Desde niño me eduqué en los preceptos bíblicos. Como buen protestante me incie en las aridas enseñanzas de la letra sin espíritu.
Mucho tiempo me afané por cumplir las grandes reglamentacionesque yo observaba en la Biblia y que mi filtro religioso se afanaba por transimirme.
¿Como fue mi vida cristiana? De fracaso en fracaso, el desgaste de mi fé fue por demás evidente.
No fue sino hasta el año del 94 que tuve que declararme vencido y en la aridez de una vida sin paz, hablé con Jesús y le dije en plática "Yi ya no puedo, pero tu sí... sí en realidad vives, dame a conocer la verdad de tu palabra, dame a conocer la verdad de tu palabra, dame esa paz de una vida con sentido verdadero. Permite que encuentre algo más que el rastro de un andar en la vanidad de mi egoismo".
Dejame comentarte que yo sufri una enfermedad mental en 1983, cuando tenía 22 años, una equizofrenia que me llevó al consultorio psiquiatrico. Los doctores Psiquiatras que consultó mi exesposa le dijeron que mi enfermedad era irreversible, que siempre tendría que estar empastillado, que no podría tener hijos, y que sería una persona dependiente de por vida.
Después del divorcio, ella se casó en menos de un año con otra persona y sé que lleva una vida normal.
Ciertamente, durante los siguientes 7 años mi enfermedad se desarrolló conforme al prónostico, sin embargo la esperanza de mi recuperación completa nunca la perdí, la mano de Dios ya estaba presente, ya que el médico psiquiatra que primero me atendió es cristiano de la Iglesia Horeb en el D.F.
Por una reincidencia que tuve a los 29 años, yo decidí ya no ver más al psiquiatra y me atendió otro excelente cristiano y Psicoanalista connotado, el Dr. ordaz quien me atendío con diligencia y mucho amor en su casa en Yautepec.
Su atención amorosa a mis expresiones incoherentes fue el detonante para una recuperación sin pastillas en menos de tres meses. Al cabo de los cuales me casé con mi actual esposa hidemi
Mi amada esposa tuvo que lidiar con mis carencias, sin trabajo y una gran depresión. La noticia del nacimiento de nuestro único y primer hijo, se presentó en medio de una situación díficil.
Si alguién hubiese lanzado apuestas sobre la estabilidad de nuestro matrimonio, nadie lo hubiera hecho por tres pepinillos.
Pero Dios no hiba a dejar de luchar por el encuentro futuro que sabía Él que tendriamos. .
puedes continuar leyendo mi testimonio en..
http://www.geocities.com/aronbn/testi.html
Mucho tiempo me afané por cumplir las grandes reglamentacionesque yo observaba en la Biblia y que mi filtro religioso se afanaba por transimirme.
¿Como fue mi vida cristiana? De fracaso en fracaso, el desgaste de mi fé fue por demás evidente.
No fue sino hasta el año del 94 que tuve que declararme vencido y en la aridez de una vida sin paz, hablé con Jesús y le dije en plática "Yi ya no puedo, pero tu sí... sí en realidad vives, dame a conocer la verdad de tu palabra, dame a conocer la verdad de tu palabra, dame esa paz de una vida con sentido verdadero. Permite que encuentre algo más que el rastro de un andar en la vanidad de mi egoismo".
Dejame comentarte que yo sufri una enfermedad mental en 1983, cuando tenía 22 años, una equizofrenia que me llevó al consultorio psiquiatrico. Los doctores Psiquiatras que consultó mi exesposa le dijeron que mi enfermedad era irreversible, que siempre tendría que estar empastillado, que no podría tener hijos, y que sería una persona dependiente de por vida.
Después del divorcio, ella se casó en menos de un año con otra persona y sé que lleva una vida normal.
Ciertamente, durante los siguientes 7 años mi enfermedad se desarrolló conforme al prónostico, sin embargo la esperanza de mi recuperación completa nunca la perdí, la mano de Dios ya estaba presente, ya que el médico psiquiatra que primero me atendió es cristiano de la Iglesia Horeb en el D.F.
Por una reincidencia que tuve a los 29 años, yo decidí ya no ver más al psiquiatra y me atendió otro excelente cristiano y Psicoanalista connotado, el Dr. ordaz quien me atendío con diligencia y mucho amor en su casa en Yautepec.
Su atención amorosa a mis expresiones incoherentes fue el detonante para una recuperación sin pastillas en menos de tres meses. Al cabo de los cuales me casé con mi actual esposa hidemi
Mi amada esposa tuvo que lidiar con mis carencias, sin trabajo y una gran depresión. La noticia del nacimiento de nuestro único y primer hijo, se presentó en medio de una situación díficil.
Si alguién hubiese lanzado apuestas sobre la estabilidad de nuestro matrimonio, nadie lo hubiera hecho por tres pepinillos.
Pero Dios no hiba a dejar de luchar por el encuentro futuro que sabía Él que tendriamos. .
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