No, no son las vacunas. Hubo muchas circunstancias y muchas cosas alrededor de ellas que pusieron de manifiesto el grado de inseguridad del ser humano ante lo nuevo y desconocido.
Dios ha permitido que la ciencia (conocimiento) esté al servicio de la Humanidad. Si el miedo hubiese tomado una relevancia mayor, ahora no tendríamos ni electricidad ni máquinas para hacer un poco mejor nuestras vidas.
Las personas que se dejan llevar por el miedo a lo nuevo y desconocido, y que tienen alguna posición de autoridad sobre otros, normalmente suelen infectar de este miedo a sus seguidores. ¿Qué pasó con la doctrina de la negación de sangre que los testigos de jiová siguen, creyendo que hacen lo correcto? Es decir, están en su derecho de no transfundirse sangre si no quieren.
Lo perjudicial es que las personas se dejen llevar por el miedo de otros, negándose a mejorar sus vidas. Dios no quiere nuestro mal, aunque hay personas inescrupulosas que hacen más daño al filtrar sus miedos, diseminando medias verdades y mentiras completas.
