Abel
Seguimos,
Usted dice:
He leído las "defensas" de las ofensas suyas Rogelio.
¿No se da cuenta del vocabulario tan ordinario que utiliza, yo no creo que sea el que utiliza cada día, desde que se levanta hasta que se acuesta?
Respondo:
Tengo perfecta cuenta del vocabulario utilizado.
Con respecto al vocabulario diario, depende:
Si surge un católico romano que confiesa la doctrina romana,
conociendo y habiendo estudiado El Evangelio de Jesucristo, y defiende la doctrina romana aun en la evidencia del error y la desviación, y, esta persona pone la doctrina de Roma por sobre El Evangelio, es decir, es un apologista de roma como los que abundan en esta foro, tenga la seguridad que el lenguaje será similar o quizá nulo, depende de si se está dispuesto a abordar algún tema en privado.
El asunto es radicalmente distinto cuando surge una persona católico romana, que no conoce la doctrina romana mas allá de lo básico que pudiera haber aprendido del catecismo romano, es decir no es un apologista de Roma, y además se
comprueba que esta persona no conoce El Evangelio, el lenguaje evidentemente es diferente y adecuado al nivel de
creencia que la persona tiene del Evangelio de Jesucristo. No se debe confundir el conocer El Evangelio con el intelecto y el creerlo por causa del Espíritu Santo.
Dentro del pueblo católico, en particular en el trato diario, se debe ser cuidadoso y tener mucha paciencia, en relación a si las personas confiesan a Roma en desconocimiento del Evangelio de Jesucristo. Suele ocurrir que algunas personas católico romanas, una vez que
conocen El Evangelio dejan de defender a Roma públicamente, se apartan, y en ellas se manifiesta algún tipo de desacuerdo interno, aceptando algunas cosas y rechazando otras de las que Roma enseña. En otros ocurre que
al creer El Evangelio ya no pueden creer ni defender a Roma. Es claro que también existe lo contrario, donde algunos luchan contra el desasosiego interno y buscan la manera de justificar a Roma a como de lugar.
usted dice:
Me parece que le manifesté que lo dicho por Ud. dicho está, escrito está y no podrá borrarlo ni negarlo.
Defienda Ud. lo que defienda, plantée Ud. lo que plantée, sean sus ideas las que sean respecto a la ICR.
¿Cómo va a justificar palabras groseras, ofensivas, bajas y deplorables?
Respondo:
De donde sacó usted que tengo la intención de borrarlo o negarlo. No se engañe usted a si mismo. No hay la menor intención de borrarlo o negarlo, porque lo escrito cumple su objetivo o no está usted en este epígrafe en razón de ello y hasta es posible que cuando leyó los mensajes se haya llenado usted de indignación en su corazón religioso y ni siquiera los haya leído completos. No pierda de vista, que es bueno que usted pregunte y que yo le conteste, independientemente de nosotros mismos.
Parece mi estimado Abel que usted aun no ha entendido, veamos;
No se trata de justificar lo que a usted o a cualquiera que piense a la manera Romana o tenga educación vaticana, le pueda parecer ofensivo, grosero, deplorable o bajo,
sino de mostrar que lo que se escribe es verdad o mentira. Si no se ha dado cuenta ese es su trabajo y hasta ahora lo ha evitado. Una de las características del cristiano es que no se detiene en la supuesta ofensa, sino que escarba, revisa todo, compara, retiene lo bueno y si se precia a si mismo de algo, en Cristo se precia como propiedad adquirida.
Veamos un ejemplo práctico (no se ofenda y mantenga bajo control su alta estima):
Si yo digo que una opinión romana hiede y efectivamente en contraste con El Evangelio hiede, entonces digo la verdad y su trabajo es demostrar lo contrario, es decir que miento o que estoy errado. La palabra que yo elegí para decir la verdad, tiene un objetivo, y no niega el sentido de lo dicho, excepto para usted que no le interesa la verdad contenida, sino la forma en que las cosas se escriben. En otras palabras, en usted se cumple el objetivo, porque se detiene en la supuesta ofensa para despreciar la verdad contenida, de forma que en su humanidad ofendida no va al fondo del asunto.
Si tiene dificultades para entender esto, revise como Jesucristo se dirige a los Fariseos que se atribuían el Poder de Dios en la tierra; les dijo con toda claridad
"hipócritas, sepulcros blanqueados que por dentro estáis llenos de porquería" y otras cuantas preciosuras.
Lea La Escritura en oración y compruebe el efecto que esto tuvo en el poder religioso al cual se enfrentó Cristo, también se enterará que los fariseos
conocían La Palabra de Dios en todo detalle, pero negaban su efectividad y mas aun, la tenían sujeta a sus tradiciones.
De seguro también entenderá como los Fariseos se sintieron ofendidos en lo mas profundo de su humanidad religiosa y no fueron al fondo del asunto, sino que se detuvieron en lo que a ellos les pareció una ofensa a su alta dignidad religiosa y a su alto aprecio de si mismos.
Recuerde usted que el que se precia de cristiano, tiene que estar dispuesto a ser ofendido, despreciado y ridiculizado, en ello está claramente advertido porque a su Maestro se lo hicieron primero y nada distinto puede esperar, pero a pesar de ello debe ir al fondo del asunto, de forma que si hay algo de verdad, la verdad brille por sobre todas las cosas.
Usted dice
¿Cómo voy a intercambiar pensamientos o posiciones con Ud.? Si Ud. utiliza ese vocabulario tan ofensivo y artero?.
Respondo:
A la verdad no creo que usted sea capaz de ir al fondo de estos asuntos. No por qué no quiera, sino porque no puede, hasta ahora se ha detenido en la forma que su alta estima religiosa no puede soportar. Esto tiene un fundamento Espiritual, revise usted Juan 6 y verifique de donde ha venido.
Esto desde el punto de vista del "humanismo" y la solidaridad de la carne, es totalmente entendible, basta revisar la intención con la cual usted aparece en la apertura de Sindone y su insistencia en el despojo. Y como desprecia usted cuando le digo:
"Lo que Sindone tiene, del Señor lo tiene, y nadie soy yo para despojarlo"
Usted dice
Por lo tanto, una vez más creo que no es posible intercambiar opiniones con Ud. por su sarcasmo y por sus regaladas, bajas e hirientes palabras que utiliza. Oraré por Ud. Hno. Rogelio para que el Señor lo ayude en humildad y deje su orgullo de lado.
Respondo:
En esto concuerdo con usted, no creo que sea posible, porque el espíritu que nos anima nada tienen entre ellos. A usted se le dio a creer que Roma aun es cristiana y a mi no, porque ninguno que se diga cristiano se pone fuera del control de La Palabra de Dios e invierte el orden de los Mandamientos de Dios, en su propio beneficio. Mas adelante veremos la inversión del orden.
Usted dice:
Sus ironías con caritas sonrientes me parece que está demostrando falta de tranquilidad. Los términos que utiliza son muy feos. La Biblia no enseña eso pero si amar al prójimo.
Respondo:
Estoy absolutamente tranquilo, ni se imagina cuanto. Mire usted
La terminología obedece a quienes son los lectores, lo cuales confiesan y defienden a los que se atribuyen a si mismos la representación de Dios en la tierra, pero sus frutos y el testimonio de La Palabra de Dios lo niega a viva voz. Además, El Señor es poderoso para proteger al inocente que pudiera sufrir daño por lo que lee, crea usted que los cristianos no pueden creer a la mentira, porque tienen Quién los guíe.
Parece Abel que usted tiene un problema de orden con la enseñanza Bíblica, aquí veremos la inversión del orden, veamos:
La enseñanza de La Palabra de Dios es esta:
"Maestro ¿Cual es el gran mandamiento de la Ley?
Jesús le dijo:
Amarás Al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Este es el PRIMERO y grande mandamiento.
Y el
SEGUNDO es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la Ley y los Profetas. (Mt. 22)
Ahora bien, en base a esta enseñanza
ordenada y secuencial, ninguno puede hacer lo SEGUNDO si no cumple lo PRIMERO, de forma que la Palabra de Dios se cumpla en toda justicia. Y no tenga duda usted que La Palabra de Dios siempre se cumple en orden.
Entonces, resta saber quienes son los que
real y verdaderamente aman Al Señor, de forma que puedan cumplir lo SEGUNDO, que es amar al prójimo, no de si mismos , sino por causa del Espíritu Santo.
En esto, es el mismo Señor el que define para toda la eternidad, quienes son los que verdaderamente le aman,
con amor agradable a Dios y no a lo que a cualquier religioso le pudiera parecer agradable y piadoso.
"Pregunta Judas (no el iscariote)
Señor, ¿Como es que te manifestarás a nosotros y no al mundo?
Respondió Jesús y le dijo:
El que me ama, mi Palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.
El que no me ama, no guarda mis Palabras.............. (Juan, 14)
Abel, esta es la enseñanza completa y que cierra el circulo. Si quiere complementar esto revise usted lo convencido que estaban los Fariseos de que ellos servían a Dios de forma agradable, además de lo ofendido que se sintieron cuando Cristo les dijo la Verdad en su cara y profetizó sobre ellos destrucción.
No se deje confundir usted, creyendo que se puede amar al prójimo, sin cumplir PRIMERO lo que Dios manda, que es sujetarse a La Palabra de Dios, guardándola en su corazón y poniéndola por obra, y de ninguna manera ejercer sobre ella poder de juicio como lo hace y enseña sistemáticamente Roma.
El resto lo contestaré cuando actualice los mensajes a los que se ha hecho referencia.
En Cristo
Rogelio