""14 Y cualquiera que no os reciba ni oiga vuestras palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies. 15 En verdad os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y Gomorra que para esa ciudad."
No se nos habla más que de una oportunidad perdida de hallar el Reino, esto se expresa con claridad en el rico epulón y el pobre Lázaro. Esas ciudades contemplarán la gloria tras el abismo y verán esa oportunidad perdida de hallar tan bello Tesoro.
Las cosas pasan siempre por algo, pero no pasan por las motivaciones que nosotros tenemos, sino las leyes naturales y los principios fundamentales del Reino que se nos anuncia. Ya están explicado en el Evangelio de manera más que suficiente: Dios no castiga con nuestro sentido de justicia, de hecho no castiga, pues llueve sobre justos y pecadores, el Sol sale para ambos, pero es clara la manera de explicitar que lo que no damos, no lo recibimos, lo bueno que damos, lo recibimos multiplicado, el mal que hacemos, al final nos termina afectando porque en la medida que juzgamos a los demás, somos juzgados.
Ahí tienes una clave más que fácil para entender a tu Maestro, Dios no ha venido a juzgar, ni tampoco Cristo, sino a salvarnos, ¡ay si no queremos salvarnos!, ya tenemos quien nos juzgue: nosotros mismos.
en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma y Gomorra que para esa ciudad."
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"Castigo", "Juicio" ¿No te suena?
Ojo: el día del Juicio no es el juicio final, sino el día en que esa ciudad será enjuiciada, cuando DIOS decrete que sus crímenes se hayan amontonado hasta el cielo.