Re: ¿Es la infidelidad la única causa de divorcio?
Lo que digo es esto: (extracto de participación anterior)
Ahora bien, la única causa que habla explícitamente La Palabra cuando habla de infidelidad matrimonial se refiere claramente al aspecto de la obligación conyugal, es decir, la santidad de su manifestación sexual como máxima expresión del amor que los unió y a la pareja su sola carne, con el adulterio como la consumación de la traición. Sin embargo por otro lado La Palabra habla que las mujeres esten sujetas a sus maridos como cabeza de familia que son, como éstos a su vez están o han de estar sujetos a la cabeza de la Iglesia, esto es, nuestro Señor Jesucristo, y que los maridos amen a sus mujeres como Cristo amó a su Iglesia y que las traten como a vasos frágiles, si una de las partes no cumple con tal condición aun habiendo existido con anterior verdadero amor se está desobedeciendo a la voluntad primeramente de Dios, y este amor verdadero que una vez existió se ha ido por la desobediencia corrompiendo, pues el amor de pareja hay que cuidarle y prestarle siempre atención, uno a otro se deben los dos, y una prioridad es mantenerlo vivo, cuidado, protegido, por deseo repito no por obligación, pero merece cuidado por el mismo amor, es a lo que me refiero. No se cae en tentación, en falta, necesariamente por falta de verdadero amor, sino por descuidos en este sentido, y las causas, a partir de esta agravante, pueden ser muchas. El trabajo, las distancias, alguna distracción, alguna desobediencia que afectara el buen tino del individuo, etc., sin embargo la infidelidad igualmente lacera, ya premeditada o por descuido ante alguna incidencia exterior, a saber, por ejemplo, una debilidad en el carácter a raiz de alguna preocupación, etc, por eso dije que pueden ser variadas las causas, y la otra parte, es decir el cónyuge afectado no pues lo tolera, o se le hace imposible de cualquier manera.
Y si una mujer no se somete a su marido en buen sentido, respeto, etc, no como sirvienta, ni el marido la trata con ese amor que habla Pablo como a vaso frágil ni como Cristo amó a su Iglesia, lo cual es mucho decir, ya va entrando un descalabro que merece atención. De allí pueden y de hecho salen serias consecuencias que apagan aun un sincero amor, por eso el Apóstol que sabía de esta realidad lanza esta mandato o adevertencia. El amor hay que cuidarlo con el buen trato, el respeto y a Dios la obediencia, y como toda desobediencia trae sus consecuencias sin infidelidades necesariamente de por medio dos personas pueden llegar a detestarse, porque perdido el respeto, el temor reverente a Dios y sus preceptos, se pierde la comunicación, y sin ésta dos seres llegan a no entenderse, surgen diferencias, discusiones, y demás insoportables consecuencias, entonces es cuando Pablo sugiere una separación momentánea como alternativa a solución, manteniéndose castos los dos, fieles el uno al otro, para apartarse en oración.
Sin embargo se da que aun así no se resuelve, y estas dos personas no pueden soportar una vida juntos donde ya se extinguió el amor que conste que por infidelidad marital no fuera que sucedió, entonces la raíz prioritaria es que desobedecieron a Dios, desobediencia al Padre, pecado, y de allí en adelante todo se viene abajo porque del Señor es que primeramente es que hemos de estar agarrados, y si no hay corrección de actitud, arrepentimiento y conversión, ya es un matrimonio condenado al fracaso, ahí no está Dios, luego la pareja se divorcia, más desobediencia pero ésta como consecuencia de la anterior, desobediencia al Padre en el mutuo trato, y luego en la disolución, que es otro pecado pues la única razón sustentable para el divorcio es la fornicación o adulterio como se mencionó.
Luego el punto es que el divorcio por irrespeto y desobediencia es explicable, tiene explicación, pero no es sustentable, la biblia no lo respalda, que suceda ya es otra cosa y lógico pues que suceda, mas la salida es netamente humana, pues cuando se habla de que nadie separe lo que Dios unió lo dice porque El entiende la profundidad de la separación física y espiritual, y su trascendencia, pues va más allá, una sola carne verdaderamente unida por un verdadero amor que se traicionó, y como dijimos Dios que lo entiende permite el divorcio o perpetua separación a no ser que haya con todo reconciliación, pero como sabemos no es lo que se estila más, las estadísticas lo pueden respaldar.
Entonces si se separan cualquiera de los dos que se llegue a otra persona adultera pues ante Dios el matrimonio permanece, aun llenen papeles o busquen vueltas para arreglar sus condiciones legales civiles, sin embargo, como suele también suceder luego otras parejas llegan pues "no es bueno que el hombre esté solo" pero esto porque tiene una necesidad afectiva inherente, en lo emocional como en lo físico, luego pues más adelante materializa pues el adulterio, adultera, y ya que de inicio hubo pecado de a Dios irreverencia, luego de desobediencia a sus mandatos, y finalmente de adulterio consumado, ya definitivamente entonces sí pues queda disuelto el matrimonio pues se propició y consumó pues el adulterio.
Entonces Dios que estuvo en desacuerdo por las dos razones anteriores al adulterio da finalmente con éste su aprobación ante sus propios ojos al divorcio, pero el proceso que lo admite no fue la vía aceptada, la bíblica, y por tal la consecuencia ha de ser mayor pues ya había una desconsagración, si cabe el término, por parte de los dos, ya que uno u otro no cedió o buscó solución porque perdió la comunión ya por voluntad o ya forzado por provocación, se divorciaron primeramente de Dios.
Luego, la única vía realmente permitida es por causa de adulterio, uno de los dos ha permanecido fiel, y esto ayuda a que así se mantenga, no que lo consiga necesariamente, y el otro tiene opción de restauración ante Dios por arrepentimiento y ante su expareja si ésta vuelve y también perdonándolo lo acepta. En el otro caso, ya son los dos que habrían de serlo, y más aún son los dos ya adúteros. Por eso Pablo dice que "permanezca como está" ante la separación, pero uno de los dos finalmente cederá, luego pues ahí mismo ante Dios el matrimonio se disolvió si se coloca alguna carta de divorcio según sea el caso por cualquiera de las dos partes,
Para otro matrimonio nuevamente hay opción, para el afectado primeramente, en el caso de haber sido víctima de infidelidad, y aun para el otro que faltó, pues aun con su culpa que el matrimonio se disolvió, y aunque siendo ya sin arreglo para toda culpa hay perdón, pero voviendose a Dios, quien recibe siempre al pecador, pero a El volviendo insistimos.
...Luego Jesús que dice que "a no ser por causa de adulterio" se divorcie, y que con otra se una el hombre hace que su ex mujer también adultere, o viceversa por la explicación que se dió, pero no que no tenga opción a un nuevo matrimonio, si así lo entiende, pues hay quienes toman la decisión de no volverse a unir a ningun hombre o mujer, partiendo también del hecho de que no hará fornicación, desobediencia una vez más de lo contrario. El único pecado imperdonable es la ofensa contra El Espíritu Santo. Además no todos tienen don de continencia y Dios dice que para que se estén quemando y por causa de las fornicaciones que se casen. De cualquier manera el matrimonio se disuelve sí, una sustentada de bíblica manera y la otra no, mas para ambos casos, el perdón de sus pecados es la solución, no necesariamente de la reconciliación como pareja pues, pero sí ante Dios, y una vez así para otro matrimonio hay opción, pues Dios ya de una manera o ya de otra el anterior lo dió por disuelto, ya una sola carne no son.