-¡Por favor! Denme tiempo a exponer la pregunta y no me condenen solo por el título del epígrafe.
-Desde que el Señor Jesús en su oración modelo enseñó a sus discípulos a pedirle al Padre “el pan nuestro de cada día” (Mt 6:11), en Dios confiamos para su provisión.
-Sin embargo, en las acciones de gracias por los alimentos en nuestro hogar (¡nunca nos han faltado a Dios gracias!), jamás dijimos algo así como: “Te pedimos también que te acuerdes de los necesitados y les proveas de sus alimentos”.
-En hogares evangélicos de un trasfondo bíblico fundamentalista, en que hemos estado hospedados, nos extrañó que al dar las gracias oraran diciendo: “Señor, te pedimos les des pan a los hambrientos” o algo así por el estilo, lo que parecía una piadosa intercesión por aquellos a quienes probablemente faltara lo que en nuestra mesa sobraba.
-Entonces yo me preguntaba: -¿Por qué nosotros no hacemos así?
Me constaba sí que personas pobres que se llegaban a nuestra puerta pidiendo algo de comer nunca se fueron con las manos vacías. Además, mi esposa siempre estaba atenta para socorrer a vecinos necesitados, aunque nosotros no fuéramos ricos ni las cosas nos sobraran.
Por otro lado, me constaba también que en el vecindario y la misma iglesia donde se acostumbraba orar de la otra manera, había pobres y necesitados por los que nadie se preocupaba de alcanzarles algo.
-Entonces entendí, que pese a lo notorio de la compasiva piedad de aquella acción de gracias, se le transfería a Dios la responsabilidad que a nosotros mismos Él nos había encargado.
Recordé entonces Isaías 58:7, 10:
“¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?”.
“Si das tu pan al hambriento y sacias al alma afligida, en las tinieblas nacerá la luz y tu oscuridad será como el mediodía”.
Entonces, ¿será correcto pedirle a Dios que Él haga lo que a nosotros nos mandó?
Saludos cordiales
-Desde que el Señor Jesús en su oración modelo enseñó a sus discípulos a pedirle al Padre “el pan nuestro de cada día” (Mt 6:11), en Dios confiamos para su provisión.
-Sin embargo, en las acciones de gracias por los alimentos en nuestro hogar (¡nunca nos han faltado a Dios gracias!), jamás dijimos algo así como: “Te pedimos también que te acuerdes de los necesitados y les proveas de sus alimentos”.
-En hogares evangélicos de un trasfondo bíblico fundamentalista, en que hemos estado hospedados, nos extrañó que al dar las gracias oraran diciendo: “Señor, te pedimos les des pan a los hambrientos” o algo así por el estilo, lo que parecía una piadosa intercesión por aquellos a quienes probablemente faltara lo que en nuestra mesa sobraba.
-Entonces yo me preguntaba: -¿Por qué nosotros no hacemos así?
Me constaba sí que personas pobres que se llegaban a nuestra puerta pidiendo algo de comer nunca se fueron con las manos vacías. Además, mi esposa siempre estaba atenta para socorrer a vecinos necesitados, aunque nosotros no fuéramos ricos ni las cosas nos sobraran.
Por otro lado, me constaba también que en el vecindario y la misma iglesia donde se acostumbraba orar de la otra manera, había pobres y necesitados por los que nadie se preocupaba de alcanzarles algo.
-Entonces entendí, que pese a lo notorio de la compasiva piedad de aquella acción de gracias, se le transfería a Dios la responsabilidad que a nosotros mismos Él nos había encargado.
Recordé entonces Isaías 58:7, 10:
“¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?”.
“Si das tu pan al hambriento y sacias al alma afligida, en las tinieblas nacerá la luz y tu oscuridad será como el mediodía”.
Entonces, ¿será correcto pedirle a Dios que Él haga lo que a nosotros nos mandó?
Saludos cordiales