Re: FALSA PROFETISA ELLEN WHITE.
Gregory E. Taylor
Ex-Pastor ASD
Traducción de Román Quirós
PARTE II
APÉNDICE: EL VIAJE BÍBLICO
Para comenzar, Paula y yo llevamos a cabo viajes separados en nuestro estudio. Cada uno tenía puntos singulares que le preocupaban. Así que tratamos de efectuar nuestro estudio sin influir el uno en el otro en relación con el resultado. Le llevaré a usted conmigo en mi ruta. Primero, decidí que toda la Biblia es Palabra de Dios y es inspirada por Él. Segundo, traté de poner en su lugar el principio del estudio bíblico que permite al Nuevo Testamento interpretar el Antiguo, y no al revés. Ambos son inspirados, pero debe haber mayor énfasis en el Nuevo Testamento, y he aquí por qué. La palabra Testamento o Pacto significa lo mismo que voluntad, o algún otro contrato legal. Mi esposa y yo hemos preparado varios testamentos durante nuestro matrimonio. Teníamos un testamento antes de tener los niños. Otro después de que nació nuestro primer hijo. Otro más después del segundo hijo, y recientemente lo actualizamos. Ahora, si muriésemos en alguna tragedia, ¿cuál testamento debería seguir nuestro albacea? Por supuesto, el más reciente o el más nuevo. Lo mismo ocurre con el Antiguo y el Nuevo Testamentos, o voluntades. Hay importantes enseñanzas en el AT. Hay mucha historia e información en segundo plano que nos ayuda a entender mejor a Dios. Pero ir al AT primero para aplicar la voluntad de Dios en nuestras vidas sería invertir el orden de las cosas. El NT se escribió para danos una revelación más plena de la actividad de Dios en la historia humana. Nos da la más completa revelación de todas, Cristo Jesús. Puesto que tenemos que aplicar el mensaje de Jesús a nuestras vidas personalmente como cristianos de este lado de la cruz, las epístolas se dan específicamente para ese propósito. Por ejemplo, Jesús vino para cumplir gran parte del sistema judaico. Vino a cumplir algunos aspectos del Pacto Antiguo o Antiguo Testamento. ¿Cómo sabemos cuáles son? Los evangelios no lo dicen. Las epístolas sí. Así que fui primero al Nuevo Testamento (Pacto o Voluntad), y específicamente a las epístolas, para ver lo que allí se enseña sobre la aplicación del sábado para los cristianos en la actualidad. Luego fui a la vida de Jesús para ver si Él había hecho lugar para una interpretación así en su vida y su ministerio. Finalmente, regresé al AT para ver si lo que está escrito allí concuerda con las epístolas y con Jesús sobre el tema.
El primer texto que estudié se encuentra en el capítulo dos de Colosenses. Yo estoy usando la versión King James de la Biblia, y todos los énfasis son míos. En el libro de Colosenses, Pablo discute una herejía sincretista que es una mezcla de culto a los ángeles y prácticas ascéticas. Pero, mezclado con todo ello hay un elemento judaizante (los legalistas judíos que promovían la ley judía) que trataba de influir en estos nuevos cristianos. En el pasaje de Colosenses dos, la atención se centra en la parte judía de la herejía. Comenzando con el versículo 11, Pablo se concentra en el hecho de que la circuncisión ha sido reemplazada por el bautismo, así que la circuncisión ya no se necesita. Luego, señala que el registro de nuestros pecados es clavado en la cruz tan pronto aceptamos a Jesús. Finalmente, Pablo discute los dos últimos distintivos judíos. Nótense los versículos 16 y 17. "Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva, o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo".
Pablo dice que los colosenses no debían permitir que estos judaizantes les hiciesen sentir culpables acerca de las leyes alimentarias, o los días de fiesta, las lunas nuevas, o los días de reposo, porque todo esto es parte del sistema que prefiguraba o apuntaba a Cristo. Ahora bien, durante toda mi vida en la iglesia se me enseñó que los días de reposo a los que se alude aquí eran los sábados ceremoniales de las fiestas judías, no el sábado semanal. Pero, lo que me asombró descubrir es que claramente esto NO es así. Esta construcción se usa durante todo el AT. Pablo está simplemente reiterando una fórmula que se usaba repetidamente para referirse a todo el sistema antiguo, incluyendo el séptimo día sábado semanal. Esta misma construcción se halla repetidamente en orden ascendente o descendente. No puede haber error en lo que Pablo quería decir. Los "días de reposo" en esta construcción común en el AT siempre se refieren al sábado semanal. Tratar de hacer que este pasaje de Colosenses se refiera a los sábados festivos ceremoniales ignora esta construcción.
Primero que todo, el libro de Levítico, en el capítulo 23, menciona todas las fiestas religiosas. Al principio de la lista está el séptimo día sábado. Luego se mencionan las otras fiestas. Ahora leamos 1 Crón. 23:31: "Y para ofrecer todos los holocaustos a Jehová los días de reposo, lunas nuevas y fiestas solemnes ...", debían ocuparse de las necesidades de los sacerdotes y del tabernáculo. Es claro que esto se refiere a las fiestas solemnes semanales y mensuales. 2 Crón. 2:4 dice esencialmente lo mismo. (Véase también Neh. 10:33; Oseas 2;11; Eze. 45:17). La misma construcción se usa durante todo el NT. Se incluyen los sábados semanales y mensuales, y las fiestas solemnes, y algunas veces las fiestas anuales o los años sabáticas. Algunas veces se invierte el orden, pero se aplica el mismo principio.
Es claro que los "sábados" a los que se alude en Col. 2:16,17 se refieren al séptimo día sábado. Sería redundante y totalmente fuera de lugar literario que esto se refiriese a las fiestas solemnes. El texto diría así: "Nadie os juzgue en fiestas solemnes, lunas nuevas, o fiestas solemnes". Eso no tendría sentido. Hasta Samuele Bacchiocchi (escritor sabadista) reconoce que esto es así. "Él está de acuerdo en que la referencia aquí es al sábado semanal, aunque continúa diciendo que aquí no se está discutiendo la correcta observancia del sábado, sino que es la perversión de la observancia del día a lo que se alude.
El claro problema bíblico de la teoría de Bacchiocchi es que el texto describe estos sábados y fiestas como "sombra de lo que ha de venir", que "el cuerpo es de Cristo". Estos días religiosos, incluyendo el sábado, eran símbolos que apuntaban a Jesús. Eran prefiguraciones tipológicas de Jesús. ¿Cómo podría la perversión de un símbolo ser sombra o prefiguración de Cristo? La traducción más razonable del texto es que el sábado semanal está incluido en el sistema ceremonial/sacrificial ¡que fue CUMPLIDO EN CRISTO! Ninguna otra explicación tiene sentido para mí. Ninguna otra interpretación hace justicia al contexto o a la construcción del AT.
Cuando leí esto por primera vez de la manera en que Pablo se proponía que se leyese, ¡no podía creer lo que estaba leyendo! ¡Aquí Pablo estaba haciendo una afirmación transicional radical! ¿El sábado cumplido en Cristo? ¿Podía ser esto cierto? Más preguntas me vinieron a la mente. ¿Y los Diez Mandamientos? ¿No son eternos? ¿Y no existe el sábado desde la creación? Tenía tantas preguntas. Tenía que investigar todo esto.
La siguiente parada fue el libro de Gálatas, en que Pablo se refiere nuevamente al sábado en su mordaz reprimenda por la herejía judaizante que había amenazado a la iglesia de Galacia. Aquí Pablo explica el propósito de la ley a estos creyentes gentiles. Para empaparnos del argumento que él está usando, tenemos que regresar a Gál. 3:16, 17.
"Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo. Esto, pues, digo: El pacto previamente ratificado por Dios para con Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no lo abroga, para invalidar la promesa".
Lo que Pablo dice es que el pacto con Abraham fue hecho antes de la ley. Y fue hecho teniendo a Cristo en mente. Continuemos con el versículo 18.
"Porque si la herencia es por la ley, ya no es por la promesa; pero Dios la concedió a Abraham mediante la promesa. Entonces, ¿para qué sirve la ley? Fue AÑADIDA a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa".
Pablo dice que la ley fue añadida mucho tiempo después de las promesas hechas a Abraham, hasta que viniese Cristo. Hubo un definido PRINCIPIO y un definido FINAL de la Ley. Es crucial que esto se entienda para seguir el argumento de Pablo. Ahora nótense el versículo 23 y los siguientes.
"Pero antes que viniese la fe, estábamos confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada. De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo".
Pablo continúa su discusión, terminando el capítulo tres con la famosa afirmación del versículo 29. "Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa". Lo que Pablo dice es que la promesa de Cristo vino ANTES de la Ley. Es independiente de la Ley. La Ley fue AÑADIDA para mostrarnos nuestra necesidad de Cristo. La ley fue nuestro tutor para llevarnos a Cristo, para que pudiésemos ser justificados por la FE. Pablo señala claramente que la Ley era una institución TEMPORAL para mostrarnos nuestra necesidad de Cristo. Pero, cuando aceptamos a Jesús, quedamos bajo el pacto que existía antes de la circuncisión y antes de la Ley, el pacto con Abraham. ¡Ahora el cristiano está junto con el justo Abraham, heredero de la promesa, evitando la era entera de la Ley! ¡Yo nunca antes había visto el significado de este pasaje! Tuve que leerlo y releerlo. Invito al lector a que se siente, abra su Biblia en el libro de Gálatas, y lea y digiera esto usted mismo. ¡El mensaje es tan poderoso y liberador! Además, prepara el terreno para que se entienda el resto del libro.
En el capítulo cuatro, Pablo continúa su argumento discutiendo lo absurdo de regresar a los "rudimentos", o los "débiles y pobres rudimentos" lo cual, en contexto, es una clara referencia a regresar a una vida basada en la ley. Luego, en los versículos 9-11, dice lo siguiente:
"Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los DÍAS, los MESES, los TIEMPOS, y los AÑOS. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con nosotros".
Al leer este pasaje, apenas podía creer lo que veía. Lo había leído muchas veces antes, pero nunca lo había entendido. Esta vez las palabras parecían saltar de la página hacia mí, de modo muy parecido a los "cuadros ocultos" que mencioné en la porción de la carta. ¿Podía Pablo haber sido más claro? Conociendo el patrón de los días de fiesta religiosos en el AT, de repente se me hizo claro qué era lo que se disputaba aquí. Los judaizantes habían estado enseñando a estos nuevos cristianos que tenían que guardar los días de reposo y el resto de las fiestas como parte de su entrega a Cristo. Los días, los meses, los tiempos, y los años siguen el mismo patrón del sistema de fiestas judío, que incluían el sábado. Los judaizantes estaban diciéndoles a los gálatas que TENÍAN que guardar el sábado y las otras fiestas. Pablo dice claramente que NO ES NECESARIO que los cristianos observen estas fiestas. Pablo dice que hacerlo podría ser PELIGROSO para la madurez de ellos como cristianos. Dice que estas cosas NO tienen valor porque la ley era una institución temporal. ¡Los cristianos son aceptados sobre la base del cumplimiento de la ley por parte de Jesús y tratados como descendientes de Abraham antes de la ley! El mensaje de Gálatas literalmente pareció cobrar vida para mí. ¡De pronto, aquellos pasajes difíciles de entender tenían perfecto sentido!
El libro de Gálatas tiene un solo tema básico de principio a fin. No regresa a la observancia de la ley, incluyendo el sábado. Aunque hay muchas instrucciones sobre la vida moral, la apelación nunca es a la ley en Gálatas ni en ninguno de los escritos de Pablo. Pablo incluye el sábado con las cosas que ya no son obligatorias, y sí posiblemente peligrosas, si se les hace parte de la salvación. Pablo enseña claramente la responsabilidad moral (discutiré esto más adelante), pero su apelación es a Cristo, no a la ley, viviendo en nosotros.
El siguiente texto que estudié fue Romanos capítulo 14. Aquí Pablo toma una actitud más suave. Aquí los judíos y los gentiles están viviendo uno al lado del otro. Unos están muy preocupados por los alimentos que podrían haber sido ofrecidos a ídolos, y otros dicen que los ídolos no existen, así que estas personas comen casi cualquier cosa. Pero algunos están juzgando la espiritualidad de los otros basándose en esta conducta. Pablo entra a mediar en la disputa. Es en este contexto donde aparece la santidad de ciertos días por encima de los demás. Aquí lo que se discute es la unidad cristiana, no los requisitos de la salvación, así que él es mucho más suave. Nótense los versículos 5-6.
"Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente. El que hace caso del día, lo hace para el Señor; y el que no hace caso del día, para el Señor no lo hace".
Nuevamente, Pablo hace la misma afirmación, aunque en un lenguaje mucho más suave, de que lo sagrado de los días ya no es importante para los cristianos. Mientras la gente esté completamente persuadida en sus propias mentes, Pablo no tiene ningún problema con ello. Pero ésta no debe ser un área en que se juzgue a los demás. Como hemos visto antes, el sábado jamás debe confundirse con la salvación de una persona. De nuevo, Pablo afirma que el sábado no es un tema en disputa para los cristianos del NT. Sus instrucciones tienen fuertes implicaciones para aquéllos de nosotros que, en el pasado, habíamos hecho del sábado una "verdad salvadora", y algo por medio de lo cual habíamos juzgado la "lealtad" de los demás. Tuve que reconsiderar seriamente algunas de las cosas que yo mismo había enseñado en el pasado.
Como punto siguiente en mi estudio, fui a Hebreos, capítulos tres y cuatro. No hay ni tiempo ni espacio para hacer un estudio completo de ninguno de estos pasajes, pero sería de ayuda leer estos pasajes antes de leer mis comentarios. Noté que la palabra "hoy" se usa cinco veces. También noté que los hijos de Israel no entraron en el reposo de Dios a causa de su incredulidad. Reposaban el sábado cada semana en el desierto porque, si no lo hacían, habrían sido ejecutados por quebrantar el sábado. Pero no entraron a causa de su INCREDULIDAD. Aunque Josué les llevó a la tierra prometida, todavía no entraron en el reposo. Nótese el versículo 3 del capítulo 4.
"Pero los que hemos CREÍDO entramos en el reposo ..." (esta es la clave de este pasaje. Entrar al reposo de Dios es una cuestión de creer en Jesús). (ver. 6). "Puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, otra vez determina un día: HOY, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis HOY su voz, no endurezcáis vuestros corazones, porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría después de otro día. Por tanto, queda un reposo (sabbatismos en griego significa sábado, reposo) para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas".
El autor de Hebreos dice que los que creen en Jesús participan en un reposo sabático. ¡El momento de entrar en ese reposo es un día llamado HOY! Cinco veces en el pasaje se repite la palabra Hoy. El reposo sabático que se nos ofrece en Cristo es una experiencia de "Hoy"; hoy y cada día, al confiar nosotros en la justicia de Cristo y reposar de cualquier confianza en nuestras propias obras. Aquí el NT indica nuevamente que el sábado es una institución CUMPLIDA. Aquí vemos que Jesús es nuestro reposo sabático. Cuando confiamos en Él por fe, ¡experimentamos el reposo sabático cada día de nuestras propias vidas! ¡Qué hermoso concepto! Jesús es su sábado y mi sábado cuando confiamos en Él diariamente. Mis ojos estaban comenzando a ver una perspectiva que jamás habían visto antes.
Algunos han tratado de convertir este texto en una razón para una continuada observancia del sábado, pero esto ignora el contexto del pasaje. También pasa por alto el contexto mayor del libro de Hebreos. El libro entero está dedicado a mostrar la superioridad de Cristo por encima de todo el sistema del Antiguo Testamento. Por ejemplo, Hebreos uno subraya la superioridad de Cristo por encima de todas las Escrituras del AT. (1:1-3). En el versículo cuatro y los siguientes, se muestra cómo Cristo es superior a todos los ángeles. En el capítulo tres, se le ve como superior a Moisés; en los capítulos 5-7, es superior a todos los sacerdotes al introducir un nuevo orden, el de Melquisedec. En los capítulos 8-10, Cristo es un santuario/templo mejor, un sacrificio mejor, un pacto mejor. El libro entero de Hebreos habla de que Jesús es mejor que todo el sistema de pacto del AT, y el cumplimiento de él. Tratar de decir, en mitad de este tema, que el sábado es un día obligatorio para los cristianos es no ver, no sólo el contexto de los capítulos 3-4, sino el contexto mayor del libro. El punto lógico que el escritor está demostrando es que, no sólo ES JESÚS UN MEJOR SÁBADO que el antiguo reposo literal de un día cada semana, sino que ¡ÉL ES NUESTRO REPOSO HOY Y CADA DÍA AL CONFIAR NOSOTROS EN ÉL! Él es el verdadero templo, la verdadera Pascua, la verdadera ley, ¡el VERDADERO SÁBADO! Al comenzar a estudiar todo esto, mi corazón ardía dentro de mí al comprender la importancia de Jesús en este libro.
Los pocos pasajes siguientes de Hebreos sólo subrayan lo que el estudio me había enseñado hasta ese momento, pero aclararon aún más lo que el NT dice sobre lo que pasa del AT al NT. Nótense algunos de estos pasajes seleccionados de Hebreos 8-10. Por favor, no me crea a mí en relación con todo esto. Tome su propia Biblia y estudie usted mismo lo que se dice aquí. Estudie el contexto y los versículos intercalados en mis selecciones para ver si estas cosas son así. Comencemos con el capítulo 8 inmediatamente después de la frase en el versículo cinco que se refiere al sistema del templo como "sombra de las cosas celestiales" (es interesante la similitud con Col. 2:16-17). Observe el versículo seis.
"Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un MEJOR PACTO, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquél primero hubiese sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo".
V. 13. "Al decir, Nuevo pacto, ha dado por VIEJO al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer".
9:15. "Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna".
10:1. "Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan".
10:9. "... Quita lo primero, para establecer esto último".
Insto a los que leen mis reflexiones a tomarse un tiempo para sumergirse en la enseñanza de Hebreos 8-10. Hay mucha substancia en estos capítulos. Ahora sigamos a mi siguiente parada, II Cor. 3:6 ss.
"El cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu vivifica. Y si el ministerio de muerte GRABADO CON CON LETRAS EN PIEDRAS fue con gloria, tanto que los hijos de Israel no pudieron fijar la vista en el rostro de Moisés a causa de la gloria de su rostro, la cual había de PERECER ...".
Al estudiar estos pasajes, me convencí de que había tenido lugar un cambio radical en el acontecimiento de la cruz. Mucho más grande de lo que yo había entendido antes. Comencé a ver que la pared divisoria de hostilidad que Cristo derribó, a la que se alude en Efesios 2:11-19, sí abarcaba toda la ley, incluyendo las leyes específicas que separaban a los judíos de los gentiles. El sábado, las fiestas solemnes, las leyes sobre alimentos limpios e inmundos, el sistema de sacrificios, la circuncisión, todo ello fue cumplido en Jesús. Por lo tanto, Cristo ha hecho realmente de todos los creyentes uno en Sí mismo.
Otro pasaje que examiné fue Hechos 15. En Hechos 15, encontramos que los dirigentes de la iglesia se reunieron en Jerusalén para decidir cuáles leyes eran obligatorias para los cristianos gentiles. Había quienes (los judaizantes) enseñaban que, a menos que una persona se "circuncidara de acuerdo con la ley de Moisés, no podría ser salva" (15:1). Estos judaizantes, de la secta de los fariseos, que se habían convertido al cristianismo, estaban imponiendo a todos los nuevos conversos el requisito de la circuncisión y la observancia de la ley de Moisés. Pablo y Bernabé eran inflexibles en el sentido de que tales requisitos no deberían ser impuestos a los nuevos creyentes. Pedro concordó con ellos, y dijo (v. 10.11): "Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido llevar?" Y continúa señalando que somos salvos por gracia, no por la ley.
En este punto, es necesario subrayar el hecho de que la circuncisión era la señal de entrada para convertirse en judío. Una vez que se era circuncidado, se estaba obligado a guardar toda las leyes. Esto incluía el sábado, que era la señal continuada de lealtad al pacto antiguo, como pronto veremos. Obviamente, la señal de la circuncisión no era claramente visible a menos que los hombres estuviesen en el vestidor de un gimnasio, pero la señal continuada del sábado era muy obvia, y tanto hombres como mujeres participaban de esta señal. La no observancia del sábado podía castigarse con la muerte. (Ex. 31:14). Sin embargo, la señal del sábado no se esperaba de los que no eran judíos oficialmente. La circuncisión era un requisito previo para entrar en la comunidad judía. Una vez que uno era circuncidado, estaba obligado a guardar el resto de la ley, incluyendo el sábado.
Las leyes relativas al sábado incluían no llevar ninguna carga, no encender fuego, no viajar, y por supuesto, no hacer ningún tipo de trabajo. Esto debía aplicarse a los judíos y también a los extranjeros dentro de las puertas de la ciudad o en los hogares judíos. No era aplicable a los extranjeros que "moraban entre ellos". Sólo a los que estaban dentro de las puertas se les requería que guardasen el sábado. Había también leyes alimentarias, y las leyes de impureza, todo lo cual era parte de este sistema, y marcaban a los judíos como distintos del resto del mundo que les rodeaba. Es claramente a estos requisitos a los que se refería Pedro como una carga demasiado pesada.
En Hechos 15, los dirigentes de la iglesia encontraron una solución. Decidieron no imponer a los nuevos conversos ninguna de las leyes específicas que eran parte del sistema de pacto del judaísmo. No exigieron la señal de entrada, así que el resto de las leyes tampoco se aplicaron, del mismo modo que nosotros no exigimos que alguien que no haya sido bautizado siga todas las directrices de una iglesia en particular. Las leyes cuya obediencia sí requerían tenían su origen en el pacto con Noé (véase Gén. 6-10, que incluía culto al verdadero Dios, y evitar cosas estranguladas, el consumo de sangre, y la inmoralidad sexual). Todo esto era considerado por los judíos en todas partes como obligatorias para TODO HOMBRE, puesto que el pacto fue con Noé. Levítico 17-18 expande esto y define lo que se quiere decir con estas leyes. En cada caso, se explica en Lev. 17-18 que son obligatorias para "el extranjero que mora entre vosotros". (Nótese la clara distinción entre este grupo y "el extranjero que está dentro de tus puertas"). Nótese también en Hechos 15:20 que estas leyes SON consideradas obligatorias para los nuevos conversos, siendo la razón que había judíos en cada ciudad que leían la ley de Moisés cada sábado, y esperaban que alguien que temía al Señor, aunque no fuese parte de la comunidad de judíos circuncidados y observadores del sábado, siguiera estas directrices. ¿Por qué? Porque los judíos creían que estas leyes eran requisitos universales basados en el pacto con Noé. Para que cualquier judío respetase a un cristiano, el creyente tenía que ser visto por lo menos como obediente a las leyes de Noé. De aquí que el concilio de la iglesia primitiva decidiese requerir de todos los cristianos el cumplimiento de las estipulaciones del pacto con Noé, pero no requiriesen obediencia a las leyes mosaicas. La decisión se repitió nuevamente en la carta dirigida a las iglesias gentiles en los vers. 28-29. El resultado fue gran regocijo en la iglesia.
Lo que aparecía claro a medida que yo estudiaba era que el sábado NO era uno de los requisitos estipulados para estos nuevos creyentes. Es más, el argumento que han avanzado algunos (y que yo acostumbraba promover) simplemente no encaja. La objeción afirma que, puesto que no había ningún gran debate acerca del sábado en la iglesia primitiva y se dice mucho sobre la circuncisión, el sábado debe haber sido un requisito todavía. Si la circuncisión era tan importante, ¿no debería haber sido el sábado aun de mayor importancia? En realidad, no. Donde no había entrada a la comunidad judía por medio de la circuncisión, no había ningún requisito de la observancia del sábado. La señal de entrada venía primero. La señal continuada no tenía importancia si la señal inicial no estaba presente.
Otro argumento que he escuchado, y que yo mismo usé en una ocasión, es el hecho de que Pablo acostumbraba ir a la sinagoga el sábado. Esto debe significar que él creía que el sábado todavía era obligatorio. ¿No es verdad? No necesariamente. El problema con este argumento es que no toma en cuenta el MOTIVO por el cual Pablo estaba allí. Pablo acostumbraba ir a la sinagoga a EVANGELIZAR a los judíos. Quería ir a los judíos primero (Rom. 1:16) cada vez que iba a una nueva ciudad. Les enseñaba allí hasta que era expulsado, y luego se reunía con los gentiles.
Otro argumento que a menudo se invoca, especialmente en círculos Adventistas, es la totalidad del escenario de Apocalipsis enseñado por la iglesia Adventista. Según este punto de vista, porque el sábado era el sello o señal del pacto antiguo (véase Éx. 31:12-18), debe ser, por tanto, el "Sello de Dios" en Apocalipsis. Así que muchos llegan a la conclusión de que el sábado tiene que ser la prueba final de lealtad para toda la humanidad. Esta posición también subraya Apoc. 12:17, que describe a la iglesia remanente como guardadora de los mandamientos de Dios y poseedora del testimonio de Jesús. Hay un par de problemas con esta conclusión. Primero, el NT en ninguna parte llama al sábado el sello de Dios. En realidad, el sello de Dios en el NT es el Espíritu Santo. (Véase Efe. 1:13-14; Efe. 4:30; 2 Cor.1:22). Ignorar esta clara enseñanza es no ver el propósito entero de lo que Apocalipsis está tratando de decir. Segundo, la palabra que Juan usa para mandamientos (entole', en griego) nunca es usada en los escritos de Juan para referirse a los Diez Mandamientos en particular. Cuando Juan habla de la Ley en general o de los Diez Mandamientos en particular, siempre usa la palabra griega para ley, "nomos". Cuando Juan usa "entole", lo hace en conjunción con las instrucciones de Jesús para el amor práctico de los unos por los otros. Así que el versículo de Apoc. 12:17 se traduce al español (en armonía con el uso de entole´ por parte de Juan) como "los que se aman entre sí verdaderamente, y hablan al mundo acerca de Jesús". Esto encaja perfectamente con el motivo de Sello de Dios en Apocalipsis también. Según Juan 13-16, el Espíritu Santo es otro Consolador. Él vive en nosotros y nos guía. Él es el JESÚS QUE MORA en nuestras vidas. El sello de Dios en los últimos días representa a los que andan personalmente con Jesús todos los días por medio del Espíritu Santo. Esto es lo que significa ser sellado. Es el mismo mensaje de Hebreos 3-4. Cuando reposamos en Jesús hoy y todos los días, Él es nuestro sábado. ¡El Espíritu es la garantía de nuestra herencia! (Efe. 4:14). Resumiendo, el sello de Dios es Jesús viviendo en nosotros por medio del Espíritu Santo. A su vez, la marca de la bestia sería aquéllos que deciden NO creer, los que rehusan aceptar el don de la gracia, que rehusan reposar en Jesús, y más bien deciden depender de otro camino. Los que deciden depender de sus propias obras en vez de confiar en el Hijo unigénito de Dios, tienen la marca de la bestia.
Pasé un tiempo considerable en la sección de aplicaciones (las Epístolas) del NT. Se ve claro que no hay ningún requisito obligatorio continuado para guardar el sábado. Lo que se anuncia a voces en las epístolas del NT es que Jesús cumplió el sábado. Por lo menos, el significado del día ha sido desenfatizado. NO debe usarse como punto divisorio o mandamiento obligatorio para los cristianos gentiles. No debe verse como una prueba de lealtad. En su lugar, un andar diario con Jesús por medio del Espíritu Santo es el nuevo SELLO o la nueva PRUEBA.
La siguiente pregunta que yo tenía que hacer era : "¿Qué enseñó Jesús sobre el sábado y qué importancia le dio?" Recordé que Jesús vino bajo la ley para obedecer la ley perfectamente (Gál. 4:4-5), así que tuvo que vivir bajo todos los requisitos de la ley. Al mismo tiempo, yo necesitaba ver si él enseñó y vivió de tal manera que preparó el escenario para un tema de cumplimiento o enseñó una teología de continuidad. Comencé por Mateo 5:17. Jesús dice:
"No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido".
A primera vista, este texto parece indicar que la teoría de la continuidad es correcta en la enseñanza de Jesús. Pero un examen más de cerca revela lo contrario. Primero, nótese la frase: "La ley y los profetas". Jesús no se está refiriendo específicamente a los Diez Mandamientos aquí. Está usando la palabra "nomos", para referirse a todos los cinco libros de Moisés. "Los profetas" se refiere al resto del Antiguo Testamento. Si ni una "jota" ni una "tilde" pueden pasar de la ley, no debemos mezclar un tipo de tela con otro, tenemos que ejecutar a los violadores del sábado, y no debemos tener relaciones sexuales con nuestras esposas sino por lo menos siete días después de que termina el período de la mujer. Tenemos que sacrificar animales, y todo lo demás. Dicho sea de paso, ustedes los vegetarianos no pueden mezclar productos lácteos con carne de res. (Un Big Mac es pecado). Si usted toca un cuerpo muerto, debe quedar en cuarentena. Todas las fiestas religiosas todavía se aplican. ¿Es eso lo que Jesús está diciendo? ¡NO! Descubrí que la palabra clave para entender este pasaje es la palabra "CUMPLIDO". Jesús está diciendo que no puede ignorarse ninguna parte de la ley, ni siquiera el más pequeño signo, aunque pasen el cielo y la tierra. Usted no puede hacerlo, ni enseñar a otros a hacerlo, hasta que todo se haya CUMPLIDO.
Si usted sigue leyendo, verá que la palabra "cumplido" se repite una y otra vez en el libro de Mateo y los otros evangelios. Consígase una concordancia abarcante y compruébelo. He aquí algunos ejemplos. Mat. 1:22-23 se refiere al cumplimiento de la profecía sobre el embarazo de la virgen. Mat. 2:15 discute la profecía de que sería llamado de Egipto. Mat. 8:17 trata de la profecía cumplida relativa a su ministerio de sanidad. La lista sigue y sigue. Finalmente, en Juan 19:28 encontramos estas palabras:
"Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca. Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, expiró".
Jesús no vino a destruir, sino a "CUMPLIR". Este tema de cumplimiento encajaba perfectamente con lo que yo había aprendido hasta ahora en la sección de aplicaciones del Nuevo Testamento. Así que continué a la sección siguiente. En Mat. 11:28-30, Jesús dice de sí mismo que es quien proporciona descanso. "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar". Inmediatamente después de esta afirmación, entramos en los debates sobre el sábado. Léase Mat. 12:1-8 y luego nótense los puntos siguientes. Jesús camina con sus discípulos por los sembrados, ellos comen algunas espigas, y son detenidos por la patrulla religiosa por estar trabajando en sábado. Esta no era una infracción del código mosaico, sólo de algunas tradiciones rabínicas, pero es interesante ver cómo contesta Jesús las acusaciones. Primero les cuenta la historia de David y cómo él, el futuro rey ungido, pidió comer del pan de la proposición del santuario. Esto no era legal, pero, como era una diligencia del rey, lo hizo sin ser culpable. La pregunta que yo me hice fue: "¿Qué tipo de ley estaba violando David? ¿Una ley moral, o una ley ceremonial?" Una ceremonial, por supuesto. David no estaba exento de las leyes morales. Sabemos que, cuando quebrantó el séptimo mandamiento, tuvo que pagar un alto precio. Luego, en el versículo 5, Jesús les recuerda a los fariseos que los sacerdotes en el templo pueden violar el sábado mientras llevan a cabo sus deberes sacerdotales. Ahora me pregunté nuevamente: "¿Bajo qué categoría de mandamientos cae este oficio sacerdotal?" El sistema sacerdotal cae claramente bajo el sistema ceremonial. ¿Estaban los sacerdotes exentos de los mandamientos morales? ¿Podían mentir, engañar, robar, cometer adulterio? Por supuesto que no. Finalmente, salté a Juan 7:22-23 por un momento. Allí Jesús les dice a sus acusadores que la ley de Moisés relativa a la circuncisión tiene prioridad sobre el sábado. Si sucedía que el día en que una persona debía circuncidarse caía en sábado, la circuncisión se efectuaba. Ahora me pregunté otra vez: "¿En qué categoría de la ley aparece el sábado en cada uno de estos escenarios?" ¡En la ceremonial! En cada uno de los casos, la ley ceremonial "le gana" al sábado. ¿Entonces, en qué categoría coloca esto al sábado? ¡La ceremonial, por supuesto! Jesús les está diciendo a sus acusadores: "Si David pudo comer el pan de la proposición (quebrantando una ley ceremonial), si los sacerdotes podían hacer trabajo en el templo en sábado, si la circuncisión podía efectuarse en sábado, entonces el Ungido, el Hijo del Hombre, es ciertamente Señor del sábado". Está por encima de estas leyes ceremoniales.
Tengo que admitir que este descubrimiento me afectó profundamente. Jesús incluía claramente el sábado en las cosas que ahora sabemos eran sombra de lo que habría de venir. Jesús incluía el sábado en el sistema ceremonial. Preparó el terreno para Colosenses 2:16-17. Se autodenominó DADOR DE DESCANSO, y SEÑOR DEL SÁBADO. Esto encaja perfectamente con lo que encontramos en Col. 2:16-17. En Marcos 2:27, Marcos añade otra afirmación. "El sábado fue hecho para el hombre, no el hombre para el sábado". Algunos eruditos Adventistas dicen que esto significa que el sábado fue establecido en la creación y que, por lo tanto, es un deber y una obligación moral para todos los tiempos. Pero el problema con esa interpretación es que la lingüística no la apoya. Jesús no está haciendo una afirmación universal aquí. Está diciendo básicamente que el sábado fue hecho para el hombre, no al revés. El contexto enseña claramente que el sábado no está en la categoría de los deberes morales. Está incluido con el sistema temporal o ceremonial. Esta verdad, del corazón mismo de las enseñanzas de Jesús sobre el sábado, verdaderamente abrió para mí un nuevo paradigma. Yo siempre había estudiado estos pasajes con la idea de demostrar que el sábado tenía que ser el día del Señor (y que, por lo tanto, la afirmación de Apoc. 1:10 sobre el día del Señor debía referirse al sábado, no al domingo). Mientras hacía esto, no veía el claro mensaje del pasaje. Jesús estaba claramente preparando el escenario para una teología de cumplimiento.
Una observación más. El pasaje de Mateo comienza con Jesús diciendo que Él proporciona descanso. El relato de Marcos comienza con esta afirmación en Mar. 2:22: "Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra manera, el vino nuevo rompe los odres, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero el vino nuevo en odres nuevos se ha de echar". En el relato de Lucas de la misma historia, se usa la misma introducción. (Luc. 5:36-39) Jesús está diciendo, y los escritores de los evangelios lo entendieron así, que no es posible aferrarse al sistema antiguo y al mismo tiempo hacer lugar para el verdadero reposo, Cristo Jesús. Uno u otro tendrá que quedar fuera. No. Jesús no dice directamente que el sábado ya no sería un tema obligatorio en la nueva era, pero sí lo respalda plenamente con lo que enseña y lo que establece como modelo. Él apunta claramente a Sí mismo como el cumplimiento y nos advierte contra permitir que la forma nos impida ver el verdadero reposo, Jesús mismo.
Otra ilustración de los evangelios que me impactó porque nunca antes la había visto está en Lucas 4:16. Para establecer el antecedente, es esencial conocer el sistema sabático del AT. El sistema se describe comenzando en Levítico 23. La descripción comienza con los sábados semanales, que apuntan a las fiestas mensuales y anuales, que a su vez señalan a los años sabáticos, que apuntan al sábado último, el año de jubileo. Después de que se celebraba el séptimo año sabático, el quincuagésimo año, o año número 50, debía ser un año de jubileo, en que toda la tierra debía ser devuelta a sus dueños originales, todos los esclavos debían ser liberados, y todos los siervos bajo contrato debían ser considerados libres de deudas. Era un año de libertad. Es a este jubileo al que se hace referencia en Isaías 61:1-2, aludiendo al Mesías venidero. Él debía entronizar el Jubileo final. Ahora, con este antecedente, observe lo que dice Lucas 4:16ss:
"Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró a la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros".
Jesús no sólo afirmaba ser el Mesías de esta declaración, sino que ¡se llamó a sí mismo el JUBILEO! ¡Jesús se llamó a sí mismo el SÁBADO FINAL! Afirmaba ser el Mesías y el sábado personificado. ¡La gente sabía exactamente lo que estaba afirmando! Trataron de matarle por ello. ¿Puede Jesús ser más claro acerca de quién es Él? ¡El sábado es una persona!
Me emocioné aún más al leer los versículos y los capítulos que seguían. Jesús echa fuera demonios, sana enfermos, limpia leprosos, y perdona pecados, ¡todas ellas actividades del jubileo! Finalmente, el segundo sábado, pasa por los sembrados recogiendo y comiendo granos de trigo cuando los fariseos aparecen. ¡Jesús está haciendo lo que es parte de las instrucciones sobre cómo debía comer la gente durante el año de jubileo! ¡Comer de los sembrados! Al leer todas estas cosas sentí como si una venda estuviese cayendo de mis ojos. Vi a un Jesús que claramente está reclamando para sí ser el sábado personificado, el Proporcionador de Descanso, el que vino a cumplir la ley.
Finalmente, la historia de la transfiguración comenzó a tener nuevo significado para mí. Usted recuerda cómo se aparecieron Moisés y Elías en la cima del monte con Jesús y cómo Él se transfiguró. Siempre creí que esta era una pequeña imagen del reino, pero se me escapó una declaración importante que hacía Dios. Para la gente de aquellos días, Moisés representaba la Ley, los cinco primeros libros. A menudo, se hacía referencia a la ley simplemente como a Moisés. Según los judíos, el profeta más importante del AT era Elías. Para ellos, Elías representaba a los profetas. Luego, Pedro sugiere que todos ellos permanezcan allí y construyan refugios para estar juntos. En esencia, Pedro está diciendo que Elías, Moisés y Jesús están todos al mismo nivel. De pronto, "una nube de luz los cubrió ... Una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia; a él oíd" (Mat. 17:5). Por supuesto, los discípulos está aterrados, pero después de un momento, miran hacia arriba, ¿y qué ven? SÓLO A JESÚS. Yo nunca antes había visto la importancia de esto. Jesús y la Ley y los Profetas de pie uno al lado de los otros. Dios dice: ¡Escuchen a mi Hijo! Jesús está asociado consigo mismo. Él es la más clara revelación de Dios. La Ley y los Profetas tienen su lugar, pero se vuelven insignificantes al lado de Jesús. En mi mente, este versículo me ayudó a subrayar la enseñanza de Gálatas, Romanos, y el resto de las epístolas. Ahora la autoridad final no es ni la ley ni los profetas, sino Jesús. (Véase Heb. 1:1-3).
Ahora, después de un estudio exhaustivo en el NT, estaba listo para regresar al AT. Yo siempre había creído que el sábado fue establecido en la creación. Puesto que el sábado era una ordenanza de la creación, debe haber existido antes de la ley, y debe tener significado universal. Así que fui a Génesis 2:1-3, donde se registra el fin de la creación. El versículo 2 dice: "Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación".
"¡Allí está!", pensé. "El sábado fue establecido en la creación. Puesto que esto es correcto, ¡el sábado debe ser una institución eterna!". El problema que pronto quedó en evidencia con esta conclusión es que hace demasiadas suposiciones. Primero, aquí no se menciona ninguna tarde ni ninguna mañana. En relación con todos los otros días de la creación, se menciona una tarde y una mañana. Y no es que éste no era un día literal, sino que se da a entender un aspecto continuado de este día. Dios tenía el propósito de que el reposo que había establecido tuviese una característica de continuidad. De no haber sido por la entrada del pecado, habría permanecido como una experiencia diaria. El reposo habría sido una realidad perpetua. Segundo, no se menciona la palabra sábado. No se dice que este día fuese un sábado. Tercero, no era necesario que Adán y Eva reposasen porque todavía no habían trabajado. Finalmente, no hay registro de que nadie guardase jamás el sábado desde ese momento hasta que Dios instruyó al pueblo acerca de él por medio del episodio del maná y, por supuesto, en en el monte Sinaí. Por otra parte, la institución del matrimonio en Gén. 2:24, establece claramente el matrimonio como una ordenanza continuada. Hay mucha evidencia de que fue parte de la vida en todos los años que siguieron. ¡Pero no se menciona el sábado durante 2500 años! Lo que aprendí es que la idea de la ordenanza de la creación tiene algunas serias debilidades. Así que, si yo iba a ser fiel a lo que el texto dice en realidad, tenía que reconocer que eran posibles dos interpretaciones: 1) una ordenanza de la creación de un séptimo día sábado; o 2) una obra y una celebración consumadas con el propósito de afectar al mundo todos los días de allí en adelante.
No encontramos que el sábado se mencione nuevamente sino hasta Éxodo 16:23. Por medio del espisodio del maná, Dios explica el concepto del sábado al pueblo de Israel. Mientras estudiaba, se hizo evidente que, hasta este momento, el pueblo no había sido consciente de ningún sábado. Se les habían dado algunos mandamientos nuevos, como el sacrificio del cordero en Éxodo 12, y la institución de la pascua en el mismo período. Conocían la circuncisión, pero ahora son introducidos al sábado. El contexto indica claramente que al pueblo hubo que enseñarle lo que era el sábado.
Más tarde, el sábado es ampliado en Éxodo 20:8-11 como uno de los Diez Mandamientos. Allí se les ordena que recuerden el sábado. Algunos han indicado que esto se refiere al establecimiento del sábado en la creación. Otros dicen que se refiere al episodio del maná. El texto permite cualquiera de las dos traducciones. Nótese que los que están obligados a reposar incluyen al "extranjero que está dentro de tus puertas", un grupo diferente del de los "extranjeros que moran entre vosotros" de Levítico 17-18. Este mandamiento no era para todos, como podría indicar una ordenanza de la creación. (Véanse los comentarios sobre Hechos 15 más arriba). Finalmente, en el versículo 11 dice: "Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó". Nuevamente, a primera vista esto parece una ordenanza establecida en la creación. Y el texto claramente permite esto. Pero también permite la otra idea, la de que, puesto que Dios es Creador, se le debe adorar como tal. Desde las instrucciones impartidas en el incidente del maná, la bendición y la santificación del séptimo día en la creación por parte de Dios ahora se llama sábado. La parte sabática de la institución se dio más tarde en el episodio del maná. Dios tiene derecho a exigir esto de sus seguidores porque ellos son sus criaturas. Nuevamente, se permiten dos posibles interpretaciones aquí; una ordenanza de la creación, o un establecimiento posterior por el Creador mismo en el incidente del maná.
Puesto que tanto una ordenanza creacionista del sábado como una ordenanza posterior hacen honor al texto, tuve que estudiar más para ver si el contexto del AT proporciona alguna pista en cuanto a cuál es la interpretación correcta. Lo que me impresionó fue la claridad de los otros textos sobre este tema. Dicen exactamente cómo interpretar ambos textos. No hay ninguna necesidad de confundirse. Una cosa he descubierto en mis estudios. Sobre temas importantes, Dios siempre proporciona por lo menos tres pasajes o más para asegurarse de que no nos desviemos. No nos pone a adivinar, ni nos obliga a ser super listos o talentosos para entender lo que es realmente importante. Uno de los textos que aclararon el punto de si el sábado era una ordenanza de la creación para toda la humanidad o una ley específica para Israel fue Éxodo 31:12ss.
"Habló además Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los HIJOS DE ISRAEL, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es SEÑAL ENTRE MÍ Y VOSOTROS POR VUESTRAS generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardaréis el día de reposo, porque SANTO ES A VOSOTROS; el que lo profanare, de cierto morirá ... Guardarán, pues, el día de reposo LOS HIJOS DE ISRAEL, celebrándolo por SUS generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre ENTRE MÍ Y LOS HIJOS DE ISRAEL; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó. Y dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios".
Nótese cuán claro es esto. El sábado era entre Dios e Israel y fue puesto en las tablas del pacto con esa relación en mente. Deuteronomio 5:2-3 aclara también el mismo punto.
"Jehová nuestro Dios hizo pacto con nosotros en Horeb. NO CON NUESTROS PADRES HIZO JEHOVÁ ESTE PACTO, SINO CON NOSOTROS TODOS los que estamos aquí hoy vivos".
El pasaje continúa reiterando los Diez Mandamientos, incluyendo el cuarto, pero esta vez la razón para guardar el sábado es que Dios les libró de los egipcios. Es claramente o que es una referencia a Israel solamente, una referencia que no había sido establecida antes de Éxodo, sino que era una señal del reposo proporcionado por ese evento. Nehemías 9:13 dice esto.
"Y sobre el monte Sinaí descendiste, y hablaste con ellos desde el cielo, y les diste juicios rectos, leyes verdaderas, y estatutos y mandamientos buenos, y LES ORDENASTE EL DÍA DE REPOSO SANTO PARA TÍ, y por mano de Moisés tu siervo les prescribiste mandamientos, estatutos y la ley".
Ezequiel 20:10-12 dice:
"Los saqué de la tierra de Egipto, y los traje al desierto, y les di mis estatutos, y LES HICE CONOCER MIS DECRETOS, por los cuales el hombre que los cumpliere vivirá. Y LES DI también mis días de reposo, para que fuesen por SEÑAL ENTRE MÍ Y ELLOS, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico".
Estos pasajes me explicaron cuándo se estableció el sábado. Ellos ponen el sábado en el corazón mismo del pacto con Israel, que habría de ser entre ellos y Dios. NO era una ordenanza de la creación, obligatoria para todas las personas en todo tiempo. Nuevamente, esto concordaba con lo que yo había aprendido en el NT. El mensaje entero de la Biblia cuadra. El sábado fue un día establecido por Dios como un pacto entre Él e Israel. Jesús vino a cumplir la Ley y para ser nuestro sábado. Los cristianos reposan en la obra consumada de Cristo como su reposo sabático. Como hijos de Abraham, los cristianos son considerados justos a causa de su fe, como Abraham antes de la ley de la circuncisión. Todo el cuadro bíblico concuerda de principio a fin.
Ahora que el mensaje bíblico sobre el sábado había sido estudiado y su enseñanza estaba clara en mi mente, quedaban algunos puntos difíciles que parecían contradecir este tema consistente. Un ejemplo era la afirmación de que en la tierra nueva guardaremos el sábado. Así que fui a ese pasaje para leerlo por mi cuenta, y descubrí algunas cosas interesantes. Una, dice que las celebraciones serían "DE MES EN MES y de sábado en sábado" (Isa. 66:22,23). ¿Significa esto que las fiestas de la luna nueva deben celebrarse hoy día? ¿Son obligatorias todavía? Luego, noté que el siguiente par de versículos hablan de que los habitantes saldrán y verán los cadáveres de los que se han rebelado contra el Señor. Esto no sonaba como la tierra nueva. Después, al leer el contexto mayor de la misma visión, dice que "el niño morirá de cien años" (Isa. 65:20). ¡Qué extraña imagen del cielo! La razón de que suene tan extraña es que "los nuevos cielos y la nueva tierra" de que habla Isaías no es la nueva tierra de Apocalipsis, donde "no habrá más muerte, ni tristeza, ni llanto", sino que Isaías describe lo que sería la tierra si Israel hubiese aceptado el Mesías y se hubiese convertido en el centro de atracción del mundo. La gente tendría que ir a Israel para ver lo que su Dios había hecho. Habrían acompañado a Israel en el culto, y las bendiciones de Dios habrían hecho de esta "nueva Jerusalén" el centro del mundo. Esta predicción era una de aquellas profecías condicionadas a la aceptación del Mesías. Como Israel rechazó al Mesías, la profecía no se cumplió.
Otra cuestión peliaguda para mí era la afirmación de Jesús a sus discípulos de que oraran para que su "huida no fuese ni en invierno ni en sábado" (Mat. 24:20). ¿No indica esto que el sábado es todavía obligatorio? La respuesta a esa pregunta se me hizo clara al leer Nehemías 13, en que Nehemías establece algunas leyes sobre los negocios que algunos estaban haciendo en sábado. Algunos de los gentiles de los alrededores traían sus mercaderías para venderlas a los israelitas en sábado. Esto había sido una trampa para Israel antes, les había hecho alejarse de Dios, y había hecho que fuesen llevados al cautiverio. Así que Nehemías estableció este reglamento, que todavía estaba en vigencia en los días de Jesús: "Sucedió, pues, que cuando iba oscureciendo a las puertas de Jerusalén antes del día de reposo, dije que se cerrasen las puertas, y ordené que no las abriesen hasta después del día de reposo; y puse a las puertas a algunos de mis criados, para que en día de reposo no introdujeran carga" (Neh. 13:19). En Mateo 24, las instrucciones de Jesús eran que los cristianos debían estar listos para escapar tan pronto como viesen retirarse al ejército romano. Esta debía ser la señal para que escapasen. El ejército romano levantaría el sitio sólo por corto tiempo. El resto de los habitantes pensaría que los romanos habían abandonado el sitio, y regresarían a sus negocios como de costumbre. Pero los cristianos debían ver esto como una señal para escapar. Pero debían orar para que esto no ocurriese en invierno, por razones obvias, ni tampoco en sábado. ¿Por qué? ¿El sábado sería todavía una institución obligatoria? No, los judíos no consideraban que huir del peligro o combatir en la guerra quebrantaba el mandamiento del sábado. Este no era el punto en discusión. El punto era que las puertas de la ciudad estarían ceradas en sábado, y esto haría casi imposible que los cristianos escapasen. La orden de Nehemías me ayudó a ver cómo cuadraba esto. Una vez más, el cuadro entero tenía sentido.
Otra cuestión con la que tuve que luchar concernía a los requisitos morales de los cristianos. Me parecía que el resto de los mandamientos del Decálogo todavía son aplicables para los cristianos, aunque Romanos y Gálatas y el resto de las epístolas sí enseñan que no estamos bajo la ley. El NT sí alienta la moralidad. La mayoría de los cristianos hace énfasis en la observancia de los mandamientos, todos excepto el cuarto. Esto me parecía un poco inconsistente. Pero, al estudiar más, la respuesta llegó con claridad también. A través de la sección de aplicación en el NT (después de la cruz) se reafirman todos los deberes morales de la ley de los Diez Mandamientos, incluyendo algunas leyes del AT. Sin embargo, estas reafirmaciones NUNCA apelan a la ley como la razón para observar esos deberes, sino que, en cada una de las situaciones, se invoca a Cristo. Por ejemplo, en 1 Cor. 6:18-20, hay una clara amonestación a favor de la pureza sexual, pero NO se invoca a la ley como la razón para esa pureza, sino el hecho de que somos el templo de Dios y que el Espíritu de Dios está en nosotros. ¿Cómo podríamos unir a Jesús con una prostituta?
El mismo patrón se encuentra a través de las epístolas. Otra vez, tuve que recordar que esta sección de las Escrituras se escribió especialmente para APLICAR el mensaje de las Escrituras a los cristianos. Me impactó descubrir que todos los otros nueve mandamientos son reafirmados como importantes para los cristianos en su relación con Cristo, excepto uno: el sábado. El sábado JAMÁS SE ENSEÑA como deber moral para los cristianos. ¡Ni una sola vez! En vez de eso, es reinterpretado como reposo diario en Jesús, como hemos visto antes. Obsérvese el siguiente resumen de los mandamientos reafirmados en el Nuevo Testamento:
1ro. Adorar a Dios solamente - por lo menos 50 veces.
2do. No ser idólatras - 12 veces.
3o. No ser profano - 4 veces.
4o. Recordar el sábado - no se menciona.
5o. Honrar a los padres - 6 veces.
6o. No asesinar - 6 veces.
7o. No cometer adulterio - 12 veces.
8o. No robar - 4 veces.
9o. No mentir - 4 veces.
10o. No codiciar - 9 veces.
Si la posición Adventista de que el sábado será la prueba final de todos los tiempos, de que será la prueba final de lealtad, de que todos los verdaderos seguidores lo habrán guardado, y de que no guardarlo será recibir la "marca de la bestia" es correcta, ¿no tendría sentido que Dios lo incluyese también repetidamente en el NT en su lista de deberes morales para los cristianos? ¿No advertiría Dios a sus discípulos una y otra vez? ¿No estaría la violación del sábado incluida en las listas de pecados que Pablo y los demás declararon y reafirmaron tantas veces en sus amonestaciones a los nuevos creyentes? ¿Por qué no hay ningunas instrucciones para los gentiles Jonás y Janio sobre cómo guardar el sábado? ¿No habría habido algunas preguntas sobre cómo guardarlo en el mundo gentil? En mis muchos años como pastor Adventista, una de las preguntas más comunes que me hacían tanto los nuevos creyentes como los miembros antiguos era: "¿Qué es CORRECTO y qué es INCORRECTO hacer en sábado? ¿Cómo podemos guardarlo correctamente?" Entiendo por qué no hubo NINGUNA INSTRUCCIÓN en absoluto sobre este tema durante la era de la iglesia cristiana. La razón es clara. Jesús es nuestro sábado. Reposar en Él cada día, al ir a Él por fe, es el SÁBADO del NT. En mi opinión, no hay ninguna otra explicación razonable.
Bien, ¿y el culto dominical? ¿Es correcto, incorrecto, o no está en discusión? Por mis estudios, he entendido que no está en discusión. No es ni correcto ni incorrecto. Pero siempre es correcto adorar a Dios tan a menudo y en asociación con otros creyentes como sea posible. En Hechos 2:42-47, la iglesia primitiva tenía culto todos los días. Si fuese posible hacerlo así, esto sería lo ideal. Pero tenemos vidas que vivir, y el culto diario en grupo se vuelve impráctico. Pero necesitamos apartar tiempo para tener culto juntos, y aumentar nuestra experiencia diaria. No debemos descuidar el culto en grupo. (Heb. 10:25). ¡No es incorrecto tener culto en sábado, ni es incorrecto tenerlo en domingo, ni en miércoles, ni en ningún otro día! Guardar un día de reposo para reflexionar y crecer espiritualmente es saludable y debería alentarse. Pero el mensaje del NT, y del resto de la Biblia, deja claro que, para los cristianos, el día de la semana en que esto tiene lugar, si es que lo tiene, NO debería ser obligatorio.
Me resultó interesante descubrir la manera en que la iglesia primitiva procedió en relación con esto. En un estudio exhaustivo sobre el tema del cambio del día de reposo del sábado al domingo, D. A. Carson editó un libro llamado Del Sábado al Día del Señor. Este libro es una obra altamente técnica que examina a los padres de la iglesia primitiva y sus puntos de vista acerca del sábado y el domingo. Desde el año 100 d. C. en adelante, los primeros cristianos unánimamente se reunían el domingo. Esta era una práctica general entre los cristianos. Nadie consideraba a este día como día de reposo. Pero todos se reunían ese día. Esto ocurría mucho antes de lo que enseñan los Adventistas. Lo que es más, esto sucedía unánimemente entre los discípulos de los apóstoles. Es increíble que esto hubiese sucedido sin que fuese la costumbre general durante la era apostólica. Nuevamente, quiero decir que los primeros cristianos creían que era un buen día para reunirse a causa de la resurrección, pero NO lo asociaban con un cambio del sábado. Algunos de estos cristianos, mayormente los judíos, continuaron reuniéndose en sábado. Otros, mayormente los gentiles, no lo hacían. Daban las razones que hemos comentado antes. Es claro que entendían las enseñanzas de Pablo y del resto de la Biblia, como lo hemos estudiado. El sábado era una opción aceptable, pero no obligatoria para los cristianos. Sin embargo, existía la necesidad de reunirse para tener culto. Debido a que muchos de los cristianos de origen judío todavía asistían a la sinagoga los sábados, era necesario tener otro tiempo en que los cristianos pudieran reunirse para sus propias reuniones en privado. Este tiempo llegó a ser el domingo, al que comenzaron a llamar el día del Señor. Nuestro primer registro de esta referencia ocurre en el año 170 d. C. Esta fecha es sólo 11 años después del momento en que Juan se refiere al día del Señor en Apocalipsis 1:10. Es bastante probable que Juan se estuviese refiriendo al domingo cuando mencionó ese día. No a causa de que se le atribuyese ningún carácter sagrado, sino porque era el día común en que los cristianos se reunían.
Los primeros cristianos se sentían también ligados sentimentalmente al primer día de la semana. No sólo resucitó el Señor ese día, sino que, de las siete apariciones de Jesús a los discípulos, cinco ocurrieron el primer día. De las otras apariciones, no se menciona el día específico. También, ese año la fiesta de Pentecostés cayó el primer día de la semana. La iglesia cristiana nació un domingo. Pero esto NO quería decir que ellos le atribuyesen a ese día carácter sagrado o las cualidades del sábado. No se invocaban los Diez Mandamientos en relación con el domingo. Aún mucho más tarde, cuando Constantino decretó la primera Ley Dominical, era sólo para prohibir que se trabajase ese día. Fue bien recibida por cristianos y paganos por igual como descanso del trabajo. Hacía el culto más conveniente, pero no era una ley basada en absoluto en la ley sabática. De hecho, los granjeros estaban exentos de ella. Ellos podían continuar trabajando. Por supuesto, esto no se permitía en la ley sabática del AT.
Había en ese tiempo algo de sentimiento anti-judío. Algunos han indicado que, puesto que los judíos tenían problemas con el gobierno, los cristianos trataban de distanciarse de los judíos alejándose del sábado, para evitar las persecuciones. Pero los regisstros de esa época no indican un pueblo que hiciese algo porque estuviese tratando de evitar ser persguido por la causa de Cristo. Los ejemplos que existen son de millares de cristianos que defendían valientemente su fe a pesar de las amenzas de muerte. Si esto hubiese sido una convicción para ellos, la habrían defendido. Pero NO estaban persuadidos del sábado, como se ve claramente en la literatura.
No fue sino en el tiempo de Agustín en el siglo V cuando se comenzó a establecer alguna relación entre los Diez Mandamientos y el domingo. Y aún entonces la conexión era débil. La naturaleza del sábado se consideraba ceremonial. Tomás de Aquino le dio prominencia a este punto de vista en siglos posteriores. Los reformadores Calvino y Lutero tuvieron cuidado de decir que el sábado no era obligatorio para los cristianos, sino que creían meritorio tomar un día para descansar y tener culto. No fue sino hasta la Reforma inglesa que el sábado del Decálogo comenzó realmente a ser promovido. Los principales proponentes de esto eran los puritanos. Comenzaron a enseñar que el sábado no había sido abolido (aunque llamaban sábado al domingo), y establecieron reglas estrictas que debían ser obedecidas según las leyes del AT. Por supuesto, esto afectó a los otros grupos ingleses, como los Metodistas y los Bautistas. Muchos de estos grupos fueron a los Estados Unidos, y la Nueva Inglaterra se hizo notoria por la estricta observancia del sábado (domingo). Fue allí donde un grupo, los Bautistas del Séptimo Día, dieron un paso más y comenzaron a guardar el sábado como día de reposo. Si el sábado del AT es obligatorio para los cristianos, razonaban, es mejor que guardemos el día correcto también. Fueron los Bautistas del Séptimo Día los que influyeron en Joseph Bates, el que a su vez influyó en E. G. White, y nació el Adventismo del Séptimo Día. Los Adventistas todavía están argumentando con los "Puritanos" principalmente acerca de cuál día es el verdadero sábado, más bien que si éste es o no un punto de disputa en el NT para los cristianos. Al argumentar sobre cuál día es el sábado, el mensaje de la Escritura y el mensaje que la iglesia primitiva tenía claramente en mente han sido pasados por alto por completo.
Yo continuaba orando fervorosamente acerca de estas cosas. Paula y yo hicimos de esto un tema de gran escudriñamiento de nuestraa almas y continuada investigación. El estudio entero me afectó tan fuertemente que me despertaba en mitad de la noche y llamaba a Dios. "Señor, por favor no me dejes quedar engañado. Quiero ser tu fiel seguidor". En cada ocasión, después de mucha oración y mucho luchar con Dios, las Escrituras venían a mi mente aún con mayor claridad. Me aferré a Lucas 11:11-13 una y otra vez, día tras día. Jesús dice que, cuando pedimos el Espíritu Santo, Él nos lo dará, en lugar de darnos un engaño. Muchas veces, agonicé con Dios y oré para que me llevase al descanso antes de dejarme en el engaño o permitirme dshonrar su causa. Pero el Señor continuaba confortándome con sus promesas y su Palabra. Gálatas 5:1 venía a mi mente con gran claridad: "Estad , pues firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud". En esas ocasiones, salía reconfortado, lleno del Espíritu de Dios, y reposado en Jesús mi sábado. Las palabras de la Biblia cobraban vida para mí. Entendía las secciones de la Biblia que siempre había tratado de justificar. El velo había caído de mis ojos.
Mientras tanto, Paula estaba llegando a las mismas conclusiones por su propia cuenta. Sabíamos que Dios nos estaba llamando a caminar más cerca de Él, lo que incluiría abandonar todo lo que significa seguridad para nosotros. Al principio, pensamos que Dios querría que permaneciésemos en la iglesia y trabajásemos a favor de un cambio. Sin embargo, al orar más y más, nos sentíamos incómodos con esa opción. Somos un equipo que ha recibido de Dios el singular don de alcanzar a los que no pertenecen a ninguna iglesia. Además, hemos recibido dones de liderazgo y de enseñanza. Saber la verdad, y simplemente sentarnos a esperar que ocurriese un cambio no parecía ser la manera en que Dios nos hablaba. Sin embargo, estábamos dispuestos a hacerlo así. Seguramente sería menos traumático. El otro lado del punto en juego para mí era la responsabilidad que tengo de enseñar la verdad. Soy un ser humano falible, con muchas debilidades, pero Dios está haciendo una gran obra en mi corazón. No puedo llevar una doble vida. No soy un oraador elocuente, ni tengo una personalidad impresionante. Lo único que tengo a mi favor es mis convicciones y mi amor por Jesús. Si no puedo hablar desde el corazón de mi experiencia con Jesús, no soy nada.
Paula y yo también creemos que sería erróneo continuar representando una organización que nosotros creemos ya no representa la verdad. Continuar sirviendo en ella sería dar credibilidad a sus afirmaciones. Tenemos muchos amigos maravillosos en la iglesia Adventista. Nos sentimos agradecidos del presidente de nuestra conferencia, del personal, los pastores, los voluntarios, y tantos otros que nos han apoyado y han hecho lo posible para ayudarnos a construir una iglesia para una nueva generación. No queremos herirles, ni a ellos ni a la iglesia madre a la que amamos tanto, y por la cual hemos ofrecido nuestras mismas vidas durante los pasados ocho años. Pero tenemos que seguir al Señor en esto. Reconocemos que habrá quienes discrepen fuertemente con nosotros en la manera en que entendemos las Escrituras y en nuestro sentido de llamado. Pero no somos responsables ante ellos. Somos responsables ante Dios.
Aunque las implicaciones de estos descubrimientos son espantosas, hay también una sensación de ansiosa expectación al esperar lo que Dios ha planeado para nosotros. Se nos pide vivir en el áspero borde de la fe. Como nunca antes, tenemos que confiar en las promesas de Dios. Verdaderamente, estamos aprendiendo a vivir por fe y reposando en Jesús nuestro Señor y nuestro Amigo. Para nosotros, esto no es sólo teoría, sino una verdadera experiencia de fe. Es confiar en la Palabra de Dios, y depender de Él, y solamente de Él. Es el reposo sabático diario. Nos sentimos agradecidos de que Dios nos haya confiado su Palabra, y que nos haya permitido probarle. A pesar de nuestros temores, tenemos confianza en el futuro. A donde Dios guía, Él provee.
RECURSOS ÚTILES
http://www.damascus.com Serie de cintas llamadas "The Sabbath in Christ"
http://www.ellenwhite.org Descargar material sobre Ellen White
http://www.graceplace.org Trabajos titulados "New Covenant Christians" y "Is Sabbath Observance Required ..."
http://www.ratzlaff.com Libros llamados "The Sabbath in Crisis" y "Sabbath to the Lord´s Day"
http://www.exadventist.com Descarga de materiales sobre el el sábado y Ellen White
Samuele Bacchiocchi, Sabbath Under Crossfire (Biblical Perspectives, 1998), pp. 245-248.
Ibid., 246-248.
Dale Ratzlaff, Sábado en Cristo (Glendale, AZ, 1990), pp. 310-311.
Ibid. pp. En realidad, hay tres escuelas de pensamiento en relación con el sábado. Hay un pequeño grupo, que incluye a los ASDs, que enseñan que el sábado continúa en el NT. Un segundo grupo enseña una teología de transferencia, y afirma que el mandamiento del sábado todavía es obligatorio, pero que la naturaleza sagrada del día fue transferida del sábado al domingo. (En realidad, esto ocurrió mucho más tarde en la iglesia cristiana. Los primeros cristianos no enseñaban ninguno de estos dos conceptos). Finalmente, hay un grupo más numeroso de cristianos que enseñan que Jesús cumplió el sábado y la Ley. Él es nuestro reposo sabático.
Esta es una de las razones por las que, en mi opinión, la doctrina Adventista del juicio investigador es tan endeble. Se basa en un texto que viene de un oscuro pasaje de literatura apocalíptica. Es complicado por el hecho de que el contexto inmediato no parece hablar de un tema celestial sino de uno terrenal. Está conectado con otros pasajes por el más débil de los enlaces lingüísticos, e ignora las palabras reales de las imágenes de las tardes y las mañanas sacrificiales dentro del texto. Para hacer que la potencia del cuerno encaje en el escenario Adventista, uno tiene que hacer que este cuerno crezca de uno de los vientos, no de los cuernos del imperio griego, donde encaja lógicamente. La obvia conexión con Antíoco Epífanes es ignorada. Es altamente sospechoso basar toda una doctrina en semejante interpretación traída de los cabellos. No hay ningún erudito bíblico fuera del Adventismo que concuerde con la interpretación Adventista. Este hecho debería ser una señal de advertencia contra el hacer demasiadas afirmaciones dogmáticas. Esencialmente, la posición ASD tiene como apoyo un texto débil y Ellen White. Eso no me suena como la Biblia y la Biblia sola.
Véanse 2 Cor. 3:6-9 y Heb. 8:13.
Dónde trazar la línea en relación con la observancia del sábado ha sido un problema para muchos sabadistas. Hace años, muchos internados Adventistas no permitían que los estudiantes se duchasen en sábado. Yo crecí con ciertas reglas no escritas relativas a la observancia del sábado. Era correcto vadear un río en sábado, pero no nadar. Era correcto andar en bicicleta, pero no si ésta tenía motor. Era correcto jugar, con la condición de que la "Biblia" fuese parte del juego. Para nosotros, un viaje en sábado era la distancia que una persona pudiera viajar con el tanque lleno sin volver a comprar gasolina en el día santo. Una persona podía comer en la cafetería de un campamento, con la condición de que el boleto se hubiese comprado el día antes. El problema es claro. Si la ley del AT todavía es obligatoria, entonces, ¿por qué permitimos que la gente lleve cargas, viaje, o prepare comidas, o haga sub-reglas? ¿Es eso diferente de lo que los rabinos hacían con sus más de 600 leyes? Por otra parte, si el NT ha reinterpretado estas cosas en Cristo, ¿por qué no llevamos lo que el NT dice a su conclusión plena y bíblica y dejamos de hacer del sábado un tema de contención en absoluto? ¿No debemos enfocar nuestra atención en Jesús, que es nuestro verdadero sábado? De otro modo, ¿no somos culpables de un neolegalismo con otro sistema de reglas que NOSOTROS fabricamos? El silencio del NT sobre cómo guardar el sábado declara con fuerza que Dios no tenía el propósito de que sus seguidores anduvieran por ese camino. (Véase Gál. 5:1).
D. A. Carson, From Sabbath to the Lord´s Day: A Biblical, Historical, and Theological Investigation (Eugene, OR, 1999).