No hace mucho, en oportunidad de festejar el cumpleaños de mi madre (67 años), mis sobrinos (o sea sus nietos - casi adolescentes) la llenaron de besos, tarjetas y regalitos. Mi mamá se sintió muy feliz en ese momento.
cuando terminamos de cenar, y con intención de disfrutar el postre, mi madre pidió a sus nietos que ayudaran a levantar los platos y cubiertos utilizados, para traer dicho postre. A lo que le respondieron:
Sergio: "¡¡Hoy le toca a Mariana..!!"
Mariana:"¡¡¡No mentira!!!, yo lo hice ayer.. Siempre acusando...!!!"
Sergio: "Bueno, yo no lo hago....
!
Abuela: "Dale Sergito, se buenito...
"
Sergio: "¡¡¡ UFA!!!! Al final siempre yo...!!!
..y la "conversación siguió un poco mas.
En ese momento les dije: "Chicos: mucho besito, mucha tarjetita, mucho regalito, pero recién se acaban de perder una INIGUALABLE oportunidad de demostrarle a la abuela cuánto la aman..."
"Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad." (1° Juan 3:18)
En Cristo
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Daniel
(Juan 8:32) <:><