[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif] Cuando el mundo observaba a Juan, a Pedro o a Pablo y percibía que ellos eran semejantes a su Señor, los rechazaba tal como lo había rechazado a Él. El mundo no podía conocerlos, porque no lo había conocido a Él.[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]
[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]Preguntémonos los creyentes de hoy: ¿nuestro andar es tan semejante al de Cristo, como para que el mundo, el cual no conoció a Cristo ni a Juan ni a Pablo, tampoco nos conozca a nosotros? ¡Ay!, quizá hasta un incrédulo podría señalarnos las diferencias que hay entre nosotros y Cristo.[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]
[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]El mundo veía en Pablo a un hombre que, en todo lo que hacía, tenía en vista la gloria de Cristo. Las personas que me han visto obrar desde hace treinta años, ¿podrían decir lo mismo de mí? Por cierto que no; pero ya sea que se trate de un pastor del rebaño o de la más débil oveja, la vida de Dios manifestada en cada uno debería tener el mismo carácter. Si es cierto que poseo dicha vida, ¿me conduzco en concordancia con ella? ¿Y tú?[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]
[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]Que cada uno se pregunte: «¿Puedo decir que soy un miembro de Cristo, que Él me mira y que ve correr en mí la vida que tengo en Él? ¿Soy consciente de la responsabilidad que tengo, la cual consiste en agradar a Cristo, quien me amó y que, a pesar de lo que yo soy, no se avergüenza de decir que soy suyo?»
[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]
[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]Si no hallas la respuesta, ve al Padre, díselo, y verás lo que Él hará, pues su pensamiento es llamar a hijos para sí. Vayamos al gran Médico, y hallaremos “bálsamo en Galaad” (véase: Jeremías 8:22).[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]
[/FONT][/FONT]
Wigram G.V. - (Messager Évangélique, 1931)
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]
[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]Preguntémonos los creyentes de hoy: ¿nuestro andar es tan semejante al de Cristo, como para que el mundo, el cual no conoció a Cristo ni a Juan ni a Pablo, tampoco nos conozca a nosotros? ¡Ay!, quizá hasta un incrédulo podría señalarnos las diferencias que hay entre nosotros y Cristo.[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]
[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]El mundo veía en Pablo a un hombre que, en todo lo que hacía, tenía en vista la gloria de Cristo. Las personas que me han visto obrar desde hace treinta años, ¿podrían decir lo mismo de mí? Por cierto que no; pero ya sea que se trate de un pastor del rebaño o de la más débil oveja, la vida de Dios manifestada en cada uno debería tener el mismo carácter. Si es cierto que poseo dicha vida, ¿me conduzco en concordancia con ella? ¿Y tú?[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]
[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]Que cada uno se pregunte: «¿Puedo decir que soy un miembro de Cristo, que Él me mira y que ve correr en mí la vida que tengo en Él? ¿Soy consciente de la responsabilidad que tengo, la cual consiste en agradar a Cristo, quien me amó y que, a pesar de lo que yo soy, no se avergüenza de decir que soy suyo?»
[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]
[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]Si no hallas la respuesta, ve al Padre, díselo, y verás lo que Él hará, pues su pensamiento es llamar a hijos para sí. Vayamos al gran Médico, y hallaremos “bálsamo en Galaad” (véase: Jeremías 8:22).[/FONT][/FONT]
[FONT=Arial, Helvetica, sans-serif][FONT=Times New Roman, Times, serif]
[/FONT][/FONT]
Wigram G.V. - (Messager Évangélique, 1931)