¡Huyen...sin que nadie los persiga! (Prov.28:1)
Ante el anunciado éxodo de algunos radicales evangélicos de los Foros Cristianos de discusión, he creído conveniente insertar aquí el mensaje que esta mañana introduje en el Foro del Reino de Dios, por si sirviera ésto para detener a quienes con tal actitud comprometen su testimonio y arriesgan un debilitamiento de su fe:
" Aunque tu comentario es válido en un aspecto general (en el párrafo conque inicias tu primer mensaje), no lo es tanto en el particular, pues no está en mi ánimo buscar entre los foristas contrincantes, sino hermanos más experimentados o mejor instruídos que yo, que en el fragor del debate me obliguen a estudios más prolijos y a una reflexión más profunda. Como no soy el único que no pretende traer abajo a la otra parte, sino examinar su posición a fin de que juntos progresemos en el conocimiento de la verdad, es por lo que creo que los Foros Cristianos nos brindan una inmejorable oportunidad en tal sentido. Por lo que escribes, es obvio que tú tienes tal visión. Lamentablemente, no todos los que ingresan a los Foros lo hacen con la misma disposición. Hay quienes son sabios en su propia opinión (Prov. 3:7; Rom.12:16), y así no soportan que a poco de comenzar un debate un desconocido les dé vuelta sus argumentos derrumbando su "imbatible posición". Si realmente "Cada uno debe estar plenamente convencido de su propia opinión" (Rom.14:5 N.V.I.) estudiaría más y mejor para afirmarse en la Escritura, pero como no suelen estar seguros de nada, entonces se fastidian y se vuelven contra quien les muestra la falla de su posición. Se dice que los odios religiosos son los peores, y me temo que nacen de esa obsesión por enseñar al otro sin aprender nada de él.
En cuanto a su idea de que cuando los evangélicos nos hayamos puesto de acuerdo pasemos a atender a los católicos, todos sabemos que es irrealizable. No es necesario postergar el diálogo con éstos hasta que acordemos entre nosotros. Pero el ejercicio del debate entre evangélicos puede ayudarnos a que ejercitemos la paciencia en nuestras polémicas con los católicos. Quizá hasta sería un ejercicio saludable el que mientras dirimimos nuestras controversias entre evangélicos en un tópico, simultáneamente estemos hombro a hombro bregando contra los católicos bajo otro epígrafe.
En cuanto a la falta de conocimiento que tú señalas entre los evangélicos, creo que el problema se produce por una realidad que me consta, a lo menos por lo que es evidente en mi país. El conocimiento relativo de los evangélicos (en general) es mayor al de los católicos (en general), hablando, claro está, a nivel popular. Es frecuente y normal hallar a un cristiano evangélico cualquiera discutiendo con ventaja con varios católicos que saben menos de su propia fe que el evangélico con quien discuten. Esto ocasiona que el evangélico pueda infatuarse de ese conocimiento relativo que le permite imponerse con solvencia en numerosas ocasiones. Cuando ingresa a Internet y debuta en un Foro Cristiano, cree que como Sansón repetirá su paliza sobre los filisteos. Pero ahora se encuentra conque el conocimiento real de los apologistas católicos supera ampliamente su propio conocimiento real, que recién ahora se muestra como escaso e insuficiente. Perdido por perdido, se apela entonces a la agresión o se pide a gritos una cueva donde esconderse de los "apologistas romanistas". Normalmente esta situación no desemboca en conversiones de evangélicos al catolicismo, pero los vuelve tan radicales e intolerantes que los hace anticatólicos.
Recordemos la exhortación del apóstol (1P.3:15): "estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros". Si no estamos preparados debemos preparnos, y si no queremos hacerlo no es una actitud sabia la de recluirnos en un ghetto evangélico como si fuese un "bunker" a prueba de los misiles romanos. Esa actitud derrotista que últimamente está siendo presa de unos cuantos evangélicos, me temo que termine en el naufragio en la fe de no pocos.
La anunciada deserción de los radicales evangélicos de los Foros Cristianos (por la permanencia activa de los católicos) es una conducta suicida en lo que hace a la fe, y traiciona nuestra heroica tradición protestante de contender ardientemente por la fe. Lamentablemente, no podemos evitar que se salgan con la "suya", pues con eso están contrariando la voluntad del Señor, desprestigiando al Evangelio, y llevando a la ruina espiritual sus propias almas.
Dios tenga misericordia y ojalá se detengan en tal locura".
(Reproducido del Foro del Reino de Dios con fecha de hoy)
Vuestro en Cristo,
Ricardo.
Ante el anunciado éxodo de algunos radicales evangélicos de los Foros Cristianos de discusión, he creído conveniente insertar aquí el mensaje que esta mañana introduje en el Foro del Reino de Dios, por si sirviera ésto para detener a quienes con tal actitud comprometen su testimonio y arriesgan un debilitamiento de su fe:
" Aunque tu comentario es válido en un aspecto general (en el párrafo conque inicias tu primer mensaje), no lo es tanto en el particular, pues no está en mi ánimo buscar entre los foristas contrincantes, sino hermanos más experimentados o mejor instruídos que yo, que en el fragor del debate me obliguen a estudios más prolijos y a una reflexión más profunda. Como no soy el único que no pretende traer abajo a la otra parte, sino examinar su posición a fin de que juntos progresemos en el conocimiento de la verdad, es por lo que creo que los Foros Cristianos nos brindan una inmejorable oportunidad en tal sentido. Por lo que escribes, es obvio que tú tienes tal visión. Lamentablemente, no todos los que ingresan a los Foros lo hacen con la misma disposición. Hay quienes son sabios en su propia opinión (Prov. 3:7; Rom.12:16), y así no soportan que a poco de comenzar un debate un desconocido les dé vuelta sus argumentos derrumbando su "imbatible posición". Si realmente "Cada uno debe estar plenamente convencido de su propia opinión" (Rom.14:5 N.V.I.) estudiaría más y mejor para afirmarse en la Escritura, pero como no suelen estar seguros de nada, entonces se fastidian y se vuelven contra quien les muestra la falla de su posición. Se dice que los odios religiosos son los peores, y me temo que nacen de esa obsesión por enseñar al otro sin aprender nada de él.
En cuanto a su idea de que cuando los evangélicos nos hayamos puesto de acuerdo pasemos a atender a los católicos, todos sabemos que es irrealizable. No es necesario postergar el diálogo con éstos hasta que acordemos entre nosotros. Pero el ejercicio del debate entre evangélicos puede ayudarnos a que ejercitemos la paciencia en nuestras polémicas con los católicos. Quizá hasta sería un ejercicio saludable el que mientras dirimimos nuestras controversias entre evangélicos en un tópico, simultáneamente estemos hombro a hombro bregando contra los católicos bajo otro epígrafe.
En cuanto a la falta de conocimiento que tú señalas entre los evangélicos, creo que el problema se produce por una realidad que me consta, a lo menos por lo que es evidente en mi país. El conocimiento relativo de los evangélicos (en general) es mayor al de los católicos (en general), hablando, claro está, a nivel popular. Es frecuente y normal hallar a un cristiano evangélico cualquiera discutiendo con ventaja con varios católicos que saben menos de su propia fe que el evangélico con quien discuten. Esto ocasiona que el evangélico pueda infatuarse de ese conocimiento relativo que le permite imponerse con solvencia en numerosas ocasiones. Cuando ingresa a Internet y debuta en un Foro Cristiano, cree que como Sansón repetirá su paliza sobre los filisteos. Pero ahora se encuentra conque el conocimiento real de los apologistas católicos supera ampliamente su propio conocimiento real, que recién ahora se muestra como escaso e insuficiente. Perdido por perdido, se apela entonces a la agresión o se pide a gritos una cueva donde esconderse de los "apologistas romanistas". Normalmente esta situación no desemboca en conversiones de evangélicos al catolicismo, pero los vuelve tan radicales e intolerantes que los hace anticatólicos.
Recordemos la exhortación del apóstol (1P.3:15): "estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros". Si no estamos preparados debemos preparnos, y si no queremos hacerlo no es una actitud sabia la de recluirnos en un ghetto evangélico como si fuese un "bunker" a prueba de los misiles romanos. Esa actitud derrotista que últimamente está siendo presa de unos cuantos evangélicos, me temo que termine en el naufragio en la fe de no pocos.
La anunciada deserción de los radicales evangélicos de los Foros Cristianos (por la permanencia activa de los católicos) es una conducta suicida en lo que hace a la fe, y traiciona nuestra heroica tradición protestante de contender ardientemente por la fe. Lamentablemente, no podemos evitar que se salgan con la "suya", pues con eso están contrariando la voluntad del Señor, desprestigiando al Evangelio, y llevando a la ruina espiritual sus propias almas.
Dios tenga misericordia y ojalá se detengan en tal locura".
(Reproducido del Foro del Reino de Dios con fecha de hoy)
Vuestro en Cristo,
Ricardo.