Re: Elena G. de White, mensajera del Señor
Estimado Ernesto Gil. Saludos cordiales.
Tú dices:
Respondo: Mi admiración es para todos aquellos VERDADEROS cristianos que tu señalas, Lutero, Guillermo Miller y muchos otros más, que no guardaron el sábado pero que estarán entre los justos cuando el Señor regrese, incluso hoy en día el Señor tiene hijos en muchas iglesias que no son las que tu llamas sabatistas. (¡Ellos nunca han oido hablar de la vigencia de la ley de Dios, ni tienen idea del mensaje del tercer ángel y de la obra del sellamiento).
Veamos la cita de Jeremías:
"Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo." Jeremías 31: 33
Pienso que Jeremías al decir: " He aquí vienen días", está hablándonos de algo que ocurrirá en el futuro, en el futuro del profeta Jeremías, en el futuro de esta profecía, entonces, se refiere a este otro grupo: "Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús." Apoc. 14: 12
Desde que empezó el mensaje del tercer ángel el Señor comenzó a sellar a sus hijos, y precisamente desde el año 1848 se puede aplicar este versículo: "Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. " Apoc 14: 13.
Observa la característica de este remanente: "Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente." Apoc.14: 1
Dice el profeta Isaías 8:16, "ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos". ¿Qué es lo que se sella? La ley.
La ley de Dios tiene que ser sellada. ¿Y quién la sella ...
El Espíritu Santo sella la ley en nuestra vida y nos lleva a la santidad.
Y el Sábado es el medio de santificación que Dios usa.
Eze. 20:12, "y les di también mis Sábados para que fuesen por señal entre Mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico." Apártese de iniquidad todo el que tenga el sello de Dios.
La obra del Espíritu Santo en el santuario, en este gran día del juicio. Escribir la ley de Dios en nuestros corazones. El sello de Dios representa un asentamiento y una afirmación en la verdad de Dios. De tal modo que no seremos removidos. Un convencimiento pleno de la vigencia de la ley de Dios y de la posibilidad y el deber de guardar esa ley por el poder del Espíritu Santo para vivir una vida santa.
- El antiguo pacto era de leyes, pero el pueblo no las cumplía.
- El nuevo pacto no solo es de leyes, sino también de un trato interior, de un trabajo dentro del hombre.
"Daré mi ley en su mente".- Conocerán la ley sabrán lo que dice la ley.
- Dios quiere que conozcamos su ley, en esto no hay variación con el antiguo pacto
"La escribiré en su corazón".- El antiguo pacto se escribió sobre piedra, pero el nuevo será escrito en el corazón.
Dios escribió en unas tablas para que todos lo supieran, dependía del hombre todo lo demás, ahora Dios escribe sobre cada hombre.
- Antes era obediencia solo, ahora el corazón está enamorado de Dios, y desea obedecerle con todas sus fuerzas.
- Uno no obedece por obligación, sino por amor. Cuanto más amas a Dios más le obedeces.
"Yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo".- Dicho de otra forma, la infidelidad no existirá, la iglesia, se presentará ante Dios, sin mancha ni arruga.
Veamos otro argumento en esta línea. En el Salmo 40:8 nos dice el Señor Jesús, "el hacer tu voluntad Dios mío me ha agradado y tu ley está en medio de mi corazón."
¡Qué lugar más seguro para colocar la ley de Dios! En el corazón de Cristo. El hacer tu voluntad Dios mío me ha agradado y tu ley está en medio de mi corazón.
Ese es el arca de seguridad. El arca del pacto y del testimonio es el corazón de Cristo. Dios no podría haber escogido un lugar más seguro para guardar el testimonio, que el corazón mismo de Cristo.
Él sabía que Su ley estaría segura allí. Él sabía que Su ley en ese corazón, no sería puesta a un lado. Que Su ley no sería traicionada. Que nunca sería olvidada ni transgredida. Nunca sería mal representada. En el corazón de Cristo esa ley estaría segura. No hay otro lugar donde esa ley pueda estar más segura que en el corazón de Cristo.
Cuando uno acepta a Cristo, Cristo viene a morar en nuestro corazón. Pero como Él trae en su corazón Su santa ley, yo no puedo aceptar a Cristo y rechazar Su ley. Porque rechazar la ley de Cristo, es rechazar a Jesús. La ley está en el medio del corazón de Jesús. Así como rechazar la ley era rechazar a Dios, porque Él se manifestaba encima de la ley, el que rechazaba la ley de Dios, estaba rechazando a Dios. El que le daba la espalda a la ley, le estaba dando la espalda a Dios.
La visión que vio Ezequiel en el capítulo 8 de los varones que dando la espalda al arca del pacto adoraban al sol. Cuando uno da la espalda a la ley de Dios le está dando la espalda a Dios. Y cae en la idolatría del falso día de descanso.
El domingo es símbolo de la apostasía y el haberle dado la espalda a la ley de Dios.
Por eso en Israel todos miraban hacia la ley. Las oraciones eran mirando hacia el Lugar Santo. Daniel oraba mirando hacia el lugar del santuario. Porque allá estaba la ley santa de Dios. Y nosotros cuando oramos debemos orar poniendo nuestra vista en Cristo, que está en el Lugar Santísimo de Dios, y en Su santa ley que está dentro del arca del pacto.
Rechazar la ley es rechazar a Cristo. Porque cuando Él viene en el corazón del ser humano, a vivir en nosotros, Él trae consigo Su ley. Yo no le puedo decir, como dicen algunos así llamados cristianos, yo acepto a Cristo pero no quiero saber nada con la ley. Yo acepto a Jesús pero no la ley. Eso es para los judíos. Los cristianos solo aceptamos a Cristo.
El Señor pasó por alto esta ignorancia, pero en el tiempo del juicio (investigador), el tiempo del sellamiento de sus hijos, esta verdad será establecida: "Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos." Hechos 17: 30, 31.
¿Cuántos deberán comparecer ante el juicio de Dios? (2 Corintios 5:10)
"Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos." Daniel 7: 9, 10.
"Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido." Daniel 7: 13, 14.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.
Estimado Ernesto Gil. Saludos cordiales.
Tú dices:
Como es su tan odiosa costumbre, Gabriel47 escribe y escribe pero no contesta la pregunta:
Entonces, aunque nunca observaron el verdadero sábado, ¿piensas que Dios grabó Sus leyes en el corazón de estos VERDADEROS cristianos?
Respondo: Mi admiración es para todos aquellos VERDADEROS cristianos que tu señalas, Lutero, Guillermo Miller y muchos otros más, que no guardaron el sábado pero que estarán entre los justos cuando el Señor regrese, incluso hoy en día el Señor tiene hijos en muchas iglesias que no son las que tu llamas sabatistas. (¡Ellos nunca han oido hablar de la vigencia de la ley de Dios, ni tienen idea del mensaje del tercer ángel y de la obra del sellamiento).
Veamos la cita de Jeremías:
"Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo." Jeremías 31: 33
Pienso que Jeremías al decir: " He aquí vienen días", está hablándonos de algo que ocurrirá en el futuro, en el futuro del profeta Jeremías, en el futuro de esta profecía, entonces, se refiere a este otro grupo: "Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús." Apoc. 14: 12
Desde que empezó el mensaje del tercer ángel el Señor comenzó a sellar a sus hijos, y precisamente desde el año 1848 se puede aplicar este versículo: "Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. " Apoc 14: 13.
Observa la característica de este remanente: "Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente." Apoc.14: 1
Dice el profeta Isaías 8:16, "ata el testimonio, sella la ley entre mis discípulos". ¿Qué es lo que se sella? La ley.
La ley de Dios tiene que ser sellada. ¿Y quién la sella ...
El Espíritu Santo sella la ley en nuestra vida y nos lleva a la santidad.
Y el Sábado es el medio de santificación que Dios usa.
Eze. 20:12, "y les di también mis Sábados para que fuesen por señal entre Mí y ellos, para que supiesen que yo soy Jehová que los santifico." Apártese de iniquidad todo el que tenga el sello de Dios.
La obra del Espíritu Santo en el santuario, en este gran día del juicio. Escribir la ley de Dios en nuestros corazones. El sello de Dios representa un asentamiento y una afirmación en la verdad de Dios. De tal modo que no seremos removidos. Un convencimiento pleno de la vigencia de la ley de Dios y de la posibilidad y el deber de guardar esa ley por el poder del Espíritu Santo para vivir una vida santa.
- El antiguo pacto era de leyes, pero el pueblo no las cumplía.
- El nuevo pacto no solo es de leyes, sino también de un trato interior, de un trabajo dentro del hombre.
"Daré mi ley en su mente".- Conocerán la ley sabrán lo que dice la ley.
- Dios quiere que conozcamos su ley, en esto no hay variación con el antiguo pacto
"La escribiré en su corazón".- El antiguo pacto se escribió sobre piedra, pero el nuevo será escrito en el corazón.
Dios escribió en unas tablas para que todos lo supieran, dependía del hombre todo lo demás, ahora Dios escribe sobre cada hombre.
- Antes era obediencia solo, ahora el corazón está enamorado de Dios, y desea obedecerle con todas sus fuerzas.
- Uno no obedece por obligación, sino por amor. Cuanto más amas a Dios más le obedeces.
"Yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo".- Dicho de otra forma, la infidelidad no existirá, la iglesia, se presentará ante Dios, sin mancha ni arruga.
Veamos otro argumento en esta línea. En el Salmo 40:8 nos dice el Señor Jesús, "el hacer tu voluntad Dios mío me ha agradado y tu ley está en medio de mi corazón."
¡Qué lugar más seguro para colocar la ley de Dios! En el corazón de Cristo. El hacer tu voluntad Dios mío me ha agradado y tu ley está en medio de mi corazón.
Ese es el arca de seguridad. El arca del pacto y del testimonio es el corazón de Cristo. Dios no podría haber escogido un lugar más seguro para guardar el testimonio, que el corazón mismo de Cristo.
Él sabía que Su ley estaría segura allí. Él sabía que Su ley en ese corazón, no sería puesta a un lado. Que Su ley no sería traicionada. Que nunca sería olvidada ni transgredida. Nunca sería mal representada. En el corazón de Cristo esa ley estaría segura. No hay otro lugar donde esa ley pueda estar más segura que en el corazón de Cristo.
Cuando uno acepta a Cristo, Cristo viene a morar en nuestro corazón. Pero como Él trae en su corazón Su santa ley, yo no puedo aceptar a Cristo y rechazar Su ley. Porque rechazar la ley de Cristo, es rechazar a Jesús. La ley está en el medio del corazón de Jesús. Así como rechazar la ley era rechazar a Dios, porque Él se manifestaba encima de la ley, el que rechazaba la ley de Dios, estaba rechazando a Dios. El que le daba la espalda a la ley, le estaba dando la espalda a Dios.
La visión que vio Ezequiel en el capítulo 8 de los varones que dando la espalda al arca del pacto adoraban al sol. Cuando uno da la espalda a la ley de Dios le está dando la espalda a Dios. Y cae en la idolatría del falso día de descanso.
El domingo es símbolo de la apostasía y el haberle dado la espalda a la ley de Dios.
Por eso en Israel todos miraban hacia la ley. Las oraciones eran mirando hacia el Lugar Santo. Daniel oraba mirando hacia el lugar del santuario. Porque allá estaba la ley santa de Dios. Y nosotros cuando oramos debemos orar poniendo nuestra vista en Cristo, que está en el Lugar Santísimo de Dios, y en Su santa ley que está dentro del arca del pacto.
Rechazar la ley es rechazar a Cristo. Porque cuando Él viene en el corazón del ser humano, a vivir en nosotros, Él trae consigo Su ley. Yo no le puedo decir, como dicen algunos así llamados cristianos, yo acepto a Cristo pero no quiero saber nada con la ley. Yo acepto a Jesús pero no la ley. Eso es para los judíos. Los cristianos solo aceptamos a Cristo.
El Señor pasó por alto esta ignorancia, pero en el tiempo del juicio (investigador), el tiempo del sellamiento de sus hijos, esta verdad será establecida: "Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan;por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos." Hechos 17: 30, 31.
¿Cuántos deberán comparecer ante el juicio de Dios? (2 Corintios 5:10)
"Estuve mirando hasta que fueron puestos tronos, y se sentó un Anciano de días, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su trono llama de fuego, y las ruedas del mismo, fuego ardiente. Un río de fuego procedía y salía de delante de él; millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él; el Juez se sentó, y los libros fueron abiertos." Daniel 7: 9, 10.
"Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí con las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre, que vino hasta el Anciano de días, y le hicieron acercarse delante de él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido." Daniel 7: 13, 14.
Bendiciones.
Luego todo Israel será salvo.