El problema del Infierno

Tobi

2
21 Noviembre 2000
16.179
10
Mucho se ha escrito y hablado del Infierno.
Pero, ¿cual es su realidad?
Un buen ejercicio seria descubir el significado de estas tres palabras:

Infierno.

Sheol.
y
Gehenna

Espero vuestras opiniones.

Bendiciones.
 
INFIERNO Término de origen latino (infernus que significa la parte de abajo) con que se traduce la voz hebrea Seol, y las griegas Hades, Gehenna y TaŒrtaros (® Inmortalidad).
Seol aparece en el texto hebreo del Antiguo Testamento sesenta y cinco veces. Se traduce en la RV por «sepulcro», «sepultura», «infierno», «profundo», «sima» y otras palabras. En la LXX se traduce por ® Hades, nombre que los griegos aplicaron primero al rey del mundo invisible y posteriormente al lugar de los espíritus. El uso de Hades en vez de una transcripción de ® Seol demuestra que las dos palabras se consideraban como sinónimos, aunque siempre había una diferencia: para los griegos, al Hades lo gobernaba un dios independiente de los dioses del cielo y de la tierra; los hebreos creían que el Seol era parte del reino de Jehová (Sal 139.8; Pr 15.11). Los griegos pensaban que no existía salida del Hades, pero los piadosos hebreos, si bien contemplaban el Seol con cierto temor, esperaban salir de allí pues creían en la resurrección del cuerpo (Dn 12.2; Hch 26.6–8). Sin embargo, las ideas hebreas acerca del estado futuro siempre eran vagas; Pablo afirma que fue Cristo el que «sacó a luz la vida y la inmortalidad» (2 Ti 1.10).
Hades aparece once veces en el Nuevo Testamento. Cristo librará a su Iglesia del Hades (Mt 16.18). La doctrina del Nuevo Testamento en cuanto a la morada después de la muerte difiere mucho de la del Antiguo Testamento. El Nuevo Testamento afirma repetidas veces que los espíritus de los muertos redimidos se separan del cuerpo para estar con Cristo (Jn 14.2, 3; 17.24; 2 Co 5.8; Flp 1.23).
Para explicar esta diferencia entre los testamentos, algunos han sostenido que Cristo al bajar al Hades (Hch 2.27, 31) o a «las partes más bajas de la tierra» (Ef 4.9), proclamó allí las buenas nuevas de la redención efectuada en la cruz (1 P 3.18–20, ® Descenso al infierno). Habiendo preparado un lugar en la casa de su Padre, «llevó cautiva la cautividad» (Ef 4.8), es decir, llevó al mismo cielo los santos redimidos que se hallaban en el Hades. Estos no habían ido antes al cielo porque si bien habían sido redimidos mediante el sacrificio de animales según la Ley del Antiguo Testamento, lo habían sido solo por promesa porque «la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados» (Heb 10.4). No hubo salvación completa sino hasta que Cristo derramó su propia sangre en la cruz. Desde entonces no hay redimidos en el Hades, sino solamente injustos en tormento.
Gehenna aparece unas doce veces en el Nuevo Testamento. Es la transcripción griega de ® Hinnom, adoptada por los judíos después de la cautividad, y posteriormente por Jesús, para designar el lugar de tormento donde serán arrojados las personas reprobadas y los espíritus malignos. El Señor habla del Gehenna en términos solemnes y terribles (Mt 5.22, 29, 30; 10.28; 18.9; 23.15, 33; Mc 9.43–48; Lc 12.5; Stg 3.6). El Gehenna de los Evangelios y de Santiago se asemeja en mucho al Seol del Antiguo Testamento (Job 26.6), y parece ser sinónimo del «horno de fuego» de Mt 13.42; del «lago de fuego» de Ap 19.20; 20.10, 14, 15 y de la «perdición» de Ap 17.8, 11.
El «taŒrtaros» que se traduce por incienso en 2 P 2.4, era el lugar de castigo según la mitología griega.
Bajo el gobierno de un Dios infinitamente santo, justo, sabio y amoroso, obligado por su propia naturaleza y por el cuidado que tiene del bienestar de su universo a expresar su aborrecimiento hacia el pecado, la existencia del infierno es una necesidad (Ro 6.23; 2 Ts 1.6–11; Ap 20.11–15). Los que son castigados en el infierno son criaturas libres, responsables, pecadoras e impenitentes, que han empleado mal el tiempo de prueba que se les ha concedido y rechazado la gracia que Dios les ha ofrecido. El gran deseo divino de librar a los hombres del infierno se manifiesta en la muerte de Cristo y en las amonestaciones dirigidas a los pecadores en la Biblia. Ninguna exégesis concienzuda de la Biblia puede hacer caso omiso del infierno.
Las penas del infierno consistirán en la privación de la presencia y del amor de Dios, la ausencia de toda felicidad, la perpetuidad del pecado, el remordimiento de conciencia por las culpas pasadas, la convicción íntima de ser objeto de la justa ira de Dios, y todos los demás sufrimientos del cuerpo y el alma que son los resultados naturales del pecado o los castigos estipulados en la Ley de Dios (Mt 7.21, 23; 22.13; 25.41; 2 Ts 1.9). Parece que el grado de los tormentos se medirá según el grado de la culpa (Mt 10.15; 23.14; Lc 12.47, 48). Este castigo será eterno, como lo será también la felicidad en el cielo. La ®Ira de Dios nunca dejará de existir sobre las almas perdidas (Mt 25.46). Nada en todo el universo debe temerse tanto como una eternidad en el infierno.

Nelson, Wilton M., Nuevo Diccionario Ilustrado de la Biblia, (Nashville, TN: Editorial Caribe) 2000, c1998.
 
Puede que sea necesario profundizar algo más respecto a esta aportación.
Creo que en primer lugar hay que abandonar el pensamiento griego al respecto y ceñirse al estrictamente bíblico.
Solo te pondré una objeción a lo que has citado.
Para explicar esta diferencia entre los testamentos, algunos han sostenido que Cristo al bajar al Hades (Hch 2.27, 31) o a «las partes más bajas de la tierra» (Ef 4.9), proclamó allí las buenas nuevas de la redención efectuada en la cruz (1 P 3.18–20, ® Descenso al infierno).

De eso se deduce que Jesús no murio realmente en la cruz y eso contradice el mensaje bíblico llevándonos a la idea de reencarnación y no de resurrección. ¿No será necesario dar una interpretación distinta a los textos citados? Puede que Salomón nos de la clave.

Ahora, bien, mi idea no es con ánimo de polemizar. Solo reflexionar y desbrozar aquello que nos viene de los mitos helenistas.
Un abrazo en Cristo
 
Re: El problema del Infierno

Originalmente enviado por: Tobi
Mucho se ha escrito y hablado del Infierno.
Pero, ¿cual es su realidad?
Un buen ejercicio seria descubir el significado de estas tres palabras:

Infierno.

Sheol.
y
Gehenna

Espero vuestras opiniones.

Bendiciones.

Esta es una aportación en un anterior epígrafe. Espero que sirva de algo.
· Existe el infierno.?

Tuve un profesor de escatología que, en tono jovial, nos decía que el infierno tenía que ser como un water público.
El hacía referencia a la perícopa de Lázaro, como después de la muerte el rico desciende al “infierno” y desde allí “habla con Abraham” “lo ve de lejos”, y a “Lázaro” que esta a su lado. Puede hablar con Abraham. Este le responde. A pesar de la “fosa” tienen que estar cerca pues pide que Lázaro se moje el dedo y le refresque la punta de la lengua.
Todo esto, comentaba jocosamente, es como si estuvieran en uno de esos servicios públicos cuya pared de separación es solo un trozo de madera, que puedes hablar con tu vecino, que puedes oírle, que puedes olerle y si te esfuerzas un poco hasta lo puedes ver. Era solo para distraer al personal.
En serio. El tema es complicado. No quiero cansarte con una exposición larga y pesada, pero tengo que comentarte algo importante.
Los judíos utilizaban varias palabras para designar el lugar donde iban los muertos. La más utilizada era la de “sheol”. Este lugar era el lugar de reunión en el interior de la tierra de todos los que morían. Buenos y malos, para que se me entienda. Era un lugar de refugio pero también de excomunión. Jb. 3,19., Ecl. 2,15., Is. 14,9-15
De la misma manera “los cielos” era el lugar de Dios en exclusiva, donde vivía acompañado por sus ángeles. El cielo era la propiedad privada de Dios donde los hombres, por justos que fuesen, no podían acceder.
Esto plantea cierta situación de discriminación con respecto a la justicia de Dios, en el sentido que todos los muertos tenían un mismo destino. Como recompensaba Dios al justo.? Con años de larga vida y abundancia de bienes. Esa es la historia de Job.
Es mucho más tarde cuando el significado de “sheol” empieza a cambiar. Poco a poco se va modificando y en el relato que hemos comentado del rico y Lázaro ya podemos constatar que existen divisiones en el “sheol”. Una para ricos y otra para pobres. Los pobres son consolados y los ricos atormentados.
Es después del retorno del exilio, una vez reconstruidas Jerusalén y Judea, cuando el pensamiento judío llega a creer en una resurrección como recompensa y un infierno como castigo.
Hay que hacer notar que Daniel 12,2 ya expresa la esperanza de un reino de Dios que no termina con la muerte, sino que hay una vida eterna como recompensa. También podemos encontrar la misma esperanza en el libro 2ª Macabeos 7,23
Pero son pasajes muy concretos dentro del A.T. y que no tienen continuidad. No te comento el pasaje de Óseas porque, según mi exégesis, tiene otro significado.
Es el N.T. donde aparece la posibilidad de una muerte diferente, de una muerte eterna. Apo. 20,11-15., Mt. 25,41
La fe cristiana da a esta muerte el nombre de “infierno” como realidad negativa de la “vida eterna.”
Las palabras de Jesús que hablan del “infierno” tanto en su forma de sheol , de hades, o de gehenna tenemos que situarlas en esta línea.
Es tan importante el tema que si quitásemos todas las perícopas que hablan del infierno, muchos textos quedarían mutilados.
Para mí, el “infierno cristiano” da fuerza a la libertad del hombre y a la gracia victoriosa de Cristo Jesús.
“El infierno existe como posibilidad real de un fracaso eterno del hombre que puede disponer libremente de él y por lo tanto hacer caso omiso al amor Dios.”
Entiendo el infierno como posibilidad de condenación eterna porque Dios respeta y respetará en cualquier circunstancia la libertad del hombre.

Saludos.
 
Vayamos a otra pregunta:
¿Existe realmente un lugar de tormento para los condenados al infierno?. Un lugar del que nunca se sale y que nunca se acaba.
¿Que opinais?
 
Me parece que si

Me parece que si

Originalmente enviado por: Tobi
Vayamos a otra pregunta:
¿Existe realmente un lugar de tormento para los condenados al infierno?. Un lugar del que nunca se sale y que nunca se acaba.
¿Que opinais?

Luego de leer pasajes como: "Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles" Mateo 25:41. Creo que ese lugar existe.

Ahora si es un lago de fuego, como entendemos nosotros el fuego, no me parece. La razon de aquello es que fue preparado para el diablo (ser espiritual), entonces Como puede un ser espiritual quemarse con fuego (fisico)?. Lo que creo es que el sufrimiento (cualquiera que sea) es comparable con lo que produce en nosotros el fuego.

Bendiciones
 
Re: Me parece que si

Re: Me parece que si

Originalmente enviado por: FranciscoM
Luego de leer pasajes como: "Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles" Mateo 25:41. Creo que ese lugar existe.

Ahora si es un lago de fuego, como entendemos nosotros el fuego, no me parece. La razon de aquello es que fue preparado para el diablo (ser espiritual), entonces Como puede un ser espiritual quemarse con fuego (fisico)?. Lo que creo es que el sufrimiento (cualquiera que sea) es comparable con lo que produce en nosotros el fuego.
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Tobi.
El problema está, FranciscoM, en deducir cual sería el resultado si alguien es arrojado en un lago de fuego. Luego en el plano espiritual dices:
Lo que creo es que el sufrimiento (cualquiera que sea) es comparable con lo que produce en nosotros el fuego.

Bien, pero, ¿cual es el resultado? El de ser lanzado en un lago de fuego. Sufrimiento.... ¿y que mas? Puede que la respuesta esté en Apoc. 20:14
Bendiciones
 
Yo pienso que el peor sufrimiento en el infierno no es tanto el dolor sino el reconocer realmente que la cristiandad era verdad (porque los que no creen hoy ahí si que van a creer) y por lo tanto el saberse separado de Dios por toda la eternidad sin su amor, pues en vida terrenal aun los malos tienen favores de Dios, en Cristo sus vidas son sustentadas pues El es que sustenta todo con la Palabra de su poder, aun cada vida.
Realmente el sufrimiento terrenal no es nada comparado con los tormentos en el infierno, sea fuego o no, el hecho es que existe y es la manifestación de toda la Ira de Dios, tan terrible es que hasta la muerte y el hades, los demonios serán echados al lago fuego.
Si muchos creyentes o no creyentes supieran los terrores o la doctrina bíblica del infierno sus vidas fueran muy diferentes, lamentablemente hoy hay muchos que predican escondiendo esta verdad fundamental, ¡no valla a ser que se asuste la gente! O hay otros que suavizan esta doctrina. Por ejemplo el papa romano suavizo esta doctrina antes de la entrada del nuevo siglo, y así muchos la tienen como algo por el cual no debe la gente preocuparse. El no tomar en cuenta la doctrina del infierno me parece que lleva a algunas implicaciones nada bíblicas.

Saludos
Malcom
 
El Infierno

El Infierno

“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”.Ro 6:23

Si los que rechazaron la salvación van a estar eternamente quemándose vivos en el infierno, el versículo Ro 6:23 debería decir: Porque la paga del pecado ES VIDA, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Sólo estando vivo de puede sentir un castigo o una recompensa.

Tobi sugiere la solución en Apo 20:14 “Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. ESTA ES LA MUERTE SEGUNDA”.

Entiendo que de la primera muerte, todos un dia resucitarán, unos para vida eterna y otros para volver a morir (muerte segunda) y esta vez eternamente. ¿Cómo son muertos? “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el LAGO QUE ARDE CON FUEGO y azufre, QUE ES LA MUERTE SEGUNDA”. ¿De donde proviene este fuego o infierno? “Y subieron sobre la anchura de la tierra, y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; Y DE DIOS descendió fuego del cielo, Y LOS CONSUMIÓ. Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos”.Apo 20:9,10

Dice que serán atormentados por los siglos de los siglos, pero también dice que finalmente serán CONSUMIDOS, es decir, finalmente muertos por los siglos de los siglos, SIN VIDA. El castigo es eterno en sus consecuencias, no en duración, de lo contrario LA PAGA DEL PECADO NO ES MUERTE.

Para entender la expresión ‘por los siglos de los siglos’ busquemos en la Biblia su significado, no de acuerdo a la forma que nosotros entendemos. La Biblia dice: Pero si no me oyereis para santificar el día de reposo, y para no traer carga ni meterla por las puertas de Jerusalén en día de reposo, YO HARÉ DESCENDER FUEGO en sus puertas, Y CONSUMIRÁ los palacios de Jerusalén, Y NO SE APAGARÁ” Jer 17:27; finalmente las puertas de Jerusalén se apagaron, fueron consumidas por el fuego que provino de Dios.

Podríamos concluir que las puertas quedaron destruidas, ‘MUERTAS’ por los ‘siglos de los siglos’ pues en la actualidad no están ardiendo.

Tobi sugiere que seamos más bíblicos y no griegos, y eso he intentado.

Saludos y bendiciones
 
Has acertado, Miguel.
No hay nada que me produzca mas desazón que aquella frase, (muy usada por los agnosticos y ateos) en la que se nos acusa a los cristianos de estar inmersos en la cultura judeo cristiana cuando en realidad se trata mas bien de cultura heleno-cristiana.
Bendiciones
 
Originalmente enviado por: Tobi
Has acertado, Miguel.
No hay nada que me produzca mas desazón que aquella frase, (muy usada por los agnosticos y ateos) en la que se nos acusa a los cristianos de estar inmersos en la cultura judeo cristiana cuando en realidad se trata mas bien de cultura heleno-cristiana.
Bendiciones

De todas formas creo que nos hemos desvidado de tu primera propuesta y nadie a tocado el tema del "descenso de Jesús a los infiernos."

Porque le dijo al ladrón en la cruz: hoy estaras conmigo en el paraiso?

Saludos.
 
Originalmente enviado por: talcual
De todas formas creo que nos hemos desvidado de tu primera propuesta y nadie a tocado el tema del "descenso de Jesús a los infiernos."
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Tobi.
Aquí el problema puede que esté entre el concepto de "infiernos" comforme a los mitos griegos o a la Revelación Bíblica.
Infierno y Sheol son palabras sinónimas y su significado es sepulcro.
Jesús descendió al sepulcro y allí es donde fue vencida la muerte, en el lugar donde reina con todo sus poder.
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Porque le dijo al ladrón en la cruz: hoy estaras conmigo en el paraiso?
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Tobi.
Aquí solo es necesario preguntarse donde esta el Paraiso. No en este mundo sujeto por el Tiempo, sino en la eternidad de Dios donde el tiempo no existe. Allí siempre es HOY. El ayer y el mañana solo existen en nuestro universo material. Claro que, ¿existen realmente el ayer y el mañana?

Saludos.
Y bendiciones en Cristo

 
El rico y lazaro!!!

El rico y lazaro!!!

Hola a todos de nuevo, saludos fraternales en Cristo Jesus:

Algunas veces he pensado que si DIOS nos habriera una ventanita para ver los tormentos del infierno, nos encerrariamos en un cuarto para ni hacer ni pensar nada que ofenda el Señor.

La doctrina del infierno es una de las mas mencionadas en la Palabra de DIOS y asu ves es una de la mas despreciadas, argumentando que el infierno es esta vida; Que DIOS nos ama tanto que no permitiria que nadie sufriera tal tormento, y con todas esas ideas estaran los que lleguen y vivan su eternidad en tormentos, por haber despreciado la Justicia y la Ira de DIOS.

Cuando enseño sobre el infierno siempre empiezo por la historia biblica del Rico y Lazaro en el evangelio de San Lucas capitulo 16. Este es uno de los pasajes mas claros y de gran exhortacion hacerca de la existencia, dolores (no solo fisicos, si no tambien una aparente preocupacion de sus seres amados no lleguen al mismo lugar)y la desesperacion que sienten el no haber escuchado a aquellas personas que anunciaban el reino de DIOS e hicieron caso omiso, de lo cual se remorderan y lamentaran por toda la eternidad.
 
Predicación el el infierno

Predicación el el infierno

SOBRE DESCENSO DE JESUS A LOS MUERTOS

Algunos sostenemos que estos pasajes (cap. 3: 18-20 y cap. 4: 6) apoyan la doctrina de la inmortalidad del alma, del estado consciente de los muertos, y que durante el intervalo entre su crucifixión y resurrección Cristo descendió al hades, el reino figurado de los muertos , para predicar a los espíritus desencarnados que allí se encontraban. Pero la lógica de este punto de vista pide que esos "espíritus" hubieran estado en alguna especie de purgatorio cuando Cristo les predicó, porque el propósito de su predicación era, a no dudarlo, darles una segunda oportunidad para salvarse y escapar del purgatorio.

Pero la mayoría de los protestantes que creen que Pedro enseña aquí que el hombre está consciente en la muerte, se horrorizarían de aceptar las doctrinas del purgatorio y la no menos antibíblica de una segunda oportunidad para salvarse.

Los que sostienen que Pedro está apoyando la creencia en la llamada inmortalidad natural del alma, deben también explicar por qué Cristo favoreció a los "espíritus" de los pecadores muertos en el tiempo de Noé y no les dio la misma oportunidad a los de otras generaciones.

Las Escrituras enseñan claramente que los seres humanos deben aceptar la salvación en esta vida presente porque su tiempo de gracia personal termina con la muerte ( Mat. 16: 27; Luc. 16: 26-31; Rom.2: 6; Heb. 9: 27; cf Eze. 18: 24; Apoc. 22: 12). . Por tales razones, creer que esos "espíritus" son seres conscientes desencarnados capaces de oír y aceptar el Evangelio, contradice muchas evidentes enseñanzas de las Escrituras. Es bueno advertir que Pedro no enseña que Cristo predicó a esos supuestos espíritus desencarnados.

Argumentar que la gente de los días de Noé no tuvo una oportunidad razonable para salvarse, es ignorar el hecho de que Noé fue un "pregonero de justicia" en esa generación (2 Ped. 2: 5), y que los antediluvianos rechazaron a sabiendas el mensaje que Dios les envió por medio de Noé (ver com. 1 Ped. 3: 20). "La paciencia de Dios" esperó "en los días de Noé, mientras se preparaba el arca" (vers. 20), porque les dio oportunidad de creer y obedecer
 
Re: Predicación el el infierno

Re: Predicación el el infierno

Originalmente enviado por: Miguel Loayza F
SOBRE DESCENSO DE JESUS A LOS MUERTOS

Algunos sostenemos que estos pasajes (cap. 3: 18-20 y cap. 4: 6) apoyan la doctrina de la inmortalidad del alma, del estado consciente de los muertos, y que durante el intervalo entre su crucifixión y resurrección Cristo descendió al hades, el reino figurado de los muertos , para predicar a los espíritus desencarnados que allí se encontraban. Pero la lógica de este punto de vista pide que esos "espíritus" hubieran estado en alguna especie de purgatorio cuando Cristo les predicó, porque el propósito de su predicación era, a no dudarlo, darles una segunda oportunidad para salvarse y escapar del purgatorio.

Pero la mayoría de los protestantes que creen que Pedro enseña aquí que el hombre está consciente en la muerte, se horrorizarían de aceptar las doctrinas del purgatorio y la no menos antibíblica de una segunda oportunidad para salvarse.

Los que sostienen que Pedro está apoyando la creencia en la llamada inmortalidad natural del alma, deben también explicar por qué Cristo favoreció a los "espíritus" de los pecadores muertos en el tiempo de Noé y no les dio la misma oportunidad a los de otras generaciones.

Las Escrituras enseñan claramente que los seres humanos deben aceptar la salvación en esta vida presente porque su tiempo de gracia personal termina con la muerte ( Mat. 16: 27; Luc. 16: 26-31; Rom.2: 6; Heb. 9: 27; cf Eze. 18: 24; Apoc. 22: 12). . Por tales razones, creer que esos "espíritus" son seres conscientes desencarnados capaces de oír y aceptar el Evangelio, contradice muchas evidentes enseñanzas de las Escrituras. Es bueno advertir que Pedro no enseña que Cristo predicó a esos supuestos espíritus desencarnados.

Argumentar que la gente de los días de Noé no tuvo una oportunidad razonable para salvarse, es ignorar el hecho de que Noé fue un "pregonero de justicia" en esa generación (2 Ped. 2: 5), y que los antediluvianos rechazaron a sabiendas el mensaje que Dios les envió por medio de Noé (ver com. 1 Ped. 3: 20). "La paciencia de Dios" esperó "en los días de Noé, mientras se preparaba el arca" (vers. 20), porque les dio oportunidad de creer y obedecer


Purgatorio? apoyas la doctrina o la rechazas, me es un poco confuzo tu escrito.
interesante seria saber si en ese supuesto "purgatorio" estan las almas que exististieron antes de Cristo o todos los muertos sin excepcion.

Los que perecieron sin ley, sin ley seran juzgados..

Bendiciones en Cristo..
 
Un mejor camino para conversión

Un mejor camino para conversión

Estimada SolaGratia, asi opinas:

“Si muchos creyentes o no creyentes supieran los terrores o la doctrina bíblica del infierno sus vidas fueran muy diferentes, lamentablemente hoy hay muchos que predican escondiendo esta verdad fundamental, ¡no valla a ser que se asuste la gente! O hay otros que suavizan esta doctrina. Por ejemplo el papa romano suavizo esta doctrina antes de la entrada del nuevo siglo, y así muchos la tienen como algo por el cual no debe la gente preocuparse. El no tomar en cuenta la doctrina del infierno me parece que lleva a algunas implicaciones nada bíblicas.”...............................


Mas Pablo nos aconseja“........ Mas yo os muestro un camino aun más excelente” 1 Co 12:31

y yo te propongo esta poesia:

“No me mueve mi Dios para quererte
el cielo que me tienes prometido
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte

Tu me mueves, Señor, muéveme el verte
Clavado en una cruz y escarnecido,
Muéveme ver tu cuerpo tan herido,
Muéveme tus afrentas y tu muerte;

Muéveme, en fin, TU AMOR, y en tal manera
Que aunque no hubiera cielo yo te amara,
Y aunque no hubiera infierno te temiera;

No me tienes que dar porque te quiera,
Pues aunque lo que espero no esperara,
Lo mismo que te quiero te quisiera”

¿ Anónimo?
.....................................................

No, no creo en el purgatorio, pero si Cristo predicó a los muertos, no podían estar ni en el cielo, ni en el infierno. Estaban en el seol.
Pero si alguien afirma que predicó a los muertos, deberían estar en una especie de "purgatorio", lo cual es antibíblico; por lo tanto la conclusión es que Cristo no predicó a los muertos, porque también es antibíblico. Predicó a los antidiluvianos por medio del Espíritu Santo que utilizó a Noel para hacerlo.

Saludos y bendiciones
 
Bíblicamente, o como 'Dios lo ve', ¿es el alma inherentemente inmortal? ¿o la inmortalidad es el 'premio' o 'regalo' que Dios da a los que perseveran en hacer su voluntad? [Véase Romanos 2:7] Dado que la vida viene de Dios y sin Él es imposible tener vida por nosotros mismos, ¿que nos ocurrirá si nos separamos de Él?

Bendiciones
Dante
 
Malcom, tiene gracia lo que dices:
Por ejemplo el papa romano suavizo esta doctrina antes de la entrada del nuevo siglo

Y te digo porqué tiene gracia. Resulta que el Papa dice EXACTAMENTE lo mismo que tú cuando afirmas:

"Yo pienso que el peor sufrimiento en el infierno no es tanto el dolor sino el reconocer realmente que la cristiandad era verdad (porque los que no creen hoy ahí si que van a creer) y por lo tanto el saberse separado de Dios por toda la eternidad sin su amor"


Esta fue la homilía del Papa sobre el infierno


El infierno como rechazo definitivo de Dios

1. Dios es Padre infinitamente bueno y misericordioso. Pero, por desgracia, el hombre, llamado a responderle en la libertad, puede elegir rechazar definitivamente su amor y su perdón, renunciando así para siempre a la comunión gozosa con él. Precisamente esta trágica situación es lo que señala la doctrina cristiana cuando habla de condenación o infierno. No se trata de un castigo de Dios infligido desde el exterior, sino del desarrollo de premisas ya puestas por el hombre en esta vida. La misma dimensión de infelicidad que conlleva esta oscura condición puede intuirse, en cierto modo, a la luz de algunas experiencias nuestras terribles, que convierten la vida, como se suele decir, en «un infierno».

Con todo, en sentido teológico, el infierno es algo muy diferente: es la última consecuencia del pecado mismo, que se vuelve contra quien lo ha cometido. Es la situación en que se sitúa definitivamente quien rechaza la misericordia del Padre incluso en el último instante de su vida.

2. Para describir esta realidad, a sagrada Escritura utiliza un lenguaje simbólico, que se precisará progresivamente. En el Antiguo Testamento, la condición de los muertos no estaba aún plenamente iluminada por la Revelación. En efecto, por lo general, se pensaba que los muertos se reunían en el sheol, un lugar de tinieblas (cf. Ez 28, 8; 31, 14; Jb 10, 21 ss; 38, 17; Sal 30, 10; 88, 7. 13), una fosa de la que no se puede salir (cf. Jb 7, 9), un lugar en el que no es posible dar gloria a Dios (cf. Is 38, 18; Sal 6, 6).

El Nuevo Testamento proyecta nueva luz sobre la condición de los muertos, sobre todo anunciando que Cristo, con su resurrección, ha vencido la muerte y ha extendido su poder liberador también en el reino de los muertos.

Sin embargo, la redención sigue siendo un ofrecimiento de salvación que corresponde al hombre acoger con libertad. Por eso, cada uno será juzgado «de acuerdo con sus obras» (Ap 20, 13). Recurriendo a imágenes, el Nuevo Testamento presenta el lugar destinado a los obradores de iniquidad como un horno ardiente, donde «será el llanto y el rechinar de dientes» (Mt 13, 42; cf. 25, 30. 41) o como la gehenna de «fuego que no se apaga» (Mc 9, 43). Todo ello es expresado, con forma de narración, en la parábola del rico epulón, en la que se precisa que el infierno es el lugar de pena definitiva, sin posibilidad de retorno o de mitigación del dolor (cf. Le 16, 19-31).

También el Apocalipsis representa plásticamente en un «lago de fuego» a los que no se hallan inscritos en el Ebro de la vida, yendo así al encuentro de una «segunda muerte» (Ap 20, 13 ss). Por consiguiente, quienes se obstinan en no abrirse al Evangelio, se predisponen a «una ruina eterna, alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder» (2 Ts 1,9).

3. Las imágenes con las que la sagrada Escritura nos presenta el infierno deben interpretarse correctamente. Expresan la completa frustración y vaciedad de una vida sin Dios. El infierno, más que un lugar, indica la situación en que llega a encontrarse quien libre y definitivamente se aleja de Dios, manantial de vida y alegría. Así resume los datos de, la fe sobre este tema el Catecismo de la Iglesia católica: «Morir en pecado mortal sin estar arrepentidos ni acoger el amor misericordioso de Dios, significa permanecer separados de él para siempre por nuestra propia y libre elección. Este estado de autoexclusión definitiva de la comunión con Dios y con los bienaventurados es lo que se designa con la palabra infierno» (n. 1033).

Por eso, la «condenación» no se ha de atribuir a la iniciativa de Dios, dado que en su amor misericordioso él no puede querer sino la salvación de los seres que ha creado. En realidad, es la criatura la que se cierra a su amor. La «condenación» consiste precisamente en que el hombre se aleja definitivamente de Dios, por elección libre y confirmada con la muerte, que sella para siempre esa opción. La sentencia de Dios ratifica ese estado.

4. La fe cristiana enseña que, en el riesgo del «sí» y del «no» que caracteriza la libertad de las criaturas, alguien ha dicho ya «no». Se trata de las criaturas espirituales que se rebelaron contra el amor de Dios y a las que se llama demonios (cf. concilio IV de Letrán: DS 800-801). Para nosotros, los seres humanos, esa historia resuena como una advertencia: nos exhorta continuamente a evitar la tragedia en la que desemboca el pecado y a vivir nuestra vida según el modelo de Jesús, que siempre dijo «sí» a Dios.

La condenación sigue siendo una posibilidad real, pero no nos es dado conocer, sin especial revelación divina, si los seres humanos, y cuáles, han quedado implicados efectivamente en ella. El pensamiento del infierno —y mucho menos la utilización impropia de las imágenes bíblicas— no debe crear psicosis o angustia; pero representa una exhortación necesaria y saludable a la libertad, dentro del anuncio de que Jesús resucitado ha vencido a Satanás, dándonos el Espíritu de Dios, que nos hace invocar «Abbá, Padre» (Rm 8, 15; Ga 4, 6).

Esta perspectiva, llena de esperanza, prevalece en el anuncio cristiano. Se refleja eficazmente en la tradición litúrgica de la Iglesia, como lo atestiguan, por ejemplo, las palabras del Canon Romano: «Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa ( ... ), líbranos de la condenación eterna y cuéntanos entre tus elegidos».

Catequesis del Papa sobre el Infierno
 
Originalmente enviado por: Luis Fernando

............................................................................................................................Esta perspectiva, llena de esperanza, prevalece en el anuncio cristiano. Se refleja eficazmente en la tradición litúrgica de la Iglesia, como lo atestiguan, por ejemplo, las palabras del Canon Romano: «Acepta, Señor, en tu bondad, esta ofrenda de tus siervos y de toda tu familia santa ( ... ), líbranos de la condenación eterna y cuéntanos entre tus elegidos».

Catequesis del Papa sobre el Infierno [/B]



Porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.


Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. (Juan 3:16-18)


Quien tenga oídos para oír, oiga
 
Maripaz, yo juraría que la cita del canon romano que has copiado corresponde precisamente a la cita del evangelio de Juan así que muchas gracias por ratificar con la Escritura esa parte de la catequesis papal,
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