¿Será bueno esto que está sucediendo?
Evangélicos ganan poder político en América Latina
http://www.el-universal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=31867&tabla=internacional
Henry Chu/The Los Angeles Times
El Universal
Jueves 10 de junio de 2004
BRasilia , Brasil. Los libros que se encuentran sobre el escritorio de Adelor Vieira son los que se esperarían de un congresista ocupado con la maquinaria del Estado: una copia del código civil, una guía de referencia de las leyes del gobierno local. Pero entre todos ellos se encuentra el libro más importante de su colección: La Biblia .
Vieira cree que todo lo necesario para una conducta moral está en las páginas del Génesis y la Revelación. Y como cristiano evangélico está determinado a conseguir que todos los libros legislativos de Brasil reflejen los principios del Libro de Dios.
"Creo que es una obligación", aseguró. "No se puede aislar a la Iglesia de la sociedad. Las iglesias a las que pertenecen los evangélicos tienen una misión, que es la de promover el reino de Dios".
En países de toda Latinoamérica, evangélicos como Vieira se están saliendo del refugio de sus iglesias para entrar al mundo de la política laica. Estos cristianos protestantes están expresando su opinión cada vez con más fuerza, uniéndose y buscando puestos de elección en una región que sigue siendo abrumadoramente católica.
Su influencia se extiende desde alcaldes de pueblos pequeños en el interior de Brasil hasta el gobernador de Chiapas en México. El presidente colombiano, Álvaro Uribe, a pesar de ser católico, se reúne regularmente con un pastor evangélico para leer La Biblia y rezar.
Esta incursión en política se da luego de años de crecimiento de los cristianos evangélicos, especialmente entre grupos carismáticos y los neopentecostales de Latinoamérica.
En Guatemala, por ejemplo, más de 40 por ciento de los 13.3 millones de habitantes son cristianos evangélicos. En El Salvador, casi una cuarta parte de la población de 6.3 millones se declara del mismo modo.
En Brasil, el país más grande de la región y fortaleza católica durante siglos, las cifras del censo mostraron que al menos 15 por ciento de la población es evangélica, aproximadamente 27 millones de personas. A muchos les atraen los servicios de adoración dinámica y el énfasis de una relación personal con Dios.
Para muchos la fe es un asunto privado, su devoción se hace real en la Iglesia y en el hogar. Pero otros están escuchando lo que creen es el llamado divino de revelar la luz de la verdad cristiana sobre "los trabajos de la oscuridad", que abarca las maldades evidentes, desde el aborto hasta la corrupción que invade a toda la política en Brasil.
Bloques políticos
El contingente evangélico en la Cámara Baja de Brasil ha crecido en los últimos años y en septiembre pasado formó un grupo de presión oficial en el Congreso, el Bloque Evangélico Parlamentario.
El grupo, cuya meta es asegurar que en la política pública se "actúe conforme a los propósitos de Dios y de acuerdo con su palabra", dispone de 58 diputados y tres senadores, de casi 600 legisladores. Hace 10 años, menos de la mitad de esos evangélicos ocupaban oficinas de poder en la capital brasileña.
Mucho de la agenda del bloque evangélico será reconocible para la hermandad conservadora cristiana de Estados Unidos. El grupo se opone a cualquier liberalización de las ya estrictas leyes sobre el aborto en Brasil. El matrimonio entre personas del mismo sexo es un anatema. También lo es la legalización de las drogas, ofrecer agujas limpias a adictos como una medida de salud pública y la distribución de condones en las escuelas.
Una de las mayores victorias obtenidas por el grupo en el Congreso el año pasado fue enmendar una propuesta de ley sobre seguridad biológica para prohibir la clonación de embriones humanos destinados al cultivo de células madre con fines de investigación científica.
A nivel local, el gobernador evangélico de Río de Janeiro, Rosinha Matheus, sorprendió a los científicos al autorizar la enseñanza del creacionismo en las escuelas públicas del estado.
No todos los políticos evangélicos son estrictamente conservadores, pues sus filas abarcan un amplio espectro ideológico. Especialmente en economía, sus ideas sorprenderían a los republicanos estadounidenses. Por ejemplo, algunos apoyan un Estado benefactor que proteja a los más débiles.
"No podemos quedarnos callados cuando pasan esas cosas (aborto, corrupción)", aseguró Walter Pinheiro, un diputado evangélico cristiano en el Congreso de Brasil. "Debemos sacar a la luz y condenar esas prácticas".
Evangélicos ganan poder político en América Latina
http://www.el-universal.com.mx/pls/impreso/noticia.html?id_nota=31867&tabla=internacional
Henry Chu/The Los Angeles Times
El Universal
Jueves 10 de junio de 2004
BRasilia , Brasil. Los libros que se encuentran sobre el escritorio de Adelor Vieira son los que se esperarían de un congresista ocupado con la maquinaria del Estado: una copia del código civil, una guía de referencia de las leyes del gobierno local. Pero entre todos ellos se encuentra el libro más importante de su colección: La Biblia .
Vieira cree que todo lo necesario para una conducta moral está en las páginas del Génesis y la Revelación. Y como cristiano evangélico está determinado a conseguir que todos los libros legislativos de Brasil reflejen los principios del Libro de Dios.
"Creo que es una obligación", aseguró. "No se puede aislar a la Iglesia de la sociedad. Las iglesias a las que pertenecen los evangélicos tienen una misión, que es la de promover el reino de Dios".
En países de toda Latinoamérica, evangélicos como Vieira se están saliendo del refugio de sus iglesias para entrar al mundo de la política laica. Estos cristianos protestantes están expresando su opinión cada vez con más fuerza, uniéndose y buscando puestos de elección en una región que sigue siendo abrumadoramente católica.
Su influencia se extiende desde alcaldes de pueblos pequeños en el interior de Brasil hasta el gobernador de Chiapas en México. El presidente colombiano, Álvaro Uribe, a pesar de ser católico, se reúne regularmente con un pastor evangélico para leer La Biblia y rezar.
Esta incursión en política se da luego de años de crecimiento de los cristianos evangélicos, especialmente entre grupos carismáticos y los neopentecostales de Latinoamérica.
En Guatemala, por ejemplo, más de 40 por ciento de los 13.3 millones de habitantes son cristianos evangélicos. En El Salvador, casi una cuarta parte de la población de 6.3 millones se declara del mismo modo.
En Brasil, el país más grande de la región y fortaleza católica durante siglos, las cifras del censo mostraron que al menos 15 por ciento de la población es evangélica, aproximadamente 27 millones de personas. A muchos les atraen los servicios de adoración dinámica y el énfasis de una relación personal con Dios.
Para muchos la fe es un asunto privado, su devoción se hace real en la Iglesia y en el hogar. Pero otros están escuchando lo que creen es el llamado divino de revelar la luz de la verdad cristiana sobre "los trabajos de la oscuridad", que abarca las maldades evidentes, desde el aborto hasta la corrupción que invade a toda la política en Brasil.
Bloques políticos
El contingente evangélico en la Cámara Baja de Brasil ha crecido en los últimos años y en septiembre pasado formó un grupo de presión oficial en el Congreso, el Bloque Evangélico Parlamentario.
El grupo, cuya meta es asegurar que en la política pública se "actúe conforme a los propósitos de Dios y de acuerdo con su palabra", dispone de 58 diputados y tres senadores, de casi 600 legisladores. Hace 10 años, menos de la mitad de esos evangélicos ocupaban oficinas de poder en la capital brasileña.
Mucho de la agenda del bloque evangélico será reconocible para la hermandad conservadora cristiana de Estados Unidos. El grupo se opone a cualquier liberalización de las ya estrictas leyes sobre el aborto en Brasil. El matrimonio entre personas del mismo sexo es un anatema. También lo es la legalización de las drogas, ofrecer agujas limpias a adictos como una medida de salud pública y la distribución de condones en las escuelas.
Una de las mayores victorias obtenidas por el grupo en el Congreso el año pasado fue enmendar una propuesta de ley sobre seguridad biológica para prohibir la clonación de embriones humanos destinados al cultivo de células madre con fines de investigación científica.
A nivel local, el gobernador evangélico de Río de Janeiro, Rosinha Matheus, sorprendió a los científicos al autorizar la enseñanza del creacionismo en las escuelas públicas del estado.
No todos los políticos evangélicos son estrictamente conservadores, pues sus filas abarcan un amplio espectro ideológico. Especialmente en economía, sus ideas sorprenderían a los republicanos estadounidenses. Por ejemplo, algunos apoyan un Estado benefactor que proteja a los más débiles.
"No podemos quedarnos callados cuando pasan esas cosas (aborto, corrupción)", aseguró Walter Pinheiro, un diputado evangélico cristiano en el Congreso de Brasil. "Debemos sacar a la luz y condenar esas prácticas".