Vamos a ver....el versiculo dice asi (va de nuez) Dad al cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios......yo te demostrè con la Palabra de Dios lo que es propiedad de Dios....en este caso el diez y las ofrendas tanto como el Sabado Santo.........TU NO HAS DEMOSTRADO NADA, que estoy diciendo mentiras,
ahora me preguntas? que si eres maldito.....Pregunto quien es el que juzga?, pues Dios....asi que yo no soy Dios para juzgar, si quieres esperarte hasta el
juicio final....
El punto es el contexto histórico.
¿Cómo pueden dos personas con criterios opuestos citar una misma Biblia?
Tengámoslo claro: no es una falla en la Escritura, sino en el abuso de ella por parte del lector. Entonces ¿cómo debemos usar la Biblia para llegar a una correcta interpretación de cualquier tema, y especialmente de aquellos que tratan de enseñanzas y prácticas carismáticas?
Una ilustración: Imagínese que Luis platica con su vecino Pedro, cuya esposa está encinta. Le dice: “Pedro, tu esposa y tú dos son una pareja tan atractiva que si su bebé sale feo dejaré de llamarme Luis”. El día siguiente nace Pedrito y Pedro le dice a su esposa:
“¿Sabías que el vecino Luis me dijo ayer que nuestro bebé es feo?”
Cierto, Luis había hablado de un niño feo. Pero citar solamente una parte de lo que otro dice puede ser ofensivo, engañoso y peligroso. Es muy fácil cometer este mismo error con la Biblia. Por ejemplo, Efesios 4.28 dice:
“El que hurtaba, no hurte más”.
Yo podría emplear este mismo texto para enseñar que la Biblia manda a los creyentes a hurtar. ¿Acaso el versículo no dice: “hurte más”? Sí, esas palabras están allí, pero el contexto inmediato del resto del versículo da el sentido opuesto.
Así mismo los malos enseñadores no toman en cuenta el contexto histórico.
No es lo mismo la congregación de Israel en el desierto, tampoco cuando se estableció en la tierra prometida y mucho menos cuando Cristo estuvo en medio de ellos.
Todo ese escenario pertenece a Israel bajo la ley.
Estando ya presente Cristo hay una nueva ley, la ley de Cristo, leemos:
1Co_9:21 a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo
la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley.
Gál_6:2 Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así
la ley de Cristo.
Es otro contexto histórico.
ES LA IGLESIA BAJO LA GRACIA.
El fin de la ley es Cristo para justicia a todo aquel que cree.
Si los defensores de la ley, siquiera por un día, intentarán vivir bajo la gracia, Cristo sería su ejemplo supremo,
El es nuestro reposo, él se diezmó completo por su Iglesia, él es nuestra ley.
Tan cierto es esto, que la misma Escritura al referirse a la Casa de Dios, menciona a Moisés, pero como siervo.
Y hace de manera contundente la diferencia con el Hijo de Dios, leemos:
Heb 3:4 Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios.
Heb 3:5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;
Heb 3:6 pero Cristo como hijo sobre su casa,
la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza.
Si un forista, hace defensa de la ley y vive bajo la ley, como norma de vida.
¿Entonces quién habita en su casa?
Obviamente que Moisés.
Cristo todavía no es el Señor de su casa, sino su siervo Moisés, y todo el tiempo su condición espiritual será igual a la de una ave, con una ala rota.