Estimada Oriana, como ya han expresado algunos aqui, lo único imperdonable son los que atentan contra el Espíritu Santo. No sé a qué credo perteneces, sin embargo, en la Iglesia Católica, los pecados que atentan contra el Espíritu Santo son los denominados "pecados papales", los mismos no son pecados cometidos por el Papa, sino, son reservados de perdón Papal (hay que ir a confesarse con el Papa, o bien, con un misionero de la misericordia). Estos pecados son pecados de gravedad como ser: robar las hostias consagradas, negar el Espíritu Santo en un sacerdote, entre otros.
Viendo tu desconsuelo, creo que necesitas de palabras que te consuelen un poco.
Algunas veces pensamos que cometemos un pecado, sin haberlo cometido, y otras veces cometemos pecado pensando que eso no es pecado. San Pablo también tenía este conflicto, sabés? en 1era de Corintios capítulo 13 podrás ver qué sentía él, vemos sólo un reflejo, sólo decimos verdades parciales, y al ser niños, pensamos como niños. Un niño, no sabe bien que es lo bueno y lo malo en si. Sólo debemos apelar a las virtudes de caridad, paciencia, justicia, etc., y hacerlas parte de nuestra vida para tener un buen obrar como norma de la misma. (Romanos 7, también podés leer). Sólo debemos obrar conforme a lo que a Cristo le agrada, pues somos salvos por la gracia de Cristo (Efesios 1 dice en otras palabras este concepto).
También puedo recomendarte la lectura del libro de Tobías, que si sos una hermana separada, y usas la Biblia Reina Valera, entonces no lo podrás encontrar, pero podés buscar este libro en Internet. Tendrás que tener presente que hasta 1826 todas las Biblias poseían 73 libros, y recién por estos años entre 1826-1833 se comenzaron a editar biblias sin los 7 libros del Antiguo Testamento. La Reina Valera original del 1550 aprox confeccionada por Cipriano de Valera poseía los 73 libros. Más allá de esta aclaración, que será para tu búsqueda de la verdad particular, en este libro el Ángel Rafael le dice a Tobit y a Tobías que la limosna vale más que la oración y el ayuno. Es decir, el buen obrar (conforme a lo que a Dios le agrada) vale más que los sacrificios.
Podemos ver este mismo concepto del propio Jesús:
Mar 12:28 Acercóse uno de los escribas que les había oído y, viendo que les había respondido muy bien, le preguntó: «¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?»
Mar 12:29 Jesús le contestó: «El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor,
Mar 12:30 y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
Mar 12:31 El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos.»
Mar 12:32 Le dijo el escriba: «Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que El es único y que no hay otro fuera de El,
Mar 12:33 y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.»
Es decir, la Fe sin obras, es una fe muerta (Stg 2:26 Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.)
Debes buscar que es lo que le agrada a Dios, y comportarte con sinceridad agradándole en lo máximo que puedas en cada acción que hagas. Quizás alguna vez caigas, todos podemos caer. Lo importante, es volverse a levantar. Para esto, está el sacramento de la confesión, para olvidar las penas que agobian tu corazón, pues si Dios mismo te perdona cuando te confiesas con sinceridad, tendrás que también perdonarte a vos misma.
Debes buscar cómo es la confesión que le agrada a Dios en tu corazón, para sentir que esa confesión es efectiva.
Para esto, deberás tener presente que Cristo les impuso las manos a los apóstoles y les dio la potestad de perdonar los pecados. Debe haber una iglesia que perduró 2000 años y que hubo imposición de manos a sus sucesores. Busca cual iglesia es, si es la misma iglesia que la mia, mis felicitaciones.