Aqui un texto que apoya la doctrina bíblica del arrebatamiento pretribulacional.𝐋𝐀 𝐈𝐆𝐋𝐄𝐒𝐈𝐀 𝐘 𝐋𝐀 𝐈𝐑𝐀 𝐕𝐄𝐍𝐈𝐃𝐄𝐑𝐀
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𝐂𝐨𝐫𝐫𝐢𝐠𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐃𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐄𝐬𝐜𝐚𝐭𝐨𝐥𝐨𝐠𝐢́𝐚 𝐁𝐢́𝐛𝐥𝐢𝐜𝐚 – 𝐏𝐚𝐫𝐭𝐞 𝟐
A continuación, el segundo argumento de Nuestro Hermano Yosel Chirinos:
Yosel Chirinos escribió:
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"Aun cuando no pertenezcan a la Iglesia de este tiempo, los que saldrán de la Gran Tribulación han de ser salvos por la sangre de Cristo, 𝒚 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒂 𝑮𝒓𝒂𝒏 𝑻𝒓𝒊𝒃𝒖𝒍𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒆𝒔 𝒍𝒂 𝒊𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝑫𝒊𝒐𝒔 𝒆𝒔 𝒑𝒆𝒍𝒊𝒈𝒓𝒐𝒔𝒐, puesto que cuestionaría las promesas de Dios hacia ese selecto grupo, que además, reinarán con Cristo, como también se le promete a Israel y a la Iglesia. Dice Apocalipsis 7:14-17: Estos son los que han salido de la Gran Tribulación... y han lavado sus ropas... en la sangre del Cordero... porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará."
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Respuesta Bíblica:
𝐋𝐚 𝐍𝐚𝐭𝐮𝐫𝐚𝐥𝐞𝐳𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐆𝐫𝐚𝐧 𝐓𝐫𝐢𝐛𝐮𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧
1. La Gran Tribulación es Ira Divina y Juicio Divino
Este segundo argumento intenta minimizar la naturaleza de la ira de Dios en la Gran Tribulación, cuando en realidad la Biblia es clara en que este período es un juicio sobre los impíos. Los siguientes pasajes lo confirman:
• Apocalipsis 6:16-17 — "Escondiéndose de la ira del Cordero, porque ha llegado el gran día de su ira."
• Apocalipsis 14:10 — "Éste beberá del vino de la ira de Dios."
• Apocalipsis 16:1 — "Derramad sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios."
Negar que la Gran Tribulación es expresión de la ira divina es una distorsión teológica, ya que los impíos son castigados y los santos tribulacionales son redimidos en medio del juicio, pero eso no cambia la naturaleza de la Tribulación como tiempo de ira.
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2. 𝐋𝐚 𝐈𝐠𝐥𝐞𝐬𝐢𝐚 𝐍𝐨 𝐏𝐮𝐞𝐝𝐞 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐓𝐫𝐢𝐛𝐮𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧
La doctrina de la justificación en Cristo es clave aquí.
Si la Iglesia es el cuerpo y futura Esposa de Cristo, no puede estar destinada a sufrir la ira de Dios en la Gran Tribulación.
• Efesios 5:30 — "Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos."
• Romanos 8:1 — "No hay condenación para los que están en Cristo Jesús."
• 1 Tesalonicenses 1:10 — "Jesús nos libra de la ira venidera."
Colocar a la Iglesia en la Gran Tribulación sería como castigar nuevamente el cuerpo de Cristo, lo cual es imposible, pues Él ya llevó el castigo por nosotros (Isaías 53:5).
Además, Cristo no castiga a su propia Esposa, sino que la lleva a las bodas del Cordero en gloria (Apocalipsis 19:7-8). Esto confirma que la Iglesia debe ser arrebatada antes de la Tribulación.
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3. 𝐋𝐨𝐬 𝐒𝐚𝐥𝐯𝐨𝐬 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐆𝐫𝐚𝐧 𝐓𝐫𝐢𝐛𝐮𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧: ¿𝐂𝐨́𝐦𝐨 𝐄𝐧𝐭𝐞𝐧𝐝𝐞𝐫𝐥𝐨?
Apocalipsis 7:14-17 menciona a los santos tribulacionales que han salido de la Gran Tribulación.
Ellos son redimidos por Cristo, pero no forman parte de la Iglesia en su naturaleza celestial.
Ejemplo de cómo Dios salva en medio del juicio:
• Noé — librado dentro del juicio del diluvio.
• Lot — rescatado antes del juicio sobre Sodoma.
• Israel en Egipto — protegido en Gosén durante las plagas.
Dios salva a los creyentes tribulacionales dentro de su juicio, pero eso no significa que la Tribulación no sea un tiempo de ira.
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Conclusión:
𝐋𝐚 𝐠𝐫𝐚𝐧 𝐭𝐫𝐢𝐛𝐮𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐞𝐬 𝐮𝐧 𝐉𝐮𝐢𝐜𝐢𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐍𝐨 𝐄𝐬 𝐏𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐈𝐠𝐥𝐞𝐬𝐢𝐚
El argumento presentado por nuestro hermano confunde la distinción entre la Iglesia y los santos de la Gran Tribulación.
Aunque habrá redimidos en ese tiempo, la Tribulación sigue siendo un juicio sobre los moradores de la tierra, y la Iglesia ha sido claramente librada de ese juicio (1 Tesalonicenses 5:9).
𝐏𝐨𝐫 𝐥𝐨 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐨, 𝐬𝐨𝐬𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐆𝐫𝐚𝐧 𝐓𝐫𝐢𝐛𝐮𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐢𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐃𝐢𝐨𝐬 𝐞𝐬 𝐮𝐧𝐚 𝐝𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐚𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚 𝐥𝐚 𝐝𝐨𝐜𝐭𝐫𝐢𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐣𝐮𝐬𝐭𝐢𝐟𝐢𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐲 𝐩𝐨𝐧𝐞 𝐞𝐧 𝐩𝐞𝐥𝐢𝐠𝐫𝐨 𝐥𝐚 𝐜𝐨𝐦𝐩𝐫𝐞𝐧𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐝𝐞 𝐥𝐚 𝐨𝐛𝐫𝐚 𝐫𝐞𝐝𝐞𝐧𝐭𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐂𝐫𝐢𝐬𝐭𝐨.
𝐋𝐀 𝐈𝐆𝐋𝐄𝐒𝐈𝐀 𝐄𝐒𝐏𝐄𝐑𝐀 𝐀 𝐒𝐔 𝐒𝐄𝐍̃𝐎𝐑 𝐍𝐎 𝐋𝐀 𝐈𝐑𝐀 𝐕𝐄𝐍𝐈𝐃𝐄𝐑𝐀
Sacado de AI Gemini.
El argumento bíblico más destacado a favor del arrebatamiento pretribulacional se centra a menudo en la idea de que la Iglesia, el cuerpo de Cristo, será librada de experimentar el período de la Gran Tribulación, que se describe en la profeción bíblica como un tiempo de intensa ira divina y juicio sobre la tierra.
* La Naturaleza de la Tribulación como Ira Divina: Pasajes como 1 Tesalonicenses 1:10 y 1 Tesalonicenses 5:9 son fundamentales. El primero dice que Jesús "nos libra de la ira venidera", y el segundo afirma que "no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo". Los defensores del arrebatamiento pretribulacional argumentan que la Gran Tribulación es precisamente esa "ira venidera" de la que los creyentes serán librados. Dado que la Iglesia no está destinada a la ira de Dios, se concluye que debe ser removida antes de que comience este período.
* La Promesa de ser Guardado de la Hora de la Prueba: Apocalipsis 3:10 es otro versículo clave: "Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra". La interpretación pretribulacional enfatiza la frase "te guardaré de la hora de la prueba", entendiendo que significa ser preservado fuera de ese período de tiempo específico y global de tribulación, no simplemente ser guardado a través de él.
* La Distinción entre Israel y la Iglesia: Según la teología dispensacional, que a menudo se asocia con el pretribulacionismo, Dios tiene planes distintos para Israel y para la Iglesia. Se argumenta que el período de la Tribulación, particularmente las "setenta semanas" de Daniel 9, es un tiempo en el que Dios vuelve a tratar de manera específica con la nación de Israel para cumplir Sus promesas pactuales. Dado que la Iglesia es una entidad distinta y su "misterio" fue revelado en el Nuevo Testamento, se sostiene que la Iglesia no tiene por qué estar en la tierra durante este período centrado en Israel. La ausencia de la palabra "iglesia" en los capítulos de Apocalipsis que describen la Tribulación (Apocalipsis 4-18) es a menudo citada como evidencia de que la Iglesia ya no está en la tierra durante esos eventos.
* La Inminencia del Arrebatamiento: La doctrina de la inminencia enseña que el regreso de Cristo por Su Iglesia podría ocurrir en cualquier momento, sin que sea necesario que ciertos eventos proféticos (específicamente los de la Tribulación) ocurran primero. Pasajes como Juan 14:1-3, donde Jesús promete volver para llevar a Sus discípulos a estar con Él, y la exhortación a esperar el regreso del Señor (Filipenses 3:20; Tito 2:13) se interpretan en el sentido de una expectativa constante e inmediata. Si la Iglesia tuviera que pasar por la Tribulación, el regreso de Cristo no sería inminente, ya que los creyentes tendrían que esperar a que comenzara y progresara la Tribulación.
En resumen, el argumento bíblico central para el arrebatamiento pretribulacional se apoya fuertemente en la idea de la preservación de la Iglesia de la ira divina manifestada en la Gran Tribulación, basándose en promesas de liberación de la ira y de la "hora de la prueba", la distinción teológica entre Israel y la Iglesia, y la doctrina de la inminencia del regreso de Cristo por Su pueblo.
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