SON DOS CASOS DIFERENTES
SON DOS CASOS DIFERENTES
No necesariamente que deba casarse de nuevo, sino que puede hacerlo.
En 1 Corintios 7, Pablo responde a cosas que los cristianos de Corinto le habían preguntado (ver v. 1). Tanto el mandamiento del V. 11 como el del v. 39 supone que ambos cónyuges son creyentes, y en este último caso el Apóstol también manda que si una viuda vuelve a casarse, lo haga con un cristiano.
Aún en este caso, permanece vigente la excepción claramente establecida por Jesús (Mateo 19:9), es decir la validez del divorcio por causa de porneia o infidelidad (no que la parte inocente esté obligada a divorciarse, sino que puede hacerlo).
En los versículos 12-16 Pablo trata el problema de los matrimonios mixtos. Como la comunidad de Corinto había surgido recientemente, probablemente no era raro el caso en que uno de los cónyuges se había convertido al Evangelio y el otro no. Las directivas de Pablo aquí se refieren a esta situación. El principio es que el cónyuge creyente, varón u mujer, nunca debe tomar la iniciativa de separarse, pero tampoco está obligado por el vínculo si el incrédulo se separa.
¿Ah, sí? Y entonces ¿qué significa?
Su respuesta es muy importante porque si usted tuviera razón, yo y muchos pastores estaríamos promoviendo el adulterio. No hay que ser más bíblico que la misma Biblia.
De todos modos, le hago notar de nuevo lo que Pablo dice:
Pablo afirma que en este caso el creyente no está sujeto a servidumbre, o esclavizado (griego douloö). ¿Qué significa?
Como observan Jamieson, Fausset y Brown, "Un creyente no está bajo la misma obligación en el caso de la unión con un incrédulo, como lo está aquel que es casado con creyente."
El conocido intérprete evangélico F.F. Bruce (Answers to Questions, 1972, p. 91-92) comenta sobre el v. 15: «el vínculo matrimonial al cual se ingresó antes de la conversión ya no es vinculante si el cónyuge inconverso lo termina ante la conversión del otro. Es, desde luego, una situación indeseable; el cónyuge convertido hará naturalmente todo lo posible para producir en el otro una reconciliación, en la esperanza de que, si el otro se reconcilia, él o ella pueda ser ganado para el mismo Señor que el cónyuge convertido ha aprendido a seguir. Pero si la negativa del cónyuge inconverso a continuar con la relación matrimonial es final e inalterable, «en tales casos el marido o la esposa cristiano no está bajo compulsión» (NEB). Tal es la interpretación natural del pasaje.»
Bendiciones en Cristo,
Jetonius
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SON DOS CASOS DIFERENTES
Originalmente enviado por: pico
Dios te Bendiga Hermano.
todavia no acabo de entender, en que punto se basa biblicamente para aconcejar al el o a ella, despues de separarse a casarse de nuevo ?
No necesariamente que deba casarse de nuevo, sino que puede hacerlo.
En la cita Biblica que me proveyo me gustaria que leyera el Versiculo 11 " Y si se separa, quedese sin casar, o reconcillese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer"
La unica manera de quedar libre de la ley del matrimonio, es a la muerte del conyuque
1Co 7: 39 " La mujer casada esta ligada por la ley mientras su marido vive, pero si su marido muriere, libre es para casarse con quien quiera con tal que sea en el Señor "
En 1 Corintios 7, Pablo responde a cosas que los cristianos de Corinto le habían preguntado (ver v. 1). Tanto el mandamiento del V. 11 como el del v. 39 supone que ambos cónyuges son creyentes, y en este último caso el Apóstol también manda que si una viuda vuelve a casarse, lo haga con un cristiano.
Aún en este caso, permanece vigente la excepción claramente establecida por Jesús (Mateo 19:9), es decir la validez del divorcio por causa de porneia o infidelidad (no que la parte inocente esté obligada a divorciarse, sino que puede hacerlo).
En los versículos 12-16 Pablo trata el problema de los matrimonios mixtos. Como la comunidad de Corinto había surgido recientemente, probablemente no era raro el caso en que uno de los cónyuges se había convertido al Evangelio y el otro no. Las directivas de Pablo aquí se refieren a esta situación. El principio es que el cónyuge creyente, varón u mujer, nunca debe tomar la iniciativa de separarse, pero tampoco está obligado por el vínculo si el incrédulo se separa.
no estar sujeto a servidumbre no significa, estar libre a la ley del matrimonio. Por lo tanto aconcejar a alguien hacerlo seria llevarlo a Adulterio.
F.Pico
¿Ah, sí? Y entonces ¿qué significa?
Su respuesta es muy importante porque si usted tuviera razón, yo y muchos pastores estaríamos promoviendo el adulterio. No hay que ser más bíblico que la misma Biblia.
De todos modos, le hago notar de nuevo lo que Pablo dice:
Pero si el incrédulo se separa, que se separe; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz os ha llamado Dios (v. 15).
Pablo afirma que en este caso el creyente no está sujeto a servidumbre, o esclavizado (griego douloö). ¿Qué significa?
Como observan Jamieson, Fausset y Brown, "Un creyente no está bajo la misma obligación en el caso de la unión con un incrédulo, como lo está aquel que es casado con creyente."
¿Sujetos a qué? A considerar aún como existente y obligatoria una unión rota de hecho por la separación de uno de los esposos; o bien sujetos a reanudar los lazos rotos, a imponer la unión, contra su voluntad, al que se ha separado. Uno y otro sentido son admisibles; probablemente ambos están en el pensamiento del apóstol. Sobre estas palabras se ha apoyado la iglesia evangélica y la legislación en los países protestantes para autorizar el divorcio en el caso llamdo malitiosa desertio, es decir el abandono de uno de los esposos por el otro ...
Por consiguiente ... debemos, en cuanto de nosotros depende, tener paz con todos los hombres (Rom. 12:18); luego, que la paz sea aquí vuestra regla: la paz no romperá la unión, pero tampoco la impondrá al que se ha separado, para reformar un matrimonio en el cual no habría ciertamente paz.
Louis Bonnet, Alfred Schröder: Comentario del Nuevo Testamento. Trad. A. Cativiela. Buenos Aires: Junta Bautista de Publicaciones, sin fecha (original 1891), 3:242.
Tratando con la situación real en Corinto, Pablo se da cuenta de que en algunos casos la parte incrédula del matrimonio no permanecerá. De modo que enseña que en tal caso (v. 15) el creyente debe dejar marchar al cónyuge incrédulo ... En este punto Pablo añade dos razones: Primero, en este caso el creyente no está "esclavizado", pues el abandono deliberado del incrédulo ... ha quebrantado el contrato matrimonial. La forma perfecta del verbo griego es gráfica - es decir, «el hermano o la hermana cristiana no se encuentra sujeto como un esclavo». Una segunda razón para permitir que se vaya un cónyuge descontento es que Dios ha llamado a su pueblo a vivir en paz, lo cual no sería posible si el cónyuge incrédulo fuera forzado a vivir con el creyente.
W. Harold Mare, 1 Corinthians. En Frank E. Gaebelein, Ed., The Expositor's Bible Commentary. Grand Rapids: Zondervan, 1976, 10: 230-231.
El hermano o hermana, i.e., el cónyuge cristiano, no está ... sujeto a servidumbre para mantener la unión contra el deseo del otro. Dado que ahora uno está convertido, hay una diferencia nueva y fundamental entre ellos, con consecuencias sociales así como espirituales. La separación en este caso presumiblemente significa que el cristiano es libre para casarse con algún otro, siempre que él o ella sea cristiano (v. 39).
Norman Hyllier, 1 y 2 Corintios. En D. Guthrie, J.A. Motyer, Eds., Nuevo Comentario Bíblico. Trad. cast. T. Fafasuli y otros. El Paso: Casa Bautista de Publicaciones, 1977, p. 786.
Por otra parte, si el incrédulo está «decidido a irse», entonces «que se lo deje ir» (Edwards). Con la partida del cónyuge incrédulo el matrimonio deja de existir, y en tales casos el hermano o hermana cristiano no está «bajo servidumbre». Como el abandono de la parte inconversa efectivamente disuelve el contrato matrimonial, el apóstol debe significar que el creyente ya no está ligado por éste, y es por tanto libre para volver a casarse.
Geoffrey B. Wilson, 1 Corinthians. Edinburgh: The Banner of Truth Trust, 1978, p. 105.
El conocido intérprete evangélico F.F. Bruce (Answers to Questions, 1972, p. 91-92) comenta sobre el v. 15: «el vínculo matrimonial al cual se ingresó antes de la conversión ya no es vinculante si el cónyuge inconverso lo termina ante la conversión del otro. Es, desde luego, una situación indeseable; el cónyuge convertido hará naturalmente todo lo posible para producir en el otro una reconciliación, en la esperanza de que, si el otro se reconcilia, él o ella pueda ser ganado para el mismo Señor que el cónyuge convertido ha aprendido a seguir. Pero si la negativa del cónyuge inconverso a continuar con la relación matrimonial es final e inalterable, «en tales casos el marido o la esposa cristiano no está bajo compulsión» (NEB). Tal es la interpretación natural del pasaje.»
Bendiciones en Cristo,
Jetonius
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