¡Bienaventurados los memos, porque ellos entrarán en el Reino de los Cielos! Pero... ¿por qué somos tan tontos como para creer en Dios?
Y no es para menos. Un "memo" es una persona fácilmente manejable, que se traga todo lo que oye, que hace caso a un líder, que no tiene personalidad, que no sabe mirar por su beneficio. Un "buenazo", un tontito, alguien que realmente da lástima porque todo el mundo se ríe de él. Esto es lo que hace el supuesto Dios con nosotros. Decirnos sandeces a través de la Biblia, de las Escrituras, de la Iglesia... ver como las seguimos ciegamente, y descojonarse de risa por ver lo estúpidos que somos. Me recuerda a un famoso videojuego: "Los Lemmings".
Siento mucho decir ésto, pero creo que una persona débil mentalmente es propensa a creer en Dios, porque necesita que alguien le diga lo que tiene que hacer. Esa persona no ha madurado todavía, y necesita que (al igual que hicieron sus padres en su día) le den consejo, le arropen, le orienten siempre en todos los aspectos de su vida. Porque esa persona no ha aprendido a decidir por sí misma, no ha aprendido aún a ser libre.
¿Para qué necesita una persona libre, madura y responsable los 10 Mandamientos? ¿Qué derecho tiene alguien a mandar sobre mí, alguien que se hace llamar Dios? ¿Quién es ese?
La Religión, la creencia en un Dios todopoderoso y en una vida después de la muerte surgen del mismo egoísmo del hombre. El ser humano es un ser vivo, y como tal profundamente egoísta.
El hombre quiere saberlo todo, no se conforma con conocimientos parciales del Universo. La realidad es muy extensa y tardaremos miles (o millones de años) en saberlo todo (si es que el conocimiento tiene un límite). Pero queremos conocer todo y ya mismo, y para saciar nuestro egoísmo de conocimientos nos inventamos un ser mágico y misterioso -Dios- al que atribuir, como si fuera un milagro, todo lo desconocido. Si no podemos conocer científicamente el origen del Universo, por ejemplo, decimos que lo ha creado Dios y la incertidumbre desaparece (hemos saciado nuestra curiosidad y ansias de saber de una forma muy fácil y cómoda). Por eso la ciencia, que es el verdadero conocimiento humano porque nos permite averiguar cómo funcionan las cosas de una forma exacta y totalmente matematizada, a medida que avanza y va desvelando lo que antes eran misterios, va comiendo terreno a la religión. Por tanto, es totalmente falso que la ciencia y la religión sean compatibles, porque la primera poco a poco hunde a la otra. Debemos aceptar, para librarnos de una vez por todas de la excusa de Dios, que el hombre no puede saber todo. En el caso de que el Universo tuviera un origen, ¿por qué debemos decir que lo ha creado Dios? ¿No podemos ser un poco más humildes y contestar "no sabemos cuál es el origen del Universo"? Bueno, bueno...
Vuelvo a repetir que el hombre es un ser vivo, más concretamente un animal un poco más inteligente de lo normal, y como tal tiene un profundo y básico instinto de supervivencia que le hace poseer un terror patológico hacia la muerte, hacia la idea espantosa de pensar que un día dejará de existir. Para que esto no le preocupe más de la cuenta, y así sentirse más seguro, inventa una vida después de la muerte, una vida que además (por si fuera poco) es eterna. Puestas así las cosas, es muy fácil todo pensando que va a ser siempre así, que nos espera un lugar después de la muerte en el cual seguiremos viviendo felices, sin preocupaciones, por el resto de la eternidad. Una vez más, los que creen en Dios y en la vida eterna demuestran que aún no han madurado, y anhelan la seguridad y la tranquilidad. Hay que ser valientes y afrontar la muerte como lo que es. No ser cobardes, no ser unos gallinas, demostrar nuestra inteligencia asumiendo que un día dejaremos de existir. Ser fuertes, en definitiva, y aceptar las cosas tal como son.
¡Independízate ya de Dios, igual que un día lo hiciste de tus padres! ¡Lánzate a la Libertad! ¡Todavía estás a tiempo de ser valiente y decidido, de disfrutar tu propia vida y de tomar tus propias decisiones!
------------------
omar