No a través del cristianismo, que viene de Roma; sino de Sion:
Romanos 11:26 “Vendrá de Sion el Libertador”.
El Dios sionista de Israel enviará, a su tiempo, al salvador sionista de Israel.
Según la Biblia, la única manera de recibir el perdón de Dios es expiando nuestros pecados: un sustituto debe soportar el castigo en nuestro lugar. El corazón mismo de la Ley descansa en el sistema de sacrificios instituido por Moisés.
¿Por qué?
Porque sólo a través de la sangre de los sacrificios puede Dios pasar por alto los pecados de su pueblo y mitigar su propia ira justa contra ellos. Cuando Dios hace Su pacto con los israelitas, lo instituye por sangre:
“Y Moisés tomó la sangre y la derramó sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre del pacto que Jehová ha hecho con vosotros conforme a todas estas palabras” (Éxodo 24:8, NVI).
“Aarón hará expiación sobre sus cuernos una vez al año. Con la sangre de la ofrenda por el pecado, como expiación, hará expiación una vez al año por vuestras generaciones. Es santísimo para el Señor” (Éxodo 30:10).
Observe cuán central es la sangre para todo el sistema. El Talmud y el gran comentarista judío Rashi repiten el mantra que dice: "No hay expiación sin sangre". ¿Sin sacrificio? Sin perdón de pecados. Levítico 17:11 dice esto aún más contundentemente:
“La vida de la carne está en la sangre, y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas, porque es la sangre la que hace expiación por la vida”.
Quizás en este punto te preguntes por qué esto es tan relevante para nosotros hoy. Incluso si lo que dice la Biblia es cierto, han estado privados de los sacrificios del Templo durante más de 2.000 años. Entonces, ¿por qué importa todo esto?
Usted no es salvo porque todavía no ha aceptado el sacrificio último que es Jesucristo.
Hebreos 10:5-7
Reina-Valera 1960
5 Por lo cual, entrando en el mundo dice:
Sacrificio y ofrenda no quisiste;
Mas me preparaste cuerpo.
6 Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron.
7 Entonces dije: He aquí que vengo, oh Dios, para
hacer tu voluntad,
Como en el rollo del libro está escrito de mí.
Dios no es un dios tribal, es Jesucristo, nombre que fue proclamado en todo el mundo y allí vendrá el fin.