Tales catástrofes son muy distintas de los juicios divinos descritos en la Biblia.
Muchos eclesiásticos predican que Dios utiliza los desastres para castigar a la gente rebelde. Por ejemplo, cuando el huracán Katerina devastó la ciudad estadounidense de Nueva Orleans, algunos ministros religiosos afirmaron que Dios la había castigado por la corrupción, la inmoralidad y la afición al juego que en ella imperaban.
La Biblia dice que “Dios es amor”; por eso se preguntan cómo es posible que actúe de forma tan cruel y luego se niegue a ayudar a quienes ansían saber el porqué y recibir consuelo.
Esa explicación también hace surgir importantes cuestiones. ¿Es el Dios que “creo todas las cosas” incluido el vasto e insondable universo incapaz de evitar el sufrimiento que hay en este planeta?
Espera vuestros comentarios, sobre el tema arriba puesto.
Muchos eclesiásticos predican que Dios utiliza los desastres para castigar a la gente rebelde. Por ejemplo, cuando el huracán Katerina devastó la ciudad estadounidense de Nueva Orleans, algunos ministros religiosos afirmaron que Dios la había castigado por la corrupción, la inmoralidad y la afición al juego que en ella imperaban.
La Biblia dice que “Dios es amor”; por eso se preguntan cómo es posible que actúe de forma tan cruel y luego se niegue a ayudar a quienes ansían saber el porqué y recibir consuelo.
Esa explicación también hace surgir importantes cuestiones. ¿Es el Dios que “creo todas las cosas” incluido el vasto e insondable universo incapaz de evitar el sufrimiento que hay en este planeta?
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