Re: EL TEMA DE LA LEY DOMINICAL
Estimados Hermanos. Saludos cordiales.
En mis tiempos de juventud, apareció en la iglesia un muchacho muy educado, que rápidamente fue tomando puestos de importancia, hasta ser director de jóvenes. En cierta ocasión, cuando todos estábamos reunidos, nos pidió a cuenta propia, nuestros datos personales; dirección particular, teléfono, etc..., alguien le preguntó para que los anotaba, respondió que era para conocernos mejor. Un día en que el tránsito de mi ciudad fue desviado por congestión vehicular, vi salir a dicho hermano, de la casa del arzobispado. En la inocencia de aquellos días, al pasar los años, le hice el comentario a un amigo y anciano de iglesia, y el me respondió que seguramente el estaba haciendo obra misionera, y hasta allí llegó mi inquietud, pero…
Como asiduo lector de diversas publicaciones, me encontré con los tratados de CHICK; en una de ellas Alberto Rivera nos relata como la iglesia adventista y otras, fueron infiltradas por jesuitas, y que estos ocupan lugares de prominencia dentro de la obra.
Alguno dirá a que viene este comentario, ¡tiene que ver mucho con el tema en cuestión! Veamos: Si por el año 60, se guardaba el sábado en el cristianismo, ¿por qué entonces aparecen muchos cristianos guardando “el primer día” en el año 135 d. C.?
Jesucristo les advirtió a sus discípulos que después de la destrucción de Jerusalén los escogidos tendrían una época de terrible persecución. Esta predicción empezó a cumplirse bien pronto.
En la época en que se fundó la Iglesia Cristiana, la idólatra Roma había extendido su dominio por la mayor parte del mundo civilizado. Sus emperadores eran sumos pontífices, y en su Panteón ostentaban las estatuas de sus dioses. Inevitable era que en ese periodo de crisis, hubiese rudo conflicto entre el paganismo y el Cristianismo. En esa lucha no les era dado a los discípulos de Jesucristo esgrimir otras armas que las invisibles del poder espiritual.
En esos días de prepotencia pagana considerábase como un crimen cometido contra el gobierno el que alguien rindiese culto a dioses distintos de los aceptados por Roma. El castigo impuesto por semejante culto era severo, como lo demuestra el siguiente mandato: “Quienquiera que introdujere una nueva religión de tendencia y carácter desconocidos, cuyo efecto sea el de perturbar el espíritu de los hombres, sufrirá la pena del destierro, siempre que sea persona de alto rango, y la pena de muerte en caso de ser plebeyo”.
Los romanos, por su parte consideraban que las disputas entre cristianos y judíos como cosas de creencias, y dejaban que los propios judíos las resolvieran, pero intervenían para restaurar el orden, castigando a los culpables, cuando el caso lo ameritara. Alrededor del año 51, el emperador Claudio, expulsa a los judíos de Roma, por que según el historiador romano Suetonio, estaban causando disturbios constantes “a causa de Cresto” (o “Cristo”, tal como lo sugieren algunos eruditos).
En Roma, en estos tiempos, todavía la disputa entre judíos y cristianos parecía ser una cuestión interna dentro del judaísmo. Sin embargo, según el cristianismo fue extendiéndose cada vez más entre los gentiles y la proporción de judíos dentro de la iglesia fue disminuyendo, tanto cristianos como judíos y romanos fueron estableciendo distinciones cada vez más claras entre el judaísmo y el cristianismo.
Hay varias evidencias que comprueban una gran apostasía en los siglos posteriores al nacimiento de la Iglesia cristiana, produciéndose cambios peligrosos en forma gradual e imperceptiblemente. Ya el apóstol Pablo escribió sobre esto: “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces que no perdonaran al ganado; y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas, para llevar discípulos tras sí” Hechos 20: 29, 30,
Durante el reinado de Nerón, los cristianos tuvieron que sufrir crueles persecuciones, siendo muchos de ellos acosados y reducidos al tormento. Nerón los acusó falsamente de haber quemado Roma. El historiador pagano Tácito nos cuenta lo sucedido en Roma a raíz del gran incendio:"Además de matarles [a los cristianos] se les hizo servir de entretenimiento para el pueblo. Se les vistió en pieles de bestias para que los perros los mataran a dentelladas. Otros fueron crucificados. Y a otros se les prendió fuego al caer la noche, para que la iluminaran. Nerón hizo que se abrieran sus jardines para esta exhibición, y en el circo él mismo ofreció un espectáculo, pues se mezclaba con las gentes disfrazado de conductor de carrozas, o daba vueltas en su carroza. Todo esto hizo que se despertara la misericordia del pueblo, aun contra esta gente que merecía castigo ejemplar, pues se veía que no se les destruía para el bien público, sino para satisfacer la crueldad de una persona (Anales 15:44)."
La más terrible de las persecuciones emanadas de los paganos fue la que se verificó bajo el reinado de Diocleciano. En el año 303. Grandes héroes cristianos sobresalen entonces, ellos son los primeros mártires de la fe. Por otra parte, luego de la destrucción del templo de Jerusalén, vino un odio generalizado contra todo lo que represente la cultura y creencia judía, de ello no pueden escapar los cristianos que en un comienzo se distinguían solo de los judíos, por su aceptación de Cristo que realmente vino, hecho negado por los judíos.
También hay ciertas indicaciones de que, en medio del creciente sentimiento nacionalista que llevó a los judíos a rebelarse contra Roma y que culminó en la destrucción de Jerusalén, los cristianos -especialmente los gentiles entre ellos- trataron de mostrar claramente que ellos no formaban parte de ese movimiento;(sí los Judíos guardaban el sábado, entonces ellos guardarían el día pagano). Surge así la teoría del reemplazo.
Cuando Meliton de Sardes escribió (entre el 160 y el 180 después d. C.) sus crónicas contra los judíos; alegando:
“Escuchad y ved , estirpes todas de la tierra, un asesinato inaudito tuvo lugar en Jerusalén, Dios ha sido asesinado, El rey de Israel ha sido eliminado por los rectos de Israel” (1) comenzaba de esta forma la famosa y ridícula expresión “deicidio” con la cual se iniciaría una larga y evolutiva tergiversación de las Escrituras, la cual terminaría en lo que hoy conocemos como “teología Protestante” en la que también se incluye el concepto de “antinomianismo.”
Con la ayuda de las informaciones Escritúrales y seculares; y el apoyo ineludible del Ruaj Ha Kodesh se proseguirá a dilucidar dichas teorías, para de esta forma poder entender la posición correcta de Israel en los propósitos del Eterno.
Un buen conocedor de la historia del cristianismo, si es honesto, advertirá que fue precisamente el olvido de las raíces hebreas de nuestra fe, y su sustitución por ideas y filosofías grecorromanas lo que llevó muy temprano a su decadencia al cristianismo (en el siglo IV, con la “conversión” del emperador romano Constantino -un antisemita-, el edicto de Milán y otros acontecimientos, podemos hablar ya de una comunidad con apariencia de vida, pero muerta en su espíritu). La cristiandad sustituyó al Mesías por un “cristo” grecorromano.
Hombres como Eusebio de Cesárea, Agustín de Hipona, Juan Crisóstomo, etc. escribieron cosas durísimas contra los judíos. Así, la primera comunidad judío mesiánica, que se salvó de la destrucción de Jerusalén por el emperador Tito al obedecer la advertencia del Señor, fue tenida por "extraña" y heterodoxa por la iglesia católica-antigua”
Continuará…