Quiero agradecer a todos los que participaron en este epígrafe.
(Raúl Fierro, Maripaz, Chitoe, Dante, Panchita, entre otros. Gracias a los que visitaron la página pero no opinaron, ya habrá otro momento para opinar)
Durante casi cinco años, practiqué la caída al suelo. Vivíamos momentos de gran alegría espiritual y emocional. Lo que no podíamos ver, es que las distintas reuniones de sanidad divina, eran un rotundo fracaso. Se comenzaron a manifestar los demonios, un hecho que antes no era muy común, sólo en breves y esporádicas reuniones de liberación. Los demonios saliendo por todos lados, la gente caía al suelo, etc. (La congregación era bastante numerosa y grande en su estructura). Nunca había visto tantas personas endemoniadas y ¿sáben quieren eran esas personas?, La gran mayoría eran personas evangélicas que asistían a nuestras reuniones, pero también había entre ellos miembros de nuestra congregación.
Si fue el soplo del Espíritu que vino sobre la congregación, esta irrupción espiritual fue para juicio.
La congregación tenía un solo y principal líder o pastor, habían otros pastores y líderes (yo entre esos), pero todo se hacía de acuerdo a su gobierno.
Es esos tiempos de fervor espiritual, vino el primer grupo que denunció las distintas anomalías que el líder titular había y estaba realizando. (Estafa, robo, negocios fraudulentos, consumo excesivo de drogas para poder predicar, adulterio, de obligar a las mujeres que quedaban embarazadas por él que abortaran, etc, etc.)
El segundo o tercer suceso que vino, fue el abandono de su esposa. Lo acusó ante los Tribunales de Justicia por mal trato físico y psicológico a ella y a sus tres hijos. Planificó junto con algunos líderes (pastores) un plan para secuestrar a su esposa y encerrarla en una clínica siquiátrica, el plan fracasó y el escándalo se agrandó, y se hizo publico por los medios de comunicación (diarios y televisión). Antes de todos estos sucesos, él (Líder pastor) practicaba la caída al suelo en sus reuniones.
Los pastores que habían participado en este plan, se fueron (otros fueron expulsados), uniéndose después, denunciaron por los medios de comunicación todo. (todos ellos practicaban la caída al suelo) Los trapos sucios comenzaron a salir a la luz publica, comenzó a destaparse la olla, a conocerse la realidad de fondo, lo misterioso y lo secreto.
Uno de los pastores y amigo personal mío, fue a una crazadas de Benny Hinn que realizó en la Argentina. Ahora, que él no está en la comunidad, me dijo que experimentó una gran decepción. Lo que había apreciado en videos, no era lo mismo en la realidad. El pastor, siempre con el deseo sincero de buscar más de Dios, se metió en una carpa destinada para los enfermos (paralíticos, enfermos con cáncer, etc), donde Benny Hinn se hizo presente para orar por ellos. Trataban de parar a los paralíticos, tocaban a los enfermos, hacían mover los brazos, etc, pero finalmente, nadie se sanó. El pastor me dijo que nadie, ni siquiera uno, fue sanado.
En un programa periodístico local que se transmite a todo Chile, llamado “Informe Especial”, efectuó un reportaje titulado “Milagros de la fe”. Mostraron a distintas personas y organizaciones (no cristianas) que desarrollaban sanidades con las manos y otros medios (no médicos y científicos). Eran espiritistas (Brasil), curanderos, etc, ellos mostraban supuestamente las sanidades y sus modos de operar sin anestesia, sólo con sus manos. Ellos arrojaban supuestamente resultados “milagrosos”, que la periodista se preocupaba de confirmarlo. En algunos casos, ella vio las sanidades y no pudo explicárselo, era el milagro de la fe (de acuerdo al título del reportaje).
Esta periodista también asistió a un día de campaña de sanidad divina dirigido por Benny Hinn en Santiago Chile. Filmaron toda la campaña de ese día, buscando los resultados de la fe. Finalmente, la periodista termina su despacho desde la campaña de Benny, diciendo: “Ese día, no hubo milagros en el Estadio Nacional” (Lugar donde se realizó las reuniones).
La pregunta que me hacía era, ¿Cómo es posible, que el poder que tira a las personas al suelo, no puede obrar para sanar a los enfermos? ¿Acaso no es el mismo poder? Quizás ese poder no quiera sanar, al menos en una de las reuniones o en varias, pero si el que dice ser una persona ungida para efectuar milagros y finalmente no ocurren, ¿qué o qué clase de poder él se refiere? Si esa o cualquier otra persona dice: “Traigan a los enfermos, porque el Señor las va a sanar” y luego nadie se sana. ¿Quién miente?, Yo no creo que el Señor mienta, ya que su testimonio era de sanidad efectiva: “Cuando le conocieron los hombres de aquel lugar, enviaron noticia por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a él todos los enfermos; y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que lo tocaron, quedaron sanos” (Mt. 14:34, 35). “Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra (su voz creo yo) echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos” (Mt. 8:16).
Aparentemente, tenemos dos tipos de falsos profetas, el que dice y no se cumple lo que dice, y el que hace milagros, pero con un fin económico.
Ahora bien, no es el tema discutir o referirse puntualmente a Benny Hinn, son muchos los que siguen sus pasos, teniendo los mismos resultados (al menos en mi país).
Vuelvo a decir, si la caída al suelo es obra del poder del Espíritu Santo, ¿Por qué ese mismo poder no sana a los enfermos? ¿Será más importante para el Espíritu que caigan al suelo que sanar a los enfermos? Yo creo que no.
Pedro predicaba en la casa de Cornelio, y antes que terminara su mensaje, Dios derramó su Espíritu sobre todos los presentes, no tenemos datos que cayeran al suelo. De igual modo en el día de Pentecostés o cuando Cristo sopló sobre sus discípulos diciéndoles: “Recibid el Espíritu Santo”.
Yo experimentaba esto cuando caía: Mientras estábamos orando o cantando en la reunión, los pastores comenzaban a moverse por todo el recinto ministrando. Todos estábamos muy excitados y animados, esperando que uno se acercara y soplara sobre la cara o que pusiera su mano sobre nuestra cabeza. Cuando llegaba ese momento, sentía el viento del soplo y caía, pero no caía porque un poder superior a mis fuerzas me doblegaba, era algo que yo decidía.
Dante dice: Creo algunas caídas pueden ser una respuesta humana, a la presencia del Espíritu Santo.
Para mí no era un poder que doblegaba mis fuerzas, como dice Dante, era una respuesta humana, de mi voluntad de caer ante una sensación y al viento del soplo.
He visto, por la televisión, personajes no cristianos, que efectúan la caída al suelo. ¿Será el poder de la mente la que éstos personajes utilizan?, ¿Será un espíritu que opera en sus vidas?, Como en el caso de la divina que Pablo enfrentó. Él reprendió a un espíritu de adivinación.
Es cierto, el mundo espiritual sigue siendo un gran misterio para nosotros, lo conocemos poco o nada. Pero se nos exhorta a “Discernir los espíritus”. Los espíritus tienen un poder superior al hombre y actúan de acuerdo a su identidad y objetivo, como en el caso descrito en el primer libro de Los Reyes 22:20-22. (un espíritu de mentira sobre los profetas)
Es cierto también, lo que Panchita dice. Uno puede reaccionar ante un ambiente de fervor espiritual o religioso, y dejarse llevar por los sentimientos. No caemos entonces ante la presencia o el poder del Espíritu Santo, sino como resultado de nosotros mismos en un estado psicológico muy potente.
En una ocasión, estaba en casa de un pastor, junto a otros hermanos. Después de oír un mensaje de Morris Cerullo (primera vez que le veía y oía, no tenía ni idea quien era), nos pusimos a orar. Llevado una media hora o más de oración, el pastor comenzó a imponer las manos sobre los hermanos y éstos caían. Caminábamos y nos movíamos en distintas direcciones de la pieza, quedé metido en un rincón. Entonces caí al suelo, sin necesidad que se me pusieran las manos o me soplaran. Me paré, y volví a caer, fueron cinco las veces que caí, en la última, me quede tendido, con una sensación de mucha tranquilidad.
De igual modo, cuando oraba por otros, éstos caían al suelo. ¿Qué sentía?, Pues, nada especial o sobrenatural, ponía las manos sobre la cabeza, y caían.
Creo y sé que el Espíritu puede hacer cualquier cosa (Hechos 8:39). ¿Qué puede tumbar a las personas al suelo?, por supuesto que sí. Ananías y Safira cayeron al suelo por el poder del Espíritu Santo, pero cayeron muertos, por juicio divino. (El juicio ocurre también en medio de la gracia).
Parece que las más evidentes caídas al suelo que la Escritura nos muestran, son para juicio.
Recordemos también, que la Escritura nos advierten que antes del retorno de Cristo, se dará un ambiente espiritual engañoso. Entonces toman validez este consejo de Cristo: “Mirad que nadie os engañe, porque muchos vendrán en mi nombre...”
Es verdad que el Espíritu Santo es sobrenatural, que tiene un poder más allá de lo humano y material, pero también hay espíritus que tienen un poder superior a lo humano y material. Si Satanás extenderá su engaño, pienso que no lo hará donde reinan las tinieblas, sino donde está la luz. Satanás sabe que la iglesia es una sociedad de hombres y mujeres que han nacido de nuevo, que han pasado de la ignorancia a la verdad, que pertenecen a Cristo, que están en el reino de Dios, que han sido libertados de su reino. ¿Entonces, no será más lógico que extienda su engaño al interior de las distintas comunidades cristianas? La Escritura tiene que cumplirse.
No puede una fuente darnos agua dulce y salada a la vez, no puede un árbol darnos manzanas o naranjas a la vez. De igual modo, pienso yo, que aquellos que afirman que la caída al suelo es la señal del poder del Espíritu Santo y, posteriormente, este mismo poder no sana a nadie o no transforma a nadie, ¿Qué debo pensar?, Como bien dijo Jesús y que Maripaz a recalcado, no es la caída lo importante, sino el fruto del Espíritu. Pero también es importante saber que cosa o que es lo que provoca las caídas al suelo.
Por lo tanto, si esas caídas traen sanidad (espiritual y física), liberación, restauración, transformación, crecimiento y madurez espiritual, es decir, el o los frutos de la obra del Espíritu Santo, podemos estar más convencidos que esas caídas son resultado de la presencia del Espíritu Santo. Si el profeta dice por el Espíritu, que las personas que tienen cáncer serán sanadas todas hoy, eso se cumplirá, porque lo ha dicho el Espíritu Santo y no el profeta en sí. “Y Jesús los sanó a todos”.
Pero, si tales caídas, no pasan más allá de las expresiones emocionalistas, sensoriales y sicológicas, ¿ante qué presencia espiritual o ambiental estamos?. Si no hay resultados evidentes de la obra del poder del Espíritu Santo, ¿Cómo podemos decir que tales experiencias vienen de él?.
El Espíritu se derramó en el día de Pentecostés, nadie cayó, sino que comenzaron hablar en distintos idiomas, que eran entendibles para las personas que le rodeaban. Recibieron el testimonio y el mensaje de Dios.
Un pueblo ignorante, será siempre un pueblo manejable. Mirad que nadie os engañe. Por esta razón, enfatizo, que una de las principales necesidades y propósitos que cada creyente debe imponerse en su vida, es relacionarse con la verdad, con Cristo, con el Padre, con el Espíritu Santo y las Escrituras. Sólo el Espíritu nos guiará a toda verdad y nos enseñará y recordará el mensaje de Cristo, la verdadera y sana enseñanza. Más aún, nos mostrará lo que ha de venir para no estar desprevenidos.
La responsabilidad de cada creyente es discernir, darse cuenta de lo que está experimentando, escudriñar, indagar, pensar, reflexionar, etc. Tenemos todos los medios divinos para no ser ovejitas atontadas, arrastradas por cualquier tipo de mensaje y personajes que se auto denominan “Ungidos de Cristo”.
Nuestra lucha es espiritual, y en esta área debemos aprender a movernos. Necesitamos la comunión con Cristo, nuestra Cabeza, nuestra cobertura. De lo alto, de Dios viene el crecimiento y el desarrollo que cada miembro requiere para su salud espiritual. Hay que aprender a discernir los espíritus, las experiencias espirituales, los mensajes, etc. No podemos actuar como ovejitas atontadas.
Las experiencias son personales y distintas, en mi caso, a pesar de haber caído muchas veces y que impuse mis manos sobre otros los cuales caían, creo finalmente que nunca caí ante el verdadero poder de Dios.
He visto el poder de Dios transformando mi vida, sobre todo estos últimos seis años. Vi con mis propios ojos, como Dios sacó de la planta de mi pie una enfermedad que sólo era extraíble por medio de una intervención quirúrgica (enfermedad que la arrastraba durante 15 años). He orado por personas poseídas por demonios para que fuesen liberadas, etc.
También algo que fue muy hermoso. Un pastor, mientras conversamos por teléfono, le pregunté sobre un hermano, ya que tenía a su bebe de un mes muy grave en el hospital. Había sido afectada por un reciente virus, que ya había cobrado la vida de dos lactantes (Atacaba principalmente a los recién nacidos). Le pregunté sobre el estado de salud del bebé, el pastor me dijo que estaba muy mal, que la verdad estaba muerta, ya que le mantenían funcionando los pulmones con una maquina respiradora. Si le sacaban la maquina, se iba, ya que por si sola no podía. Llevaban casi dos meses con esta enfermedad.
La verdad, yo ya sabía sobre la enfermedad que estaba afectando a este bebé, pero no había orado por esto. Sólo ese día, cuando el pastor me contó la gravedad de todo, estando él en el Hospital, me puse a orar.
Vino a mi mente una palabra: “La oración del justo puede mucho”, me dije a mí mismo y con temor: “Justo por la gracia de Dios”. Orando casi por dos horas. Le decía al Señor: “Dios, tú eres el Soberano sobre todo lo que existe, estás por sobre la muerte. Si es tu voluntad que esta bebita parta a tu presencia, entonces que se haga tu voluntad. Si no es así, y en tu infinita misericordia, tócala, para que la muerte se aparte de ella. Que los médicos, que ya no entregan esperanza a sus padres, queden con la boca abierta cuando vean su sanidad. Hágase tu voluntad”.
Luego de la oración, quedé o me di cuenta que estaba en otro lugar (espiritualmente hablando), estaba ante la misma presencia de Dios, mi mente y mis ojos parecían ver el trono de Dios, ese trono era pura luz, luz y luz. A mí alrededor, ángeles y personas que simbolizaban la iglesia. Todos juntos estábamos alabando y adorando ante el trono de Dios, con las manos en alto. Todo el ambiente era luz, paz, felicidad, realmente pocas son mis palabras para expresar esta experiencia. ¡GLORIA A DIOS, PORQUE ÉL VIVE¡
A los días después, me junte con el pastor. Él me dijo: “Pasó algo, después que terminamos de hablar ese día por teléfono, el bebé comenzó a recuperase, y ya le sacaron la maquina respiradora, ahora está respirando con sus propios pulmones. Los médicos la bautizaron como “La guagua milagrosa”.
Realmente quedaron con la boca abierta los médicos. El bebé está sano hasta el día de hoy.
Creo en el poder del Espíritu Santo, pero también creo que todo lo que él hace, lo hace con un propósito, con un objetivo.
Por sus frutos los conoceréis, esto es muy cierto. Si los que caen al suelo, supuestamente por el poder del Espíritu Santo, y trae la consecuencia de la transformación, la sanidad, etc., a sus vidas y no un mero estado emocional que a las dos horas o menos desaparece, entonces Ok.. Sino ¿?
Nuevamente, gracias a todos.
Cualquier otro comentario respecto al tema, si quieren me lo mandan por el correo
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Si he causado alguna molestia a algunos de los foristas con mis comentarios, mil disculpas.