Hermanos desaparecidos

Tomas1

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24 Julio 2001
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Estimados hermanos en Cristo,

Durante mi vida como miembro de iglesias cristiano-evangélicas he sido testigo de numerosas “deserciones”. A lo largo de muchos años he conocido hermanos sumamente entregados que incluso participaban activamente en la comunidad y que después se evaporaron.
Entiendo que en algunos casos podría tratarse de personas que simpatizaron por un tiempo con nosotros pero no entendieron o no quisieron entregarse de veras a Cristo. Sin embargo también conozco verdaderos creyentes que por problemas concretos se alejaron de las comunidades siendo verdaderos nacidos de nuevo. A muchos de ellos les resulta ya imposible soportar la rutina eclesial, que se da en muchas comunidades, de culto predefinido que mata cualquier atisbo de sincera comunión (confieso que yo tampoco soy capaz ya de resignarme).

En nuestras comunidades nos esforzamos por realizar campañas de evangelización con el fin de ganar más almas para Cristo. En cambio mientras unos entran por la puerta grande otros marchan por la de atrás sin que a nadie parezca importarle o simplemente son recordados como “bichos raros”.
He visto verdadera pasividad en muchos pastores ante este hecho. Muchos de ellos alegan: “no entendieron nada”… Sin embargo cuando se escarba acaban apareciendo situaciones de conflicto en las que los mismos pastores estaban implicados. Así que… se fueron o los echaron… o quizás entendieron que la comunidad a la que pertenecían nada tenía que ver con la Iglesia de Jesucristo.

Es para mi un motivo de verdadera preocupación que verdaderos hermanos vaguen por ahí sin el calor de los suyos.

¿Qué ocurre con estos hermanos? ¿Son ovejas descarriadas como las que describe Jesús en Mateo 18:12? ¿Son las comunidades gobernadas por pastores autoritarios e “infalibles” las descarriadas?

Espero vuestras aportaciones.

Que Dios nos ilumine para conocer su voluntad más allá de la nuestra.

Paz a todos.
 
Estimado Tomás:
Yo fuí una de esas ovejas descarriadas, durante quince años; pero un día volví y a la misma congregación; las que son ovejas verdaderas del rebaño, nadie las arrebatará de la mano del Pastor.(Yo soy una prueba de ello).

Si ha habido algún malentendido con el pastor o anciano, y eso ha sido el motivo del alejamiento, bien está que marchen de esa congregación, pero vayan a otra donde se encuentren más "comodos".
El verdadero problema está cuando la relación va mal , no con algun miembro de la iglesia, sino con el Señor de la iglesia. Cuando lo que se ha perdido no es la comunión con el hermano, sino la comunión con Dios; entonces ya no hay nada que hacer.

También soy de la opinión, que muchos son miembros nominales, que nunca entregaron realmente su vida a Cristo; sino que solo buscaban cubrir su necesidad de "religión".

Dios te bendiga grandemente.

Maripaz
 
Hermano TOMAS: Lo que dices que para tí es un motivo de preocupación, a mí me viene preocupando desde hace más de 40 años. Es increíble que estando tú en España y yo en Uruguay, las situaciones que tú describes sean un calco de lo que aquí también experimentamos.
Mi primera experiencia data del año 1958, en que visitando una antigua asamblea de hermanos del interior de mi país, la membresía de la misma era de unos 50 miembros, pero seguían viviendo en la misma ciudad otros 100 que por razones varias no se congregaban. Durante los 9 días que estuvimos visitanto esa localidad, además de las reuniones que teníamos todas las noches en el Local, más los repartos de folletos y predicaciones al aire libre, parte de la mañana y la tarde la usábamos para visitar y animar a los hermanos que no se estaban congregando. Los ancianos de la iglesia no mostraron buena cara a nuestra iniciativa, pero les quedaba peor disuadirnos. Mi inicial sorpresa a tal actitud quedó aclarada no bien comenzamos a visitar a los hermanos en sus casas. ¡Con razón los ancianos no veían bien nuestro emprendimiento! Porque no solamente nos enteramos de casos de disciplinas injustas y arbitrarias por las que algunos fueron excomulgados o expulsados de la iglesia, sino que aún en aquellos casos en que tuvimos éxito al lograr que otros volvieran a asistir a las reuniones, el regreso de los tales, lejos de alegrar a los ancianos -como en mi juvenil ingenuidad esperaba- les causó evidente disgusto. Hasta ese momento yo suponía que todos los hermanos que no se congregaban, era porque se habían enfriado, o que se habían ido al mundo, o naufragado en la fe, o que habían pecado con tal escándolo para el testimonio cristiano que habían sido disciplinados con la excomunión de la iglesia. Pero he aquí que con estos hermanos y hermanas podíamos orar y cantar himnos al Señor, nos pedían que les leyésemos porciones de las Escrituras, nos pedían tratados evangélicos para repartir entre sus conocidos, y en todo manifestaban que su corazón ardía para el Señor y en amor a las almas perdidas.
Y ahora un punto sorprendente: Aquellos hermanos que fueron apartados de la comunión por causa de pecados escandalosos y groseros, durante un tiempo fueron visitados por los ancianos que con toda paciencia buscaban los frutos de arrepentimiento para proceder a su restauración a la comunión de la iglesia. Pero aquellos que se fueron por la misma inconducta de los ancianos, o porque sus reclamos a la justicia y santidad en la congregación eran desoídos, o porque sucumbieron a las críticas, directas e indirectas conque desde el púlpito eran practicamente invitados a retirarse de la asamblea, estos otros, que no tenían pecados que afearan su testimonio ¡nunca fueron visitados!
O sea, no había mayor inconveniente en tratar a los pecadores declarados y procurar su restauración; pero en cuanto a los otros, su misma falta de delitos y manifiesta fidelidad al Señor y a la sana doctrina, los hacía tan peligrosos como temibles.
Si todo ésto no es un claro síntoma de apostasía, ¿qué cosa es?
Siempre ha habido algún ligero predominio de mayor conocimiento bíblico por parte de los pastores que de las ovejas más aventajadas, así que no es de extrañar que normalmente los hermanos sencillos nunca se pusieran firmes y resistieran, sino que cuando su sensibilidad era lastimada a grados ya insoportables, se optaba por dejar de venir.
Así que ahora solía citarse un versículo favorito que explicaba tal deserción: "Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros"(1Jn.2:19)
Así que entonces se originó una tradición entre las iglesias: "Los malos son los que se van, los buenos somos los que vamos quedando".
En fin, creo que Ezequiel 34 es un capítulo que describe en forma pormenorizada el descuido y olvido en que tantos pastores incurren con las ovejas que vagan perdidas en el desierto de este mundo. Nunca oí a ningún expositor bíblico enseñar sobre ese capítulo. Por supuesto que existen pastores honestos y vocacionales que podrían hacerlo, pero también existen sus colegas profesionales y directores de Misión que no verían con buenos ojos tal autocrítica de sus propios ministros.
Los Foros Cristianos de discusión constituyen hoy día el medio ideal para que los pastores y ovejas de la manada puedan dialogar en un clima fraternal ante sus biblias abiertas.
Y ahora hermano TOMAS, quiero escucharte a tí, y también a otros.
El Señor les bendiga.
Ricardo.
 
Paz amados/as !

Excelente el tema Tomas...te me adelantaste un poco ya que estoy haciendo un épigrafe bastante parecido para el foro "las señales de APOSTASIA en la Iglesia".

Tambien para Ricardo mis respetos por todo los que nos presenta....Dios nos ayude a ser diferentes.

El ver desaparecer a cantidades de hermanos y hermanas en la Fe es una cosa pero el que no REACCIONEMOS y perdamos el contacto y a todos "los echemos en el saco del olvido"....con el argumento de que "no estaban firmes" etc,etc es ir muy lejos con nuestra indifirencia y nuestra falta de amor.

Al igual que ustedes considero que ésta situaciòn es mas que alarmadora es APOSTATA ...pero no por eso COMUN en las IGLESIAS.

El peregrino
 
Queridos hermanos esto me preocupa a mi tambien lo mismo nos ocurre en nuestra iglesia, eso de que amamos a Dios y al progimo creo que es una reverenta mentira y un autoengaño y algun dia el Juez del universo nos pedira cuentas de nuestro hermano, que Dios nos bendiga y aumente el amor.
ATT:JACK

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JACK777
 
Estimado Tomas

Escelente tema, querido hermano, pero en caso de que autenticos hermanos se vallan por culpa de un pastor o de quien sea, ya el Señor tomará su debida cuenta.

Lo peor de todo, es que se "aparten" personas, (Pequeños)que nunca aceptaron a Cristo, como su Salvador, esto es a mi juicio, lo mas grave y estoy por seguro de que las personas por las cuales haya venido el tropiezo, (si es que así lo ha sido), no escaparán del temible juicio de Dios.

Una cosa lamentable, es que un hermano, se aparte, aunque no pierda su salvacion y otra muy distinta y "MAS TERRIBLE", es que hagamos tropezar a alguno-a y se aparte definitivamente del Señor.
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"Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar.
¡Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo" (Mateo 18:6-7)

El Señor te bendiga hermano

Toni

Pta. Veo que eres de Barcelona igual que yo, mandame tu telefono via email a la dirección:
[email protected]
Pues me gustaría conocerte pèrsonalmente
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Tomás, un excelente tema y no creo que Ricardo debiera sorprenderse, porque creo que es algo que ocurre en todo lado.
A mi forma de entender el asunto, hay dos partes del problema (o tal vez puedan verse como tres).
1. La gente se va porque tiene un corazón duro, sus ojos están puestos en los hombres y no en Dios. Se van por su propia decisión y no son empujados a eso por nadie más que por ellos mismos.
2. Las autoridades de la congregación cometen errores (o están endurecidos también) y hacen cosas como las que nos relató Ricardo. Ellos "echan" a la gente de sus congregaciones.
3. Y creo que esto es también culpa de los líderes, por eso podría ser incluido en 2., es que "alguien" nos metió la mentira de que lo que tenemos que hacer es que la gente se convierta y ya. La "gran comisión" consiste en HACER DISCÍPULOS, no convertidos. La conversión es solamente el primer paso, pero la idea general es que es el "fin del trabajo". Y creo que en este error hemos caido todos. El discipulado es un asunto de toda la vida, no consiste en dar diez clasecitas sobre oración, diezmo, vida devocional, etc. Debemos ser responsables (y creo que lo somos delante de Dios), por las vidas de aquellos que "llevamos a los pies de Cristo". Yo pregunto, ¿dónde están aquellos que llevaron a los que salen de la iglesia cuando van saliendo?
 
Amado en Cristo, el tema de las deserciones es un asunto de siempre en la vida de la iglesia del Senor, aunque mas bien de las comunidades o congregaciones; empero del mismo cuerpo de Cristo yo diria que son raros los que habiendo conocido del amor de Dios, renuncien a el para abandonarse al mundo o irse a otros grupos religiosos o espiritualistas.
La Palabra no vuelve vacia, siempre esta martillando en el cerebro y el corazon de los cristianos. De modo que es dificil que alguien renuncie a los caminos del Senor.
El problema en cuestion es que las congregaciones no actuan como modificadoras de su entorno social, en amor, fe caridad, valores, civismo, urbanidad. No es mucho lo que realmente dan como ofertadoras de la palabra aplicada a las vidas; lo que ofrecen es excelente teoria biblica.
No dan oportunidades a sus miembros a desarrollarse, a crecer espiritualmente trabajando o ejerciendo ministerios; porque no estan creadas esas oportunidades, y porque las tareas relevantes estan concentradas en el pastor o sus allegados. Que significa esto ?. Significa que usted pasara su vida en calidad de dirigido, de servidor de tercer orden, aun cuando Dios le haya otorgado dones para que los ponga en practica en su comunidad. Mejor dicho, no hay oportunidades. La gente se aburre y busca otra comunidad o anda deambulando como persona sin rumbo de congregacion en congregacion.
Por otro lado, la funcion pastoral, es un asunto realmente de diagnostico muy critico; ya en Jeremias 23:4; Ezequiel 34:23; Isaias 40:11; Jn 10:2: Efesios 4:11; 1Pe 2:25; He 13:17) nos hablan de la conducta y la funcion pastoral.
Como alguien ya senalo anteriormente, los pastores han convertido su ministerio en una profesion lucrativa; y nadie les puede decir nada porque lo echan de la congregacion; lo embarran y desprestigian.
El pastor usa la Biblia para justificar que el debe administrar las finanzas, las compras, y toda clase de recursos en la iglesia; de que el es la autoridad maxima, elegida por el mismo porque se lo revelo Dios.
La Asamblea no tiene voz ni voto en las decisiones administrativas, y hay casos de iglesias que tienen un administrador, pero este, esta sometido a la autoridad del pastor.
El pastor esta por encima del Directorio, Presbiterio, Concilio, Consejo de Ancianos, o como le llamen. El es el presidente, o sea, es juez y parte de los asuntos juzgados. Eso es lo mas absurdo, el colmo del pecado pastoral,el autoritarismo, la verticalidad, sin dar cuenta de sus decisiones a la congregacion. Es la Asamblea la que debe elegir al pastor, y no por tiempo vitalicio, sino cada cinco anos tal vez.
Los hermanos que detectan estas anomalias, obviamente se van, pero no porque tengan demonio como argumentan algunos pastores; senci;llamente, no quieren ser tropezadero de nadie, ni complices del pecado pastoral.
los pastores tienen que ser formados en el ministerio, tener licencia, ser ordenados, elegidos por voto, supervisados, ministrados.
Quien ensena a quien ?, si un pastor no es ministrado que podria el ministrar entonces ?.
Mi opinion es que los pastores deberian tener sus trabajos laicos, como hacia Pablo para sobrevivir. Y llevar ministerio complementariamente, tener edad apropiada, ser casados y con familia preferencialmente.
Observen que un pastor nunca dice a donde van sus ofrendas o diezmos,
o que % de los fondos van a caridad social de la comunidad, o cuanto gana y cuanto coge para sus extras.
Sin embargo, el esta hablandonos de la Biblia cada Domingo desde el pulpito, diciendonos que necesita dinero, siempre hablando del dinero.
Honestamente, en toda mi vida de cristiano, y desde que aprendi la Biblia, jamas, he conocido un pastor probo, integro, virtuoso, nunca hermanos.
Ellos siempre estan aplicando el cuento de no juzgar al projimo; de someterse al pastor, de sujetarse a su voluntad; pero recordemos a Hebreos 13:7 " Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cual haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe ".
Y que significa considerad ?, quiere decir, evaluar, estimar, analizar, su conducta espiritual y ministerial. El pastor no es el dueno de la congregacion, sin apoyo de los miembros nada se hace; el pastor es el guia espiritual, que ve asuntos relativos a doctrina, consejeria, alabanza, ensenanza; pero no es el administrador, ni el presidente, ni ve asuntos materiales, ni administrativos, ni financieros; eso debe estar en manos del Concistorio, Presbiterio, Asamblea, o Consejo de Ancianos.
Creo que este es un tema controversial, y que da realmente para mucho que conversar y opinar, y exponer cada quien sus experiencias en este sentido.
 
Queridos hermanos en Cristo,

Os estoy muy agradecido por la acogida que ha tenido este tema, no porque yo lo haya propuesto, sino porque me preocupa de veras. Este es un tema en el que inevitablemente piensas en personas concretas, que conoces personal y espiritualmente.
Gracias a todos por vuestra sensibilidad. Es necesario que el sentido de IGLESIA traspase los muros de simples locales construidos a base de ladrillos (de imprescindible utilidad, por cierto) y rompa todas las situaciones de orgullo que se puedan crear, ya sea por una parte u otra.
Algunos ejemplos que habéis expuesto (especialmente los hermanos Ricardo y Nautilius) son similares a casos que conozco, similares como dos gotas de agua.

¿Qué nos pasa?

¿Porque algunos hermanos, de repente, se sienten hastiados, cansados e incapaces de pisar una congregación a pesar de que lo desean fervientemente…? ¿Miedo?… Seguramente si, al menos esa es mi opinión. Creo que hay hermanos que no soportarían repetir de nuevo los mismos patrones y los mismos momentos de sufrimiento. Porque abandonar una comunidad (o que te hagan abandonar) siendo un verdadero hijo de Dios, produce un intenso dolor.

Recientemente mi esposa y yo hemos recibido ofertas de otros hermanos para formar pequeños grupos al margen de las comunidades ya establecidas y “episcopales” (perdón por la expresión). Seguramente el desmembrar las iglesias no lleve a ninguna parte y por tanto creo que la solución debemos de buscarla de forma que todos tengamos cabida. Ciertamente la labor de algunos pastores no ayuda e incluso son la piedra de tropiezo para el regreso de muchos (quiero hacer constar que obviamente también hay verdaderos pastores, dotados del don del pastoreo, que son de gran bendición para su comunidad y claro está para nuestro Señor), pero aún así deberíamos luchar por aquello que se nos a mostrado con tanta claridad. Luchar positivamente con amor y oración con el único objetivo de seguir a Cristo, despojándonos de nuestro YO y de “esa” vieja naturaleza que por desgracia todavía colea. Ya se que somos humanos y por tanto imperfectos, pero… ¿Debemos permitir que la “política eclesiástica” se interponga e impida una comunión sincera?. No pretendo adelantar nuestro futuro en la presencia del Padre a este mundo, por tanto sería absurdo pretender hallar aquí la perfección. Pero no me resigno a aceptar que se juzgue a hermanos según la familia a la que pertenecen o peor aún, según su profesión y posición económica. Debemos ser constructivos y fomentar la concordia pero… ¿Debemos callar ante injusticias manifiestas? Si la respuesta es no ¿Cómo denunciar estos hechos sin correr la misma suerte que otros? Conozco un matrimonio profundamente comprometido, actuaban por un genuino amor a Dios y a quienes les rodeaban, llegaron incluso a dejar trabajo y casa por aceptar el reto que otros hermanos les lanzaron pensando que eso era lo que Dios quería. ¿Qué ocurrió? Sencillamente fueron traicionados (se que es un término duro, pero las cosas son como son) y fueron rechazados sin más por esos mismos hermanos sin explicación alguna. Su disgusto fue tal que tuvieron problemas de salud y lógicamente económicos. Ahora no se reúnen (ignoro si tienen contacto esporádico con otros hermanos, les perdí el rastro) y están totalmente calcinados en lo que al “mundo” evangélico se refiere.

Leyendo vuestros mensajes he llegado a la conclusión que nos falta dialogo (no en este foro, ¡Gracias a DIOS!) y capacidad para AMAR como Jesús nos amó. ¡Otra vez el ejemplo de Cristo se revela como la gran solución! Él nos mostró el camino, la luz y la vida… ¿Qué más necesitamos?
Queridísimos hermanos, con Dios a nuestro lado no puedo evitar ser optimista. Vosotros también me habéis animado mucho. Ojalá existiese una comunión tan profunda y sincera en las algunas iglesias como existe en este foro. Estaba pensando que este foro en si es ya una pequeña comunidad de gran bendición y podría ser de gran utilidad para arropar a “hermanos desaparecidos” y animarlos a seguir adelante.

Que Dios os bendiga grandemente.
 
Hermano TONI: Gusto en saludarte y como siempre en leer tus aportes. Si bien comparto lo que le has dicho a Tomas, creo que conviene la ocasión para hacer una acotación en provecho de nosotros todos. Aquí en mi país, siempre que un hermano o hermana abre su boca para soltar una queja sobre el exceso de autoridad o el manejo arbitrario de alguna situación por un "dignatario" de la iglesia (llámese misionero, pastor, anciano, sobreveedor, o como sea), nunca falta otro miembro más piadoso y espiritual que le corrija: -¡Por favor! No diga nada usted, pues Hebreos 13:17 enseña que debemos obedecerles y sujetarnos a ellos, y que ellos tendrán que dar cuenta, así como Romanos 14:12: "cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí", "Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo", verso 10.
Mucho me temo que bastantes hermanos que se retiran desanimados de las iglesias, lo hacen no sólo por las ofensas o desaires que los mandamás les hayan provocado, sino también por la incomprensión de los seudo espirituales. Muchas veces las Escrituras que se citan son mal aplicadas, porque quienes detentan la autoridad las mal usaron para concientizar a la congregación comprometiéndola a una lealtad incondicional. Si un anciano o pastor asume una actitud carnal, suele interpretarse apenas como un momentáneo exceso de autoridad en su celo por la doctrina, la iglesia o la obra de Dios. Si lo mismo hace un miembro común, entonces sí es una reprobable actitud carnal. ¡Esto no puede ser!
No solamente los malos pastores de Ezequiel 34 son causantes del estado de las ovejas esparcidas, sino también las "ovejas engordadas" con su apariencia de piedad. ¿Conoces la antítesis del Salmo 133:1? : "¡Mirad cuán malo y cuán desagradable es el deambular de los hermanos desigualmente por cualquier parte!" ¿Qué podemos hacer? ¡Orar, por supuesto! ¡Pero a Dios orando y con el mazo dando! Por amor a la verdad, debemos siempre hablar la verdad con amor, tanto al hermano más nuevo y sencillo en la iglesia, como a aquellos que parezcan ser las columnas. No debemos fastidiar a los pastores en una guerra santa contra ellos; pero tampoco hemos de ser cómplices del silencio. En definitiva, creo que podemos serles más leales los que nos atrevemos a hacerles una crítica bien intencionada que les haga volver en sí y todavía rescaten su ministerio, que los alcahuetes y zalameros. Al fin y al cabo, ¿de qué nos sirve protestar contra el Papa allí en Roma, cuando ante el Diótrefes que tenemos en nuestra iglesia ni decimos: "esta boca es mía"?
Si alguien no está de acuerdo con lo que digo, ¡seré todo oídos para escucharle!
Dios te bendiga Toni, y a Maripaz también.
Ricardo.
 
Como siempre Ricardo, muy edificante tu aporte. Estoy 100% de acuerdo contigo.
En mi congregación se empezó con un plan de evangelismo y discipulado y algunos empezaron a cuestionarlo, especialmente porque todas las fuerzas de la congregación se concentraron a su alrededor.
Alguna gente quería irse de la iglesia y me consultaron que haría yo. Yo contesté que aunque no estaba totalmente de acuerdo con la forma en que se estaban haciendo las cosas, mientras se pudiera dialogar con los pastores y hacerles observaciones, seguiría ahí.
Finalmente alguna gente se fue, yo me quedé. Y con el paso del tiempo, el programa se fue "afinando" y ha llegado a ser de bendición y todos aprendimos esa forma de "trabajar". Interesantemente, los pastores se fueron "dando cuenta" de los ajustes que había que ir haciendo y se fueron dando. Y todo va muy bien, para la gloria de Dios.
Lo que quiero decir con todo esto es que es importante que se le puedan hacer obsrevaciones a las autoridades, en una actitud sana, y eso no significa para nada rebeldía o algo así.
 
Queridos Hermanos :
De lo hasta aqui expuesto, creo que surge, indubitablemente, que existe un solo responsable de la deserción de los creyentes (ovejas) de una determinada Iglesia y/o Congregación : El Pastor de esa Iglesia y/o Congregación .
Ya sea por hacer o dejar de hacer, por si mismo o por interpósitas personas (lideres, ancianos, maestros, hermanos en general) el responsable de la salida y/o huida forzada o voluntaria es EL PASTOR . Pese a que las causas inmeditas se nos presentan casi como infinitas, el punto nodal de la causa está centrado en el hecho de que el Pastor no ha apasentado o cuidado a sus ovejas para que éstas no abandonen el rebaño (congregación).
Creo, a mi entender, que esto esta claro; lo que no tengo para nada claro es hasta que punto debe considerarse como INDISPENSABLE estar congregado para crecer espiritualmente y ser salvos . En otras palabras :
¿el evangelico "solitario" o "no congregado" tiene menos posibilidades o alternativas de crecimiento espiritual que el evangelico congregado? ;
¿es válido generalizar la idea de que ese "evangélico solitario" se mantiene en esa condición en razón de ser un advenedizo no predispuesto a sujetarse a la autoridad pastoral? ;
Les dejo mis dudas a la espera de que puedan aclarármelas .
Desde ya gracias .
MARANATHA !!!!!!!!!!
 
Estimado gmuller:
Primero quiero decir que no creo que siempre sea el pastor (o los líderes) los culpables de la deserción. Creo que así lo dije en mi aporte.
Es muy importante no ser un "solitario", por varias enseñanzas bíblicas. Podemos mencionar "no dejar de congregarse, como algunos tienen por costumbre"; el plan de Dios es la iglesia, la comunidad de creyentes; el ejercicio de dones y talentos se da en comunidad; los ministerios son "para perfeccionar a los santos", esto es posible básicamente en comunidad, etc, etc.
Finalmente quiero poner una ilustración que oí (que no es bíblica, pero interesante): cuando la fiera ataca a la manada, lo primero que hace es aislar a la víctima y después la mata. Pero primero tiene que tenerlo "solitario" o "aislado".
Es mi opinión.
 
Leído en "El librito de instrucciones de Dios" de Ed. Unilit:

ACUERDATE DEL PLATANO, CUANDO DEJA EL RACIMO, LO PELAN........ ;D ;D

Maripaz
 
Hermano GMULLER: Comparto las apreciaciones de HAAZ en cuanto a las dudas que nos planteas.
Quisiera agregar algo más: De lo que llevábamos expuesto tú deduces que el "Pastor" sería el único responsable de la deserción de los creyentes de la iglesia que pastorea. Tal como
están las cosas hoy día en la mayoría de las iglesías evangélicas,
tendría que convenir conque es realmente así.Pero en todo caso,
sería una culpa compartida con los fundadores y directivos de su
denominación. Necesito explicarme. Desde la Reforma protestante, el tradicional cura párroco católico, fue cambiado por el pastor evangélico. Aunque tal cambio fuera ventajoso para la comunidad cristiana, la estructura siguió siendo casi la misma, heredando todos los males de un sistema no fundamentado en las Escrituras. El sistema eclesiástico evangélico no difiere gran cosa del católico, y ambos difieren bastante del modelo que vemos en el libro de Los Hechos, y su descripción en las epístolas. Ese mismo "Pastor" al que tú responsabilizas del abandono de la congregación de tantos hermanos, ¿cómo llegó
a quedar al frente de la misma? Aunque hay muchas variantes en
cada caso particular, vamos a notar lo que es más común y corriente entre las iglesias de cualquier denominación:
1 - El "Pastor" es un egresado de una Universidad, Facultad Telógica, Seminario o Instituto Bíblico donde ha recibido la formación necesaria, y el entrenamiento adecuado para ejercer
el ministerio.
2a - La iglesia (entre las que tienen un sistema democrático de gobierno), luego de examinar varias propuestas decide invitarlo
para ocupar el cargo de "Pastor", reservándose el derecho a deponerlo si lo considerara conveniente.
2b - La iglesia (entre las que dependen de una jerarquía eclesiástica) recibe a su "Pastor" designado por la junta directiva
de una misión, el director regional de la denominación o cualquier
otra autoridad competente en la organización. Esta misma autoridad será la encargada de removerlo, cuando así lo disponga.
Ahora pregunto: ¿existe algún parentezco cercano con las iglesias y pastores del Nuevo Testamento? ¡No! ¿Lejano quizás?
¡Tampoco!
Veamos el ejemplo más sencillo: En Hechos capítulo 14 tenemos el relato del comienzo de la evangelización en ciudades como Iconio y Listra, a cargo de los apóstoles Bernabé y Pablo.
En su viaje de regreso a Antioquía, de donde habían salido a hacer la obra para la que fueron encomendados, vuelven a visitar
las iglesias recientemente fundadas, y tras confirmar, animar y
exhortar a los discípulos, ¿qué más hacen? Verso 23:
"Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con
ayunos, los encomendaron al Señor en quien habían creído".
Bajo las instrucciones de Pablo, ¿qué había de hacer Tito en
Creta? ¡Pues lo mismo!: "Por esta causa te dejé en Creta, para
que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada
ciudad, así como yo te mandé" (Tito 1:5). ¿En qué consistía pues
el método apostólico para proveer de pastores (ancianos u obispos son lo mismo) a las iglesias? Pues en discernir cuales
hermanos de entre la congregación el Espíritu Santo había puesto por obispos para apacentar la iglesia del Señor (Hch.20:
17,28). El único caso de un solo hombre gobernando la iglesia
es el nada recomendable de Diótrefes (3Juan 9,10).
Así que advertimos en el Nuevo Testamento lo siguiente:
1 - La palabra "pastor" en singular invariablemente siempre designa al Señor Jesucristo; la forma plural "pastores" se refiere
a los mismos hombres que son también llamados ancianos (presbíteros) y obispos (sobreveedores o supervisores). Se usa
con igual sentido el término "guías". "Pastor" jamás fue un título
antepuesto al nombre, sino un don y trabajo: Ef.4:11; 1Tim.3:1.
2 - La iglesia reconoce a quienes habrán de dirigirles o presidirles
de entre los hermanos de la propia congregación. Siempre
son locatarios, nunca importados o foráneos, y siempre varios
no uno sólo.
3 - Son formados, capacitados, entrenados y probados en su
propia iglesia, por hombres fieles que son idóneos para
enseñar también a otros (2Tim.2:2) "a fin de perfeccionar a los
santos para la obra del ministerio, para la edificación del
cuerpo de Cristo" (Ef.4:12).
Si una iglesia carece de pastores conformes al modelo bíblico, y
en su lugar posee un sacerdote protestante o un cura evangélico
que se desenvuelve como un profesional de la religión, no se le
podría achacar a él un vacío ministerial que jamás podría llenar.
El "Pastor" que nunca falta a un culto, preside todas las ceremonias, y todos los domingos ocupa el púlpito para dar su
sermón, puede andar tan lejos del Señor y tan apartado de la
comunión de la iglesia de Cristo, como la oveja más descarriada
de su rebaño.
El tema da para mucho, pero tendré mucho interés, hermano
gmuller ,de conocer tu opinión, así como la de otros foristas.
El Señor te bendiga.
Ricardo.
 
Hermano Ricardo, solo una observación, no en todos los casos es como lo dices. Te digo esto porque en mi congregación (y en muchas de mi país) no es así.
 
Estimado Ricardo

Tienes mucha razón, pero aun añadiría mas.

Por muchas "circunstancias", la mayoría de los "lideres" de las iglesias, tienen como una especie de debilidad, ante estas situaciones, ya sean provocadas por ellos, o por cualquier otro "supuesto" hermano.

Hoy en día (esto le gustará a nuestros hermanos, los católicos), si el pastor, no "sujeta" una congregación, (Muchas veces, somos nosotros los que NO nos dejamos sujetar a la palabra y a la autoridad) y con el miedo de que pueda haber una masiva huida de “fieles”, se cae en la “dejadez”, en la “permisibilidad”, en la “manga ancha”, en el “favoritismo involuntario”.

Nunca he acusado a ningún líder de esto, pero tras treinta años en la fe, he visto, que sin ninguna mala intención, se ha caído en estos errores, una y otra vez.

Todos los casos, que en este epígrafe, se han expresado, seguramente habría que analizarlos uno a uno, de todas formas, no olvidemos, que hay uno procurando, de que todas estas cosas ocurran en una iglesia.

Y este es muy astuto.

Pero mas poderoso es el Señor, siempre y cuando nos sometamos a su palabra, esta es la clave del creyente, no crees???

Dios te bendiga, hermano

Toni

Pta. Ayer te envié un email y se me olvidó, preguntarte, como estas de tus males???, espero que bien.
 
Queridos hermanos en Cristo,

Veo que el “peso” de la responsabilidad de los pastores en cuanto al fenómeno que provocó este tema, gana fuerza, por tanto me gustaría romper una lanza por tantos pastores o ancianos que siendo usados por el Espíritu Santo manifiestan el don del pastoreo.
Es cierto que, sin embargo, también hay otros que sin poseer dicho don lo ejercen de manera irresponsable dañando con sus acciones a muchos hermanos. Probablemente si entendiéramos todos de una madera más clara que los pastores o ancianos no son la cúspide de una supuesta jerarquía, entenderíamos también que cada uno ocupa su lugar en el CUERPO, siendo todas las partes igualmente dignas (ciertamente el ser pastor de una comunidad conlleva tanto autoridad como responsabilidad). El problema de las desapariciones relacionadas con pastores está sin duda relacionado a que en el fondo si existe una jerarquía dentro del “mundo” evangélico que nada tiene que ver con el ejemplo bíblico y que se parece sospechosamente al mundo católico (como bien apuntaba el hermano Ricardo)…

Creo sería de gran bendición si encarásemos el tema con un trasfondo positivo: El regreso de los “desaparecidos”.

Me gustaría dejar claro que por hermanos desaparecidos entiendo hermanos que siendo verdaderos discípulos de Cristo no se reúnen (ese era el planteamiento inicial). Indagando en las causas que pueden provocar este fenómeno (teniendo en cuanta vuestras aportaciones) las clasificaría del siguiente modo:

1. Hermanos que han sufrido una clara marginación por opinar de manera diferente a quienes ostentan el poder en su comunidad, sin que ello implique necesariamente que hayan puesto en duda la autoridad de los pastores.

2. Hermanos que habiendo entrado en disputa con otros hermanos, sean pastores o no, dejaron la comunidad.

3. Hermanos con una gran debilidad espiritual y que no recibieron suficiente ayuda de su comunidad.

4. Hermanos que han tenido la visión de que lo que hoy conocemos genéricamente como Iglesia Cristiano Evangélica no es en realidad la Iglesia que Cristo desea. Por tanto estar sujeto a su disciplina (en ocasiones la disciplina se limita a la simple asistencia a los cultos) podría ser una forma de malgastar el tiempo.

Las tres primeras posibilidades son en el fondo bastante irremediables y seguramente, por desgracia, se seguirán dando a no ser que el grado de entrega a Cristo crezca exponencialmente o que Él venga, aunque no por ello debemos desmayar en el empeño de socorrer a los “desaparecidos” y por ello espero ansioso vuestras valiosas aportaciones.
En cambio la cuarta me preocupa bastante, por que de ser cierta la suposición de estos hermanos, estaríamos ante pequeñas e individuales luces rojas de alarma que deberían hacernos reflexionar profundamente (este es un asunto para ser debatido en el tema “Señales de apostasía en la Iglesia&#8221
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Vienen a mi mente las enseñanzas de nuestro Señor Jesús en la parábola de los talentos (Mateo 25:14&#8230
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y pienso que la solución está en dejar de mirar nuestro ombligo y alzar la vista a los cielos… pero… ¡qué fácil es decirlo y cuan difícil hacerlo!

Un abrazo a todos.
Que Dios os bendiga y fortalezca mucho.
 
Estimado Ricardo

Tienes mucha razón, pero aun añadiría mas.

Por muchas "circunstancias", la mayoría de los "lideres" de las iglesias, tienen como una especie de debilidad, ante estas situaciones, ya sean provocadas por ellos, o por cualquier otro "supuesto" hermano.

Hoy en día (esto le gustará a nuestros hermanos, los católicos), si el pastor, no "sujeta" una congregación, (Muchas veces, somos nosotros los que NO nos dejamos sujetar a la palabra y a la autoridad) y con el miedo de que pueda haber una masiva huida de “fieles”, se cae en la “dejadez”, en la “permisibilidad”, en la “manga ancha”, en el “favoritismo involuntario”.

Nunca he acusado a ningún líder de esto, pero tras treinta años en la fe, he visto, que sin ninguna mala intención, se ha caído en estos errores, una y otra vez.

Todos los casos, que en este epígrafe, se han expresado, seguramente habría que analizarlos uno a uno, de todas formas, no olvidemos, que hay uno procurando, de que todas estas cosas ocurran en una iglesia.

Y este es muy astuto.

Pero mas poderoso es el Señor, siempre y cuando nos sometamos a su palabra, esta es la clave del creyente, no crees???

Dios te bendiga, hermano

Toni

Pta. Ayer te envié un email y se me olvidó, preguntarte, como estas de tus males???, espero que bien.
 
...Y ¿de qué muere una oveja?
¿que posibilidades tiene una oveja de sobrevivir si...?:
la dejas sola (poco la asiten)
no la alimentas (poca palabra)
no tiene agua (falta de unción espiritual)
En un mundo rodeada de lobos, en donde hay un leon rugiente que quiere comerla.

Si el pastor se duerme (negligencia), se las demás ovejas no velan (circulos de oración), si está debil por alimento tan pobre que recibe (ignorancia, meros rudimentos de la doctrina, alimento muy pesado o muy diluido), si no vé claramente (están sus ojos en las demás ovejas o en el pastor pero no en Jesús).
Hay un solo pastor en tu rebaño: Bien, pero ¿con cúantos perros ovejeros cuenta?
Hagamos que regresen a su primer amor.


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"El Señor ya viene"