Visita a la Catedral.Etienne Charpentier.
Visita a la Catedral.Etienne Charpentier.
Vayamos a un rincón y fijémonos en algunos visitantes.
Ahí llega el exégeta clásico,es un buen historiador del arte medieval,conoce el pensamiento de los teólogos de la época.
Se detiene frente a cada detalle ,se sienta y se evade en el pensamiento del autor y al final de su visita puede ya escribir un artículo sobre "el proyecto del arquitecto".
!Bravo! dice el exégeta estructuralista que lee por encima de su hombro.El arquitecto ha muerto ,su pensmiento no me interesa,la fecha de su construcción carece de importancia...Visitemosla.
Que bóvedas,que arbotantes,vaya diseño,esto es la ley del equilibrio.
Entre tanto pasa el sacristán ,esta en su casa,podria recorrerla con los ojos cerrados.Así,durante semanas podria segir colocando flores sobre la imagen de San José sin darse cuenta que el párroco la cambió de pedestal...
El psicoanalista,él,ha desaparecido:ha bajado a la cripta.Allí estudia
minuciosamente el terreno,verifica los fundamentos,toma nota de los puntos duros y los puntos blandos del suelo y,a partir de todo ello,
vuelve a levantar el monumento.
El turista que siente verdadero desprecio por todos estos especialistas ha rehusado que le vendan una guia de la catedral en la entrada;no quiere ser condicionado,y según su humor,según esté alegre
o disgustado,la catedral le parece radiante de luz y cree en proyectos la mar de generosos,o bien le parece sombría,oprimente y sale de ella abatido.
El obispo queria una catedral mas bella y mas alta que la de sus vecinos,se detiene junto a una vidriera,observando como unos trabajadores arrastran un bloque de piedra desde la cantera situada a doce kilometros y que otros colocaran en lo alto de la torre.
!Perfecta ilustración del poder de una ideología que puede alinear al pueblo y hacerlo dichoso!
El párroco de la catedral tiene otras preocupaciones:tiene que preparar su sermón del domingo.Ha de predicar sobre el deber del misionero...y,de repente,se le presenta la bóveda de la catedral como una inmensa nave partiendo hacia el óceano de trigo...Sin darse cuenta que está dando una imagen más bien trágica de la Iglesia:
una nave invertida y bien anclada sobre sus arcos de piedra que nunca llegará a salir del puerto.
Podriamos seguir...pero...