¿QUÉ? ¿Cambiar yo mi religión? ¡Jamás!
Yo no cambio de religión. Mi familia siempre ha ido a la misma iglesia, y siempre ha estado con la misma religión. Y si a ellos les pareció buena, a mí también me parece buena. Yo no cambio de religión porque estoy satisfecho con la mía.
Muchas personas piensan así. ¿Verdad?
Quizás porque consideran que si cambian de religión sería como traicionar las enseñanzas de sus padres, o quizás, porque creen que, si cambian, después no van a tener la aprobación de Dios.
Pero, ¿es cierto eso? ¿está mal cambiar de religión?
Es importante saberlo, porque, por encima de lo que pensemos, consideremos, o incluso de estar satisfecho con nuestra religión, lo que verdaderamente importa es lo que piensa Dios sobre este asunto.
Y también, porque solo si adoramos a Dios de la forma correcta, podremos obtener su favor. Por eso es importante.
Y la única forma de saber si nuestra religión, o nuestra adoración a Dios es la correcta, es mirando la Biblia, porque solo ahí sabremos qué nos dice Él sobre cómo quiere que lo adoremos.
Pero antes, miremos algunos personajes de la Biblia que cambiaron de religión (y encima) con la aprobación de Dios.
Por ejemplo, Abrahán. Él no siguió la religión de su padre Taré.
Eso lo sabemos por lo que dice la biblia en Josué 24:2 Reina Varela 1995 “Josué dijo a todo el pueblo: Así dice Jehová, el Dios de Israel: “Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río, esto es, Taré, padre de Abraham y de Nacor, y servían a dioses extraños.”
¿Se dieron cuenta? Aquí se comprueba que los padres de Abrahán servían a otros dioses. Sin embargo él, cambia la religión de su padre Taré, y se hizo un adorador del Dios verdadero, Jehová.
Otro ejemplo es Rut, la moabita. Ella también, con el tiempo, conoce al Dios verdadero Jehová, y cambia de religión. Rut 1:16.
Ocurrió lo mismo en el siglo primero de la E.C. Muchas personas que eran judías, cambiaron de religión, y todo ello, con la aprobación de Dios.
Por ejemplo, muchos judíos que se guiaban por la Ley de Moisés, con el tiempo cambiaron de religión y se hicieron cristianos. El apóstol Pedro escribió sobre ellos y dijo: “Pues ya sabéis que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir (la cual recibisteis de vuestros padres) no con cosas corruptibles, como oro o plata.” 1 Pedro 1:18. Reina Valera 1995.
También el apóstol Pablo dijo de su anterior religión: “En el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.” Gálatas 1:14. Reina Valera 1995.
Cuando Pablo y el resto de los judíos sinceros, comprendieron que las tradiciones que habían recibido de sus antepasados eran equivocadas, cambiaron y se hicieron cristianos. Marcos 7:13. Invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a éstas. Reina Valera 1995.
Pero bueno.....eso sucedió en el pasado. Pero, y hoy; ¿Sucede lo mismo hoy en día?
Pues Sí. Al igual que en la época de Jesús (que la gran mayoría de las personas eran de la religión judía) hoy en día, también mayoritariamente, la población de la Tierra dice ser cristiana.
¿Significa esto que, si alguien pertenece a una Iglesias, o religión cristiana, esa religión es aceptable a Dios?
Miremos a ver la advertencia del apóstol Pablo a los cristianos del primer siglo:
“porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. Y de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas para arrastrar tras sí discípulos. Hechos 20:29, 30. Reina Valera 1995.
Aquí el apóstol Pablo estaba advirtiendo a los cristianos de su época, que después de morir él, y los apóstoles de Jesús, aparecerían falsos maestros, y que enseñarían “cosas perversas” en el nombre del cristianismo. Lo cual tendría como consecuencia que dentro del cristianismo habría enseñanzas falsas.
Por tanto, aquí se ve la importancia de asegurarnos que nuestra religión sea la verdadera, y no dar por sentado que, por pertenecer a una Iglesia cristiana, ya esa religión tenga la aprobación de Dios.
Pero, ¿De verdad es importante “cómo” cree uno en Dios? ¿No basta con solo creer y ya está?
Incluso hasta podríamos seguir preguntándonos: ¿No es suficiente con tener sinceridad, y ser bueno con el prójimo?
La cuestión es: ¿Convierte la sinceridad en que algo incorrecto se vuelva correcto?
Alguien podría ser sincero, pero sin embargo “equivocadamente” estar adorando a un dios falso. Entonces, ¿Convierte esa sinceridad al dios falso en verdadero?
Miremos el ejemplo del apóstol Pablo. Él dijo en 1 Timoteo 1:13. Reina Valera 1995. “Habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; pero fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.”
El apóstol está reconociendo que “Antes” (cuando era judío) la adoración sincera que le daba a Dios por medio de la tradición judía, no era la verdadera. Por eso dice “Antes” porque comprendió que estaba equivocado.
Y reconoció que Dios fue misericordioso con él, porque actuó con ignorancia
Por eso el apóstol Pablo dijo con respecto a los que practicaban su religión con sinceridad: “Porque yo soy testigo de que tienen celo por Dios, pero no conforme al verdadero conocimiento.” Romanos 10:2. Reina Valera 1995.
Por tanto, vemos que, aunque uno sea sincero al adorar a Dios, y bondadoso con el prójimo, con eso solo no basta para que nuestra adoración a él, le sea aceptable.
Por tanto, la pregunta es: ¿Qué es entonces, lo que Dios requiere de nosotros para que nuestra adoración a él sea aceptable?
Las palabras de Jesús en el Evangelio de Juan 4:24 nos puede ayudar mucho. Él dijo: “Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adore.”
Esto quiere decir que la adoración que es correcta a los ojos de Dios implica más que la actitud o el deseo. También tiene que estar de acuerdo con la “verdad” que Dios ha revelado en su Palabra la biblia.
¿Cómo podemos saber si nuestra religión es la verdadera? ¿Cómo podremos lograrlo?
Se logra haciéndonos un autoexamen sobre lo que creemos, y después comparar nuestras creencias, con la verdad de la biblia.
¿Y si en ese autoexamen descubrimos que nuestra religión no está de acuerdo con la Biblia? ¿Qué debemos hacer?
¿Qué hicieron Abrahán, Rut, Pedro, Pablo y otros siervos fieles de Jehová Dios cuando vieron que la religión que practicaban anteriormente no era la correcta?
Efectivamente. Cambiaron de religión.
Por tanto, es bueno seguir el consejo de la biblia en 1 Tesalonicenses 5:21. Reina Valera 1995. que dice: “Examinadlo todo y retened lo bueno.”
Efectivamente, debemos examinar detenidamente nuestra creencia.
¿Quiere decir eso que, si descubro que mi religión es falsa, debo dejarla atrás?
La biblia ordena en Apocalipsis 18:4. Reina Valera 1995. “Y oí otra voz del cielo, que decía: «¡Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados ni recibáis parte de sus plagas!.”
“Pero, pongamos por caso que salgo de ella. ¿Qué pasaría después? ¿Qué pensarían mi familia, mis amigos, mis vecinos, si yo cambio de religión?
La cuestión es: ¿Es razonable agradar a la gente por encima de agradar y obedecer a Dios?
La Biblia dice: “El temor del hombre le pone trampas; el que confía en Jehová está a salvo.” Proverbios. 29:25. Reina Valera 1995.
Y con respecto a la opinión de la familia de uno, Jesús dijo: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. Mateo 10:37. Reina Valera 1995.
Claro, después de leer todo lo anterior, quizás alguien diga; Todo eso está muy bien, pero; Yo ya soy mayor. Yo ya estoy viejo para cambiar de religión.
Miremos a ver que nos dice la biblia sobre ese tema.
El Salmo 148:12,13. Reina Valera 1995. dice: “Los jóvenes y también las doncellas, los ancianos y los niños. Alaben el nombre de Jehová, porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos. ”
Ahí se dice que los ancianos alabaron el nombre de Dios. Por lo tanto, nunca se es mayor para cambiar de religión y alabar el nombre de Dios.
Otro ejemplo.
Hechos. 2:17. Reina Valera 1995. “En los postreros días —dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños”
Entre las personas que recibieron espíritu santo por parte de Jehová en el Pentecostés, estaban “personas ancianas”.
Y algo importante a destacar, es que esas personas mayores, en su día pertenecieron al judaísmo, pero que más tarde se hicieron cristianas.
Por tanto, vemos que las personas mayores de aquella época, pudieron adorar al Dios.
La pregunta es; ¿Debería ser diferente en la actualidad? Por supuesto que no.
Pues bien. Una vez llegado a este punto, es bueno recordar la pregunta que se hizo al principio.
¿Es un pecado cambiar de religión?
La respuesta es un rotundo “No”.
De hecho, sería un pecado el no cambiar.
Yo no cambio de religión. Mi familia siempre ha ido a la misma iglesia, y siempre ha estado con la misma religión. Y si a ellos les pareció buena, a mí también me parece buena. Yo no cambio de religión porque estoy satisfecho con la mía.
Muchas personas piensan así. ¿Verdad?
Quizás porque consideran que si cambian de religión sería como traicionar las enseñanzas de sus padres, o quizás, porque creen que, si cambian, después no van a tener la aprobación de Dios.
Pero, ¿es cierto eso? ¿está mal cambiar de religión?
Es importante saberlo, porque, por encima de lo que pensemos, consideremos, o incluso de estar satisfecho con nuestra religión, lo que verdaderamente importa es lo que piensa Dios sobre este asunto.
Y también, porque solo si adoramos a Dios de la forma correcta, podremos obtener su favor. Por eso es importante.
Y la única forma de saber si nuestra religión, o nuestra adoración a Dios es la correcta, es mirando la Biblia, porque solo ahí sabremos qué nos dice Él sobre cómo quiere que lo adoremos.
Pero antes, miremos algunos personajes de la Biblia que cambiaron de religión (y encima) con la aprobación de Dios.
Por ejemplo, Abrahán. Él no siguió la religión de su padre Taré.
Eso lo sabemos por lo que dice la biblia en Josué 24:2 Reina Varela 1995 “Josué dijo a todo el pueblo: Así dice Jehová, el Dios de Israel: “Vuestros padres habitaron antiguamente al otro lado del río, esto es, Taré, padre de Abraham y de Nacor, y servían a dioses extraños.”
¿Se dieron cuenta? Aquí se comprueba que los padres de Abrahán servían a otros dioses. Sin embargo él, cambia la religión de su padre Taré, y se hizo un adorador del Dios verdadero, Jehová.
Otro ejemplo es Rut, la moabita. Ella también, con el tiempo, conoce al Dios verdadero Jehová, y cambia de religión. Rut 1:16.
Ocurrió lo mismo en el siglo primero de la E.C. Muchas personas que eran judías, cambiaron de religión, y todo ello, con la aprobación de Dios.
Por ejemplo, muchos judíos que se guiaban por la Ley de Moisés, con el tiempo cambiaron de religión y se hicieron cristianos. El apóstol Pedro escribió sobre ellos y dijo: “Pues ya sabéis que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir (la cual recibisteis de vuestros padres) no con cosas corruptibles, como oro o plata.” 1 Pedro 1:18. Reina Valera 1995.
También el apóstol Pablo dijo de su anterior religión: “En el judaísmo aventajaba a muchos de mis contemporáneos en mi nación, siendo mucho más celoso de las tradiciones de mis padres.” Gálatas 1:14. Reina Valera 1995.
Cuando Pablo y el resto de los judíos sinceros, comprendieron que las tradiciones que habían recibido de sus antepasados eran equivocadas, cambiaron y se hicieron cristianos. Marcos 7:13. Invalidando la palabra de Dios con vuestra tradición que habéis transmitido. Y muchas cosas hacéis semejantes a éstas. Reina Valera 1995.
Pero bueno.....eso sucedió en el pasado. Pero, y hoy; ¿Sucede lo mismo hoy en día?
Pues Sí. Al igual que en la época de Jesús (que la gran mayoría de las personas eran de la religión judía) hoy en día, también mayoritariamente, la población de la Tierra dice ser cristiana.
¿Significa esto que, si alguien pertenece a una Iglesias, o religión cristiana, esa religión es aceptable a Dios?
Miremos a ver la advertencia del apóstol Pablo a los cristianos del primer siglo:
“porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. Y de entre vosotros mismos se levantarán hombres que hablarán cosas perversas para arrastrar tras sí discípulos. Hechos 20:29, 30. Reina Valera 1995.
Aquí el apóstol Pablo estaba advirtiendo a los cristianos de su época, que después de morir él, y los apóstoles de Jesús, aparecerían falsos maestros, y que enseñarían “cosas perversas” en el nombre del cristianismo. Lo cual tendría como consecuencia que dentro del cristianismo habría enseñanzas falsas.
Por tanto, aquí se ve la importancia de asegurarnos que nuestra religión sea la verdadera, y no dar por sentado que, por pertenecer a una Iglesia cristiana, ya esa religión tenga la aprobación de Dios.
Pero, ¿De verdad es importante “cómo” cree uno en Dios? ¿No basta con solo creer y ya está?
Incluso hasta podríamos seguir preguntándonos: ¿No es suficiente con tener sinceridad, y ser bueno con el prójimo?
La cuestión es: ¿Convierte la sinceridad en que algo incorrecto se vuelva correcto?
Alguien podría ser sincero, pero sin embargo “equivocadamente” estar adorando a un dios falso. Entonces, ¿Convierte esa sinceridad al dios falso en verdadero?
Miremos el ejemplo del apóstol Pablo. Él dijo en 1 Timoteo 1:13. Reina Valera 1995. “Habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; pero fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.”
El apóstol está reconociendo que “Antes” (cuando era judío) la adoración sincera que le daba a Dios por medio de la tradición judía, no era la verdadera. Por eso dice “Antes” porque comprendió que estaba equivocado.
Y reconoció que Dios fue misericordioso con él, porque actuó con ignorancia
Por eso el apóstol Pablo dijo con respecto a los que practicaban su religión con sinceridad: “Porque yo soy testigo de que tienen celo por Dios, pero no conforme al verdadero conocimiento.” Romanos 10:2. Reina Valera 1995.
Por tanto, vemos que, aunque uno sea sincero al adorar a Dios, y bondadoso con el prójimo, con eso solo no basta para que nuestra adoración a él, le sea aceptable.
Por tanto, la pregunta es: ¿Qué es entonces, lo que Dios requiere de nosotros para que nuestra adoración a él sea aceptable?
Las palabras de Jesús en el Evangelio de Juan 4:24 nos puede ayudar mucho. Él dijo: “Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que lo adore.”
Esto quiere decir que la adoración que es correcta a los ojos de Dios implica más que la actitud o el deseo. También tiene que estar de acuerdo con la “verdad” que Dios ha revelado en su Palabra la biblia.
¿Cómo podemos saber si nuestra religión es la verdadera? ¿Cómo podremos lograrlo?
Se logra haciéndonos un autoexamen sobre lo que creemos, y después comparar nuestras creencias, con la verdad de la biblia.
¿Y si en ese autoexamen descubrimos que nuestra religión no está de acuerdo con la Biblia? ¿Qué debemos hacer?
¿Qué hicieron Abrahán, Rut, Pedro, Pablo y otros siervos fieles de Jehová Dios cuando vieron que la religión que practicaban anteriormente no era la correcta?
Efectivamente. Cambiaron de religión.
Por tanto, es bueno seguir el consejo de la biblia en 1 Tesalonicenses 5:21. Reina Valera 1995. que dice: “Examinadlo todo y retened lo bueno.”
Efectivamente, debemos examinar detenidamente nuestra creencia.
¿Quiere decir eso que, si descubro que mi religión es falsa, debo dejarla atrás?
La biblia ordena en Apocalipsis 18:4. Reina Valera 1995. “Y oí otra voz del cielo, que decía: «¡Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados ni recibáis parte de sus plagas!.”
“Pero, pongamos por caso que salgo de ella. ¿Qué pasaría después? ¿Qué pensarían mi familia, mis amigos, mis vecinos, si yo cambio de religión?
La cuestión es: ¿Es razonable agradar a la gente por encima de agradar y obedecer a Dios?
La Biblia dice: “El temor del hombre le pone trampas; el que confía en Jehová está a salvo.” Proverbios. 29:25. Reina Valera 1995.
Y con respecto a la opinión de la familia de uno, Jesús dijo: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. Mateo 10:37. Reina Valera 1995.
Claro, después de leer todo lo anterior, quizás alguien diga; Todo eso está muy bien, pero; Yo ya soy mayor. Yo ya estoy viejo para cambiar de religión.
Miremos a ver que nos dice la biblia sobre ese tema.
El Salmo 148:12,13. Reina Valera 1995. dice: “Los jóvenes y también las doncellas, los ancianos y los niños. Alaben el nombre de Jehová, porque sólo su nombre es enaltecido. Su gloria es sobre tierra y cielos. ”
Ahí se dice que los ancianos alabaron el nombre de Dios. Por lo tanto, nunca se es mayor para cambiar de religión y alabar el nombre de Dios.
Otro ejemplo.
Hechos. 2:17. Reina Valera 1995. “En los postreros días —dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne, y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos soñarán sueños”
Entre las personas que recibieron espíritu santo por parte de Jehová en el Pentecostés, estaban “personas ancianas”.
Y algo importante a destacar, es que esas personas mayores, en su día pertenecieron al judaísmo, pero que más tarde se hicieron cristianas.
Por tanto, vemos que las personas mayores de aquella época, pudieron adorar al Dios.
La pregunta es; ¿Debería ser diferente en la actualidad? Por supuesto que no.
Pues bien. Una vez llegado a este punto, es bueno recordar la pregunta que se hizo al principio.
¿Es un pecado cambiar de religión?
La respuesta es un rotundo “No”.
De hecho, sería un pecado el no cambiar.