¿Tienes una idea de lo que le ha dado Biden a Israel?
Tanto republicanos como democratas son aliados de Israel.
El único presidente al que le molestaba la creciente influencia de Israel en la política norteamericana fué este:
Ver el archivo adjunto 3335821
Lo demás lo dejo a la imaginación.
Saludos VALENCIA, así es, Israel es aliado de EEUU, ya sean demócratas o republicanos los que estén en el poder eso no cambia hasta el día de hoy, pero la relación no ha sido la misma siempre entre estos 2 países, justo con Biden la relación no fue ni de lejos la mejor, te comparto un fragmento de un artículo que a mi parecer es un punto de vista interesante del que poco se habló en los medios masivos de comunicación por obvias razones:
Joe Biden tiene un problema, y se llama Netanyahu
Se vienen las elecciones en Estados Unidos y el presidente Joe Biden tiene un problema: el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dispuesto a seguir adelante a sangre y fuego su ofensiva sobre Gaza para destruir a Hamas.
El problema del problema para Joe Biden es que, por más que presione a través de llamadas telefónicas directas con Benjamin Netanyahu o mandando al importante senador demócrata Chuck Schumer a decir públicamente que es tiempo de convocar a elecciones en Israel para deshacerse del jefe de gobierno, el futuro de Bibi se decide en Medio Oriente, y no en Washington.
¿Cuáles son las razones que llevan a Biden a exigir a Israel que afloje con su campaña Espadas de Hierro y abandone, por ejemplo, su planeada entrada a la ciudad de Rafah, en el sur del enclave palestino? Las razones no están muy a la vista, pero tampoco son difíciles de entender.
En primer lugar, Biden parece embebido de un cierto anti-israelismo de quien fuera su jefe en la Casa Blanca en el periodo enero 2009-enero 2017, Barack Obama. El suave presidente nacido en Hawaii es un personaje muy peculiar.
Durante su mandato se mostró con un discurso que alardeaba de progresismo mientras que sus reformas efectivas a nivel social se acabaron prácticamente en el seguro médico conocido como Obamacare. Su performance en defensa de los derechos civiles no fue espectacular y se recuerda, en cambio, su récord de deportaciones de inmigrantes indocumentados.
Obama buscó llevar ese discurso "progresista" a nivel global, comenzando por un discurso de muy alto perfil que pronunció en el 2009 en El Cairo, muy pocos días después de haber asumido la presidencia, y durante el cual propuso "un nuevo comienzo" en las relaciones entre Estados Unidos y el mundo musulmán. El mensaje tuvo mucha notoriedad, pero en el mundo real no alcanzó grandes resultados, si se exceptúa, por ejemplo, el intento de reconciliación con Irán que llevó al Plan de Acción Integral Conjunto, por el cual la nación persa se comprometía a desacelerar su producción de uranio enriquecido (sospechosamente parecido al que se necesita para producir bombas nucleares) a cambio del levantamiento de las multimillonarias sanciones de Occidente. Desde Teherán dijeron que sí y los ayatollah todavía se están riendo del bueno de Barack.
Ese fue el "clima" que vivió Biden como vice de Obama en aquella Casa Blanca. Y, al parecer, al ex senador que se ufana de ser un "gran amigo" de Israel, algo se le pegó. Todo eso condimentando por el notorio desprecio mutuo entre Obama y Netanyahu.
Ahora, el octogenario Biden -cuya candidatura para los comicios de noviembre es resistida incluso al interior del partido demócrata- navega entre la herencia de Obama y sus viejas anécdotas de cuando conoció a Golda Meir. Pero quizás más importante es que el presidente sabe que para ganarle a Donald Trump necesitará del voto joven, un segmento de la población estadounidense que se siente cada vez más alejado de Israel y sus controvertidas políticas hacia los palestinos.