Para que la Ley fuese anulada y abrogada, debería de tener algo malo, pero en realidad todo lo que se dice de la Ley es bueno;
De manera que la Ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno.
La Torah no puede ser mala, pues entonces tendrimos que admitir que Nuestro D-os nos otorgó algo que a la larga solo produciría muerte, y eso Él lo hubiese sabido bien.
De Hecho, nuestro Mesías, afirmo que un Padre nunca daría una serpiente a su hijo... Es Inadmisible que Nuestro Padre al entregarnos La Torah, nos hubiese dado en realidad una serpiente...
LO que en realidad nos afecta en cuanto a nuestra salvación no es la Ley en si, sino el pecado que nos lleva a transgredirla, por lo que lo que habría que anular y quitar es el pecado, NO la Torah (Instrucción).
Precisamente a eso vino nuestro Mesías, a quitar el pecado de nosotros, y llevarnos a una vida de obediencia a la Torah.
¿Recuerdas a aquel leproso que fue sanado por Cristo? ¿Qué ocurrió cuando fue a lavarse al estanque de siloé? ¿Y qué instrucción dio el Señor a este afortunado?
En esto podrías comprender cómo fue cumplida la ley.