Re: ESCUDRINANDO EL LIBRO DEL APOCALIPSIS.
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y, por lo visto, Dios también les aconseja que no reposen en sábado, ni se reúnan entre ustedes para que no descubran que son creyentes....que fue lo que hicieron en Alemania.
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Tampoco hicieron caso de Lucas 20:20-21 pues no se fueron de sus ciudades, simplemente expulsaron de sus escuelas a los alumnos judíos y no se reunieron en Escuela Sabática....
Al parecer tienes un falso concepto referente al día de reposo.
Un cristiano lo puede guardar independientemente si asiste o no a la iglesia y al culto.
Imagínate a un fiel servidor del Señor que esté pasando por una enfermedad, que le impida asistir al templo.
¿Lo puede guardar en su casa o en el Hospital?
¿Qué es lo que mira nuestro Señor? El ve la disposición del corazón y el ánimo de quién le sirve (Isaías 58:13,14)
Memorias de Friedensau
"Después de casi 100 años, se les permitió a los miembros del Movimiento de la Reforma, a diferencia de los pioneros de reforma en 1920, presentar su posición sobre el pacifismo en un simposio en la Universidad Adventista de Friedensau el 14 de mayo de 2014. Dos conferencias basadas en la Biblia, el Espíritu de la profecía, y la evidencia irrefutable de la Guerra Civil y la Gran Guerra fueron presentadas por mí mismo y por el hermano Woonsan Kang a una audiencia Adventista que incluyó académicos, estudiantes y laicos. Las preguntas fueron contestadas en el espíritu de Cristo. Manifestamos que los reformadores no se consideran mejores o más santos que los demás, pero nos esforzamos por vivir de acuerdo a las enseñanzas del Cordero de Dios.
Durante un receso en el último día, un académico Adventista presentó algunas predicciones preocupantes que, de acuerdo con la filosofía adventista postmoderna, la ley dominical puede no llegar nunca y la profecía puede fallar. Le pregunté a otro profesor asistente, “¿Creen también ustedes, en la Universidad Adventista Americana, que la ley dominical puede no llegar nunca?” Él respondió que el problema era que la cuarta generación de adventistas estaba teniendo problemas, ya que la segunda venida de Cristo todavía no ha ocurrido.
¿Cuántos creyentes del mensaje del tercer ángel también están teniendo problemas para comprender el hecho de que cerca de 170 años después de 1844–más de los 120 años de predicación de Noé–Jesús no ha regresado aún? Pedro también se reunió con los cristianos y los no creyentes en el día que dudaban que Cristo regresara. El escribió: “Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles; sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua”. “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas” (2 Pedro 3:1-6, 9, 10).
Aunque hay más razones que podrían citarse, el apóstol Pedro cita tres pruebas para la venida de Cristo. Primero, tenemos los mensajes de los profetas y las promesas de Jesús mismo que su regreso acontecerá. Segundo, demostrar que “todas las cosas” no siempre “continúan” de la misma manera, tenemos el testimonio del expediente del diluvio con sus fósiles que muestran la muerte de millones de criaturas, así como las historias de inundaciones que abundan entre los aborígenes y las diferentes culturas de todo el mundo. Así como Dios puso fin a la maldad del mundo antiguo con un diluvio universal, así establecerá un límite a este planeta y luego creará uno nuevo con una nueva raza santa. Y, tercero, Dios es paciente, como lo atestiguan miles de creyentes a través de la historia. Él ha esperado providencialmente y ha intervenido de acuerdo a su propio reloj y tiempo, que es más allá del cálculo humano. Dios espera que los pecadores se conviertan en santos. Este es el verdadero argumento para el cristianismo. Los pecadores cambian por la gracia y por la obra del Espíritu, que los burladores no pueden negar. Cada conversión es un testimonio de la paciencia de Dios y de su deseo de que todos los hombres se salven si así ellos lo desean.
“La misericordia de Dios se manifiesta en su longanimidad. El Señor está reteniendo sus juicios, esperando que el mensaje de advertencia llegue a todos. Hay muchos que aún no han escuchado las verdades para este tiempo. El último llamado de misericordia está a punto de ser dado íntegramente a nuestro mundo. La palabra de Dios retrata la maldad y la corrupción que existe en el mundo en los últimos días. Mientras vemos el cumplimiento de la profecía, nuestra fe en el triunfo final del reino de Cristo debería incrementar”.5
Tal vez Jesús ha retrasado su venida y el evento tan esperado, porque está esperando que vosotros cambiéis vuestra manera de pensar, corazón y espíritu por su gracia salvadora. ¿Escuchareis la voz de misericordia antes que ésta cese y el ángel vuele hacia abajo para cerrar la puerta de la gracia?
La Gran Guerra y los héroes caídos
Teniendo en cuenta la acumulación de ejércitos antes de la Primera Guerra Mundial, algunos individuos tuvieron premoniciones de que era inminente. Escritores y líderes religiosos vieron la aparición de una terrible lucha emergente entre las casas reales de Europa. Hubo un incremento significativo en el armamento y sentimientos de colonialismo. El terrible conflicto acabó con el antiguo orden mundial de la guerra. Aviones, tanques, ametralladoras, submarinos, guerra química, y otros métodos tecnológicos de matanza fueron concebidos durante la Primera Guerra Mundial. Fueron rápidos, eficaces y letales para asesinatos en masa de tanto militares como civiles inocentes. Irónicamente, mientras que algunos tienen por objeto aumentar la longevidad, otros estudian cómo acabarla.
Fue justo en el estallido de esta Gran Guerra que el conflicto espiritual y la división llegaron a la Iglesia Adventista del Séptimo día. El 21 de julio de 1914, antes que se emitieran las otras cartas, L.R. Conradi, Hans F. Schuberth, y Guy Dail escribieron al Ministerio de Guerra de Alemania solicitando que todos los adventistas sean exonerados del servicio militar en sábado (día de reposo). Kaiser Wilhem, el emperador de Alemania, escribió en esa carta: “No se perdonará [exonerará] a los adventistas.” Lamentablemente, el liderazgo Adventista Europeo cedió ante las exigencias del estado y se comprometió en la guerra, y lo hizo incluso en sábado. “Alrededor de un diez por ciento de la membresía total de adventistas en Alemania” o “2.000 adventistas alemanes participaron en la guerra.” De ellos, “257 murieron en acción.”
Al comienzo de agosto de 1914, aquellos miembros que mantenían la posición original de la iglesia sobre la objeción de conciencia de portar armas y participar en la guerra fueron excomulgados. Aquellos que abrazaron las enseñanzas pacíficas de Cristo tomaron la decisión de esconderse. Uno de los pacifistas adventistas que tomó las palabras de Jesús en su corazón, es decir, huir, fue Wilhelm Richter, el anciano de la iglesia de Bremen, Alemania. Finalmente, fue capturado y encarcelado. Fue torturado y vio a otros martirizados por su fe y su posición de no violencia. Por la gracia de Dios, sobrevivió y se convirtió en un predicador del Movimiento de Reforma.
Resistió los momentos de peligro. Dio testimonio del poder de Dios para soportar el hecho de ser perseguido y acosado. Pero, ¿Se mantuvo firme en la fe? No; al parecer tenía diferencias con algunos de los dirigentes del movimiento de Reforma, y debido a las heridas personales entre los hermanos, se separó y abandonó la verdad presente. El hermano Oscar Kramer manifiesta que sus descendientes se quedaron con el Movimiento de Reforma.
Qué irónico que algunos que perseveran en tiempos de guerra tiren la toalla en tiempos de paz. ¿Estáis también afligidos por alguna diferencia personal con vuestros hermanos? ¿Estáis dispuestos a perdonar, pero no olvidar? ¿Acaso Dios no quiere que perdonemos y olvidemos como Él lo hace? Él dice: “Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones” (Hebreos 10:17).
Jesús quiere que vivamos como un sacrificio vivo para su reino espiritual de la gracia. En el momento actual de paz, es importante no ser atrapados o engañados por quejas personales. Al igual que los niños, Jesús nos exhorta a soportarnos y perdonarnos unos a otros, y a estar ocupados en los asuntos del Señor, de anunciar el triunfo final del mensaje del tercer ángel.
Frente a la costa de los Estados Unidos tanto en las costas del este como del occidente, existen algunos pequeños caracoles acuáticos llamados “lapas”. Tienen una linda concha tipo tortuga para cubrirse y protegerse de los fuertes golpes de las olas. Viven en las rocas de la orilla del mar.8 Cuando ven que uno de sus compañeros ha sido arrastrado por la fuerza de las olas y la marea alta, los otros se aferran tenazmente con más fuerza y profundidad en las rocas como un ancla segura y con fuerza para no ser arrastrados de la misma manera. ¡Qué lección para el cristiano que sabe que el fin de los tiempos traerá lluvias torrenciales, inundaciones y olas fuertes de persecución y angustia! Al igual que la pequeña lapa, nosotros también debemos edificar sobre la roca, sobre Jesucristo, y aferrarnos fuertemente a Él cuando veamos que los demás están siendo arrastrados al océano del pecado, la mundanalidad, la apatía o el descontento.
Hacia el triunfo final–conversión y resistencia
Al igual que el salmista, podemos repetir la oración: “Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes”. “Yo estoy afligido y menesteroso; Apresúrate a mí, oh Dios. Ayuda mía y mi libertador eres tú; Oh Jehová, no te detengas” (Salmos 40:17; 70:5). Este verso aparece dos veces en la versión King James de los Salmos y siempre al final de un salmo. Tal vez ese sea el deseo de vuestra alma. Tal vez, vosotros estáis también afligidos y necesitados, deseando escapar de problemas y aflicción.
Sin embargo, observad que el primer versículo del salmo posterior añade otra oración: “En ti, oh Jehová, me he refugiado; No sea yo avergonzado jamás. Socórreme y líbrame en tu justicia; Inclina tu oído y sálvame. Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente. Tú has dado mandamiento para salvarme, porque tú eres mi roca y mi fortaleza” (Salmo 71:1-3).
Que Dios nos libre de la confusión reinante en el adventismo de hoy. Que seáis también librados al buscar refugio en Jesús como vuestra “morada fuerte.” Que “recurráis continuamente” a Jesús como vuestra “roca” y “fortaleza”. Él es el arca espiritual en el que nos debemos ocultar tras la llegada de torrentes y tormentas.
Jesús dijo a sus discípulos que habría un tiempo de tardanza. “Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!”
(Mateo 25:5, 6). Todas dormían, y era necesario disponer de una reserva de aceite mientras esperaban al novio. Este es el tiempo de tardanza cuando muchos consideran la venida del Señor, como tardía. Este es el momento de almacenar más aceite del Espíritu en nuestras almas y velar por la liberación de medianoche.
En la cultura latinoamericana occidental, la novia normalmente se demora y los invitados esperan ansiosamente su llegada para la ceremonia de matrimonio. Sin embargo, en tiempos de Jesús, era el esposo quien tardaba, y todo el mundo esperaba para gritar, “¡Aquí viene el Esposo!”
Jesús también dijo a sus discípulos que necesitarían soportar y perseverar con el fin de ser salvos en el último gran día. “Más el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mateo 24:13). “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Marcos 13:13).
“No es que no haya fin a esta guerra del lado de la eternidad, sino que al mismo tiempo que hay constantes batallas que luchar, también hay preciosas victorias que ganar, y el triunfo sobre el yo y el pecado es de más valor que la mente puede estimar. El esfuerzo realizado para vencer, aunque requiere abnegación, es de poca importancia al lado de la victoria sobre el mal.
“La obra de vida que se nos da es la de prepararnos para la vida eterna, y si logramos esta obra como Dios ha designado que debería ser, toda tentación puede obrar para nuestro avance; porque si nos resistimos a su seducción, progresamos en la vida divina. En el fragor del conflicto, en el ejercicio de una guerra espiritual seria, agentes invisibles están de nuestro lado, por encargo de los cielos para ayudarnos en nuestras luchas, y en la crisis; se nos imparte fuerza, firmeza y energía, y tenemos más que el poder mortal. Pero a menos que la voluntad del agente humano esté en armonía con la voluntad de Dios, a menos que se abandone todo ídolo, y se supere cada práctica equivocada, el humano nunca tendrá éxito en la guerra; sino que será finalmente vencido. Los que serán vencedores deberán involucrarse en conflicto con organismos invisibles; la corrupción interna debe ser vencida, y cada pensamiento tendrá que estar en armonía, y en sujeción a Cristo”.