A ver.Igual con luz apagada en tu mazeta hay lujuria si no no hay fiesta
El pecador ama el pecado.
Ama la lujuria.
No ama a su mujer sino al sexo, ya sea que lo practique con ella o con cualquier otra.
Está detrás del placer y nada le importa mas.
Su deleite está en satisfacer su carne.
El religioso es un pecador con culpa.
Y como es un pecador sigue amando el pecado pero con culpa porque incorpora a "dios" en la ecuación.
También ama la lujuria pero se reprime lo mas que puede y se vuelve una super bomba de tiempo.
Se vuelve arisco y cínico, porque el diablo lo excita a hacer lo malo, pero cuando lo hace, lo acusa haciéndose pasar por Dios.
Pero el "dios" del religioso no es otro que satanás.
Su deleite también esta en satisfacer su carne pero vive una vida completamente esquizofrénica porque el mismo se juzga y no acepta lo que aprueba.
El redimido no ama el pecado sino que lo aborrece.
No ama la lujuria sino que sabe que la lujuria lo destruye.
Ama a su mujer y no el practicar lujuria con ella.
No quiere ver la desnudez de nadie mas que la de ella, porque entiende de verdad, que es lo correcto.
Encuentra un sentido que antes no tenía y lo persigue con interés verdadero.
Ama la ley y lo correcto.
Y ya no quiere ser el vivo de la película.
Sus ojos han sido abiertos en el buen sentido.
No es fiestero, ni rebelde.
Para concluir... si te gusta el pecado pues peca sin culpa.
Nada va a cambiar.
Para que vivir un infierno acá y mas tarde otro mas allá.
Pero si querés conocer algo mejor podrías escuchar el evangelio y ver si te interesa lo que Jesús te propone.