Sí tu respaldo es bla, bla, bla.
Es que no se puede hacer nada con un neófito que no analiza que cuando se pregunta:
¿No entiende que los materiales usados para el cuerpo de su Hijo, es obra del Espíritu Santo?
Es para que medite, a través de la Biblia, el trabajo del Espíritu Santo (Mt.1:20) siguiendo un manual ya establecido desde antes de la fundación del mundo, aquí está el texto:
Sal_139:16
Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas.
Pero como usted es una persona neófita, no investiga, no medita, y lo que haces es insultar.
En todo semejante a los hombres, descendientes de Adán, pero capaz de resistir toda la plenitud de la Deidad.
Este es un trabajo que solo Dios Espíritu Santo puede hacer.
1. Todos sus vecinos lo vieron crecer como un niño cualquiera, y en la juventud, ayudó a José en el trabajo de la carpintería, aquí está el texto:
Mat_13:55
¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?
Ya adulto, tomó las riendas de la responsabilidad de su familia, de donde se infiere que José había muerto, aquí está el texto:
Mar_6:3
¿No es éste el carpintero, hijo de María, hermano de Jacobo, de José, de Judas y de Simón? ¿No están también aquí con nosotros sus hermanas? Y se escandalizaban de él.
2. 1Co_15:47 El primer hombre es de la tierra, terrenal;
el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.
El Hijo de Dios hecho carne, no pertenece a la descendencia de Adán, es del cielo.
No hay nada imposible para Dios, Jesús fue hecho semejante a los hombres, pero sin pecado, y lo más solemne, el Espíritu Santo edificó una casa con materiales capaces de resistir toda la plenitud de la Deidad, sin ser descubierto al ojo humano, porque poseía todas las funciones biológicas, con los sentimientos propios de un ser humano y su necesidad de agua y alimento, fatiga, llanto, etcétera, algo auténtico, el Señor no vino a fingir, algo auténtico, pero capaz su cuerpo de resistir la plenitud de la Deidad.
LA CASA DE DIOS
Heb 3:4
Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.
Heb 3:5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;
Heb 3:6 pero Cristo como hijo sobre su casa,
la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.
LA CUAL CASA SOMOS NOSOTROS
Si trasladamos esta aplicación espiritual, de nuestro cuerpo como la casa de Dios o templo del Espíritu Santo (1Cor.6:19), al tiempo cuando el Hijo de Dios habitó en un Templo hecho de carne y de huesos, el cual conservó después de su resurrección:
Luc_24:39 Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.
Es evidente entonces, que si hubiese sido su cuerpo hecho de materiales de la tierra, no hubiese resistido la magnitud de la Plenitud de la Deidad en su propia casa, esta es la respuesta, cuando usted mismo se plantea, legítimamente esta inquietud:
Si los cielos de los cielos, no pueden contener a Jehová,
¿Podria contenerlo un simple cuerpo humano?
Tenía que ser obra del Espíritu Santo, de otra manera, un cuerpo de la tierra, no hubiese resistido dicha plenitud y se hubiese desintegrado.
Nosotros estamos unidos por medio de la fe a esa clase cuerpo que posee el Señor, pero aún no hemos sido transformados, aquí está el texto:
fe_5:30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Solamente cuando el Señor venga para llevarnos a la Casa de su Padre, seremos transformados con un cuerpo semejante al que él tiene ahora, y esto será en un abrir y cerrar de ojos, es decir, un pestañeo, aquí están los textos:
1Co_15:51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,
1Co_15:52 en un momento,
en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.
SEREMOS TRANSFORMADOS EN EL ARREBATAMIENTO
Flp 3:20 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
Flp 3:21 el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra,
para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.
1Ts 4:17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
Nos dará un cuerpo de gloria, un cuerpo inmortal donde habitará nuestra alma eternamente.
Espero haberte ayudado para la gloria de Cristo.
