No hay más: Jesús murió, y el Espíritu Santo lo vivificó (zōopoieō), resucitándolo en inmortalidad.
Así, en estado inmortal, ascendió visiblemente al cielo ante sus discípulos.
Fue en ese estado vivificado (zōopoieō) que descendió para proclamar a los espíritus encarcelados, no durante los tres días en que estuvo muerto en el Hades.
Ese cuerpo inmortal es el mismo que el apóstol Pablo llama “cuerpo espiritual”.
No se refiere a una entidad incorpórea, sino a un cuerpo glorificado, con las características que Jesús mostró a sus discípulos: carne, huesos y capacidad de comer.
Lucas 24:39
"Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpadme y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo."
1 Corintios 15:44-49
"44 Se siembra cuerpo natural, resucita cuerpo espiritual. Si hay cuerpo natural, hay también cuerpo espiritual.
45 Así también está escrito: El primer hombre, Adán, fue hecho • alma viviente. El último Adán, espíritu que da vida.
46 Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual.
47 El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es del cielo.
48 Como es el terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el celestial, así son también los que son celestiales.
49 Y tal como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial."
Por esta razón en 1 Pedro 3:18 dice el apóstol Pedro vivificado en espíritu.
Así todo tiene armonía y encaja con el contexto general bíblico.