La parábola de Lucas 16:19-31 utiliza elementos simbólicos (como el "seno de Abraham") para enseñar una lección moral, no para describir geografía espiritual. Aunque menciona nombres, esto no implica literalidad; por ejemplo, en otras parábolas, Jesús usó figuras como "un hombre noble" sin referirse a alguien real. El relato destaca las consecuencias de las decisiones morales, no la estructura del Seol.
Respecto a 1 Pedro 3:19, el contexto aclara que los "espíritus encarcelados" son ángeles: "los ángeles que pecaron" (2 Pedro 2:4) y "los que no mantuvieron su posición original" (Judas 6).
El malhechor no fue al "seno de Abraham", pues "los muertos no saben nada" (Eclesiastés 9:5). La promesa de Jesús se cumple en el futuro: "estarás conmigo en el Paraíso", durante la resurrección en la Tierra restaurada. El orden divino es claro: Cristo es "primogénito de entre los muertos", y ningún humano resucitó antes que él.
Estoy en desacuerdo. Yo he tenido muchas dudas acerca de esa supuesta parábola, pero pienso que Jesús jamás utilizaría una parábola que sugiriera qué sucede con el estado de los muertos sabiendo que podrían crear confusión.
Mucho se cita Eclesiastés cuando se sabe que es un libro que habla acerca de la banalidad de lo que ocurre bajo el Sol, pero para nada se puede sacar un doctrina de ahí.
No obstante, ya lo veremos en el día de nuestra muerte, si es tal y como la mayoría de los cristianos dicen, o lo que interpretan los Adventistas y TJ.
Un saludo y gracias por tus aportes!