Debemos ser cautelosos de no cometer el error de creer que seres de otros planetas están entre nosotros, visitándonos o influenciando nuestras vidas. Eso no es cierto.
Las razones para sostener que no hay seres extraterrestres ni siquiera cerca de nosotros son my lógicas y hasta sencillas.
La primera es la dificultad de realizar viajes interestelares. Vamos a plantear una situación hipotética: Supongamos que existe una civilización desarrollada en un planeta relativamente cercano a nuestro sistema solar. Vamos a suponer que este planeta se formó unos millones de años antes que la Tierra, por lo que esta civilización ha tenido muchos miles de años de desarrollo antes que nosotros los humanos. El resultado es que están tecnológicamente super desarrollados comparados con nosotros.
Ellos han logrado crear unas naves que pueden ser usadas para viajes intersetelares. Estas naves pueden soportar muchos años de uso en el espacio sin sufrir daños, y además pueden sostener una tripulación por muchos años.
Consideren que estos seres son sere físicos, igual que nosotros. Que sean extraterrestres no significa que sean dioses, que es el error que muchos cometén. Esto significa, que al igual que nosotros van a ser vulnerables a temperaturas extremas, a radiación, y a la soledad extrema. Igualmente deben comer algun tipo de alimento para generar energía y tener un sistema inmunológico fuerte y saludable.
Es por ello que estás naves deben tener las condiciones para sostener esa población cuando se exponga a las condiciones extremas de estar en el espacio. Ahora bien, está el segundo problema. El tiempo. Si este planeta está ubicado en digamos, en el sistema de la estrella más cercana a nosotros, Próxima Centauri, que está a solamente cuatro años luz de nosotros, un viaje desde su planeta hasta nosotros puede durar unos cientos de años.
La nave puede volar a velocidades cercanas a la luz, pero nunca a la velocidad de la luz, por un principio básico de la física. Nada material puede viajar a la velocidad de la luz sin reventar como un globo. A mayor velocidad, más aumenta la masa de cualquier cuerpo. No es posible que un cuerpo, sea humano o extraterrestre, pueda volar a la velocidad de la luz porque no es posible que su masa siga en aumento hasta el infinito. Imposible. Por esa razón, no podrían viajar a la velocidad de la luz.
No obstante, pueden viajar a velocidades muy altas. La realidad es que el viaje podría tomar cientos de años, aunque esté tan “cerca” de nosotros. Con la tecnología que actualmente temenos en la Tierra, un viaje a Próxima Centauri tomaría más de mil años. Una nave que tenga otro tipo de propulsion, o tipo de energía, viajaría a cortar ese tiempo a la mitad. Quizás 500 años de viaje.
Eso significa lo siguiente. Si estos seres son seres con cuerpos a base de carbono, como nosotros, no van a vivir más de 80 años. Quizá 100 con condiciones extremadamente positivas. Aún así, la generación que aborde la nave cuando despeguen hacia la Tierra no va a ser la misma que llegue. Sería otra generación, 400 años más joven. Esta nave debe tener suficientes provisiones para 500 años (??!!??).
Ese es el primer gran problema, a parte del problema del tiempo.
Supongamos que lo logran, 500 años después de despeguar llegaron a la Tierra. Y ¿ahora qué? ¿Se van a presentar ante los humanos abiertamente? O, como suelen ser las historietas sobre encuetros con extraterrestres en el media, van a llegar después de un viaje tan largo, en el que tuvieron que invertir tantos recursos, para permanecer escondidos y guardar el secreto. Eso no hace ningún sentido.
Es por ello que es increíble (literalmente “increíble” pues no hay quien se lo crea) que siempre que aparecen extraterrestres en la Tierra, lo hacen en forma oculta o secreta. Después de haber pasado tanto trabajo para viajar hasta nuestro planeta, van a permanecer ocultos y en silencio, y solo revelándose a unos pocos, o robando dos o tres vacas?????? Ridículo.
Es sumamente difícil viajar en el espacio para llegar hasta otro planeta y no hacer pública la hazaña. Eso no tiene ningún sentido.
El plantamiento más claro sobre la dura realidad de que ninguna civilización extraterrestre nos ha contactado es la paradoja de Fermi.
Enrico Fermi fue un científico norteamericano que fue quien inventó los reactors nucleares que se usan hasta nuestros días. Un sabio muy exitoso. Ya cuando era un anciano, fue a almorzar con un grupo de amigos científicos, y conversaban sobre la vida en otros planetas. E. Fermi entonces planteao su paradoja. La misma indica que, solamente considerando nuestra galaxia, la Vía Láctea, puedeni existir otros planetas como la Tierra, en donde es posible que se den las condiciones para que se desarrolle la vida. Y es posible que puedan desarrollarse seres inteligantes que crean civilizaciones exitosas y tecnológjcas. Además, es muy probable que esas civilizaciones se desarrollaron muchos millones de años antes que existiera la Tierra.
Es decir: están super desarrollados. Es por ello que existe la posibilidad que superaron las dificultades de los viajes interestelares, y han podido viajar a través de toda la galaxia, y hasta han creado colonias en otros planetas. Si esto es así: ¿Por qué no nos hemos topado con ellos? Los humanos temenos telescopios desde hace siglos, y radio telescopios muy potentes desde 1937, además que hemos encontrado miles de exo-planetas desde la década de los años ‘90. No obstante, nunca nos hemos topado con una foto de una nave espacial, o captado una señal clara que haya sido creada por un ser inteligente, o encontrado un planeta fuera de nuestro sistema solar donde puedan verse ciudades y civilizaciones. Nada. No hemos encontrado nada.
Las únicas respuestas posibles a la paradoja de Fermi son dos:
- Si existen otras civilizaciones desarrolladas en el universo, es posible que vivan tan lejos de nosotros que jamás nos vamos a cruzar con ellos. Nunca sabremos nada de ellos, ni ellos de nosotros.
- No existen otras civilizaciones. Solamente estamos nosotros los humanos. Como dijo el personaje principal de la película Ad Astra: “We’re all we got” (Sólo nos temenos a nosotros).
Así que aceptemos la realidad. Estamos solos en este viaje, y solamente nos temenos los unos a los otros. Por ello nuestro Salvador y Maestro nos dijo que nos amemos los unos a los otros, porque no temenos a nadie más.
Bendiciones.