¿ES LA CAÍDA AL SUELO UNA MANIFESTACIÓN DEL PODER DEL EL ESPIRITU SANTO?
Mi ánimo es poder encontrar opiniones sobre el tema, ya que estoy escribiendo un libro sobre la realidad evangélica o protestante que se está viviendo en mi país (Chile) hace varios años. (Después de algunos años de estudio e investigación sobre el tema sectario al interior del sistema protestante, he llegado a la conclusión que existe sectas muy bien legalizadas y establecidas, las cuales están operando libremente en mi país, como: “Cristo tu única esperanza, dirigida por Fernando Chaparro y familiares; Restauración 2000, aunque le cambiaron el nombre a Restauración, ya que el 2000 pasó, entre otras, espero opiniones de otros cristianos, obviamente de los que residen en Chile y no de otros países, ahora, si las conocen, mándeme sus apreciaciones).
La caída al suelo es una realidad de la cual fui participe, es decir, caía al suelo y al orar o imponer mis manos sobre otros, éstos caían al suelo.
Algunos años atrás, vi y escuche un mensaje de Benny Hinn (entre otros mensajes), en donde fundamentaba la caída al suelo bíblicamente, él tomó Juan 18:6. él dijo: “Ahí está la caída al suelo”. Nombro a Benny Hinn, porque muchos líderes en mi país siguen fielmente sus enseñanzas, aunque no declaran estar bajo su “cobertura espiritual”.
En ese tiempo, para mí era creer y aceptar de manera inmediata lo que oía, lo acepté y lo seguí practicando (Como ocurre todavía en muchos cristianos en las distintas comunidades
de mi país). La realidad protestante en mi nación, se caracteriza por su bajo nivel cultural, intelectual, académico o como se le pueda describir en cada nación. Con esto no me refiero que hay que ser intelectual para conocer la verdad, si no que en la mayoría de los cristianos (de mi paìs), no hay una capacidad de reflexión y de crítica para investigar la Escritura.
Todos o casi todos sabemos, que Jesús dijo que deberíamos escudriñar las Escrituras, con el fin de conocerlo de verdad. Hoy se investiga o se estudia más la doctrina que la verdad.
Siendo uno de los líderes de la comunidad y una persona que trabajó a “tiempo completo”, y participando en una comunidad muy exitosa (largo sería desarrollar esta parte y no viene al caso tampoco), decidí retirarme. El por qué me retiré es otro tema, el punto, es que me dediqué a investigar en la Escritura distintas realidades que estaba viviendo, tanto en lo personal como en la comunidad donde participaba. Es así, como llegué a cuestionar la caída al suelo, cómo, leí el pasaje planteado por Benny Hinn, utilicé distintas Biblias de estudio, pero todas ellas llegaban a la misma conclusión. La caída al suelo de Juan 18:6, no se refería a la caída al suelo que muchos hoy experimentan. Resulta obvio asimilar la experiencia de la caída al suelo que muchos experimentan hoy, con lo sucedido en el relato de Juan 18:6.
Que importante fue para mí, descubrir que, cuando Jesús dijo: “Yo soy”, no se refería a sí mismo como hombre, sino como al Dios verdadero. Los que fueron esa noche apresar a Jesús no eran tan ignorantes, para mí, ellos escucharon la voz de Dios –sin darse o estar consciente de ello- diciendo: “Yo soy”. Ellos sabían que la declaración de Jesús no era personal, es decir, a él como humano: “Yo soy” era el nombre de Dios. Ellos cayeron ante esa potente declaración –para mí, cayeron de rodillas en una posición de adoración o de temor, o algo parecido-, según el relato bíblico, tampoco quedaron postrados en el suelo, no fue una situación o una experiencia emocional, sino –a mi juicio- sobrenatural. Jesús les vuelve a preguntar: “A quién buscáis”, quizás, de manera inmediata a su primera respuesta. Entonces él responde con su identidad natural o humana: “yo soy”. Sólo entonces pudieron llevárselo.
Mi segunda pregunta es: ¿Están realmente los cristianos experimentando el poder de Cristo?.
Mi tercera pregunta es: ¿Es más importante el poder del Espíritu Santo o Cristo?.
Continuando con mi investigación sobre la caída al suelo, llegué al libro de 1 Reyes 22:13-28.
El Dios soberano sobre toda realidad, sea material o espiritual, ordena a un espíritu para que sea espíritu de mentira sobre los profetas que tenía el rey de Israel (Acab). No quiero relatar toda la historia de los sucesos, creyendo que ya la conocen y si no, indaguen antes de darme su opinión.
El asunto, es que los 400 profetas profetizaron la verdad, pero inspirados por un espíritu de mentira, Dios lo permitió o lo aprobó conforme a su propósito. Consultaron a Micaías, quisieron los mensajeros que hablara conforme a la voluntad del rey, pero él declaro que sólo diría lo que Dios le dijera –hace falta en nuestros tiempos personas que declaren la verdad de Dios y que no hablen por su propia cuenta- Él tuvo la revelación, sabía que los profetas de Acab hablaban por inspiración de un espíritu de mentira, ni discernieron lo que estaban profetizando (realmente un espíritu tiene poder, probablemente de algún modo Juan nos aconseja a probar los espíritus si son de Dios, ya que sólo el Espíritu Santo Nos puede llevar a la verdad). Micaías declara la verdad.
La caída al suelo puede ser realmente una experiencia espiritual, pero, ¿Es del Espíritu de Dios? O ¿Será un espíritu que tiene como objetivo probar a los creyentes y, para que ellos se den cuenta a qué nivel de madurez realmente están?. ¿Tienen realmente los cristianos hoy en día una relación con Cristo? O ¿Todo su conocimiento se basa en doctrinas, teología, sicología cristiana o intelectualismo?.
Jesús nos advirtió o nos aconsejó, que no nos dejáramos engañar, sobre todo por aquellos que nos prometen las calles de oro, la prosperidad inmediata y el éxito total en nuestros tiempos –lo digo así de acuerdo a nuestros tiempos y realidades-.
Probablemente muchos cristianos están experimentado una emoción espiritual, pero se han preguntado con qué fin. He visto caer a muchos al suelo, y hoy están en cualquier parte o todavía siguen sumisos a un sistema que los lleva a la nada y no a Cristo.
Hoy el énfasis está en la obtención de cosas por la fe y no vivir por fe, en ser exitosos y no ser verdadero.
Por último –ya que no quiero alargar el asunto, sino dejarlo a la reflexión de ustedes- , me despido de cada uno de usted, esperando con ánimo sus apreciaciones. Creyendo que la verdad no es algo particular, sino repartida en el cuerpo de Cristo, les saluda Germán.
“El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones, Mas el que se apresura a enriquecerse no será sin culpa”
Saludos a Tobi y a Maripaz.
En todo caso, si el tema ya se ha discutido en otro momento, por favor indíqueme dónde y en qué fecha para buscar las opiniones. Muy agradecido se despide Froimovich.
Mi ánimo es poder encontrar opiniones sobre el tema, ya que estoy escribiendo un libro sobre la realidad evangélica o protestante que se está viviendo en mi país (Chile) hace varios años. (Después de algunos años de estudio e investigación sobre el tema sectario al interior del sistema protestante, he llegado a la conclusión que existe sectas muy bien legalizadas y establecidas, las cuales están operando libremente en mi país, como: “Cristo tu única esperanza, dirigida por Fernando Chaparro y familiares; Restauración 2000, aunque le cambiaron el nombre a Restauración, ya que el 2000 pasó, entre otras, espero opiniones de otros cristianos, obviamente de los que residen en Chile y no de otros países, ahora, si las conocen, mándeme sus apreciaciones).
La caída al suelo es una realidad de la cual fui participe, es decir, caía al suelo y al orar o imponer mis manos sobre otros, éstos caían al suelo.
Algunos años atrás, vi y escuche un mensaje de Benny Hinn (entre otros mensajes), en donde fundamentaba la caída al suelo bíblicamente, él tomó Juan 18:6. él dijo: “Ahí está la caída al suelo”. Nombro a Benny Hinn, porque muchos líderes en mi país siguen fielmente sus enseñanzas, aunque no declaran estar bajo su “cobertura espiritual”.
En ese tiempo, para mí era creer y aceptar de manera inmediata lo que oía, lo acepté y lo seguí practicando (Como ocurre todavía en muchos cristianos en las distintas comunidades
de mi país). La realidad protestante en mi nación, se caracteriza por su bajo nivel cultural, intelectual, académico o como se le pueda describir en cada nación. Con esto no me refiero que hay que ser intelectual para conocer la verdad, si no que en la mayoría de los cristianos (de mi paìs), no hay una capacidad de reflexión y de crítica para investigar la Escritura.
Todos o casi todos sabemos, que Jesús dijo que deberíamos escudriñar las Escrituras, con el fin de conocerlo de verdad. Hoy se investiga o se estudia más la doctrina que la verdad.
Siendo uno de los líderes de la comunidad y una persona que trabajó a “tiempo completo”, y participando en una comunidad muy exitosa (largo sería desarrollar esta parte y no viene al caso tampoco), decidí retirarme. El por qué me retiré es otro tema, el punto, es que me dediqué a investigar en la Escritura distintas realidades que estaba viviendo, tanto en lo personal como en la comunidad donde participaba. Es así, como llegué a cuestionar la caída al suelo, cómo, leí el pasaje planteado por Benny Hinn, utilicé distintas Biblias de estudio, pero todas ellas llegaban a la misma conclusión. La caída al suelo de Juan 18:6, no se refería a la caída al suelo que muchos hoy experimentan. Resulta obvio asimilar la experiencia de la caída al suelo que muchos experimentan hoy, con lo sucedido en el relato de Juan 18:6.
Que importante fue para mí, descubrir que, cuando Jesús dijo: “Yo soy”, no se refería a sí mismo como hombre, sino como al Dios verdadero. Los que fueron esa noche apresar a Jesús no eran tan ignorantes, para mí, ellos escucharon la voz de Dios –sin darse o estar consciente de ello- diciendo: “Yo soy”. Ellos sabían que la declaración de Jesús no era personal, es decir, a él como humano: “Yo soy” era el nombre de Dios. Ellos cayeron ante esa potente declaración –para mí, cayeron de rodillas en una posición de adoración o de temor, o algo parecido-, según el relato bíblico, tampoco quedaron postrados en el suelo, no fue una situación o una experiencia emocional, sino –a mi juicio- sobrenatural. Jesús les vuelve a preguntar: “A quién buscáis”, quizás, de manera inmediata a su primera respuesta. Entonces él responde con su identidad natural o humana: “yo soy”. Sólo entonces pudieron llevárselo.
Mi segunda pregunta es: ¿Están realmente los cristianos experimentando el poder de Cristo?.
Mi tercera pregunta es: ¿Es más importante el poder del Espíritu Santo o Cristo?.
Continuando con mi investigación sobre la caída al suelo, llegué al libro de 1 Reyes 22:13-28.
El Dios soberano sobre toda realidad, sea material o espiritual, ordena a un espíritu para que sea espíritu de mentira sobre los profetas que tenía el rey de Israel (Acab). No quiero relatar toda la historia de los sucesos, creyendo que ya la conocen y si no, indaguen antes de darme su opinión.
El asunto, es que los 400 profetas profetizaron la verdad, pero inspirados por un espíritu de mentira, Dios lo permitió o lo aprobó conforme a su propósito. Consultaron a Micaías, quisieron los mensajeros que hablara conforme a la voluntad del rey, pero él declaro que sólo diría lo que Dios le dijera –hace falta en nuestros tiempos personas que declaren la verdad de Dios y que no hablen por su propia cuenta- Él tuvo la revelación, sabía que los profetas de Acab hablaban por inspiración de un espíritu de mentira, ni discernieron lo que estaban profetizando (realmente un espíritu tiene poder, probablemente de algún modo Juan nos aconseja a probar los espíritus si son de Dios, ya que sólo el Espíritu Santo Nos puede llevar a la verdad). Micaías declara la verdad.
La caída al suelo puede ser realmente una experiencia espiritual, pero, ¿Es del Espíritu de Dios? O ¿Será un espíritu que tiene como objetivo probar a los creyentes y, para que ellos se den cuenta a qué nivel de madurez realmente están?. ¿Tienen realmente los cristianos hoy en día una relación con Cristo? O ¿Todo su conocimiento se basa en doctrinas, teología, sicología cristiana o intelectualismo?.
Jesús nos advirtió o nos aconsejó, que no nos dejáramos engañar, sobre todo por aquellos que nos prometen las calles de oro, la prosperidad inmediata y el éxito total en nuestros tiempos –lo digo así de acuerdo a nuestros tiempos y realidades-.
Probablemente muchos cristianos están experimentado una emoción espiritual, pero se han preguntado con qué fin. He visto caer a muchos al suelo, y hoy están en cualquier parte o todavía siguen sumisos a un sistema que los lleva a la nada y no a Cristo.
Hoy el énfasis está en la obtención de cosas por la fe y no vivir por fe, en ser exitosos y no ser verdadero.
Por último –ya que no quiero alargar el asunto, sino dejarlo a la reflexión de ustedes- , me despido de cada uno de usted, esperando con ánimo sus apreciaciones. Creyendo que la verdad no es algo particular, sino repartida en el cuerpo de Cristo, les saluda Germán.
“El hombre de verdad tendrá muchas bendiciones, Mas el que se apresura a enriquecerse no será sin culpa”
Saludos a Tobi y a Maripaz.
En todo caso, si el tema ya se ha discutido en otro momento, por favor indíqueme dónde y en qué fecha para buscar las opiniones. Muy agradecido se despide Froimovich.