Originalmente enviado por: LeViTa
Daniel:
Sinceramente, pocas veces estoy de acuerdo con algunos hermanos que aportan...(existen los desacuerdos entre muchos) pero veo un gran consejo que se le da, un consejo "conforme al Evangelio de Jesucristo. Creo que en lo que se encierra todo el mensaje, es en que la Iglesia de Jesucristo se encierra en Cristo y solo en Cristo. Solo Cristo se dió en la Cruz del Calvario. Me acuerda usted mucho, del modo en que pensaba anteriormente y no lo digo en forma negativa. Se ve un vivo deseo en usted de servir a Cristo. Un día, debido a que yo, como usted, quería ardientemente servir a Dios... Cristo me mostró la diferencia... no religiosa... sino la diferencia encerrada en su amor incondicional.
Levita, agradezco grandemente su interés por mi.
Tanto un católico como un no católico que se precie ama a Cristo y desea sinceramente servirle. La diferencia estriba en que mientras un católico tiene una guía pastoral de parte de aquellos que recibieron esa encomienda Divina el protestante la rechaza y se guía por sus propios y personales criterios, mas o menos alejados de la fe católica y de la de otros protestantes también. Re-lea por favor lo que acaba de compartir de que pocas veces esta de acuerdo con algunos hermanos y medite lo que significa.
No le voy a negar que el rechazo a la autoridad "libera las manos" y les permite lo que confunden con libertad para creer en lo que les parezca oportuno, pero tampoco le negaré que esa rebeldía me parece contraria al Evangelio. No hace falta mas que considerar que Cristo se hizo hombre para ser EL Siervo Obediente y SOLO realizar la Voluntad del Padre.
Al leer un poco del epígrafe... esto me acordó de un buen amigo que predicaba hace muchos años atrás en una campaña evangelística en el South Bronx... en los EU. Este hablaba de que existe una campaña publicitaria de las compañías de hamburgesas Burger King... el lema de ellos era... "have it your way" queriendo decir... "cometela (la hamburguesa) a tu gusto"... pero en Cristo, no es como nos guste, y mucho menos como nos enseñen los hombres... es como Cristo, quien se dió por ti, nos diga... el no es Burger King... este es King of Kings (Rey de reyes). No podemos servir a Dios, como creemos ser prudente... debemos de servir a Cristo... como El nos enseña por su Palabra. Todo lo demás es secundario... y le aseguro que Dios le guiará.
¿Y cómo compagina Ud. el que Cristo guíe asimismo a Ud. y a los hermanos con quienes no concuerda?
¿No ven acaso que una sola Palabra no puede expresar diferentes enseñanzas?
Entonces fuera de la Iglesia ¿debería hacerle caso a Ud. o a sus hermanos con los que no coincide? Seguramente me dirá que le haga caso a Cristo y a su Palabra pero ¿a que Palabra? ¿a la que representa Uds. con sus creencias o a la de sus hermanos?
Espero entienda el engaño que significa referirse a las enseñanzas de Cristo por su Palabra cuando esta NO tiene diferentes significados según quien se trate, que es lo que a la postre ocurre en el Protestantismo.
Le diré mas, ¿cómo puede creer que convencerá a un tercero a salir de una Iglesia manejada por hombres" (en referencia a los ministros puestos por el Espíritu para la guía del pueblo de Dios) si fuera de Ella no hay una fe sólida, determinada, concreta, concordante?.
¿Cómo puede cualquiera decir que la Iglesia expresa "enseñanza de hombres" cuando lo que el protestantismo tiene para ofrecer diferentes conclusiones de los mismos temas? Es claro, entonces que NO ES el Espíritu quien guía a esos hombres sino que ELLOS MISMOS son los que HACEN DECIR diferentes cosas a la misma Palabra.
Es notorio que también existen "católicos" desde teólogos a fieles corrientes que patalean contra algunas de las enseñanzas de la Iglesia pero ellos son tan católicos como los "evangélicos" que no creen en la Trinidad.
La Fe Católica es UNA. Puede aceptarla o rechazarla, pero tiene una IDENTIDAD de la que adolece el protestantismo y aún el evangelismo.
Por favor perdoneme la sinceridad de lo que escribo. Simplemente intento transmitirle mi sentir y mi pensar. No me mueve el deseo de polemizar, sino el de aclararle el porque no daré ese paso que Ud. me recomienda que dé.
En el Amor de Cristo.