Perdone, pero nosotros los cristianos somos justificados por la fe, y no por las obras y menos por la ley.
En realidad todo pasa y ocurre en el Juicio:
Mateo 7:21-23
No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: «Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre,
y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?». Y entonces les declararé: «Jamás os conocí; apartaos de mí, los que practicáis la iniquidad».
Mateo 25: 31–46
Cuando el Hijo del Hombre venga en Su gloria y todos los santos ángeles con Él, entonces se sentará en Su trono de gloria, y serán reunidas delante de Él todas las naciones; entonces apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a Su derecha y los cabritos a Su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los de Su derecha: «Venid, benditos de Mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo, porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; fui forastero y me recogisteis; estuve desnudo y me vestisteis; enfermo y me visitasteis; en la cárcel y fuisteis a verme».
Entonces los
justos le responderán diciendo: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero y te recogimos, o desnudo y te vestimos? ¿O cuándo te vimos enfermo o en la cárcel, y fuimos a verte?» Respondiendo el Rey, les dirá: «De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos Mis hermanos más pequeños, a Mí lo hicisteis».
Entonces dirá también a los de la izquierda: «Apartaos de Mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles, porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me vestisteis; enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis».
Entonces también ellos le responderán diciendo: «Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te servimos?» Entonces les responderá diciendo: «De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a Mí lo hicisteis». Irán estos al castigo eterno y los justos a la vida eterna.
Santiago 2:14-26
“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras?
¿Podrá la fe salvarle?… ¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.”