LA IMPOSICIÓN DE MANOS
El varón de espíritu religioso, es igual al que se arrodilla delante de una piedra o de un palo, o de una estatua de yeso.
Para esta clase de religioso, la imposición de manos sobre la cabeza, adquiere poder apostólico. Leemos:
1Ti_4:14 No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.
Lo que es un reconocimiento de un don, de un ministerio, de una responsabilidad, como en el caso de Timoteo, mediante una costumbre judía, se sale de ese marco histórico para adentrarse en las oscuras cavernas del esoterismo, de la alquimia, cavernas que son propiedad privada del rey de las tinieblas.
Estos religiosos esotéricos, creen que tienen un poder oculto para otorgar un don, una cualidad, una capacidad espiritual.
Entonces se concentran alrededor de la víctima y colocan las manos sobre la cabeza del candidato a ser investido de un don, de una "autoridad", de una capacidad espiritual.
Y comienzan hacer fuerza mental invocando autoridades superiores centradas en una trinidad, o un solo dios.
Cuando establecen contacto espiritual, ellos piensan que el poder va descendiendo desde la cabeza de ellos, hasta llegar al cuello.
Una vez este poder llega al cuello, se bifurca sobre los hombros pasando a través de los codos hasta llegar a las manos y de allí a los dedos.
Hay es donde ocurre el trasbordo de energía.
Pasa de inmediato a la cabeza del candidato y es investido de poder y listo.
Ya la batería está recargada y puede comenzar a funcionar en su nueva capacidad.
Así son todos estos religiosos engañados.
Hablan del "agua bendita", de la "medallita bendecida", y de la imagen de tal o cual deidad.
Qué diferencia con la Iglesia del Señor. Leemos:
1Co_12:28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas.
Efe 4:11 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros,
Efe 4:12 a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo,
La imposición de manos, fuera del período apostólico, en esta edad de la Iglesia bajo la gracia de Dios, solo es un símbolo de compañerismo y NO OTORGA NINGÚN PODER.
Un católico romanista, enceguecido por su religión idolátrica, está impedido de aceptar que quien capacita espiritualmente es el Señor y no por un rito esotérico, sino en base a la consagración de una vida santa de servicio a Cristo:
Jua_15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; Y TODO AQUEL QUE LLEVA FRUTO, LO LIMPIARÁ, PARA QUE LLEVE MÁS FRUTO.