ERASMO, ni papista ni corajudo

28 Febrero 1999
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ERASMO, ni papista ni corajudo
Este tema surgió en el epígrafe abierto por el hermano Malcom:
CALVINO Y LA MUERTE DE SERVET. Allí, en mi mensaje 400,(5/2)respondiendo a LUIS FERNANDO, y aludiendo a Lutero y Calvino le pregunto:"¿Te das cuenta que si dos eclesiásticos católicos que salían de la iglesia de Roma con un ideal de Reforma, todavía seguían siendo tan malos, ¡como serían los que todavía permanecían dentro!?"
A ello LUIS FERNANDO replicó:"Ricardo, ¿conoces el caso de Erasmo?
¿qué de malo tenía ese hombre?¿Y el cardenal Cisneros?
¡¡NO TODOS ERAN TAN MALOS!! ¿Por qué precisamente los que acabaron rompiendo la Iglesia en mil pedazos no fueron los "buenos" sino los que mantuvieron el espíritu sectario y asesino de los "malos"?
En medio de la oscuridad, la luz resplandece con más fuerza. La Reforma fue, en sus inicios, tinieblas sobre tinieblas. Intolerancia sobre intolerancia.
Esa es mi opinión. Una entre tantas."
A ello contesté que: ": Erasmo era un sabio al cual admiro, pero creo que no era ni bueno ni malo. Era un pusilánime que le faltó valor para jugarse enteramente por la causa de la Reforma, la cual él mismo promovió sin quererlo (EL ELOGIO DE LA LOCURA). Entusiasmado al principio con Lutero, luego se asustó con el temple y ánimo arrollador del monje alemán. Quizá no pocos católicos tengan a Erasmo por mayor enemigo de la Iglesia que el propio Lutero. Que no se animase a dejarla y plegarse a la Reforma, y que muriese en su seno, no lo excusa de cuánto contribuyó él mismo a la causa protestante."
Mi respuesta no fue del agrado de LUIS FERNANDO y ERNESTO, los que negaron de forma contundente que ERASMO fuese un pusilánime.
De todos modos, por considerar que este tema se aparta del asunto principal de aquel epigrafe sobre Calvino y Servet, he creído conveniente aportar acá la información que pueda recuperar para probar que: 1 - ERASMO efectivamente fue un pusilámine: "Falto de ánimo y valor
para tolerar las desgracias o intentar cosas grandes.Cobardía".RAE
2 - ERASMO no era papista y estuvo siempre más cerca de la Reforma
que del catolicismo romano de sus tiempos.
Para que mis aportes tengan mejor aceptación entre los católicos, no los traeré de libros evangélicos sino de la historia y literatura universal (secular), principalmente editados en España a comienzos del siglo pasado o a finales del anterior a aquel.
Creo que existe un injusto olvido de la persona y obra de ERASMO, tanto por parte de los evangélicos como de los católicos, aunque es obvio que aquí me limitaré a extraer aquellos párrafos que sirvan a mi cometido. De este modo, espero que todos aprovechemos a ilustrarnos mejor sobre el príncipe de los humanistas.
Que el Señor nos lleve a ser resueltos y esforzados en la fe.
Ricardo.
 
Hermanos LUIS FERNANDO y ERNESTO: La primera evidencia
bibliográfica probatoria del aserto de este epígrafe la extraigo del
Diccionario Enciclopédico Hispano-Americano, Ed.Montaner y Simón,
Barcelona, 1912, Tomo VIII pg.511 art.ERASMO (Desiderio):
"Tan ilustre escritor criticó con dura e ingeniosa sátira los excesos y
supersticiones que juzgaba dignos de censura en su tiempo, y a ésto
debióse la animadversión conque fue mirado por muchos monjes y
partidarios del escolasticismo, los cuales llegaron a inculparle de haber
promovido con sus obras la herejía de Lutero, toda vez que muchos de
los puntos en que la Reforma se apoyaba estaban tomados de las censuras que antes había hecho Erasmo sobre los mismos abusos. No
era partidario Erasmo, sin embargo, de los luteranos, y los combatió
desde su aparición, pero no faltan autores que le achaquen tibieza en
esta empresa, criticando de poco enérgica su controversia con los
protestantes." "Pronto su carácter a exaltarse, fácil y prontamente se
aplacaba;" "Demasiado confiado en su propio criterio, halláronse en sus escritos algunos errores que fueron causa de que se incluyeran en el
Índice del concilio de Trento".
A medida que me vaya reencontrando con mis viejas lecturas, agregaré
otros aportes. Lo anterior no es todavía todo lo explícito y contundente que presiento, pero ya veremos.
El Señor prospere vuestras almas (3Juan 2).
Ricardo.
 
Apreciados hermanos LUIS FERNANDO, ERNESTO y demás
apologistas erasmianos:
Algo más he encontrado en la obra de la que ya he citado otras veces:
LA REVOLUCION RELIGIOSA de Emilio Castelar, Barcelona, 1880,
Tomo II pgs. 496, 497:
"Mientras Lutero se reía de la neutralidad intelectual de Erasmo, el duque Jorge de Sajonia, campeón exaltado del Catolicismo, echábale
furiosamente en cara la responsabilidad de su tibieza en los adelantos
de la Reforma. Así, por todos lados le gritaban unos y otros: "¡valor,
valor!" pidiéndole la cualidad más contraria en todo a su temperamento
irresoluto y a su inteligencia escéptica. Da tristeza, porque nada conmueve tanto como presenciar los tropiezos y las caídas de las almas
grandes, ver a este hombre extraordinario, llamado por sus talentos de
escritor y de orador a ejercer una inmensa influencia en la marcha del
espíritu humano, escribiendo diálogos diplomáticos de hábil conciliación a la misma solemne hora en que todas las cóleras estallaban
en los ánimos y todas las ideas tenían su absolutismo dogmático y su
incondicionalidad propia, sin que nadie pudiese vanagloriarse de contar
con poder para detenerlas ni habilidad para atenuarlas en sus fulgurantes y tempestuosos estallidos. ¡Y qué naturaleza la naturaleza de aquel hombre! Cuando daba la mayor prueba de humillación y debilidad que podía darse, vertiendo mieles sobre llagas que pedían cauterios, tomaba por temeridad su cobardía y procuraba detener la
publicación de sus propios escritos por temor de que se achacasen a
injurias sus sonrisas.
No se pueden decir el número de sus contradicciones en la situación
embarazosa de su ánimo. Nada tan contradictorio como los dichos que
se le atribuían y que pasaban de boca en boca por todas las cortes del
mundo. "No debe emprenderse ninguna revolución -decía-, por miedo de encontrar empeoramiento en vez de mejora". Y sin embargo, quien
ésto decía deliberadamente, contribuyó tal vez sin deliberación, tal vez
sin conciencia, por impulsos íntimos de su espíritu, a una de las mayores y más trascendentales revoluciones que han visto los siglos.
Y obedeciendo a su temperamento, así decía palabras a la estabilidad
gratas, como palabras a la revolución gratísimas. "Calumnian a Lutero
-exclamaba-, porque ha tocado a la corona de los Papas y al vientre de
los frailes". El día del casamiento de Lutero, exclamó con gracia: "todas estas herejías son como las comedias, concluyen siempre en
casamiento;", pero el día en que el Papa León X dio orden de quemar las obras de Lutero dijo: "quemar no es responder". Y cuando podía,
con esa facilidad y con esa concisión de palabra que tanto le exaltaban
y engrandecían servir cualquiera de las dos grandes causas en litigio,
quedábase entre ellas, como en triste y deshonroso limbo."
Como ven, queridos hermanos LUIS FERNANDO y ERNESTO, la historia secular proveniente del campo católico español, parece concordar.
Pero creo que también encontré algo de procedencia italiana que os
compartiré en el siguiente aporte.
El Señor multiplique nuestro valor por amor a El y su verdad.
Ricardo.
 
Apreciados hermanos LUIS FERNANDO y ERNESTO:
Continuamos ahora reencontrándonos con viejas lecturas seculares, que
la objetividad de sus historiadores dista mucho de favorecer una
malformación de mi criterio como cristiano evangélico.
HISTORIA UNIVERSAL - por César Cantú (italiano 1804-1895)edición en 10 tomos de unas 1.000 páginas cada uno, París, Garnier
Hermanos, Tomo V, pg.230: hablando de Erasmo:
"hombre de fe vacilante, como muchos otros que creían saberlo todo
porque hablaban con cierta elegancia, quería burlarse del Catolicismo sin dejar de ser Católico". "No seré yo ciertamente quien considere a
Erasmo como hombre de firmes creencias. Cortesano lleno de vanidad,
comprendió que al afiliarse a un partido se enemistaba con el contrario,
y por tanto disminuirían las alabanzas, el incienso y la tranquilidad.
Arrastrado por el ansia de ridiculizarlo todo, nada había respetado, ni
dogmas, ni prácticas, pero solapadamente, valiéndose siempre en sus
discursos de frases ambiguas, para poder desdecirse en caso de necesidad; hablaba mal de las monjas en general, pero en particular las
escribía con dulzura; hablaba mal de los papas, pero besaba los pies de
León X y recibía de sus manos una pensión: decididamente no quiso ser
mártir de ninguna creencia." Lutero -escribía Erasmo-, nos presenta una doctrina saludable y excelentes consejos; y ¡ojalá no hubiese destruído
sus efectos con imponderables errores! Pero aunque nada haya que reprobar en sus escritos, yo nunca me he sentido dispuesto a morir por
la verdad. No todos los hombres tienen el valor suficiente para ser
mártires; de mí sé decir que si me hubiese visto próximo a la tentación,
temo que hubiera hecho lo que San Pedro." Erasmo, sin embargo,
herido por la orgullosa indiferencia de Lutero, no perdonó medio de
humillarle, y puso por obra su plan de venganza, con gran contentamiento de los Cristianos; pero él conocía escasamente la materia y el libro amenazado no salía a luz; apostrofaba duramente a
Lutero, pero no perdonaba a los Católicos...Lutero, que le consideraba y compadecía, en gran manera se burlaba de su afán "de caminar sobre
huevos sin romperlos", y no cesaba de repetirle " que el Espíritu Santo
no era escéptico". Hasta acá César Cantú.
Como veis, LUIS FERNANDO y ERNESTO, aunque Lutero no es santo
de mi devoción, los defectos de carácter que le achacáis a éste, parece que los historiadores coinciden en verlos patentes en Erasmo.
Pero creo que podremos aún hallar más testimonios que avalen el criterio expuesto en cuanto al temperamento de Erasmo.
El Señor os bendiga, y "vosotros también, poniendo toda diligencia por
esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al
conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor" (2Pe.1:5-7).
Ricardo.
 
Hermanos LUIS FERNANDO y ERNESTO: Siguiendo con el mismo plan
de trabajo, apelo ahora a la voluminosa HISTORIA UNIVERSAL de
Guillermo Oncken, Montaner y Simón, Editores, Barcelona, 1919,
Tomo XXI, pgs. 360/366:
"...no faltaron voces entre sus contemporáneos, y mucho más en tiempos posteriores, que decían que Erasmo era grande entre los sabios, pero pequeño entre los hombres, y "mucho más pequeño de
carácter -dice un satírico-, que de cuerpo". "Erasmo no tenía, en efecto, nada de héroe, ni corporal ni espiritualmente considerado. A Erasmo, delicado y enfermizo, irritaban el menor ruido, la menor disputa y contradicción, y le espantaba el menor peligro".
"El hecho de que un hombre como Erasmo se sintiera llamado a ser
reformador es acaso la mejor prueba de una necesidad religiosa
irresistible en la humanidad de aquella época."
"Lo que más odió Erasmo toda su vida fue la revuelta, la revolución
tumultuosa, lo cual no obsta para que fuese uno de los fomentadores
más notables del espíritu revolucionario, y en esto consiste su verdadera importancia, pues sus trabajos más positivos han quedado
hace tiempo obscurecidos por otros más modernos y más notables.
Lutero, gran enemigo de Erasmo, dijo de él: "Es un verdadero Momo
que de todo se burla, sin exceptuar a Cristo y toda la religión". La
verdad es que nada se libró de su crítica vivaz y sagaz, y en materias religiosas, antes que omitir una ocurrencia picante, sacrificaba lo más
sagrado. Esto de exponer en medio de chistes y burlas convicciones
serias, y en medio de trabajos filológicos, pedagógicos y teológicos,
befas y sátiras, es un contraste propio de Erasmo, y así lo encontramos
en sus Adagios...si bien nos parece hoy poco comprensible que semejante libro pudiese haber sido destinado a la educación de la
juventud."
"El hecho es que con sus cartas aduladoras y sus dedicatorias se formó
una renta inagotable, y para ésto le costó muy poco asegurar, por
ejemplo, a León X, que tan elevado estaba el Papa sobre la masa de los
hombres como éstos sobre los irracionales. Hay, sin embargo, que añadir que con semejantes adulaciones no aspiraba únicamente a sacar
dinero y objetos de valor, sino también a un aumento de su influencia."( Hasta acá los párrafos citados.)
Como puedes ver, LUIS FERNANDO, y también ERNESTO, va creciendo la evidencia de que Erasmo no es nada ejemplificante.
Quien asumió la iniciativa en denunciar la corrupción del clero de la
época, desde el Papa al monaguillo, no estaba él mismo libre de tan nefanda influencia.
El Señor os bendiga.
Ricardo.
 
Tú sigue que ya me tocará a mí.
Este epígrafe puede estar muy bien dentro de unos días
 
Hermano LUIS FERNANDO: No es que yo siga como quien importune,
sino que necesito probarme a mí mismo de que tengo las ideas afirmadas en fuentes varias, coincidentes y confiables, y a vosotros
mostraros la conveniencia de cimentar vuestros criterios en la verdad
histórica. Hay hombres realmente grandes como Lutero y Calvino, en
cuyas vidas resaltan aspectos negativos de sus personas, y otros realmente siniestros como el inquisidor Cisneros, en cuya vida resaltan
aspectos positivos como la Biblia Políglota y la Universidad de Alcalá.
No debemos equivocarnos al grado de magnificar en los buenos sus
defectos hasta hacerlos malos, ni en los malos sus virtudes hasta hacerlos buenos. No proseguí con Cisneros porque reconociste tu error
de haberlo usado como ejemplo, pero como no te corregiste respecto
a ERASMO, es por lo que me sentí obligado a mostrarles estas pruebas.
MONOGRAFÍAS HISTÓRICAS, La Reforma, edición española de
"THE CAMBRIDGE MODERN HISTORY", Barcelona, Ramón Sopena,
Editor. Tomo I pg.329 hablando después de la dieta de Worms:
"Cuando fue creencia general que Lutero había sido muerto, muchos se
volvieron a Erasmo considerándole sucesor de Lutero. "Escucha, caballero errante de Cristo -escribía Durero-, corre a formar en las filas
de nuestro Señor Jesucristo: defiende la verdad y no cejes hasta recibir
la corona del martirio". Era esta una corona que nunca deseó ceñir Erasmo a sus sienes, y menos había de ir a buscarla defendiendo una causa que amenazaba arruinar sus más anhelados proyectos". Tomo II pgs.17, 609/614:
"Erasmo empleó su ingenio en burlarse del escolasticismo vulgar de
Lutero; pero al mismo tiempo contribuyó más que ningún otro a hacer
necesario el protestantismo e imposible el Papado, especialmente para
los graves y reverentes pueblos del Norte."
"Erasmo descolló entre los más famosos escritores de su época, a pesar
de no haber sido un pensador eminente capaz de concebir o dejarse
dominar por grandes concepciones traduciéndolas en fuerzas vivas y
creadoras. Amó la religión en gracia de las letras más bien que las letras
a causa de la religión. Fue hombre descontentadizo y enemigo de sufrir
penurias e incomodidades, y acierta a describirlas de una manera pintoresca y agradable. No olvidaremos, sin embargo, que Erasmo es más bien un espectador avisado y consciente; y que, mientras a su
alrededor los hombres se muestran discordes, contribuyendo él a esa
falta de conformidad, nada desea tanto como que le permitan vivir solo
y tranquilo, sin cuidarse para nada de lo que pasaba en el mundo. El
satírico de Rotterdam "tuvo una epidermis tan delicada que una mosca
le hubiera hecho verter sangre"; sin embargo, o tal vez por eso mismo,
aborrecía a la multitud ignorante, a los hombres vulgares y obtusos,
incapaces de comprender ni sentir la sátira envuelta en una frase cortés
o la ironía encerrada en una expresión ambigua. Luego nos interesan las
primeras luchas de un estudioso enamorado de la instrucción y de la
buena vida y mal avenido con la pobreza que le perseguía con fatal
tenacidad, pero tal vez nos desagradan sus quejas en este punto demasiado frecuentes y poco dignas, lo mismo que su clamores en demanda de socorro, demasiado urgentes para ser compatibles con la
dignidad, tal como nosotros la entendemos. En las frases y tonos más
ligeros del satírico es donde hay que descubrir los pensamientos más
graves que le ocupaban y, si estos no llegan a conocerse, difícilmente
ofrece la historia un personaje de conducta menos honrada y disculpable. Y ¡cosa curiosa! donde mejor se nos manifiesta la fuerza y
debilidades del escritor es en su edición del Nuevo Testamento. Los
descuidos numerosos de su texto, las contadas y pobres autoridades que consultó, la precipitación conque se ejecutó la obra, la premura del
editor, las erratas del impresor y la facilidad conque se inserta en la
tercera edición y en otras posteriores un texto como el de 1Juan v.7,
que el editor había omitido en la primera y segunda, son tantos otros
ejemplos de los defectos de Erasmo, generalmente conocidos hasta de las personas menos instruídas. Zúñiga le acusó de impiedad por haber
puesto en duda los derechos y autoridad de la Sede romana y por haber
negado la primacía de S.Pedro. La Iglesia, según Erasmo, era la congregación de todos los hombres que habitan en la tierra y aceptan la
fe del Evangelio. En cuanto a la última cena del Salvador, no comprendió para qué podía servir un cuerpo imperceptible a los sentidos y no halló en la Escritura lugar alguno donde se dijera que los
apóstoles habían consagrado el pan y el vino, convirtiéndole en la carne
y sangre del Señor. La Iglesia, al despreciar el Evangelio, había caído en
la vida pagana y el culto judío. Las ceremonias no eran más que leyes
positivas dictadas por los obispos o concilios, papas u órdenes religiosas, impotentes todos ellos para mudar las leyes de la naturaleza o las de su autor. Duro de decir era todo ésto para un hombre como
Erasmo, de genio tan poco batallador y tan amigo de conservar sus
buenas relaciones con las autoridades de la Iglesia; y al decirlo, lo hizo
guíado por la idea histórica de que las cosas no contenidas en el Nuevo
Testamento no podían ser necesarias a la religión cristiana, debiendo
considerarse como injurioso para la Iglesia todo lo que contradijera al
espíritu de Cristo o se opusiera a la realización de sus fines." Hasta acá
la obra citada.
Véase en estos últimos párrafos cómo la idea de Erasmo encaja con las
de la Reforma. Pero no es consecuente con su actitud. Erasmo fue
protestante antes que Lutero. Murió íntimamente convencido de la
teología reformada, en Basilea, en la noche del 11 al 12 de Julio de
1536, en brazos del "hereje" Damián Goes (perseguido en Portugal por la Inquisición y condenado finalmente por el Santo Oficio), pero
en el seno de la Iglesia Católica.
Que Dios les bendiga.
Ricardo.
 
Ricardo, no estás importunando NADA
Tú acaba de poner todo lo que encuentres que ya responderé
 
LUIS FERNANDO: Muchas gracias por tu
paciencia. No es tanto que me obsesione en
este punto, sino que simplemente se trata de
un ejercicio de memoria, pues me entraría a
preocupar si arriesgo juicios que no emanen
directamente de lecturas o estudios previos,
sino de elucubraciones de momento.
A propósito, ¿qué pasó con Ernesto que
luego de lo que expresó no dijo más nada?
Nos seguimos leyendo, si Dios quiere.
Ricardo.
 
Dios los bendiga. Aquí estoy, vecino rioplatense, siguiendo su exposición. A su debido momento compartiré con ustedes, si Dios quiere, el material que tengo sobre Erasmo y la "tercera vía" (por favor, no confundir con lo que se conoció como "Tercera fuerza", y tampoco estoy hablando de Tony Blair)
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Que la paz del Señor esté con ustedes.
 
LUIS FERNANDO: Del propio ERASMO apenas he leído EL ELOGIO DE LA LOCURA y los COLOQUIOS en su primer traducción castellana
del año 1532. Por supuesto que en todas las obras de las que he extraído los párrafos que prueban que era una PUSILÁNIME (concepto
mesurado de mi parte, comparado con lo que dicen sus biógrafos),
abundan también sus fuertes críticas a la Reforma y sus diatribas contra
Lutero. Pero has visto también que a los católicos no les pareció
suficientemente enérgica su réplica a la Reforma ni a los protestantes.
La única biografía de ERASMO traducida a nuestro idioma, (que he leído), y que por la misma naturaleza de tal emprendimiento debió de predisponer favorablemente a su autor hacia el humanista, es la de STEFAN ZWEIG: "Triunfo y Tragedia de Erasmo de Rotterdam". Aunque no alcance a ser un panegírico, creo que le hace justicia al personaje y guía al lector a simpatizar con él. El viejo ejemplar que tengo leído de la Biblioteca Municipal (ignoro si se reeditó la obra) es de la Editorial Juventud Argentina, Buenos Aires, 1938.
De todos modos, me gustaría que no nos salgamos del propósito de este epígrafe, como ocurrió con el de Calvino-Servet, que comenzando
en Ginebra siguió por tierras americanas a balazos y flechazos entre
europeos y pieles rojas. Así se desvirtúa el debate sin llegar a nada.
Un tema de controversia que podríamos encarar en un espíritu de diálogo positivo, y que te lo voy proponiendo para que lo vayas pensando con tiempo, es el siguiente: estoy dispuesto a sostener que
una Reforma de la Iglesia según el ideal de Erasmo, era imposible en
aquella época, y que la violencia desatada en las guerras de religión
fue la que dio paso a la tolerancia mostrada luego por todos los dirigentes protestantes, hasta lograr extenderse por la mayor parte de
occidente, en un grado, que si no fue ideal, al menos logró lo que nunca se había alcanzado: la libertad religiosa como un derecho humano y ciudadano, consagrada en las constituciones republicanas. Esta corriente libertaria no tuvo por fuente al catolicismo romano sino al
protestantismo, y aquel sólo la aceptó, mal de su grado.
El Señor sea contigo.
Ricardo.
 
Pues no lo sé, Ricardo.
Por cierto, ¿has leído algo del propio Erasmo acerca de la Reforma?
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Bendiciones
 
Bien, empezamos.

Esto está sacado de la obra de Alberto Di Mare, "Una crónica de la cristiandad", publicaso en la revista Acta Académica de la Universidad Autónoma de Centro América ( http://www.uaca.ac.cr/ )

Alberto Di Mare: Cofundador, Ex-Canciller, Cuestor, Director Ejecutivo, Benefactor, Doctor Honoris Causa y Catedrático de la Universidad Autónoma de Centro América (UACA); Deán, Ex-Maestrescuela y Tutor de la carrera de Economía en el Stvdivm Generale Costarricense de esa Universidad. Antiguo profesor de la Universidad de Costa Rica, Ministro de Planificación (1966-1968), Director del Banco Central de Costa Rica (1968-1970). Ex-Presidente de la Asociación Nacional de Fomento Económico (ANFE) y de La Academia de Centroamérica. Columnista de La Nación, escritor de innumerables artículos. Miembro de la Sociedad Montpèlerin. Nació en 1931, está casado con Annemarie Hering, 4 hijos, 4 nietos.

Erasmo de Rotterdam
Erasmo, hijo sacrílego, educado como sacerdote y ordenado tal, profesó la vida monástica, pero logró se le dispensara de la disciplina conventual, siéndole tolerado vivir en el mundo sin hábito eclesiástico, y desempeñándose como profesor y periodista (que diríamos hoy), es decir, como hombre de pluma, que se mantenía con sus escritos, como humanista, que se decía entonces. Estudió en París y Oxford y enseñó en Cambridge, teniendo los humanistas ingleses gran influencia en su formación, sobre todo Juan Colet y Tomás Moro, con quienes mantuvo estrecha amistad. Su formación espiritual fue principalmente influida por la piedad moderna, pues en su juventud fue educado por los Hermanos de la Vida Común de Hertogenbusch (del 1485 al 1487), pertenecientes al movimiento de la devotio moderna, posteriormente postularía en el monasterio de Emmaus, de los canónigos regulares agustinos, también seguidores de dicho movimiento, donde en 1488 sería recibido con triple voto (castidad, obediencia y pobreza).

Las letras humanas (el humanismo) fue la gran pasión de Erasmo, por lo que la mayoría de los autores cristianos (tanto católicos como protestantes) lo consideran un monje tibio, como en realidad lo fue, por cuanto no compartía, como seguidor de la devotio moderna, una piedad de raigambre teológica orientada a una vida de perfección, sino que creía que la obra de salvación personal era cuanto el Señor pretendía de los hombres; su pasión filológica lo llevaría a esculcar las Escrituras y los Padres de la Iglesia, por lo que fue considerado una autoridad de primera magnitud por los teólogos; por la autoridad de sus opiniones lingüísticas fue uno de los autores más leídos de su tiempo, pero no entre el público minuto, sino entre los hombres educados, pues no escribió en lenguas vernáculas sino en la lingua franca de entonces, -como hoy el inglés-, el latín, o en griego, lengua esta última conocida solo por muy pocas personas entre las educadas. Su tour de force fue, precisamente, la traducción del Nuevo Testamento del griego al latín, publicada como edición bilingüe greco-latina en 1516, y realizada siguiendo las notas de Valla[4]; Erasmo fue curador y editor de una importante biblioteca patrística, tanto de los Padres griegos como de los latinos: Jerónimo, Cipriano, Arnobio, Hilario, Irineo, Crisóstomo, Ambrosio, Agustín y Orígenes.

Realizó recopilaciones de máximas de los autores antiguos que le dieron fama, publicadas bajo el nombre de Adagios y luego ampliada con el de Adagiorum Chiliades, que hicieron accesibles a los estudiosos de la época lo mejor de los autores clásicos. Fue un notable editor de las obras clásicas griegas y latinas: Catón, Suetonio, Cicerón, Plinio el Viejo, Séneca, Tito Livio y Terencio. Tradujo al latín las obras de Tolomeo, de Aristóteles, de Demóstenes, de Josefo y algunas de Eurípides, Libanio, Isócrates, Jenofonte y Galiano; escribió una obra, todavía en uso, sobre la pronunciación del griego (Dialogus de recta latine grecieque sermonis pronunctiatione); a su pluma se deben importantes obras de pedagogía. Fue un literato notable, aunque sus obras, por estar todas escritas en latín en la época en que ya nacían pujantes los idiomas nacionales, no figuran en la literatura de ninguna de las lenguas modernas.

Si estudiáramos a los reformadores, este sería, sin duda alguna, el que un hombre de hoy en día eligiría como paradigma; no así en su época, pues las pasiones ardieron a tal punto que su actitud de hombre sabio, que transitó siempre la vía moderada y conciliadora y para quien el cristianismo era más una forma de vida que una doctrina, no le hizo quedar bien con nadie, ni con los católicos ni con los protestantes. Es interesante la opinión que un santo extremista como Ignacio de Loyola tenía de las opiniones de Erasmo, de quien leía el Enchiridion militis christiani habitualmente y con deleite, pero que, según cuenta el Padre Ribadeneyra:
en comenzando a leer en el libro de Erasmo, juntamente se le comenzaba a entibiar su fervor y a enfriársele la devoción, y cuanto más iba leyendo, iba más creciendo esa mudanza... Y como esto echase de ver algunas veces, a la fin echó el libro de sí, y cobro con él y con las demás obras de este autor, tan grande ojeriza y aborrecimiento, que después jamás quiso leerlas él, ni consintió que en nuestra Compañía se leyesen, sino con mucho delecto y con mucha cautela.
Igualmente, en 1529, cuando la Reforma triunfó en Basilea, donde para entonces residía, hubo de mudarse Erasmo a Friburgo de Brisgovia, pues no era bien visto por los reformadores, quienes no lo aceptaban, ni eran aceptados por él, no obstante sus fuertes críticas a la Iglesia de Roma y a la vida monacal católica. Lutero lo atacó duramente y lo despreciaba, siendo Lutero como era un extremista, porque "se cuidaba demasiado de la educación moral de los hombres y muy poco de la verdadera adoraciónde Dios".

Erasmo fue más un crítico de la vida cristiana que un reformador, luchó por librar a nuestra religión de excrecencias accesorias, para volver a la autenticidad original, para superar el ritualismo y vivir la vida con simplicidad en Cristo y conforme a Cristo; olvidarse de las pretensiones de vías de perfección y contentarse con lo esencial, salvar el alma yendo por el camino señalado por Jesús. Como los propagadores de la piedad ritual eran los frailes, critico duramente sus vidas, métodos y pensamiento. Para Erasmo la perfección cristiana consiste en cumplir los mandamientos, lo demás sobra y estorba, el cristianismo es "nihil alliud quam caritatem, simplicitatem, patientiam, puritatem, breviter quidquid ille docuit", en fin,"Summa nostrae religionis pax est et unanimitas", pero este llamado al amor, la simplicidad, la rectitud de conciencia y, sobretodo, la concordia, la unanimitas, que parecen salidas de la pluma de Pablo, fueron interpretadas por unos y por otros como "un cristianismo tan aséptico de adherencias o excrecencias inconvenientes, tan exangüe, tan empobrecido, (que) inútilmente se empeñaba Erasmo en lograr una reforma de la vida Cristiana" (Ricardo Villoslada, Historia de la Iglesia Católica, volumen III, p.461).

En lo filosófico y literario Erasmo fue un auténtico hombre de su época; no así en lo religioso, pues su vía sabia, conciliatoria, sin exageraciones ni extremismos, no era la de entonces, ni la de los siglos inmediatamente siguientes, que estarían inflamados por el odio de religión, por el extremismo y la intolerancia. Hoy en día, cuando casi todos somos erasmianos, nos acongoja ver que su mensaje fracasara y que el apartarse de él provocara las infames guerras de religión siguientes y la pérdida de libertad para los cristianos, imposibilitados de crecer por el "odio teológico" que marcaría los siglos posteriores, en los que tanto brillaría la devoción cristiana, vitalizada, vívida y profunda, pero tan extremosamente falta de amor: el despertar religioso de los siglos de la Reforma y Contrarreforma que seguirían fue, -ahora que los podemos considerar con la debida perspectiva histórica-, apenas címbalo que retiñe, pero nada más. Por carecer de caridad.

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Luego más
 
Para los que saben inglés, francés o alemán (se ve que los que hablamos español no tenemos derecho a estas cosas) pueden visitar este link sobre Erasmo: http://www.ciger.be/erasmus/index.html

Es muy sencillito lo que se dice ahí de él pero merece la pena
 
Apreciado LUIS FERNANDO: Antes que nada, muchas gracias por darnos esa página WEB dedicada a Erasmo. Recorrí todos esos sitios,
disfrutando de las ilustraciones y de las lecturas (en francés), pues
claro está que yo admiro a Erasmo por su genio sin igual en sus días.
Incluye un capítulo de los Coloquios: EL BANQUETE RELIGIOSO.
Sin embargo, todo lo que allí encontré no desmiente mi impresión
sobre ERASMO, antes bien confirma lo que ampliamente cité, o sea,
que pese a su guerra declarada a Lutero y a la Reforma, él contribuyó
a la misma, así como al descrédito del clero romano de su época.
Por ejemplo, allí dice lo siguiente: "Renovación de la iglesia: para Erasmo, la función principal de la institución eclesiástica es la difusión
de la fe, y, por consecuencia, esta no debe ser administrada como un
estado.Su actitud le atrae duras críticas de parte de los teólogos
tradicionales ocupados de la Inquisición. Sus libros y sus ideas contribuyeron a dar lugar a una situación que permitió la eclosión de
la Reforma protestante, minando el sistema oficial de la Iglesia católica,
bien que Erasmo, apesar de lo mucho que protestó durante su vida,
jamás llegó a ser protestante."
En otro lugar, hablando del monaquismo contra el que se había ensañado Erasmo, dice de la guerra que éste hacía a las fórmulas y
prácticas tales como las peregrinaciones, la adoración de las reliquias, el
culto a los santos y a la Virgen; critica también la confesión y las indulgencias. Finaliza aquella nota diciendo que: "Erasmo no pudo con su cristianismo ecuménico y crítico, evitar suscitarse malentendidos".
Estos parecen subsistir hasta el día de hoy.
En cuanto al aporte que nos haces con la crónica de Alberto Di Mare, es magnífico, e igualmente disfruté al leerla. Pero tampoco me lleva a
desdecirme en nada de lo que vengo diciendo, antes bien lo confirma.
Tampoco podría hacer su autor otra cosa, de atenerse a la verdad
histórica, de todos conocida, y hasta admitida y confesada por el
propio Erasmo (en cuanto a la veleidad de su temperamento).
Véase por ejemplo ésto que dice: "Las letras humanas (el humanismo) fue la gran pasión de Erasmo, por lo que la mayoría de los autores cristianos (tanto católicos como protestantes) lo consideran un monje tibio, como en realidad lo fue, por cuanto no compartía, como seguidor de la devotio moderna, una piedad de raigambre teológica orientada a una vida de perfección, sino que creía que la obra de salvación personal era cuanto el Señor pretendía de los hombres".
Obsérvese también este párrafo:"Erasmo fue más un crítico de la vida cristiana que un reformador, luchó por librar a nuestra religión de excrecencias accesorias, para volver a la autenticidad original, para superar el ritualismo y vivir la vida con simplicidad en Cristo y conforme a Cristo; olvidarse de las pretensiones de vías de perfección y contentarse con lo esencial, salvar el alma yendo por el camino señalado por Jesús." (Estas "excrecencias accesorias" son las mismas que han pretendido defender los católicos en éste y otros Foros).
Nótese que cuanto está lejos ERASMO del sistema de piedad monacal, está cerca de los evangelistas contemporáneos que damos prioridad a la salvación personal en Cristo.
La otra grata sorpresa que me dio tu aporte, fue que el autor cita de Ricardo Villoslada, el sacerdote jesuíta experto en luterología que escribió la mejor biografía que he leído sobre Lutero, y que como en otro lugar te dije, arroja un saldo ampliamente favorable a la persona del reformador.
Aunque todo ésto me ha resultado sumamente placentero, recuerda por favor que pese a las simpatías que mutuamente nos profesamos, no es tu responsabilidad ahora proveer de material que confirme mi posición, sino la tuya.
No es nuestro asunto suplir la escasez de información sobre Erasmo, su vida y obra, sino demostrar si él fue u no "un hombre que no se la jugó" -como decimos en el Río de la Plata-, y que más favoreció la causa protestante (aun a su pesar) que lo que sostuvo la católica.
Cuando tengas tiempo (Ernesto también), consideren mi propuesta a debatir sobre la tolerancia religiosa como algo que derivó de la Reforma protestante, y la imposibilidad real de que hubiera habido el cambio pacífico, moderado y gradual, desde dentro de la Iglesia de Roma, al que tendía Erasmo.
El Señor te siga bendiciendo mucho.
Ricardo.
 
Ricardo, tranquilo, no tengas prisa.
Seguiré poniendo textos acerca de Erasmo y al final daré mi opinión. Todo a su debido tiempo

Bendiciones
 
Tienes razón Ricardo. Vamos al grano.

Dijiste:
Erasmo era un sabio al cual admiro, pero creo que no era ni bueno ni malo. Era un pusilánime que le faltó valor para jugarse enteramente por la causa de la Reforma, la cual él mismo promovió sin quererlo (EL ELOGIO DE LA LOCURA). Entusiasmado al principio con Lutero, luego se asustó con el temple y ánimo arrollador del monje alemán.

Luis:
Vamos a ver. No es tanto que Erasmo se asustara con el temple y ánimo de Lutero sino que más bien se escandalizó por el espíritu de violencia verbal y de intolerancia presente en el ex-monje agustino (por favor, no me pidas que escriba las pruebas de eso). Erasmo siempre fue una persona profunda a la vez que moderada. Justo lo contrario que Lutero, el cual era mucho más superficial de lo que muchos quieren reconocer y su moderación la debió de perder en alguna partida de dados,
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Ricardo:
Quizá no pocos católicos tengan a Erasmo por mayor enemigo de la Iglesia que el propio Lutero. Que no se animase a dejarla y plegarse a la Reforma, y que muriese en su seno, no lo excusa de cuánto contribuyó él mismo a la causa protestante."

Luis:
Pocos católicos conozco hoy que tengan a Erasmo por enemigo de la Iglesia. El que no se animase a dejarla es muestra de su sensatez ya que para reformar algo hay que permanecer dentro de ese algo. Tú dices que él contribuyó bastante a la causa protestante. Sin duda. Pero yo lo veo de otra forma. La "causa protestante" acabó con las enormes posibilidades abiertas por Erasmo y algunos otros a la hora de reformar adecuadamente la Iglesia.

Ricardo:
Mi respuesta no fue del agrado de LUIS FERNANDO y ERNESTO, los que negaron de forma contundente que ERASMO fuese un pusilánime.
De todos modos, por considerar que este tema se aparta del asunto principal de aquel epigrafe sobre Calvino y Servet, he creído conveniente aportar acá la información que pueda recuperar para probar que:
1 - ERASMO efectivamente fue un pusilámine: "Falto de ánimo y valor
para tolerar las desgracias o intentar cosas grandes.Cobardía".RAE

Luis:
Si hubiera tenido falta de ánimo y valor para tolerar las desgracias, no hubiera escrito lo que escribió, sabiendo que la Inquisición le podía poner en el punto de mira.

Ricardo:
2 - ERASMO no era papista y estuvo siempre más cerca de la Reforma que del catolicismo romano de sus tiempos.

Luis:
Erasmo supo ver muy bien los errores tanto de su Iglesia como el panorama desolador que se podía presentar tal y como estaba evolucionando la Reforma.

Bendiciones
 
LUIS FERNANDO: Dice mi madre que mi
principal defecto es que soy demasiado
tranquilo, así que no te preocupes que no
llevo prisa, aunque el tópico LA IGLESIA
EVANGÉLICA LA MÁS CATÓLICA, hace tiempo que
salió de esta pantalla y quedó esperando tu
réplica prometida.
Con Erasmo no hay ninguna competencia en
cuanto a quien pueda aportar más textos
biográficos, sino en probar si es acertada
o no la premisa conque abrí el epigrafe.
Igualmente espero que Ernesto diga algo.
El Señor te bendiga-
Ricardo.
 
Dios los bendiga. Aquí va algo sobre Erasmo: "El paap Adriano VI que era casi su compatriota, le llamó a Roma y le ofreció un capelo (a Erasmo), para que fuese a ayudarle en su labor de reformar la Iglesia desde dentro. Lutero le escribió también excitándole a que tomase el partido de la reforma desde fuera...Erasmo contestó al papa rehúsando el capelo, y a Lutero le escribió, diciéndole que, deliberadamente, no había leído sus escritos. Continuar sus trabajos doctrinales era lo único que preocupó a Erasmo hasta el final de su vida. Una vez le dijeron que él, Erasmo, y Lutero habían puesto el huevo del que había salido la reforma, y Erasmo contestó que de su huevo había salido una gallina ponedora, mientras que del de Lutero había salido un gallo de combate. Esto es verdad, pero habría que ver si de los huevos que puso la gallina de Erasmo no habían salido también luteranos. A pesar de su falta de decisión, no se puede acusar a Erasmo de egoísta ni cobarde. Fue acaso un temperamento enfermizo, que, careciendo de la brutal acometividad de Lutero, tuvo que resignarse a lo que convenía a su naturaleza delicada. Los retratos de Holbein nos los presentan, pálido, demacrado, con su birrete cubriendo la cabellera de cáñamo, y envuelto en un sayal negro. No obstante, Erasmo nunca tuvo domicilio fijo y se pasó la vida, siempre pobre, viajando por Francia, Inglaterra, Flandes y Suiza. Se vio obligado a ingresar a un convento de agustinos en su juventud. Cuando critica a los religiosos de su época lo hace con entero conocimiento. No les perdona los años de juventud perdidos entre ellos, inclusive dice que los monasterios de su tiempo eran peor que un lupanar. En su libro "Adagios", una colección de sátiras cortas, dice cosas tales como: "Los griegos decía que Andóclides fue grande porque en sutiempo había confusión. Los teólogos producen la confusión para hacerse ellos grandes." "El Evangelio dice que los sacerdotes devoran los dineros que han conseguido reunir el pueblo con su trabajo, pero los hallan tan difíciles de digerir que tienen que hacerlo pasar con vino bueno".
En una de sus publicaciones del Evangelio en latín, Erasmo hace el siguiente comentario del Mateo 25: 23: "Yo, Erasmo, vi con mis propios ojos al papa cabalgando al frente de un ejército, como si fuese César o Pompeyo. En cambio, san Pedro conquistó el mundo sin armas ni ejércitos". En otro de sus comentarios apunta: "No se cansan de disputar acerca de las clases de pecado, como si no fuera mejor detestar los pecados. Disputan de si la gracia que nos hace amar a Dios es la misma con la que Dios nos ama...disputan acerca del fuego que tiene que abrasar a una sustancia que no es material. Vidas enteras se consumen es estas vanas especulaciones..."
"Como en tiempo de san Pablo había pocos sacerdotes, el apóstol no prohibió que se casaran obispos ni clérigos ni diáconos. Pero ahora se prohíbe el casamiento de ordenados y se les permiten parrcidios, incestos, piraterias y sacrilegios. En los innumerables rebaños de clérigos, pocos son castos."

Frente a los asesinatos cometidos en nombre de la fe, él decía: "Si yo fuera el juez, no me atrevería a privar de su vida a un hombre ni arriesgaría la mía"
A Erasmo se le puede acusar de indeciso ante la reforma, pero no de cobarde.

Que la paz del Señor esté con ustedes.
 
LUIS FERNANDO: Con mis disculpas por el atraso que llevo con mis
respuestas, procuraré ahora opinar sobre tus comentarios con los que
persista alguna discrepancia notoria:
1 - No es necesario que me presentes pruebas de la violencia verbal que
usaba Lutero; pero Erasmo no se quedaba atrás, sólo que sabía
envolverlas mejor usando un fino papel de regalo.¿Quieres pruebas?
2 - A fin de discutir mejor este segundo punto, es por lo que sugerí
que cuando lo creyeras oportuno podíamos abrir un nuevo epígrafe,
en el que me comprometo a demostrar que no era posible realizar
en el Siglo XVI el tipo de Reforma que propugnaba Erasmo. Quizá
hoy día sí están dadas las cosas para que el intento no solamente se
realice, sino que aún sea exitoso, respecto a la reconciliación
ecuménica. Examinar la historia, creo que no es ejercicio estéril.
3 - Tú dices, de Erasmo: "Si hubiera tenido falta de ánimo y valor para tolerar las desgracias, no hubiera escrito lo que escribió, sabiendo que la Inquisición le podía poner en el punto de mira". Yo respondo: si hubieras leído más atentamente a sus biógrafos en los aportes que hice, habrías visto que él fue sumamente sagaz para decir las cosas de modo que si se viese urgido, podría darle otro sentido a sus palabras. De todos modos, las obras de Erasmo fueron puestas en el Indice romano de libros prohibidos. Igualmente, recordemos que fue protegido y mimado, por reyes, Papas y Emperadores.
4 - Finalmente dices: "Erasmo supo ver muy bien los errores tanto de su Iglesia como el panorama desolador que se podía presentar tal y como estaba evolucionando la Reforma."
En ésto tienes razón, pero en esa previsión acertada del futuro que se avecinaba, es que se destaca mejor el que nada hiciera cuando mucho podía y se esperaba de él.
Para probar lo que digo, citaré ahora de la única biografía que recuerdo haber leído: TRIUNFO Y TRAGEDIA DE ERASMO DE ROTTERDAM. En ella, quien mejores cosas dice de él, se lamenta de que el mismo que no respondió a la invitación del Emperador Carlos V para que fuese su asesor en la dieta de Worms en la que compareció Lutero, vuelve a ser el gran ausente en la dieta de Augsburgo. En la pag.209 del libro citado, dice así Stefan Zweig: "Este hombre, único y solo, es Erasmo, y el emperador Carlos V, el señor de ambos mundos, lo invitó expresamente para la dieta imperial y anticipadamente prometió él su intervención y consejo. Pero, trágicamente, se repite la forma usual del destino de Erasmo: a este hombre que prevé las cosas, y que, sin embargo, jamás se atreve a dar la cara en lo que debe hacerse, sólo le fue dado reconocer siempre, como ningún otro, en toda su trascendencia, los momentos de importancia histórica; mas, sin embargo, omite el acto que lo resolvería todo, por debilidad personal, por incurable ausencia de ánimo. Renuévase aquí su culpa histórica: exactamente, lo mismo que en la dieta de Worms, falta también Erasmo en la de Augsburgo; no puede decidirse a aparecer en persona para sostener su causa, para defender su convicción." "Y Erasmo dice trágicamente: "Si vieras originarse en el mundo espantosas confusiones, acuérdate entonces de que Erasmo lo había predicho". Pero tal clarividencia solamente acrecienta la culpa de Erasmo; poco ayudaba con precedir el futuro, cuando él mismo se retraía de prestar su concurso efectivo, donde hubiera tenido optimas posibilidades entre los protestantes que le admiraban, como su principal representante: Melanchthon. Después de Augsburgo, Europa quedó dividida entre el Norte protestante y el Sur católico. Al comienzo de la obra, Stefan Zweig anticipa esta actitud de Erasmo que produce el mal al omitir hacer el bien al que debió animarse: pag.22: "Esta posición de Erasmo, esta indecisión, o mejor dicho, esta voluntad de no decidir, fue, con gran simplicidad, calificada por sus contemporáneos y sucesores como cobardía, y se mofaron de sus vacilaciones conscientes, como si fueran flojera e inconstancia."
Como ves, mi apreciado LUIS FERNANDO, a la luz de las pruebas que aporto, mi calificación de "pusilánime" parece benigna.
Hermano ERNESTO: Excelente tu aporte que amplía información sobre Erasmo, pero totalmente innocuo para demostrar lo que necesitas probar, que Erasmo no era un "pusilánime". Creo que con todos los aportes coincidentes que he presentado, por lo menos de biógrafos e historiadores, cuando no las propias declaraciones de Erasmo, te será menos que imposible obtener algún testimonio que desdiga el de tantos. Creo que la diferencia entre tú y yo está, en que mientras tú sacas tu conclusión de la nada, yo aporto las conclusiones de otros; y todos juntos coinciden con aquella primera impresión que arriesgué.
De todos modos, si algo te queda por decir, lo oiré gustoso.
Te recuerdo a tí también la propuesta que le menciono a Luis Fernando.
El Señor sea con vosotros.
Ricardo.