Re: ¿ES PECADO COMER CARNE?
Continuo con lo prometido:
LA TERCERA ETAPA
Después del diluvio, hasta el Éxodo:
CEREALES, FRUTAS, NUECES, VERDURAS, Y CARNE
Después del diluvio hubo un otro cambio en la dieta del hombre. La carne fue añadida a su alimentación:
“Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres y hierbas, os lo he dado todo”. Génesis 9:3.
Sin embargo, la carne podría ser usada como alimento solamente con ciertas restricciones:
No se le permitió comer sangre: “Empero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis”. Génesis 9:4.
No se le permitió comer carne de animales no limpios: “De todo animal limpio te tomarás de siete en siete, macho y su hembra; mas de los animales que no son limpios, dos, macho y su hembra”. Génesis 7:2. (Noé no comió el cerdo; porque si él lo hubiese comido hoy día no habrían cerdos).
La grasa, o gordura, no se le permitió comer: “Estatuto perpetuo por vuestras edades; en todas vuestras moradas, ningún sebo ni ninguna sangre comeréis”. Levítico 3:17.
El motivo por el cual ese acréscimo, permiso para comer carne, fue concedido es el siguiente:
Todas las verduras y todos los árboles fructíferos fueros destruidos por el diluvio.
“Dios no dio al hombre permiso para consumir alimentos animales hasta después del diluvio. Todo aquello a base de lo cual el hombre pudiera subsistir había sido destruido, y por lo tanto el Señor, a causa de la necesidad humana, dio a Noé permiso para comer de los animales limpios que había llevado consigo en el arca”. Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, p. 445.
Por causa del comer carne, el tamaño del hombre disminuyó, y su vida se acortó. Adán era más que el doble de la altura de los hombres de hoy día:
“Al salir Adán de las manos de su Creador era de estatura noble y bella simetría. Era más que el doble de altura de los hombres que hoy viven sobre la tierra, y era bien proporcionado. Su color no era ni blanco, ni descolorido, sino rosado, brillando con el rico color de la salud. Eva no era tan alta como Adán. Su cabeza alcanzaba un poco más arriba de los hombros de Adán. Ella también era noble — perfecta en simetría, y muy bella”. Spiritual Gifts, vol. 3, p. 34.
“Después del diluvio la gente comía mayormente alimentos de origen animal. Dios vio que las costumbres del hombre se habían corrompido, y que él estaba dispuesto a exaltarse a sí mismo en forma orgullosa contra su Creador y a seguir los dictámenes de su propio corazón. Y permitió que la raza longeva comiera alimentos de origen animal para abreviar su existencia pecaminosa. Pronto después del diluvio la raza humana comenzó a decrecer en tamaño y en longevidad”. Consejos Sobre el Régimen Alimenticio, p. 446.
La vida del hombre después del diluvio disminuyó tremendamente en longevidad, según muestra la siguiente estadística:
Noe vivió=========950 años Génesis 9:29.
Shem ============ ”600 ” Génesis 11:10, 11.
Arphaxad =========” 438 ” Génesis 11:12, 13.
Sala ============ ” 433 ” Génesis 11:14, 15.
Heber =========== ” 464 ” Génesis 11:16, 17.
Peleg ============” 239 ” Génesis 11:18, 19.
Reu =============” 239 ” Génesis 11:20, 21.
Serug ===========” 230 ” Génesis 11:22, 23.
Nachor ==========” 148 ” Génesis 11:24, 25.
Thare ===========” 205 ” Génesis 11:32.
Abrahán =========” 175 ” Génesis 25:7, 8.
Isaac ” ===========180 ” Génesis 35:28
Jacob ========== ” 147 ” Génesis 47:28.
En los días de David, el promedio de la vida de los hombres era de 70 u 80 años. (Salmos 90:10).
LA CUARTA ETAPA
Del Éxodo al Desierto:
CEREALES, FRUTAS, NUECES, Y VERDURAS (Sin carne)
Hasta el tiempo del Éxodo la vida del hombre había disminuido lo suficiente, y Dios quería quitarles la alimentación a base de carne que les fue dada temporalmente. En el desierto, antes de llegar al Sinaí, el pueblo clamó al Señor pidiendo carne para comer. Dios les había dado el mana por la mañana, y por la noche les dio carne, pero solamente por un día, y no los castigó. Ellos aun no habían llegado al Sinaí.
“Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto; Y decíanles los hijos de Israel: Ojalá hubiéramos muerto por mano de Jehová en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos á las ollas de las carnes, cuando
PREFIEREN LA MUERTE ANTES QUE DEJAR LA CARNE ESA ES LA RAZÓN DE TANTA OPOSICIÓN ACTUALMENTE.
comíamos pan en hartura; pues nos habéis sacado a este desierto, para matar de hambre á toda esta multitud. Y Jehová dijo á Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y cogerá para cada un día, para que yo le pruebe si anda en mi ley, ó no . . .
Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel; háblales, diciendo: Entre las dos tardes comeréis carne, y por la mañana os hartaréis de pan, y sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios”. Éxodo 16:2-4, 11, 12.
“Nuevamente comenzaron a clamar pidiendo carne para comer. A pesar de que se les había suministrado maná en abundancia, no estaban satisfechos. Durante su esclavitud en Egipto, los israelitas se habían visto obligados a sustentarse con una alimentación común y sencilla, pero su apetito aguzado por las privaciones y el trabajo rudo la encontraba sabrosa. Pero muchos de los egipcios que estaban ahora entre ellos, estaban acostumbrados a un régimen de lujo; y éstos fueron los primeros en quejarse. Cuando estaba por darles maná, un poco antes de que llegara Israel al Sinaí, Dios les concedió carne en respuesta a sus clamores; pero se la suministró por un día solamente”. Patriarcas y Profetas, p, 395.
La Biblia nos dice que el mana era un buen alimento.
“Y la casa de Israel lo llamó Maná; y era como simiente de culantro, blanco, y su sabor como de hojuelas con miel”. Éxodo 16:31.
“E hizo llover sobre ellos maná para comer, Y dióles trigo de los cielos. Pan de nobles comió el hombre: Envióles comida a hartura”. Salmos 78:24, 25.
“Y te afligió, e hízote tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido; para hacerte saber que el hombre no vivirá de solo pan, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado por estos cuarenta años”. Deuteronomio 8:3, 4.
El maná era un alimento tan bueno que en su peregrinación nunca se cansaron, ni se les hincharon los pies. El maná se podía comer al natural, podía ser cocinado en agua o asado en el horno, y tenía sabores diferentes: sabor de aceite nuevo, hojuelas de miel, etc.
“Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bedelio. Derrámabase el pueblo, y recogían, y molían en molinos, o majaban en morteros, y lo cocían en caldera, o hacían de él tortas: y su sabor era como sabor de aceite nuevo”. Números 11:7, 8.
Pero la gente no estaba satisfecha con ese alimento simple y bueno. Querían volver a las ollas de carne de Egipto. Entonces comenzó una otra etapa en la dieta del hombre.
ESTUDIEN LA BIBLIA.
Continuará...