pentecostales, tienen en común la herencia fundamental de la Reforma Protestante, con sus énfasis distintivos, que son las señas de identidad propiamente "evangélicas": tales énfasis, como es bien sabido, son: la Centralidad de Jesucristo (SOLO CRISTO), la Autoridad Suprema de la Biblia (SOLO ESCRITURA), la Justificación por la Fe (SOLA FE), la Salvación por la Gracia (SOLO GRACIA) y el Sacerdocio Universal de los Creyentes (Todos, varones y mujeres, somos sacerdotes). La nota disferenciadora entre los grupos no-Pentecostales (luteranos, reformados y anabautistas) y los Pentecostales, tanto los clásicos como los renovados, es la doctrina en estos últimos de la experiencia del llamado "Bautismo del Espíritu Santo", entendido como una experiencia posterior al bautismo en agua, y que se manifiesta en experiencias particulares de los dones carismáticos (hablar en lenguas extrañas, dones de sanidad, de profecías, o de amor carismático, etc). En general, las denominaciones Pentecostales, aparte de las diferencias de sistemas administrativos de gobierno (congregacionales o episcopales, o mezcla de ambos) se organizan según los énfasis particulares de uno u otro de estos dones; algunos privilegian a los dones de lenguas, otros a los de sanidad, y otros los de profecía, etc.; hay otros matices).
Pero, y aquí nos aproximamos al tema específico, en los últimos 15 años se ha producido lo que se conoce como: La Tercera Ola del Espíritu Santo. Es un movimiento surgido entre algunos tele-evangelistas sanadores norteamericanos y que se he expandido, como era de esperar, hacia América Latina (no todos los teleevangelistas son sanadores, tal es el caso del Dr. Billy Graham, el predicador evangélico bautista más conocido en el mundo, y que ha basado toda su labor en campañas de predicación sin referencias a milagros de sanidad, etc). Muchos de estos teleevangelistas sanadores proceden de alguna de las grandes denominaciones pentecostales, especialmente de las Asambleas de Dios, de las que se han separado para crear los llamados "Ministerios" independientes, cuyo centro de acción ya no son las Iglesias sino las grandes cadenas de TV. Tales Ministerios para-eclesiásticos llegan a tener un imenso poder económico, lo que les permite expandirse rápidamente en todas partes. Esta tercera ola del pentecostalismo conserva, como era de esperar, algunos de los énfasis centrales del protestantismo en general y del pentecostalismo en particular (el bautismo del Espíritu Santo), pero han sobre dimensionado esta experiencia de modo que prácticamente ya no se puede hablar de SOLO CRISTO o de SOLA ESCRITURA como normativas, sino en una doctrina del Espíritu Santo que en la práctica equivale a un nuevo centro: SOLO ESPÍRITU.
Y es aquí en donde estos movimientos que podemos llamar "neo-pentecostales" se distancian tanto de las denominaciones protestantes como de las denominaciones pentecostales (clásicas y renovadas). La experiencia del Espíritu Santo viene entonces a sustituir a la centralidad de la Escritura y la experiencia de salvación en Jesucristo. Y entonces cualquier enseñanza o doctrina se sustentará sobre la base de una nueva revelación dada por el "Espíritu Santo" a cada predicador.
De esta forma han surgido una serie de "doctrinas" sobre la Fe ( la llamada Super Fe enseña que Dios es Fe, y que si uno tiene esa Fe entonces puede hacer cualquier cosa, porque la Super Fe es todopoderosa, y no hay límites para esa FE Superpoderosa), sobre la independencia del Espíritu Santo en relación con la Trinidad y de la Escritura (se llama al Espíritu Santo "El Dios no-conocido"). Dentro de estas tendencias de la Super Fe se han producido, por lo menos, tres corrientes muy populares, y que han ganado adeptos extraidos de casi todas las denominaciones pentecostales clásicas. Estas tres corrientes o movimientos son:
1. El movimiento de la "Risa Santa" o del "Super Gozo", que enseña que el don del Espíritu Santo es el super gozo, la risa. Esto tiene ramificaciones en muchos movimientos de la llamada "Renovación de la Alabanza y la Adoración" (centrada en la música, grandes conciertos al estilo de los grandes rokeros). Esta corriente en sí no ha producido más que nuevas formas de liturgias basadas en la música, la danza, etc, Se podría decir que no es en sí misma dañina. De más está decir que los jóvenes de todas las denominaciones pentecostales y no pentecostales han sido impactados por estos nuevos estilos musicales.
2. El movimiento de la llamada "Guerra Espiritual": aquí si entramos en una dimensión peligrosa, porque en este movimiento se borran los límites entre lo que es propiamente bíblico y lo que pertenece a esa antiquísima corriente de demonología propia de las grandes civilizaciones del medio oriente. En la "Guerra Espiritual" dominan los demonios por todas partes y el mundo de los espíritus se pasea sin respetar iglesias, familias, sociedade, etc. No es difícil percibir que esta corriente actúa en los bordes mismos del espiritismo tradicional, incorporando muchas de sus prácticas y creencias al ambiente religioso evangélico, especialmente dentro de los grupos pentecostales libres o independientes.
3. El movimiento de la llamada "Teología de la prosperidad": hija inevitable del sistema económico norteamericano, en donde nacen los tele-evangelistas. El dinero no podía quedar fuera. La riqueza es el signo visible del poder de Dios y de sus bendiciones. La pobreza es signo de la esclavitud al demonio (guerra espiritual) y para demostrar que somos salvos hay que poseer bienes materiales. Los paíse ricos son los bendecidos por Dios, los pobres del Tercer mundo están esclavizados por el demonio, etc. No es difícil percibir las trampas de esta ideología. Este es un fenómeno que está en pleno desarrollo y habría que estudiar los posibles efectos que está produciendo entre los pentecostales, porque, no hay que olvidar, que la inmensa mayoría de los pentecostales latinoamericanos procede de los sectores marginales de la sociedad, de los barrios pobres, de la fabelas.
Ahora se les está predicando que la pobreza es señal de esclavitud al diablo y que si quieren liberarse del diablo tienen que ser ricos, pero no por el trabajo, sino por las inversiones en el reino de Dios. Si invertimos en el reino de Dios (léase grupo X,Y o Z) entonces Dios nos devolverá mil veces tanto lo que le damos.
Esto, como se comprende, se presta para cualquier operación fraudulenta, como ha ocurrido con algunos de los tele-evangelistas del famoso Club PTL en los Estados Unidos.
Aquí es donde entran los grupos como la llamada Iglesia Universal del Reino de Dios. Lo que parecía una pregunta tan sencilla, como responder si dicho grupo era o no una "iglesia evangélica", resulta en un fenómeno social y religioso realmente complejo y que merece un estudio bien serio, más allá del mero enfoque apologético o dentro de la llamada "lucha contra las sectas"; porque tiene dimensiones no solo personales sino sociales, sobre todo en el pueblo pobre de América Latina.
En mi opinión, uno puede responder que la Iglesia Universal del Reino de Dios, y semejantes, obviamente no es una Iglesia Evangélica en el sentido de la tradición reformada (luterano-calvinista-anabautista), aunque tenga elementos básicos de estas tradiciones, propias de cualquier grupo religioso que haya roto con la tradición cultural católica.
Tampoco es una Iglesia Evangélica en el sentido de las denominaciones pentecostales clásicas ni renovadas, de la primera y segunda generación, aunque conserven prácticas propias de todo grupo pentecostal, especialmente la sensibilidad hacia los temas relacionados con el Espíritu Santo o lo sobrenatural.
Me parece que la respuesta está en las corrientes que hemos llamado "La Tercera Ola del Espíritu", como una forma particular de asimilación social y cultural en los sectores más pobres de América Latina de doctrinas o categorías religiosas generadas en la sociedad opulenta de los Estados Unidos, especialmente expresada en la búsqueda de prosperidad material, unida con prácticas totalmente ajenas al mundo evangélico pero propias del pueblo latinoamericano, especialmente el más pobre.
No deja de ser interesante que haya sido el Brasil el país en donde han surgido tales grupos como La Iglesia Universal, la Iglesia de la Oración Fuerte al Espíritu Santo, etc., caracterizados por el afán de riquezas y de poder. Para ellos esto no es más que una manera de luchar contra la esclavitud del demonio de la pobreza. Así es posible explicar el surgimiento de estos grupos, sus manifestaciones y búsqueda desorbitada de riqueza y de poder, sus métodos y prácticas espiritistas, sus líderes avarientos de poder, etc.
Tales cosas, sin duda, colocan a la Iglesia Universal del Reino de Dios más cerca de la categoría de una secta que de una Iglesia, con los peligros que esto encierra. Tengo la convicción de que tales grupos son una forma muy particular de un sincretismo religioso propio del neo-pentecostalismo latinoamericano, un trasplante de las doctrinas de la Super Fe de los tele-evangelistas norteamericanos del primer mundo ( demonología y prosperidad, etc) en medio de las categorías religiosas propias generadas por los pentecostales más pobres de América Latina, en una sociedad como la brasileña, en la que la desmesura de la irracionalidad es por todos conocida.
Esto quizás explicaría que grandes cantidades de pobres en América Latina están engrosando las filas de tales "Iglesias", porque ellas les prometen una vía expedita para salir de la pobreza. ¿Lo estarán logrando? ¿Lo lograrán? Esto es asunto de investigación social. Lo cierto es que tales grupos han ido más allá de una simple "opción preferencial por los pobres", pero al costo de una profunda deformación del Evangelio de Cristo, tal como lo predicamos desde la perspectiva de la Reforma del siglo XVI.